La victoria de Marine LE PEN y de su Rassemblement National habrá sido saludada por el ministro ruso de Asuntos Exteriores, con ayuda de una foto de la político francesa en su cuenta electrónica. Marine LE PEN habrá reaccionado de inmediato, hablando de provocación (sic) y de « ingerencia » Lo que no parecen comprender ni compartir comentaristas militares ilustres en una de las grandes cadenas televisivas francesas, ni tampoco el autor de estas líneas. Lo que da no obstante idea de los retos magnos en política nacional y en política exxtrajera que encierra el trance crucial que Francia atraviesa
(en la foto de una anterior visita de Marine LE PEN al Kremlin)
La fase final en la obra y trayectoria del historiador alemán Ernst NOLTE (segunda época, a seguir al movimiento de protesta en las universidades alemanas que precedió de un año al mayo francès, con Daniel COHN-BENDITH éste último, con Rudi DUTSCHKE aquél) se vería marcada por la publicación de uno de sus principales títulos, « La guerra civil europea: 1917-1945.» , y por la extraordinaria difusión de esa fórmula polémica en la opinión pública a escala del planeta, pese al silencio y apagón informativo tenaz que merecería en los ámbitos universitarios y académicos en el campo de la historiografía y particularmente en los medios herméticamente cerrados de la Investigación científica (Recherche), en un fenómeno ruidosamente sonoro de negación —« deny »- como el que vemos hoy frente a otros fenómenos de índole primordialmente sociológica -pese a sus connotaciones ideológicas evidentes- tales que el « grand remplacement », la desinformación sistemática - con la consiguiente cultura de la cancelación (cancel culture)- que práctica la clase mediática, o el revisionismo histórico (latu senso) fácilmente palpable en campeones del combate contra el antisemitismo.
Y esas reticencias historiográficas me parecen en extremo palpables e ilustrativas en el prólogo de un autorizado filósofo e historiador al ultimo título en la obra del historiador alemán, « Nietzsche, campo de batalla », del que ofrecí atenta recensión en una de mis entradas. No sin motivo se me antoja, y es que con esa fórmula talismánica en extremo, NOLTE acierta a dar en la diana, me explico, y es la del gran debate ideológico -NIETZSCHE versus MARX y viceversa -tal como se ve apodícticamente expuesto a lo largo de las páginas de la obra referida, y en su corolario,en el proceso histórico de los dos últimos siglos, principalmente jalonados por dos guerras mundiales, en particular en esta última presidida por el choque ideológico y meta histórico, nazi/fascismos « versus » comunismo marxista.
Y es ahí donde cabría situar el formidable revulsivo en el seno de la sociedad francesa y en su opinión pública en el que cristaliza el claro triunfo electoral del Rassemblement National -claramente plebiscitado por el electorado francés, se diga lo que se quiera- y la respuesta de categórico rechazo de la clase mediática y política, que abre una crisis de consecuenciasimprevisibles en el sistema democrático y de su forma de gobierno por mayoría.
Todos contra el RN, léase contra la mayoría (claramente) expresada en las urnas (…). Raperos (sic) de un fenómeno de contracultura musical y artística, figuras estelares en el ámbito deportivo -futbolístico- y last but not least, personajes carismáticos -tales que el Abbé PIERRE (fuera de toda sospecha?) en la confluencia del espacio mediático y del dominio espiritual y religioso. Todo vale -« flèches de tout bois », los franceses le dicen-, a la hora de frenar y de alzar a toda prise una barrera de contención (barrage) contra la extrema derecha, que se ve más diabolizada que lo habrá estado nunca, pese a los denodados esfuerzos en contrario de la actual presidenta y de la escenificación mediáticamente tan lograda de la muerte (« asesinado ») del padre.
Ni por esas. El fascismo o las fascistizacion primera es algo como el pecado contra el Espíritu -en la teología y en la filosofía escolástica- que no se perdona ni en esta vida ni en la otra. Y en esas estamos, en vísperas de la segunda vuelta. Donde está en juego no solo la identidad y la integridad francesa sino el destino y salvaguarda de la civilización europea. Euroasiática para más señas (sin querer dárnoslas de profeta)
No hay comentarios:
Publicar un comentario