lunes, julio 08, 2024

 « COUP D’ETAT » DEMOCRÁTICO


Marion MARÉCHAL LE PEN está fuera de juego -ella y su partido Reconquista- en lizas electorales a partir de ahora, como estuvo en la de ayer y en las que vengan. Pero demostró una vez más lo audible de su voz y la fuerza de impacto de su garra y de su glamur, lo suyos y de las ideas que defiende de uñas y dientes sin complejos de ninguna clase, en primerísimo plano de los medios. Denunciando la victoria de la izquierda ayer, a base, dijo ella, de « miedo y de caricaturas »

Ya está, el fantasma huyó, el demonio se fue, todos exultantes y tranquilos. En dos actos, primera y segunda vuelta, la farsa flamenca. Pero no habrá sido exactamente como se nos cuenta. En primer lugar, la mayoría absoluta no era ni una real probabilidad para los unos, ni una amenaza de veras para los otros, pese a los tristes/cuentos que nos cuentan. Que la fe/democrática les hará tragar cuentos de las mil y una noches, a sus creyentes, pero ese como aquí saben no es exactamente mi problema y la narrativa de los medios se la creen o tragan los que quieran. Que nosotros preferimos leer entre líneas, y ver y poner a la luz o al destape lo que la prensa « mainstream » con cuidado y con sigilo y disimulo nos oculta. Y el RN sigue su marcha ascendente o sea. O en otros términos, que el freno que tanto celebran al ascenso de la extrema/derecha (para entendernos), no se debe tanto a un cambio más o menos profundo en las tendencias del electorado, sino a las maniobras partidistas y la cocina electoral -en francés « tambouille »- intrínsecamente asociada al funcionamiento democrático. Lo que por mucho que analistas y comentaristas se esfuercen en camuflar con eufemismos o en explicarlo en pura fraseología -en francés, « éléments du langage »- políticamente correcta, democrática o sea, tiene poco ( o nada) de democrático, léase, propio de un sistema basado o inspirado en opciones -en francés, choix- libremente escogidas por la masa de votantes- y no en actitudes de rechazo o para dejarnos de eufemismos, de boycott, fieles o no en ello a consignas o estrategias de los adversarios. 


Éric CIOTTI, o el resonante  ejemplo de los que habrán dicho No -la « inmensa minoría »- al boycott frente al Rassemblement National. Partidario de la coalición con el RN, en ruptura con su cúpula dirigente de su partido (derecha/democrática, « Les Républicains ») del que habrá logrado guardar las riendas en su puesto de presidente, y en abierto desafío a su más directo rival, alcalde de Niza, habrá salido ayer diputado electo por su circunscripción, en la segunda vuelta. Y tras los resultados de ayer, no habrá dudado en hablar  de « golpe de Estado democrático » Blanco y en botella

Y el RN no habrá alcanzado la mayoría absoluta lo que ni ellos mismos se creían, pero despacio y buena letra sigue su marcha ascendente en el seno de la sociedad francesa. Y los problemas que denuncia siguen ahí, de pesada hipoteca del conjunto de la clase política, que se habrá mostrado hasta ahora incapaz de recoger el guante del reto que aquellos les presenta, y en espera, los vencidos de la segunda vuelta, de días mejores que están ahí a la espera, a la vuelta de la esquina, aunque la clase política y mediática, finja y actúe como si lo ignoran. 

Dos puntos se merecen subrayado, urgente. Uno de ellos es lo que en terminología umbraliana cabe denominar « la inmensa minoría », y es de aquellos que habrán dicho NO  de palabra y obra a la consigna de rechazo (anti-RN) de cara a la segunda vuelta, y ello ante el reto a superar por el RN de la mayoría absoluta, y presentes aquellos tanto en sectores de la sociedad como en casos no por aislados menos resonantes en la clase política y de un rotundo  y contundente impacto entre la opinión pública.  El otro punto merecedor de ser abordado de urgencia en estas líneas lo es relativo a la guerra en curso,. 

Nada, ni la más mínima alusión en las declaraciones y en los discursos de la mayoría bien-pensante teóricamente ganadora, el frente (popular) de izquierdas, y el bloque de centro, la « macronía » o sea. En ruidoso contraste con las proclamas y los programas tan difundidos de la víspera. Ucrania, silencio total. como una consigna (de izquierdas o de centro/izquierda). Sobre la guerra en sí, sobre la líneas seguir por la política francesa en la materia y sus grandes dilemas, armamento y tropas sobre el terreno a uno de los bandos contendientes, en un extremo -el envío de tropas de infantería (« au sol ») - en el que la postura del RN por la boca de Marine Le PEN habrá sido clara como ninguna otra. 


Concentración de jóvenes anti-RN ayer tras conocerse los resultados en París, Place de la République. Quince mil manifestantes (15000) según fuentes fidedignas. Silencio y buen rollo (« bon enfant ») -salvo al final (…)-, en lugar de los gritos y proclamas de la otra concentración (primera vuelta), -y de aquella de 2002 contra Jean Marie LE PEN-, pocas banderas rojas’, y no muchos más puños en alto, como el de los que van colgados de la barra del tranvía. Nuevo Frente Popular, cualquier parecido con la realidad -y la verdad histórica, del 36- pura coincidencia

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