viernes, noviembre 30, 2018
Soplo de Amor
Te arrastra la riada, Juan
Que ruge ahí al lado y te aplasta,
Déjala, apártate, vela pasar
Que hay un antes y un después de esa plaga
Y en busca de un asidero
Tus ojos clavan sus garras
Igual que la lava ardiente
Que me funde que me abrasan
Igual que un imán mágico
Que me atrae y que me llama
Y me fija e ilumina
Y despeja al trasluz mi mirada
Y salí de aquel trance curado
De tanta matadura extraña
tanta fatiga y tanto choque
¡y en trizas sueños y esperanzas!
O limpias más bien, más lisas
Más brillantes y expurgadas
Al cabo del desaliento
Sin tanta pega y tanta ganga
Y salí ufano y risueño
Y dispuesto a dar la cara
A conquistar todo un mundo,
A hacer mía esta tierra extraña
Y a enarbolar mis banderas
A cual más reina, (a cual más alta)
Para que me veas tú mi reina
Y me hagas signo en lontananza
Que si tu amor al final vienes
Como yo te espero –¡y cuanto tardas!-
Se me van las ideas negras
Y sigo en pie enhiesto –y sin mancha!-
Y tras mío, una jauría de perros
¡Cuanto rugen cuanto ladran!
Y cuando vuelvo la vista
No hay nadie, vacío, no hay nada
Y ahí está la clave del enigma
la Nada nauseabunda y calva
a trepar a la ligera
y a saltos y a zancadas
(sin que se me enganche el alma)
Un soplo, una liviandad, tu amor
Y sin él, no me queda nada
Que ruge ahí al lado y te aplasta,
Déjala, apártate, vela pasar
Que hay un antes y un después de esa plaga
Y en busca de un asidero
Tus ojos clavan sus garras
Igual que la lava ardiente
Que me funde que me abrasan
Igual que un imán mágico
Que me atrae y que me llama
Y me fija e ilumina
Y despeja al trasluz mi mirada
Y salí de aquel trance curado
De tanta matadura extraña
tanta fatiga y tanto choque
¡y en trizas sueños y esperanzas!
O limpias más bien, más lisas
Más brillantes y expurgadas
Al cabo del desaliento
Sin tanta pega y tanta ganga
Y salí ufano y risueño
Y dispuesto a dar la cara
A conquistar todo un mundo,
A hacer mía esta tierra extraña
Y a enarbolar mis banderas
A cual más reina, (a cual más alta)
Para que me veas tú mi reina
Y me hagas signo en lontananza
Que si tu amor al final vienes
Como yo te espero –¡y cuanto tardas!-
Se me van las ideas negras
Y sigo en pie enhiesto –y sin mancha!-
Y tras mío, una jauría de perros
¡Cuanto rugen cuanto ladran!
Y cuando vuelvo la vista
No hay nadie, vacío, no hay nada
Y ahí está la clave del enigma
la Nada nauseabunda y calva
a trepar a la ligera
y a saltos y a zancadas
(sin que se me enganche el alma)
Un soplo, una liviandad, tu amor
Y sin él, no me queda nada
jueves, noviembre 22, 2018
SALÓ, LA AGONIA DEL FASCISMO
CasaPound. El rostro juvenil transgresor y desafiante –“los italianos primero”- y anticlerical (no se olvide) del neofascismo italiano, renaciente aún
La caída del fascismo fue un resurgir de la tragedia antigua como lo fue la derrota de Alemania. Como lo ilustró la República social (RSI) –más conocida en francés como la République de Salo (ó)-, cuya historia me puse (febrilmente) a leer –en ejemplar de la Casa de Lectores- en mi fase de enroque universitaria (principios de los setenta), justo antes de volar al seminario (tradicionalista) de Ecône. ¿La voz de la sangre –la que entonces oí- que liga los destinos de España e Italia (y Europa)?
¿Muerto el perro se acabo la rabia? Un refrán castizo que me viene a la mente ahora con la movida de la exhumación (en grado de tentativa) de los restos de Franco y el formidable revulsivo -sobre todo entre jóvenes- que ha producido (y lo que aún se espera) Y es que muerto el PP (un decir) se acabaron los complejos y la amnesias y las lagunas de memoria tanto de la historia europea como de la española. De la historia de la Segunda Guerra Mundial, me explico, y de su capítulos tan cruciales de la agonía del fascismo y de la derrota de Alemania, tabúes intocables y en poder de los garantes de o políticamente correcto desde la llegada de la democracia (a la española) Del primero de los dos capítulos mencionados –del alemán- me ocupé más hasta ahora este blog, del segundo menos ¿Por qué?, se preguntarán algunos.
martes, noviembre 13, 2018
Poesía a la Intemperie
Voy marchando en pos de un sitio
Al manto umbrío de la noche
Que me espera allá en silencio
Que me arropa y me protege
No hay gritos ni murmullos ya,
Ni tumulto o indignación, ni roces
Y paseo solo como un rey
Solo entre elfos y entre duendes
Y me echo a dormir a mis anchas
A pierna suelta en el bosque
mientras me recojo y entro en mí
Un soplo suave siento, voces
Y me desperezo y despierto
Que hay quienes ven y me oyen
Y agudizo el oído ¿qué dicen?
¡Tchiss, tchiss, silencio, que duerme!
(Los pájaros en lo alto
Las ramas de los árboles
Las sombras que pasan raudo
Cogen ritmo, se detienen)
Y ese es mi estilo de vida
Dormir al cielo raso ¿me oyes?
Que no es panacea ¡oh no!
De una clase sólo de gente
De los que siempre me despido
Sin dejar de desearles suerte
A la luz de las estrellas,
las de los caballeros durmientes
¡Que no les despierte nadie
Que nadie ni nada altere!
¡Viajen solos por el mundo!
En busca de un camino, de un puente!
Y así veo pasar los tiempos
¡Bendito sea el tiempo agreste
y es porque él nos hace a ti y a mí,
¡más fuertes y más valientes!
De niños tiernos que éramos
Todo nervios, desfallecientes.
Nos insufla un chorro de energías,
Y nos hace mitad héroes, dioses
Que se abrirán un camino
A caballo o a vida y muerte
Y ni yo me reconozco
Lleno de fe y optimismo ¡Y temple!
Y así durmiendo y durmiendo
quedo a esperar, mujer liebre,
cuando no me queda nada,
más que una poesía a la intemperie
Al manto umbrío de la noche
Que me espera allá en silencio
Que me arropa y me protege
No hay gritos ni murmullos ya,
Ni tumulto o indignación, ni roces
Y paseo solo como un rey
Solo entre elfos y entre duendes
Y me echo a dormir a mis anchas
A pierna suelta en el bosque
mientras me recojo y entro en mí
Un soplo suave siento, voces
Y me desperezo y despierto
Que hay quienes ven y me oyen
Y agudizo el oído ¿qué dicen?
¡Tchiss, tchiss, silencio, que duerme!
(Los pájaros en lo alto
Las ramas de los árboles
Las sombras que pasan raudo
Cogen ritmo, se detienen)
Y ese es mi estilo de vida
Dormir al cielo raso ¿me oyes?
Que no es panacea ¡oh no!
De una clase sólo de gente
De los que siempre me despido
Sin dejar de desearles suerte
A la luz de las estrellas,
las de los caballeros durmientes
¡Que no les despierte nadie
Que nadie ni nada altere!
¡Viajen solos por el mundo!
En busca de un camino, de un puente!
Y así veo pasar los tiempos
¡Bendito sea el tiempo agreste
y es porque él nos hace a ti y a mí,
¡más fuertes y más valientes!
De niños tiernos que éramos
Todo nervios, desfallecientes.
Nos insufla un chorro de energías,
Y nos hace mitad héroes, dioses
Que se abrirán un camino
A caballo o a vida y muerte
Y ni yo me reconozco
Lleno de fe y optimismo ¡Y temple!
Y así durmiendo y durmiendo
quedo a esperar, mujer liebre,
cuando no me queda nada,
más que una poesía a la intemperie
martes, noviembre 06, 2018
HITLER Y LA LEYENDA NEGRA
La más reciente novela de la memoria de la División Azul, “la Blau”, -División 250-, que hizo barrer (de un soplo) en la mente del Fuhrer sus prejuicios (de nacimiento) contra los españoles. Grandes convidados de piedra -aquellos divisionarios heroicos- en la operación de reescritura de la historia de la guerra civil reemprendida (con fuerza) tras la movida en torno a los restos del Caudillo, promovida y patrocinada por el actual gobierno socialista. “Si los españoles hubieran estado de nuestro lado, no hubiéramos perdido la guerra”, hace decir el autor -catedrático de historia en la Universidad de Santiago de Compostela- a una alemana de las que en homenaje y recuerdo de la División Azul testifican en sus páginas. Eco, como un gemido como un lamento de la memoria colectiva alemana que discurre hasta hoy semisecreta y sigilosa en los hogares de allí, a la hora de los recuerdos y de las confidencias. Prenda de esperanza en el futuro, en señal de victoria. En la guerra civil española interminable y en la fase de internacionalización del conflicto de memorias antagónicas por la que aquella atraviesa ahora
La lucha por los restos, que me diga por la exhumación, traslado y nueva inhumación de los restos de Franco, no deja de hacer estragos en la sociedad española ni de acaparar la atención de los medios, prensa española y extranjera, y no se ve menos acompañada de una sutil guerra de propaganda –léase de propaganda de guerra- en lq que se mezclan por parte iguales lo histórico y lo ideológico. Y el flanco mas desguarnecido e indefenso –y a la intemperie- del primero de los planos mencionados, léase sobre Franco y el franquismo en us aspectos históricos y biográficos lo es la alianza alemana en la guerra y en la posguerra (española) -durante la segunda guerra mundial- con el espantajo de Hitler de por medio como era lógico de prever. Y un barómetro de lo que se esta riñendo en ese flanco -y también de lo que nos espera- lo son los artículos e informaciones en la prensa española sobre ese tema como lo ilustra un artículo (de ABC) profusamente documentado –al menos en apariencia- referente a Hitler y a la Leyenda Negra (antiespañola) donde en una sabia mezcla de verdades y de falsedades el lector no sabe bien al cabo de la lectura de qué lado de la balanza deben inclinarse sus preferencias. Y en lo referente a la documentación de lo que en ese articulo se expone se basan todos mis reparos en una de las principales fuentes que se evocan, las conversaciones privadas del Führer en su puesto de mando la Guarida del Lobo (Wolfschanze) en Prusia oriental durante la guerra, que todo el mundo cita al tuntún y todos a un tiempo no dejan de adjudicarle un valor –secundario, relativo- de texto apócrifo.
La lucha por los restos, que me diga por la exhumación, traslado y nueva inhumación de los restos de Franco, no deja de hacer estragos en la sociedad española ni de acaparar la atención de los medios, prensa española y extranjera, y no se ve menos acompañada de una sutil guerra de propaganda –léase de propaganda de guerra- en lq que se mezclan por parte iguales lo histórico y lo ideológico. Y el flanco mas desguarnecido e indefenso –y a la intemperie- del primero de los planos mencionados, léase sobre Franco y el franquismo en us aspectos históricos y biográficos lo es la alianza alemana en la guerra y en la posguerra (española) -durante la segunda guerra mundial- con el espantajo de Hitler de por medio como era lógico de prever. Y un barómetro de lo que se esta riñendo en ese flanco -y también de lo que nos espera- lo son los artículos e informaciones en la prensa española sobre ese tema como lo ilustra un artículo (de ABC) profusamente documentado –al menos en apariencia- referente a Hitler y a la Leyenda Negra (antiespañola) donde en una sabia mezcla de verdades y de falsedades el lector no sabe bien al cabo de la lectura de qué lado de la balanza deben inclinarse sus preferencias. Y en lo referente a la documentación de lo que en ese articulo se expone se basan todos mis reparos en una de las principales fuentes que se evocan, las conversaciones privadas del Führer en su puesto de mando la Guarida del Lobo (Wolfschanze) en Prusia oriental durante la guerra, que todo el mundo cita al tuntún y todos a un tiempo no dejan de adjudicarle un valor –secundario, relativo- de texto apócrifo.
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