La escandalos profanacion a la que absortos habremos asistido, no se habrá visto seguida -al decir de Pío Moa- de una réplica adecuada (sic) por parte de los celadores (joseantonianos) de la memoria del fundador. Por ese poner (nos) contra las cuerdas -se me antoja a mí- de la ley de la Memoria democrática, ante la que la Iglesia católica se puso (sabiamente) de perfil y ante lo que habrán seguido marcando el paso los benedictinos del Valle. "Capitanes de derrota" -como ya les llamé aquí- , a los que algunos (ay dolor!) se obstinan en seguir
No se tome este articulo - ruego a Dios!- por una provocación, ni por un "ya lo dije yo", cual rabieta pueril o infantil después de tantos años de ostracismo y de expatriacion. Pero el articulo "Falange en perspectiva" de Pio Moa se merecía aquí de urgencia una glosa (en este blog), que el articulo que nos ocupa no deja a fe mía otra impresion más que de un cruce (estrepitoso) de las líneas rojas -de la religión, léase k’Kde la política/religiosa- que el celebre historiador nunca osó. Y es por sus ruidosas y cantosas ; alusiones al Vaticano Segundo y al Opus Dei que muestran -como la prueba por el nueve- que el célebre historiador (en eso al menos) ya cambió.
Por qué, la pregunta del millón. porque la respuesta facil e insuficiente lo sea tal vez la (escandalosa) profanación del Valle de los Caidos a la que ahora (otra vez) habremos asistido, si se obvia o hace abstracción del debate y las consiguientes tomas de posición qus habrá traido consigo la escandalosa exhumacion. Entre las que cabe destacar -por lo verdoso, venenoso, bilioso y odioso e insidioso- la del articulo de un profesor de universidad español en los Estados Unidos (por favor). Sin obviar -claro que no!- los lazos y tentáculos invisibles a fuer de ri-zo-má-ti-cos, de la Santa/Madre que acogió (a Pío Moa) maternalmente en su seno, y con los que (sabiamente) le protegió. Y por qué ahora, sí? Y sea tal vez por la (corta) distancia (en comparación) que va de Winsconsin -en el Middle West- al Far West, estado de Oregón, en donde se encuentra la universidad en la que imparte docencia el susodicho profesor. De docente reputado? De subalterno/modelo más bien, diría yo, que es -como lo vengo denunciando en este blog- el sino o la fatalidad de los españoles mundo a través y hoy por hoy, por las rutas y senderos de la exptriación. No tan lejos de la otra universidad primera de las dos mencionadas, de donde procede no otro que Stanley Payne, estrecho colaborador de Pio Moa, con todos los visos de ser -en el ámbito internacional al menos- su padrino o su mentor.
Que el articulo de Pio Moa ofrece la figura de un pujante mentís al otro al que más arriba aludimos. Como una enérgica y vigorosa réplica hispana a la hegemonía de lo anglosajón, desde el 45 en vigor. Pasen y lean, si no. Cuando subraya, por ejemplo, el innegable protagonismo de la Falange -(Franco-Falange dirían aquí los puristas o los "auténticos", con perdón)- en la reconstrucción moral y material de España (sic) en la posguerra (mundial) Y de la obra no menos innegable de la Falange -por su especial sensibilidad, de entre todas las otras fuerzas concurrentes del bando nacional (los monárquicos o los "catolíticos")- en el plano social, "viviendas baratas (y salubres), disminución de la mortalidad infantil, leyes de seguridad social", y sobre todo -last but not least- su alusión al espiritu de desafio (sic) que supieron infundir en la sociedad española y que nos llevó a resistir y vencer el aislamiento criminal (sic), principal secuela del desenlace de la Segunda Guerra Mundial
O su apertura ideológica (sic) y su (innegable) rol -léase el de la Falange- en la recuperacion de intelectuales en los 40 y en los 50. O cuando evoca su política económica -exponente brillante de la cual lo fue Juan Velarde Fuertes (q.e.p.d) como ya lo evoqué en este blog- a la que puso fin el acceso de los tecnócratas del Opus Dei. Y su evocación de un nuevo clima social (sic) en donde la Falange llevaría todas las de perder (sic), antes de "la pérdida de terreno" que para ellos se seguiría a partir de entonces en el seno de un régimen que acabaría vaciado (sic) de sustancia ideológica por el Concilio Vaticano Segundo. Y con una Falange incapaz de reivindicar su (propia) historia (sic), y de replicar adecuademente (sic) a "la canallería" (Marañón) y a "la barbarie de la estupidez". Vox populi, vox dei