lunes, enero 28, 2019
Cisne de Nieve
Flotando silencioso
Igual que una serpiente
plácida ahí en el estanque,
o igual que un cisne de nieve
blanco, sí, como aquel cisne
y esbelto y resplandeciente
imagen de mi amor por ti
mujer ¡mi bella durmiente!
que se escurre sigiloso
discreto (a fuer de prudente)
entre las mil y una aristas
que tu enciendes ¡yesca ardiente!
que tanto daño me hicieron
e hirieron (como al agua fuerte)
sin conseguir rendirme ¡oh no!
ni a mí ni a mi amor valiente
Y surqué las aguas heladas
sereno aunque doliente
y más esbelto que nunca:
salvé el honor ¿No se siente?
El honor de mi yo (mismo)
Y el honor de mi amor (¡presente!)
que a ti te ofrezco, princesa
en envoltorio de Oriente
Como de unos reyes magos
de astros y luceros verdes
que lucen en el horizonte
desafiando a la Muerte
que me espía y me acecha
en este invierno que muere
como murieron mis astros
(¡vida ingrata, triste suerte!)
uno detrás de otro
Y la Ciudad quedó pendiente
y a espera de tu luz ¡Blancor
mi amor, de tu tez ¡y dientes!
mujer blanca y oscura
tierna…y dura de repente
Que no me das miedo ¡oh no!
Sólo ganas de morderte
(Hasta que se te abran los ojos
Y dejes de ver en mí un juguete)
Igual que una serpiente
plácida ahí en el estanque,
o igual que un cisne de nieve
blanco, sí, como aquel cisne
y esbelto y resplandeciente
imagen de mi amor por ti
mujer ¡mi bella durmiente!
que se escurre sigiloso
discreto (a fuer de prudente)
entre las mil y una aristas
que tu enciendes ¡yesca ardiente!
que tanto daño me hicieron
e hirieron (como al agua fuerte)
sin conseguir rendirme ¡oh no!
ni a mí ni a mi amor valiente
Y surqué las aguas heladas
sereno aunque doliente
y más esbelto que nunca:
salvé el honor ¿No se siente?
El honor de mi yo (mismo)
Y el honor de mi amor (¡presente!)
que a ti te ofrezco, princesa
en envoltorio de Oriente
Como de unos reyes magos
de astros y luceros verdes
que lucen en el horizonte
desafiando a la Muerte
que me espía y me acecha
en este invierno que muere
como murieron mis astros
(¡vida ingrata, triste suerte!)
uno detrás de otro
Y la Ciudad quedó pendiente
y a espera de tu luz ¡Blancor
mi amor, de tu tez ¡y dientes!
mujer blanca y oscura
tierna…y dura de repente
Que no me das miedo ¡oh no!
Sólo ganas de morderte
(Hasta que se te abran los ojos
Y dejes de ver en mí un juguete)
viernes, enero 25, 2019
VENEZUELA ¡NO A LA GUERRA CIVIL!
Marcos Pérez Jiménez, presidente de facto de Venezuela (diciembre 1952, abril 1953), presidente constitucional (hasta enero del 58). Modernizó el país, le proveyó de grandes infraestructuras (entre otras, la autopista Caracas-la Guaira), supo explotar sus riquezas petrolíferas, le dio paz y orden, fortaleció (grosso modo hasta los niveles de hoy día) a sus Fuerzas Armadas y acogió con generosidad y brazos abiertos a la mayor corriente migratoria española en la historia de la posguerra. Y gobernó con justicia y firmeza, a su manera. A los obreros que construían un puente –de una anécdota (sabrosa) que me contó un emigrante venezolano aquí en Bélgica- les hacía montar los primeros en la locomotora del tren que pasaba por encima la primera vez para probar su resistencia(---) De mano dura pero con justicia, así me lo glosó mi amigo (apolítico), que no se había leído (o creído) a todas luces los chismes y mentiras -o medias verdades- que de él o por cuenta de él difundieron los del boom latino/ché (Umbral díxit) de los sesenta, de los que el autor nombrado da buena cuenta también en el plano literario y no sólo. Desafío los intereses geoestratégicos de los States en la región como lo deja a entender en una de sus novelas –“La sangre vagabunda”- James Ellroy (fuera de toda sospecha) Esa fue toda su culpa. ¿Más dictador él, o el mismo Trujillo –blancos e hispanos los dos- que el negro Duvalier (y sus Ton-ton Macoute”), que duró en el machito mucho más que él (con visto bueno USA)? Ni en broma. Murió y está enterrado en España que le dio acogida. El chavismo (mutatis mutandis) viene de ahí, y Nicolás Maduro, de ahí también, lo mismo que José Mari Aznar viene de Franco o del franquismo. Aunque aparenten él y los suyos haber perdido la memoria. ¿Cuando volveremos a tener una política internacional que merezca ese nombre, propia y sin vasallajes (nacidos de una derrota)? ¡Sí a la reconciliación! ¡No la injerencia guerracivilista en Venezuela!
Venezuela al borde de la guerra civil y los españoles de buena o mala fe parece que se lo están ganando a pulso. No me caso con nadie. Aquí ya lo saben todos.Y menos que nadie con los de Podemos a los que dediqué un libro –a ellos y a su lider de la coleta- del que no me retracto ni una jota. Y lo digo ahora que este artículo escrito de urgencia y en caliente y con el corazón en la mano puede que me ponga en malas compañías. ¿Más comprometedor entre paréntesis el dinero venzolano que el iraní, el de un gobierno “totalitario que el de un grupo terrorista (o de antiguos terroristas)? Aunque parezcamos ingenuos por demás haciéndonos ese tipo de preguntas. Que ignorábamos a fe mía lo fácil que es el encontrar –en política- financiación extranjera. Como decía el Caudillo, no hay mal que por bien no venga y la crisis venezolana nos habrá quitado a fe mía las escamas de los ojos y no pocos complejos e inhibiciones –de pijos, de buenos¨chicos- de nuestras cabezas.
¿Me estoy dando (de nuevo) la cabeza contra el muro, en la soledad mas rigurosa? ¿Abrazando una causa que todos o casi todos están ya dando por perdida, contra la primera potencia del planeta (y su imprevisible presidente a la cabeza)? No lo veo yo así, tal vez porque lo veo desde fuera, y también porque el tiempo que viví y deambulé del otro lado del charco (año y medio) me di cuenta y pude calibrar el prestigio y la influencia y por via de consecuencia el rol de mediadores que puede jugar -en nuestro favor- la presencia alli francesa. Y los franceses están haciendo en esta crisis unos analisis y avanzando unos diágnosticos –algunos de lo mas significativos entre ellos por lo menos-muy diferentes de los que esta vertiendo la prensa global en lengua española. Tal y como lo ilustra un enlace del ultimo minuto del sitio digital –Egalité et Reconciliation-, de Alain Soral al que dedique una de mis últimas entradas.
ADDENDA No me retracto de lo escrito más arriba ni una jota. La actualidad candente brama y ruge y amenaza con sus bramidos y rugidos de desmarcarnos no obstante a veces. Es así como nos sentimos, como españoles, y más aun el autor de esas y de estas líneas, oyendo la diatriba antiespañola de Nicolás Maduro –y el torrente de aplausos que cosechó- que por el contenido y sobre todo por lo emocional de la misma nos hace pensar al incidente que protagonizó el embajador Lojendio ante las cámaras televisivas con el mismísimo Fidel Castro en los inicios de la revolución cubana. ¿Querellas de familia? Es posible, no dejan de ser por en cuanto tan dolorosas e hirientes y ofensivas, a nuestro patriotismo y a nuestra memoria (en ascuas) Y la reafirmación en las palabras de Nicolas Maduro de su memoria bolivariana –léase antiespañola- no nos deja indiferentes, y sin duda que se merece una réplica pronta por mas que ellos estén habituados al papel de querellantes –o querulantes- y a ver, al mismo tiempo que nosotros damos como por sistema, a sus puyas y a sus desplantes la callada por respuesta, por aquello sin duda de quien calla otorga, del refrán de nuestra lengua, la que ellos de nosotros heredamos. América latina o ex - hispana, nacionalismo –católico o a secas- de todos los países del otro lado del charco, aparte de mi ese cáliz. Y hablo por propia experiencia, en Argentina en Méjico, en Colombia, y un poco o más a distancia o de oídas, es cierto, también en Venezuela.
Venezuela al borde de la guerra civil y los españoles de buena o mala fe parece que se lo están ganando a pulso. No me caso con nadie. Aquí ya lo saben todos.Y menos que nadie con los de Podemos a los que dediqué un libro –a ellos y a su lider de la coleta- del que no me retracto ni una jota. Y lo digo ahora que este artículo escrito de urgencia y en caliente y con el corazón en la mano puede que me ponga en malas compañías. ¿Más comprometedor entre paréntesis el dinero venzolano que el iraní, el de un gobierno “totalitario que el de un grupo terrorista (o de antiguos terroristas)? Aunque parezcamos ingenuos por demás haciéndonos ese tipo de preguntas. Que ignorábamos a fe mía lo fácil que es el encontrar –en política- financiación extranjera. Como decía el Caudillo, no hay mal que por bien no venga y la crisis venezolana nos habrá quitado a fe mía las escamas de los ojos y no pocos complejos e inhibiciones –de pijos, de buenos¨chicos- de nuestras cabezas.
¿Me estoy dando (de nuevo) la cabeza contra el muro, en la soledad mas rigurosa? ¿Abrazando una causa que todos o casi todos están ya dando por perdida, contra la primera potencia del planeta (y su imprevisible presidente a la cabeza)? No lo veo yo así, tal vez porque lo veo desde fuera, y también porque el tiempo que viví y deambulé del otro lado del charco (año y medio) me di cuenta y pude calibrar el prestigio y la influencia y por via de consecuencia el rol de mediadores que puede jugar -en nuestro favor- la presencia alli francesa. Y los franceses están haciendo en esta crisis unos analisis y avanzando unos diágnosticos –algunos de lo mas significativos entre ellos por lo menos-muy diferentes de los que esta vertiendo la prensa global en lengua española. Tal y como lo ilustra un enlace del ultimo minuto del sitio digital –Egalité et Reconciliation-, de Alain Soral al que dedique una de mis últimas entradas.
ADDENDA No me retracto de lo escrito más arriba ni una jota. La actualidad candente brama y ruge y amenaza con sus bramidos y rugidos de desmarcarnos no obstante a veces. Es así como nos sentimos, como españoles, y más aun el autor de esas y de estas líneas, oyendo la diatriba antiespañola de Nicolás Maduro –y el torrente de aplausos que cosechó- que por el contenido y sobre todo por lo emocional de la misma nos hace pensar al incidente que protagonizó el embajador Lojendio ante las cámaras televisivas con el mismísimo Fidel Castro en los inicios de la revolución cubana. ¿Querellas de familia? Es posible, no dejan de ser por en cuanto tan dolorosas e hirientes y ofensivas, a nuestro patriotismo y a nuestra memoria (en ascuas) Y la reafirmación en las palabras de Nicolas Maduro de su memoria bolivariana –léase antiespañola- no nos deja indiferentes, y sin duda que se merece una réplica pronta por mas que ellos estén habituados al papel de querellantes –o querulantes- y a ver, al mismo tiempo que nosotros damos como por sistema, a sus puyas y a sus desplantes la callada por respuesta, por aquello sin duda de quien calla otorga, del refrán de nuestra lengua, la que ellos de nosotros heredamos. América latina o ex - hispana, nacionalismo –católico o a secas- de todos los países del otro lado del charco, aparte de mi ese cáliz. Y hablo por propia experiencia, en Argentina en Méjico, en Colombia, y un poco o más a distancia o de oídas, es cierto, también en Venezuela.
miércoles, enero 23, 2019
ROCíO RUIZ (SIN PIEDRA ALGUNA)
¿“Mora” -pura o mestiza- esta gentil andaluza y española? Ni aunque me lo asegurase García Lorca –en cuadro, ¿puro azar? a la izquierda de la foto-, doctor para muchos en la materia, me lo creería. Pero ella se lo cree, ese es el problema. El del dilema o el del enigma (sic) –el de nuestra misma España (Sanchez Albornoz díxit), el de nuestros orígenes-, y botón de muestra de ese problema (magno) de Memoria (a secas) que no se lo salta cualquiera y que le iglesia arrastra como lo prueba o ilustra además su actitud ante la la ley funesta (sobre la guerra civil española) . Aunque lo esconda o lo camufle con la Semana Santa (andaluza), que como los toros o como la caza, o como el Valle ¡no se toca! Por eso y mucho más, ¡que el que esté libre de reproche le tire la primera piedra!
Rocío Ruiz (de Cs) por quien viene el escándalo ahora. Por un artículo ya antiguo –¡de hace seis años!, sólo ahora después me entero- que les sirve ahora a algunos -¿escandalosos, oportunistas?- de torpedo en la línea de flotación del nuevo gobierno de centro derecha que ha puesto fin (¡albricias!) a décadas de hegemonía socialista en Andalucía. El tema de lo árabe o del Islam trae cola –uno de los dos caballos de batalla, con el de la Semana Santa que ha desatado las protestas- y aquí saben que hablo por experiencia. Y dice también o dicen que dice, o decía, que se va a cruzar (ella) el mar, del otro lado del Atlántico, para no olvidar (sic) que somos mestizos, que fuimos afortunadamente parte de esa esplendida, avanzada y culta civilización árabe (fin de la cita) La madre del codero. De dónde venimos, de dónde vengo. Del mestizaje me explayé ya aquí largo y tendido y todos lo que me leen saben como pieso. Somos lo que somos. Y estamos bien rectos, bien tiesos y bien enhiestos. Entre germano y bereberes, moros y visigodos, hispano/romanos y celtas, iberos, celtiberos (y tartesios)
Y de otros mestizajes más recientes, más modernos, no me ocupo que ya lo zanjaron, por las malas, no nosotros sino ellos (...) También me explayé harto al respecto (...) Y la iglesia –y por ahí van los tiros mucho me temo- que a todas luces tiene un serio problema de memoria –como lo prueba e ilustra su actitud en el tema de la ley funesta sobre la guerra civil- no hizo mucho que se diga por disipar el enigma o aclarar el dilema que sigue ocupando y obsesionando –a las pruebas me remito- y atormentando incluso entre españoles tanto las cabezas. Y metiéndolos en el hoyo (…) El que este libre de pecado que tire la primera piedra y no seré yo quien lo haga sobre esta gentil española –mucho menos mestiza ( y a las pruebas igualmente me remito) de lo que ella tal vez se piensa- y por culpa de un articulo en el que mezcla tantas verdades (como puños o como templos) y con un estilo bien castizo, lo que le redime, en virtud de la justicia poética aunque sólo sea (…)
Costaleros, ¡aparte de mi ese cáliz! Soy de ascendencia andaluza, por la rama paterna (aquí todos lo saben), y también me pesaron a mí quintales ciertos aspectos de la Semana Santa o –lo que es lo mismo- ciertos botones de muestra de lo flamenco/andaluz que supieron vender con tanto éxito en Bélgica en treinta y un años que llevo aquí viviendo los socialistas en la Junta de Andalucía. Y con ellos, muchos que no tenían nada directamente que ver con ellos tal vez pero que nadaron y se movieron y treparon como pez en el agua y en el caldo que aquellos se cocieron, entre belgas como entre la emigración española, durante décadas sin concurrencia o competencia o rivalidad (prácticamente) alguna (…) Y recuerdo aquel joven universitario –sevillano para mas señas- que promocionaba el mismo profesor belga que me vetó a mí (como aquí ya lo tengo sobradamente explicado) quien me lo presentó como un deje de admiración ¡es un costalero!, y lo decía como una coartada infalible, sin posibilidad de réplica alguna, de las ideas –correctas, léase de extrema izquierda, que pregonaba más que afirmaba o proclamaba aquel joven sevillano tan brillante, y de la indignación –justo después del 15-M- que aquel respiraba por todos los poros, él lo mismo que todos o casi todos los jóvenes españoles que aquí por aquel entonces me cruzaba. Absuelta pues, Rocío, del primero de los cargos o agravios y sigo la lista.
Dice o critica también Rocío Ruiz uno de los posos mas hondos y cruciales de la espiritualidad cristiana o cristiano/católica, la penitencia. Una penitencia en redención o rescate de los pecados, sobre todo –y conjuro a quien sea a rebatirme- de los pecados del sexo o por expresarlo en lenguaje familiar y antiguo, contra el sexto mandamiento (¿cuántas veces, hijo mío, cuántas veces?, con una insistencia lancinante, como si no hubiera otro mandamiento, lo que era en parte cierto) (…) Religión de la culpa de la culpa sexual –y de la culpa alemana y del holocausto judío- del judeo-cristianismo. Lo dije y lo mantengo aunque se me caiga el cielo encima o me quede solo como la una (nada nuevo) Religión de la culpa, el judeo-cristianismo, y no del amor al prójimo ni del amor de Ágape ni del amor de Eros. (y ya me explique igualmente aquí largo y tendido al respecto)
La joven diputada no va tan lejos como yo fui, ni como van sus detractores, que a todas luces ven y comprenden mejor no obstante lo que la joven descarada –a fuer de ingenua a fe mía- decir estaba queriendo. Ya me explayé además en un libro anterior pendiente de publicación sobre la oración y la penitencia, meollo central del mensaje de Fátima y de la religiosidad de todos sus devotos. Un libro vetado o censurado y no me será difícil el demostrarlo. Es patético el caso que nos ocupa, y no indecente ni escandaloso como así nos quieren hacer verlo. Y es de esa imantación de lo árabe/musulmán a la que por razones históricas y geográficas estamos los españoles más directamente expuestos, pero no los únicos, porque es algo que al socaire de la inmigración viene azotando el continente europeo.
Y un botón de muestra e ilustración inmejorable además, el caso que nos ocupa, de algo que vine denunciando en este blog como la voz que predica en el desierto. Y es de ese toque árabe islamizante como una resaca de las primaveras arabes que arrastró el movimiento indignado desde los primeros momento, y que se trasluce también en el partido de Ciudadanos –hijo en suma de su época- en casi igual medida que Podemos. Y no se me ocurre más en la glosa urgente que esta noticia me merece. Como no se lo merece más tampoco a Juanma Moreno que ha dado por cancelado el asunto. Con mi aplauso, por supuesto
Rocío Ruiz (de Cs) por quien viene el escándalo ahora. Por un artículo ya antiguo –¡de hace seis años!, sólo ahora después me entero- que les sirve ahora a algunos -¿escandalosos, oportunistas?- de torpedo en la línea de flotación del nuevo gobierno de centro derecha que ha puesto fin (¡albricias!) a décadas de hegemonía socialista en Andalucía. El tema de lo árabe o del Islam trae cola –uno de los dos caballos de batalla, con el de la Semana Santa que ha desatado las protestas- y aquí saben que hablo por experiencia. Y dice también o dicen que dice, o decía, que se va a cruzar (ella) el mar, del otro lado del Atlántico, para no olvidar (sic) que somos mestizos, que fuimos afortunadamente parte de esa esplendida, avanzada y culta civilización árabe (fin de la cita) La madre del codero. De dónde venimos, de dónde vengo. Del mestizaje me explayé ya aquí largo y tendido y todos lo que me leen saben como pieso. Somos lo que somos. Y estamos bien rectos, bien tiesos y bien enhiestos. Entre germano y bereberes, moros y visigodos, hispano/romanos y celtas, iberos, celtiberos (y tartesios)
Y de otros mestizajes más recientes, más modernos, no me ocupo que ya lo zanjaron, por las malas, no nosotros sino ellos (...) También me explayé harto al respecto (...) Y la iglesia –y por ahí van los tiros mucho me temo- que a todas luces tiene un serio problema de memoria –como lo prueba e ilustra su actitud en el tema de la ley funesta sobre la guerra civil- no hizo mucho que se diga por disipar el enigma o aclarar el dilema que sigue ocupando y obsesionando –a las pruebas me remito- y atormentando incluso entre españoles tanto las cabezas. Y metiéndolos en el hoyo (…) El que este libre de pecado que tire la primera piedra y no seré yo quien lo haga sobre esta gentil española –mucho menos mestiza ( y a las pruebas igualmente me remito) de lo que ella tal vez se piensa- y por culpa de un articulo en el que mezcla tantas verdades (como puños o como templos) y con un estilo bien castizo, lo que le redime, en virtud de la justicia poética aunque sólo sea (…)
Costaleros, ¡aparte de mi ese cáliz! Soy de ascendencia andaluza, por la rama paterna (aquí todos lo saben), y también me pesaron a mí quintales ciertos aspectos de la Semana Santa o –lo que es lo mismo- ciertos botones de muestra de lo flamenco/andaluz que supieron vender con tanto éxito en Bélgica en treinta y un años que llevo aquí viviendo los socialistas en la Junta de Andalucía. Y con ellos, muchos que no tenían nada directamente que ver con ellos tal vez pero que nadaron y se movieron y treparon como pez en el agua y en el caldo que aquellos se cocieron, entre belgas como entre la emigración española, durante décadas sin concurrencia o competencia o rivalidad (prácticamente) alguna (…) Y recuerdo aquel joven universitario –sevillano para mas señas- que promocionaba el mismo profesor belga que me vetó a mí (como aquí ya lo tengo sobradamente explicado) quien me lo presentó como un deje de admiración ¡es un costalero!, y lo decía como una coartada infalible, sin posibilidad de réplica alguna, de las ideas –correctas, léase de extrema izquierda, que pregonaba más que afirmaba o proclamaba aquel joven sevillano tan brillante, y de la indignación –justo después del 15-M- que aquel respiraba por todos los poros, él lo mismo que todos o casi todos los jóvenes españoles que aquí por aquel entonces me cruzaba. Absuelta pues, Rocío, del primero de los cargos o agravios y sigo la lista.
Dice o critica también Rocío Ruiz uno de los posos mas hondos y cruciales de la espiritualidad cristiana o cristiano/católica, la penitencia. Una penitencia en redención o rescate de los pecados, sobre todo –y conjuro a quien sea a rebatirme- de los pecados del sexo o por expresarlo en lenguaje familiar y antiguo, contra el sexto mandamiento (¿cuántas veces, hijo mío, cuántas veces?, con una insistencia lancinante, como si no hubiera otro mandamiento, lo que era en parte cierto) (…) Religión de la culpa de la culpa sexual –y de la culpa alemana y del holocausto judío- del judeo-cristianismo. Lo dije y lo mantengo aunque se me caiga el cielo encima o me quede solo como la una (nada nuevo) Religión de la culpa, el judeo-cristianismo, y no del amor al prójimo ni del amor de Ágape ni del amor de Eros. (y ya me explique igualmente aquí largo y tendido al respecto)
La joven diputada no va tan lejos como yo fui, ni como van sus detractores, que a todas luces ven y comprenden mejor no obstante lo que la joven descarada –a fuer de ingenua a fe mía- decir estaba queriendo. Ya me explayé además en un libro anterior pendiente de publicación sobre la oración y la penitencia, meollo central del mensaje de Fátima y de la religiosidad de todos sus devotos. Un libro vetado o censurado y no me será difícil el demostrarlo. Es patético el caso que nos ocupa, y no indecente ni escandaloso como así nos quieren hacer verlo. Y es de esa imantación de lo árabe/musulmán a la que por razones históricas y geográficas estamos los españoles más directamente expuestos, pero no los únicos, porque es algo que al socaire de la inmigración viene azotando el continente europeo.
Y un botón de muestra e ilustración inmejorable además, el caso que nos ocupa, de algo que vine denunciando en este blog como la voz que predica en el desierto. Y es de ese toque árabe islamizante como una resaca de las primaveras arabes que arrastró el movimiento indignado desde los primeros momento, y que se trasluce también en el partido de Ciudadanos –hijo en suma de su época- en casi igual medida que Podemos. Y no se me ocurre más en la glosa urgente que esta noticia me merece. Como no se lo merece más tampoco a Juanma Moreno que ha dado por cancelado el asunto. Con mi aplauso, por supuesto
lunes, enero 21, 2019
Victorial
¡Temple que te temple Juan!
¡En la más álgida tormenta
¡De centro de las miradas
Y dentro de mil cabezas!
Tu orgullo invicto y sin tacha
Tu altivez y tu fiereza
Lo que os hicieron temidos
Blancos de un rencor...(...) -¡no ceja!-
Que me embriaga y enaltece
E inflama y no desalienta
Qu si acerté a superarla,
¡dura prueba en la hora negra!
No vivo más que para eso
auscultando y a la espera
que suene al final la hora
de la gloria y la grandeza
y precisamente ahora
cuando las balas arrecian
me pareció oír, vislumbrar
que la hora al fin se acerca
cuando se aclaren las cosas
y aparezca el guía (¿Verdad?)
al que reconocemos sin falla
que esperamos en la niebla
Si es capaz de superar
Saliendo y bien de la prueba
De aquella que yo superé
Semper idem ¿quien lo niega?
Y si Aquel infringe la "ley"
de la cárcel –¡de la selva!,
¡Peor que la de la “banlieue”!-
Señal que la hora está cerca
¡Almas en alto pues
Que nuestra vez ya llega
De la acción, del contragolpe
Del asalto y la victoria!
Con tu nombre y más en la frente
Amor, y en mi mente obsesa,
Que la hora de la lucha y de Amor
Fueron juntas ¡Ley eterna!
¡En la más álgida tormenta
¡De centro de las miradas
Y dentro de mil cabezas!
Tu orgullo invicto y sin tacha
Tu altivez y tu fiereza
Lo que os hicieron temidos
Blancos de un rencor...(...) -¡no ceja!-
Que me embriaga y enaltece
E inflama y no desalienta
Qu si acerté a superarla,
¡dura prueba en la hora negra!
No vivo más que para eso
auscultando y a la espera
que suene al final la hora
de la gloria y la grandeza
y precisamente ahora
cuando las balas arrecian
me pareció oír, vislumbrar
que la hora al fin se acerca
cuando se aclaren las cosas
y aparezca el guía (¿Verdad?)
al que reconocemos sin falla
que esperamos en la niebla
Si es capaz de superar
Saliendo y bien de la prueba
De aquella que yo superé
Semper idem ¿quien lo niega?
Y si Aquel infringe la "ley"
de la cárcel –¡de la selva!,
¡Peor que la de la “banlieue”!-
Señal que la hora está cerca
¡Almas en alto pues
Que nuestra vez ya llega
De la acción, del contragolpe
Del asalto y la victoria!
Con tu nombre y más en la frente
Amor, y en mi mente obsesa,
Que la hora de la lucha y de Amor
Fueron juntas ¡Ley eterna!
domingo, enero 20, 2019
SORAL Y LA "LIBERTÉ DE PENSÉE"
Alain Soral. Estrella ascendente del firmamento ideológico en lengua francesa. Y es en pleno crepúsculo de otros astros –que lo fueron para el que esto escribe-, (Dominique Venner, Robert Faurisson, Jean Marie Le Pen, y Ernst Nolte) (*), que proyectaron su luz –como todo lo que viene de Francia- entre españoles (y de Alemania también). ¿Será capaz de superar -como yo la superé- la prueba de la cárcel que le aguarda ahora- –como parece haber superado la del extrarradio (musulmán/inmigrante) Si así es, será la señal infalible, para él, que ha llegado su hora, y para nosotros, que era el guía que estábamos esperando (¡Victoria!)
Alain Soral hace hablar de él otra vez (no soy solo yo que conste, ¡eh!) Y es que tal vez era esa mediatización tan intensa y comparable mutatis mutandis a aquella de la que el autor de estas líneas habrá sido objeto desde hace más de treinta y cinco años y que habrá marcado al rojo mi vida y sellado mi destino después, la raíz oculta el lazo misterioso que me liga o que me hace sentirme ligado al destino de este francés fuera de lo común, en la picota de los medios en Francia desde hace ya un buen rato. Y del que discrepo no poco en sus palabras como en sus actos. Discrepo (radicalmente) de su política de reconciliación (sic) con el Islam como aquí ya lo deje repetidamente sentado, y discrepo igualmente de su actitud agresiva –que no duda en hace pasar en actos o en gestos o en textos escrito no poco incendiarios. Y sin embargo (…) Y es que el verle ahora condenado a un año de prisión incondicional (prison ferme, en francés) por sus escritos sobre los judíos (manipuladores, dominadores y rencorosos (sic)- , y sobre la jueza ante la que compareció, pone a los duendes en danza como por aquí dicen, y me aclara a mí (un poco) las ideas y sobre todo me desata los dedos y las manos a la hora de darle a la pluma o a la tecla como ahora hago.
Alain Soral hace hablar de él otra vez (no soy solo yo que conste, ¡eh!) Y es que tal vez era esa mediatización tan intensa y comparable mutatis mutandis a aquella de la que el autor de estas líneas habrá sido objeto desde hace más de treinta y cinco años y que habrá marcado al rojo mi vida y sellado mi destino después, la raíz oculta el lazo misterioso que me liga o que me hace sentirme ligado al destino de este francés fuera de lo común, en la picota de los medios en Francia desde hace ya un buen rato. Y del que discrepo no poco en sus palabras como en sus actos. Discrepo (radicalmente) de su política de reconciliación (sic) con el Islam como aquí ya lo deje repetidamente sentado, y discrepo igualmente de su actitud agresiva –que no duda en hace pasar en actos o en gestos o en textos escrito no poco incendiarios. Y sin embargo (…) Y es que el verle ahora condenado a un año de prisión incondicional (prison ferme, en francés) por sus escritos sobre los judíos (manipuladores, dominadores y rencorosos (sic)- , y sobre la jueza ante la que compareció, pone a los duendes en danza como por aquí dicen, y me aclara a mí (un poco) las ideas y sobre todo me desata los dedos y las manos a la hora de darle a la pluma o a la tecla como ahora hago.
jueves, enero 10, 2019
NOLTE Y LA CULPA/ALEMANA
Nolte, catalogado de revisionista en los medios y cuidadosamente desmarcado siempre, por propia iniciativa, de aquellos, les reprochaba poner en entredicho su honra profesional (o algo así) con sus tesis negacionistas. La realidad es que se trataba, no de un puro historiador, especialista en documntación y esclavo de los datos empíricos, y a ellos rigurosamente fiel -como Robert Faurisson-, sino de un brillante historiador de ideas e ideologías –y en particular de la genealogía histórica e ideológica del nacionalsocialismo y de los movimientos fascistas- como lo prueba el titulo de la foto, o la biografía –de “historiografía filosófica” hablaba él- de Martin Heidegger que le traduje al francés hace muchos años yo mismo, mediados los noventa, antes de que su obra, en sus principales títulos. alcanzase el gran éxito de difusión del que hoy en Francia goza
Culpa/alemana política, ideológica y al mismo tiempo teológica y religiosa. Culpa alemana o lo que es lo mismo decir, judeocristiana. Unas palabras, una etiqueta -de judeocristiana, de judeocristianismo- por la que me viene otra vez el escándalo, la controversia y el rasgarse las vestiduras, y la excomunión y el darme la espalda una vez más o de una vez por todas. Y en mi mente sobre todo la reacción visceral, enfática típicamente mejicana –de mejicano/puro- de uno de mis “amigos FB” que se permitía lecciones de moral (católica), habituados sin duda como están allí a dárnoslas siempre en historia y en lengua y gramática castellana, tanto en ortografía –“tilde” o no “tilde” ¡que tostón!- como en pronunciación –de la equis o de la jota bajo delito de blafemia o de ultrage patrio, dios!- y en muchas otras cosas, como si todo eso –la lengua y la religión- les hubiera llovido del cielo por obra y gracia de un milagro celestial guadalupano, y no sigo que m pierdo hablando o disertando de latinos, de latino/argentinos o latino/mejicanos, qué digo, con perdón, de mexicanos. Pecado mortal (sic) el expresarme como yo lo hago, y mi inquisidor saca al rescate –para juzgarme y condenarme-, como patente de hispanismo y de ortodoxia, una etiqueta –de nacionalista/católico-, no poco amortizada a estas alturas del partido, estará de acuerdo, tanto en España, o en Méjico o en Argentina (…), y con ella, el código de derecho canónico aún no obsoleto casi exclusivamente por lo que se ve tratándose de españoles, que con otros interlocutores, en otros medios o ambientes cabe seriamente dudar si la vergüenza (ajena) el pudor no le impediría expresarse de esa forma tan incorrecta, y tan anacrónica, o por simple respeto humano. Religión de la culpa o del pecado/original ( de raíz sexual) el judeocristianismo, tanto en su versión católica como protestante, y no de amor (divino o humano) Lo dije y lo mantengo. Y en su versión actual -en clave de la historia del siglo XX, religión de la culpa alemana y del holocausto judío. Y más ilustrado todo ello si cabe en la prédica y en el estrellato del papa Wojtyla, plebiscitado entre mejicanos de forma apoteósica y sin que se le escapase nunca –y soy categórico en lo que escribo- la menor referencia a la presencia nuestra allí, léase a la evangelización (española) Y toda esa carga de culpabilización (alemana) como una pelota maloliente (“boule puante”) -como le dicen los franceses- es lo que viene a descargar sobre nosotros la noticia repercutida en los medios de la salvaje agresión de la que habrá sido objeto un diputado de la AFD (Alleanz für Deutchland), a manos de antifascistas –"antifas" en jerga periodística internacional- una especie que en Alemania alcanza una virulencia y una carga agresiva –y mortífera- sin parangón posible en los demás paises, y hablo con la historia en la mano y también con la experiencia de lo vivido por mí mismo, personal e intransferible. O la de los otros, de alemanes incluso.
Culpa/alemana política, ideológica y al mismo tiempo teológica y religiosa. Culpa alemana o lo que es lo mismo decir, judeocristiana. Unas palabras, una etiqueta -de judeocristiana, de judeocristianismo- por la que me viene otra vez el escándalo, la controversia y el rasgarse las vestiduras, y la excomunión y el darme la espalda una vez más o de una vez por todas. Y en mi mente sobre todo la reacción visceral, enfática típicamente mejicana –de mejicano/puro- de uno de mis “amigos FB” que se permitía lecciones de moral (católica), habituados sin duda como están allí a dárnoslas siempre en historia y en lengua y gramática castellana, tanto en ortografía –“tilde” o no “tilde” ¡que tostón!- como en pronunciación –de la equis o de la jota bajo delito de blafemia o de ultrage patrio, dios!- y en muchas otras cosas, como si todo eso –la lengua y la religión- les hubiera llovido del cielo por obra y gracia de un milagro celestial guadalupano, y no sigo que m pierdo hablando o disertando de latinos, de latino/argentinos o latino/mejicanos, qué digo, con perdón, de mexicanos. Pecado mortal (sic) el expresarme como yo lo hago, y mi inquisidor saca al rescate –para juzgarme y condenarme-, como patente de hispanismo y de ortodoxia, una etiqueta –de nacionalista/católico-, no poco amortizada a estas alturas del partido, estará de acuerdo, tanto en España, o en Méjico o en Argentina (…), y con ella, el código de derecho canónico aún no obsoleto casi exclusivamente por lo que se ve tratándose de españoles, que con otros interlocutores, en otros medios o ambientes cabe seriamente dudar si la vergüenza (ajena) el pudor no le impediría expresarse de esa forma tan incorrecta, y tan anacrónica, o por simple respeto humano. Religión de la culpa o del pecado/original ( de raíz sexual) el judeocristianismo, tanto en su versión católica como protestante, y no de amor (divino o humano) Lo dije y lo mantengo. Y en su versión actual -en clave de la historia del siglo XX, religión de la culpa alemana y del holocausto judío. Y más ilustrado todo ello si cabe en la prédica y en el estrellato del papa Wojtyla, plebiscitado entre mejicanos de forma apoteósica y sin que se le escapase nunca –y soy categórico en lo que escribo- la menor referencia a la presencia nuestra allí, léase a la evangelización (española) Y toda esa carga de culpabilización (alemana) como una pelota maloliente (“boule puante”) -como le dicen los franceses- es lo que viene a descargar sobre nosotros la noticia repercutida en los medios de la salvaje agresión de la que habrá sido objeto un diputado de la AFD (Alleanz für Deutchland), a manos de antifascistas –"antifas" en jerga periodística internacional- una especie que en Alemania alcanza una virulencia y una carga agresiva –y mortífera- sin parangón posible en los demás paises, y hablo con la historia en la mano y también con la experiencia de lo vivido por mí mismo, personal e intransferible. O la de los otros, de alemanes incluso.
lunes, enero 07, 2019
Ciudad Desencantada
Andar ¿hasta cuándo, hasta dónde?
¿Y si no fuera más que una huida
este errar sin descanso
en que se convirtió tu vida?
¿Huyendo y huyendo para olvidar
un gran desencanto? eso fue, sí
De un “aprensivo” decían
De sentimientos nobles, ¡mil!,
Desencanto fatal de los míos
De mi tierra, de mi ciudad, Madrid
Mi patria chica (¡de hace tanto!)
Donde nací y crecí y lloré (y reí)
Donde correteaba indolente
Hasta las tantas libre y feliz
Y la Ciudad boquiabierta
me espiaba y me cuidaba (o eso creí)
Que no era más que indiferencia
desapego o desgana hostil
de ver pasar tantas cosas
y vientos de guerra civil
Por eso me paseaba tan libre
Y campante, y a mis anchas, o así
Porque las puertas seguían cerradas
Lo eran entonces como hoy ¡ay de mí!
Y era lo que yo no veía,
¡Encantamiento infantil!
Por no querer, dicen
¡Por no poder, pobre infeliz!
Por cansancio y no cobardía
ni un descastado feo y vil
de no querer ver lo que es,
sino de no olvidar lo que fui,
Y eso todo te explica tal vez,
Lo que tú no comprendiste en mí
Lo que me hacia raro a tus ojos
o mi conducta extraña, loca, ruin
Hasta que un día me diste la clave
Del enigma y dilema vil
De la Ciudad desencantada
¡Que mi Patria y mi Ciudad lo eres Tú!
¿Y si no fuera más que una huida
este errar sin descanso
en que se convirtió tu vida?
¿Huyendo y huyendo para olvidar
un gran desencanto? eso fue, sí
De un “aprensivo” decían
De sentimientos nobles, ¡mil!,
Desencanto fatal de los míos
De mi tierra, de mi ciudad, Madrid
Mi patria chica (¡de hace tanto!)
Donde nací y crecí y lloré (y reí)
Donde correteaba indolente
Hasta las tantas libre y feliz
Y la Ciudad boquiabierta
me espiaba y me cuidaba (o eso creí)
Que no era más que indiferencia
desapego o desgana hostil
de ver pasar tantas cosas
y vientos de guerra civil
Por eso me paseaba tan libre
Y campante, y a mis anchas, o así
Porque las puertas seguían cerradas
Lo eran entonces como hoy ¡ay de mí!
Y era lo que yo no veía,
¡Encantamiento infantil!
Por no querer, dicen
¡Por no poder, pobre infeliz!
Por cansancio y no cobardía
ni un descastado feo y vil
de no querer ver lo que es,
sino de no olvidar lo que fui,
Y eso todo te explica tal vez,
Lo que tú no comprendiste en mí
Lo que me hacia raro a tus ojos
o mi conducta extraña, loca, ruin
Hasta que un día me diste la clave
Del enigma y dilema vil
De la Ciudad desencantada
¡Que mi Patria y mi Ciudad lo eres Tú!
sábado, enero 05, 2019
EMILIO CARRÈRE, IN MEMORIAM
Caricatura de Emilio Carrère, a diario en las páginas del diario Madrid, que acompañó fielmente mi infancia y mi adolescencia, finales de los cincuenta, principios de los sesenta. Un Madrid de “media tarde” (Umbral díxit) para unos, y rompiendo en cambio albores para otros, a los que hizo nacer y crecer (como el que esto escribe) Al que aquél –por todo eso-, fatalmente asocio Con piedad y agradecimiento. Y Umbral (una vez más) que me perdone
Bohemia heroica, de luces y de sombras las de una Memoria procelosa, la de un Madrid del que viene en línea directa el autor de estas líneas, “Madriles”, de mi nombre o de mi apodo como me llamaban en señal de admiración -y distancia y de respeto- y no sólo de sorna (andaluza) en aquel pueblo jiennense de los veraneos inolvidables de mi infancia y de mi adolescencia. Y de aquel madriles de los cincuenta emerge ahora de pronto un nombre que enlaza aquel a su vez con aquella época no poco heroica –pese a la leyenda- de la bohemia madrileña. Y me refiero a Emilio Carrère, es decir Car-re-re como siempre oí pronunciar en casa a la española, como si fuera de casa es cierto, en abierto contraste con el silencio del que habrá sido objeto en la historia oficial de la literatura española durante décadas. Y es que caí el otro día de pura casualidad con uno de sus poema –“La Musa del Arroyo”- el mas emblemático tal vez de todos los suyos, sin duda el que más le dio a conocer y mas hizo reír a sus contemporáneos en el Madrid y en la España de entonces. “Lloraba un violín distante con tanta melancolía como nuestra vida errante ¡reina mía!”. “Y en la encrucijada umbría –continua aún- de la suerte impenetrable, la Miseria, la implacable, se reía se reía”.
Bohemia heroica, de luces y de sombras las de una Memoria procelosa, la de un Madrid del que viene en línea directa el autor de estas líneas, “Madriles”, de mi nombre o de mi apodo como me llamaban en señal de admiración -y distancia y de respeto- y no sólo de sorna (andaluza) en aquel pueblo jiennense de los veraneos inolvidables de mi infancia y de mi adolescencia. Y de aquel madriles de los cincuenta emerge ahora de pronto un nombre que enlaza aquel a su vez con aquella época no poco heroica –pese a la leyenda- de la bohemia madrileña. Y me refiero a Emilio Carrère, es decir Car-re-re como siempre oí pronunciar en casa a la española, como si fuera de casa es cierto, en abierto contraste con el silencio del que habrá sido objeto en la historia oficial de la literatura española durante décadas. Y es que caí el otro día de pura casualidad con uno de sus poema –“La Musa del Arroyo”- el mas emblemático tal vez de todos los suyos, sin duda el que más le dio a conocer y mas hizo reír a sus contemporáneos en el Madrid y en la España de entonces. “Lloraba un violín distante con tanta melancolía como nuestra vida errante ¡reina mía!”. “Y en la encrucijada umbría –continua aún- de la suerte impenetrable, la Miseria, la implacable, se reía se reía”.
viernes, enero 04, 2019
A LOS PROTECTORES FLAMENCOS DE PUIGDEMONT (Carta abierta)
Os envÍo aquí el enlace del último numero de mi blog en francés con mi carta abierta –amistosa y al borde al mismo tiempo de la ruptura-, sin tapujos ni reservas, a los miembros del Vlaams Belang, partido nacionalista flamenco que se ha pronunciado recientemente –por la boca de su (muy joven) presidente- en favor de la separación e independencia de Cataluña, y que viene ofreciendo al mismo tiempo en todo o en parte –aunque en menor medida que otra formación nacionalista flamenca (de centro derecha), la N-VA- el medio favorable de acogida –social y político- del que disfrutan Puigdemont y los suyos en su refugio belga. Y el cual goza no obstante de buena acogida de antiguo –directamente o por intermedio de su aliado el Frente Nacional francés (los dos en la misma fracción del Parlamento Europeo)- en los medios (llamados) patriotas, españoles, e incluso (más recientemente) –cabe al menos suponer - en formaciones de representación parlamentaria (como VOX) que exhiben abiertamente sus lazos con el partido de Marine Le Pen. Si veo interés o voluntad expresa en ese sentido de algunos de mis lectores, estaría con gusto dispuesto a traer dicho artículo a este blog, traducido naturalmente al castellano
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