Enésima muestra (de última hora) del linchamiento y encarnizamiento de los medios de la prensa global en contra de mí. Para lo que ahora se sirven (sobre todo) -de preciosa coartada- de la guerra en Ucrania y de mi postura -sin trampa ni cartón- en favor de Vladimir Putin. Y es en la portada del último número de una revista belga de reciente aparición -cuarto titular (ver foto, de arriba a abajo) en la lista de la izquierda, "L'assassin raté", "El asesino frustrado" en español. Boton de muestra, uno más, de la guerra sin fin ni tregua ni cuartel que me tienen declarada los medios de la Prensa global, por si dudas me quedaban (....) Ese es el fuego (sic) que a algunos intriga y me echan en cara -como al periodista de esa revista que me entrevistó, de buenas maneras, todo sonrisas (...)-, el que ven o quieren ver dentro mi, "la flamme", en francés la "llama". Ese es mi secreto. Las cosas claras
"Make America great again" (MAGA) Un slogan que al decir de los medios de la prensa global está envenenando (sic) a la sociedad norteamericana. Como lo probaría con creces el resultado (final) de las recientes elecciones (Midterm) en los States. Tras las que -bien visto y bien pensado- no consiguen aquellos vender a la opinion el descalabro republicano y la ruina de las expectativas (presidenciales) de Donald Trump en la partitura obligada que se tenían marcada de antemano. Sino que se impone una lectura al revés más bien: triunfo (aunque sea por mayoria absoluta) de los negadores (sic) del resultado de las elecciones anteriores (2020) Y una legitimidad (sic) de actual presidente Biden puesta como consecuencia en entredicho. El mundo al revés no me digan!
Y ante eso, suenan las voces de alerta y se disparan los botones de alarma. La muerte de Dios, o sea. Me explico, de la diosa Democracia y de una religión universal (Abbé de Nantes díxit), cuyo destino se decide las horas que corren en la guerra de Ucrania. Con Trump no habria habido guerra, lo saben hasta los niños. Y la guerra en curso la impulsan en cambio los demócratas, y en nombre de la Democracia. En nombre de las fronteras, ellos dicen. Qué fronteras? Las de una guerra fría que como nuestra guerra civil -del 36- no ha terminado todavía? Como lo pone al gran destape el enésimo incidente y último hasta la fecha en la frontera polaca, tras lo que se despiertan los fantasmas. Y no el menor, el del pacto germano/soviético a costa de la Polonia, lo que parece como que anuncia un nuevo pacto ruso/polaco esta vez a costa de la integridad o más bien de la causa de la independencia e Ucrania (....)
Y al comediante de Kiev no se le escapa el peligro, que está poniendo toda la carne en el asador, en el esclarecimiento (dice) de aquel incidente, contra las evidencias más descaradas.Un cesto de cangrejos (o de grillos) -como en francés le dicen- los paises de Europa del Este, al Este de la frontera del Oder-Neisse me refiero, tal y como a los ojos de occidentales (fatalmente) se aparecen. Como lo muestra e ilustra su historia antigua y reciente salpicada de progroms o genocidios entre ellos mismos. Polonia y Ucrania, o un polvorín entre centrales nucleares, que es el gran chantaje que está oponiendo el comediante ucranio a la opinion occidental en su carrera o escalada hacia la tercera guerra mundial, y el espectro en cuarto creciente del fin de la Humanidad y de cualquier signo vida sobre la Tierra. En nombre de la independencia de Ucrania. Para un viaje así, querido Sancho -reza el Quijote de Cervantes- no necesitamos alforjas. Y a algunos les extrañarán tal vez lo que les parezca en el tema que arde a un encarnizamiento en mí: una respuesta en legitima defensa apenas al encarnizamiento (sic) -y el acoso y el linchamiento- que me vienen reservando algunos que creían tener su agosto hecho en la guerra en llamas, y ("pari passu") en el cuento de buenos y malos que nos viene contando la prensa global, como en un canto del cisne a la desesperada (por cuenta de la independencia de Ucrania)
Se vienen abajo acaso mis banderas una detrás de otra? En Chile, en el Brasil, en los States o en Ucrania, en Italia o Europa del Este, en Portugal y en España? Como me reprochan y echan en cara los que se obstinan en emplazarme ante el tribunal de la opinion desde hace cuarenta años? O esto no quiere decir nada? Y es del destino -de ex-cep-ción- que el mundo de hoy y el futuro en puertas me tiene reservado. A mí. Al que no consiento hurtarme, ni de obra ni de palabra. Nobleza obliga, hasta en el resentimiento. Y esa es mi religión, no tengo otra. O por parafrasear a los que me acosan: esa es mi llama -en francés "flamme- que seguirá ardiendo tras mi muerte. Las cosas claras
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