MI EROTISMO Y MI FE AGNÓSTICA: MI RELIGIÓN

 

 

"Amor y Psique" de Antonio Canova (1757-Venecia 1822). Inspirado -a través de la obra del arqueólogo alemán Johann Joachim Winckelmann (Signor Giovanni)- en el "ARTE DE AMAR" de Publio OVIDIO Nasón, especie de breviario en la Antigüedad clásica (y latina) de erotismo, religion oficial u oficiosa del mundo antiguo y del paganismo. enterrada por la represión sexual judeo/cristiana a través de los siglos, que veia en el cuerpo una tumba del alma y no un trampolin de la misma, de una "flecha rumbo hacia a lo alto": la de "un dios enfermo que trajo -dixit Charles Maurras- la noche al mundo antiguo", lo que le valió su condena por Roma -29 de diciembre 1926- léase su excomunion y puesta en el Indice de dos de sus obras "Anthinée" y Chemin du Paradis" Esa es mi Fe y mi religión, no tengo otra

Cartas sobre la mesa. "Y de las cosas que no hablamos señores, cómo andamos?". Decía o dicen que decía en la novela que Ramon J. Sender" le dedicó, el conquistador Lope de AGUIRRE. "La Ira de Dios" en el filme célebre (de cineasta aleman) que le inmortalizó. Y de lo que no se hablaba (entonces) -y no mucho más ahora- era del Sexo (Eros en latín), de mujeres (en plural, y sin animo de faltar) de preferencia (...) Y de lo que no se habla ahora o muy poco o por lo bajini o a base de cuidado y de eufemismos es de religión: de las creencias personales e intransferibles (y en el fuero interno) a lo que entendía partir un lanza yo -rompiendo así silencios y tabúes- en la entrevista que me ha brindado hace nada la radio televisión portuguesa (la RTP) Pero de lo que leido y releido y del video que aquella registró se me ocurre que no me expresé (o confesé) lo bastante, voto a Dios! 

Todo un mundo de creencias (sic) al que di la espalda -en portugués "voltei as costas"-, lo que tal vez exija por somera que sea una explicacion. Creencias -dogmas, y ni siquiera- son una cosa, Fé con mayusculas es muy otra, aunque el Magisterio a drede o sin querer a menudo lo confundiera. "To be or not to be", se es o no se és"-, lo mismo que la Fe. Se tiene o no se tiene. Fe en Dios con mayúscula o minúscula, y fe en uno mismo (Semper Idem)": distinctio in ratio" que no "in re" que dirian los escolasticos, léase que no se puede separar una cosa y la otra. Y la Moral -como ya lo dije allí- es algo de lo que no creo que se me fuera tampoco, ni que largué ni que perdí. Y lo mismo con la Moral, con mayusculas también y sin "moralina" (clerical o burguesa) como decía Nietzsche y como dicen ahora en España en lenguaje "progre" muchos jovenes como un Nietzsche de matute, o  de contrabando, no me digan! Y es a esa moral -pagana, precristiana o pre-judeocristiana- a la que se refería Charles Maurras cuando calificaba de sagrada (sic) la Política, que era para él "lo primero" -"en el orden no de la dignidad, sino del tiempo" ("Politique d'abord)  

Y que me perdonen los de la TFP -y otros censores e inquisidores- de lo que estoy aquí diciendo. Que lo que no me pueden quitar es la sensacion de libertad, lo libre que me siento expresándome (públicamente) así, diciendo eso. "Libre como nunca me sentí". Como así se sintieron algunos al decir de Jean Paul Sartre -y como así se sintió él, fuera de toda sospecha- en Francia bajo la Ocupación (horror!) Proclamándome libremente (a la faz del mundo) pagano (o neopagano): lo mismo que decir agnostico (sic) -ojo que no ateo!- como así se proclamaron o definieron el citado Maurras -lo que le valió sin duda la excomunión- y como así lo hicieron en España espíritus selectos  fuera de toda sospecha, tales como Ramiro Ledesma o (don) Miguel de Unamuno. "Confieso que viví", escribió justo después Pablo Neruda. 

Y confieso que no sé, escribo yo: ni lo que hay (o existe) ahora ni lo que hay o lo que vendrá justo después. Que en el nombre o por cuenta del Más Allá que no se ve -ni se toca- se dio al traste con las maravillas milenarias -arquitectónicas, de civilización- que se veian -y bien!- del Imperio romano (el Senado y el pueblo romano, SPQR). Y de la Civilización europea que aquél alumbró. Y que en el nombre o por cuenta de la Inmaculada (Concepción) se maculó (sic) a todas las demas mujeres del universo por los siglos de los siglos (sin distinción) Y que predicando la castidad (sic) -como lo hizo  Juan Pablo Segundo -de mensaje único o casi único en las Jornadas (pontificias) de la Juventud (qué obsesión!)- , se instigaba a obrar contra natura -dixit Nietzsche, en el Anti-Cristo. Y la historia que me diga la crónica de la actualidad (escandalosa) de la Iglesia no haría en los ultimos años más que rubricarle y darle la razón. A cada día le basta (....) su propio afán, reza el refrán, y a cada minuto (casi), diría yo -mientras escribo estas líneas- (ay dolor!)

Y esa fue la piedra de escandalo entre españoles -y entre porrtuguese, y entre franceses y entre italianos- del Nietzsche de la Inquisicion (léase del Santo Oficio) y del Indice de Libros prohibidos, y no su anti-semitismo -real o ficticio- ni su "a priori" o postulado "exterminacionista" -léase de la muerte de los Superfluos en aras del Superhombre, léase el Hombre (moralmente) Superior- que le valió la condena -por contumacia (en ausencia o "en rebeldia")- y a título de instigador o autor intelectal del Holocausto (un respeto) en el Tribunal de Nuremberg. "In Principium erat Sexum", como decia (y decia bien) Ezra Pound (...) Y ya digo que digo o escribo o afirmo todo esto en guisa de confesion ("agustiniana" o a lo Jean Jacques Russeau) y sin animo de polémica ni buscando discusión. Y afirmando en cambio (yo) esto al hilo de una reflexion interminable como ensimismado, descubro por casualidad casi sin darme cuenta un horizonte inexplorado, que no el de las creencias, sino el de la Memoria, memoria a secas sin más abundamientos, que se exime -todos aqui estarán de acuerdo- de la más minima explicación. 

Di la espaldas (sic) a todo un mundo de creencias, como el paso obligado o la condicion sine qua non, de la purificación de la Memoria (sic), que predicó sin tasa y sin cuento ni descanso Juan Pablo Segundo (en francés Jean Paul Deux) De una Memoria pura y limpia de mancha -sin romperla ni mancharla- del pasado individual y colectivo, de la Historia con mayúsculas o minúsculas, a la que entiendo seguir siendo fiel -Semper Idem- y a la que la Iglesia en cambio, en el Concilio, dio la espalda a su vez, disimuladamente y  a escondidas como si dijéramos, pero en lo que no fue menos un pecado -contra el Espíritu-, una iniquidad que clama al cielo. Un crimen o un delito de Alta Traición.  

Y así como digo, me siento libre de volar como los pájaros a otros cielos y otras tierras, "trasterrándome" como le llaman algunos, y a la vez sn renegar nada de nada. Pelo amor de Deus! (y dicho sea con perdón)

(Así se definía él y así me definía yo) 

Pagano y agnóstico (sic) -que no ateo (atención)- asi se definió (valientemente) Charles Maurras lo que le valió su condena y excomunión (1926) De lo que ahora en el nombre de la Memoria, exigimos el levantamiento, y la revisión. De parte de una Iglesia del Concilio (y sus pontifices) que se llenaron la boca desde entonces con la palabra Perdón. "La Iglesia no depende de la Política", dicen ahora -y por qué ahora?- voces autorizadas, contra Maurras y la Acción Francesa (excusado de decir) Lo que no quiere decir que la Política no venga a caer en (burda) dependencia de la Iglesia como ocurrió tan a menudo -por ejemplo en España, en el tardo/franquismo (régimen anterior)-, y actualmente, desde la oposición(...) Ni que aquella haga la política que se le antoja o le interesa y le viene en gana. O me van a decir que no? Antigualla Maurras? Y por qué entonces se arremete contra él tan sañudamente ahora, a base de pérfidos e hipócritas ataques en los que todo se permite, cargándole citas que no le pertenecen (*) Simple error o premeditación? 

 

(*): "Odiar ("hasta la muerte") en el Cristo redentor a un Dios que tolera el sufrimiento" (de una criatura inocente), no es una frase de Maurras, sino -como todos o casi todos lo saben-  de un autor exquisitamente correcto, Albert Camus ("La Peste"), fuera de toda sospecha, al que esa tribuna del arzobispado (de Madrid) no se atrevería a hacerle el más minimo reproche (por favor!)