domingo, septiembre 04, 2016

Poesía de Tu Cuerpo

¡Fijarte en mi mente, mi amor,
qué tarea de cíclopes!
Para unas mentes volátiles
a merced del Viento Norte

que nos lleva lejos y arrastra
y sopla do y como quiere
sin querer de nadie saber
ni de hombres, ni de dioses

que me llevó a mí en volandas
de antiguo (a contracorriente)
cuando me vi al cielo raso
perdido y a la intemperie

de un sol blanco de vencidos,
sin metas, sin horizontes
¡con la rosa de los vientos
en nuestros pechos valientes!

Buscando el aterrizaje
en un puerto (en tierra firme)
para un cuerpo ajetreado
y un corazón penitente

que no encontró reposo hasta hoy
¡qué alma en pena (inocente)!
Harta ya de peregrinar
en la ciudad/selva virgen,

que quiere posarse contigo
donde tú quieras ¡dime!
Para explorar a conciencia
tu cuerpo y tu alma (libres)

que imaginé tantas veces
en mis sueños, en mis fiebres
no como yo te soñaba:
como te ves tú ¡como eres!

Que la mujer sólo es sueño
como una promesa en ciernes
de sentimientos contrarios
y de imaginación ardiente

así es como las veo, y las vi
de niño y después de hombre
y así es como yo te veo
¡bella y desnuda en la Noche

de mis sueños, de mis versos
de poeta (de la Buena Suerte),
de esa poesía que me inspiras
en frío como en caliente!

¡Pura poesía tu cuerpo
en mí presente (y ausente)
que te ofrezco a toda prisa
en estos versos urgentes

Antes que el verano acabe
(antes que mi otoño llegue)


¿Demasiado tarde acaso?
Despacio que voy con prisa,
leí una vez hace siglos
(flor de vieja sabiduría)

y me viene a la mente ahora
que se hace tarde en mi vida
o así se me antoja al menos
¡Flor de melancolía!

Esperando un signo, un guiño
que me ofrezcas, vida mía
que se hace esperar ya un rato
como una lenta agonía

o un cocerse al fuego lento
de una llama de amor viva
que me inflama y me consume
de noche como de día

pensando en ti sólo en ti,
¡te lo juro no me aflijas
con sospechas y recelos!
¡Mentira sólo mentiras!

Las que te inundan la mente,
que no sé lo que imaginas
de mi ayer, de mi presente,
que el futuro es cosa tuya

y yo en él me pongo a pensar
que el ayer no me preocupa,
que llevo el pasado a cuestas
de una vida de aventura

Y el futuro lo eres tú
aunque no me creas, ricura,
un futuro a dos, de los dos
entre esperanza y ternura

la de un alma caprichosa
y voluble y femenina,
de amor y cariño ávida
que finge y que disimula,

un alma de mil disfraces
que te enredan y complican
mientras tu te ríes, mujer
que finges como respiras

que el gustar es lo que cuenta
para ti ¡monstruo, presumida!
(¡Terrible el arte de seducir
que las hace aún más lindas!)

“O seduce o muere, mujer”
(reza el Arbol de la Vida)

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