martes, junio 02, 2015

¿MANIFESTACIONES ANTI-PODEMOS EN BOLA DE NIEVE?

Escenas del formidable movimiento de protesta callejera, y a todos los niveles, que desencadenó la experiencia marxista de Salvador Allende en Chile, sin lo cual el golpe de estado del general Pinochet hubiera sido impensable e imposible. Una lección de historia al alcance de españoles en los tiempos que corren, ante la amenaza de la llegada a la alcaldía de Madrid –y a la de Barcelona- de unas bandas de demagogos irresponsables de los que nada aprendieron (y nada olvidaron) por cuenta del fracaso de los sistemas marxistas a escala del planeta
Decía Ramiro Ledesma que en la jefatura del nuevo momento que él acaudillaba se debería vetar a los mayores de cincuenta años. ¿Qué habrá dicho hoy el pobre Ramiro si hubiera sobrevivido? ¿Qué hubiera dicho de la manifestación anti-Podemos en Colon el pasado sábado y delante de la sede del PSOE en Ferraz hoy lunes prohibida por la Delegación de gobierno?

Es obvio que los tiempos cambian y si a principios del siglo XX hicieron irrupción las masas en la vida pública como lo diagnosticó y analizo Ortega y Gasset, está claro que al alba del III Milenio uno de los signos mayores de la actuación pitica en el mundo de hoy lo es la presencia e influencia y protagonismo tan destacados de sectores de población ya no tan jóvenes e de lo que se da en llamar la tercera edad inclusive.

Los manifestantes –en número de cuatrocientos nota bene según datos de la policía (fuera de toda sospecha)- que despotricaron contra Doña Rogelia en Colón el pasado sábado y que reaccionaron agriamente –aunque la sangre no llegara al río (por más que se rasguen las vestiduras algunos medios)- en contra de los representantes de los medios allí presentes se ven tildados de septuagenarios en algunos despachos sobre la manifestación aparecidos en los medios y en la red.

De lo que sin duda no se les puede tildar es de miopes, y de hecho nadie lo hace en las comentarios aparecidos al respecto. ¿Se equivocan en algunos de sus argumentos, de sus posturas o postulados? Es posible. Errare humanum est. Lo que no yerran es su intuición del peligro, de esa amenaza de toma de control del ayuntamiento madrileño por los que así mismos se autodefinen de pos marxistas, que no dejan de ser más marxistas que los marxistas como no es difícil del demostrarlo.

Y su intuición les lleva además a detectar la raíz primordial de la amenaza y es esa cobertura mediática tan escandalosamente desproporcionada de la que se ve favorecida la candidatura -y la marca (Podemos) a la que obedecen- por la que viene ahora el escándalo y la discordia.
En los medios españoles y sobre todo (¡ay dolor!) extranjeros, y pienso estar bien situados para pronunciarme al respecto y para saber de lo que hablo.

Un amigo me escribe (en este blog) que Podemos es una criatura de Israel y de la CIA. Es bien posible. Ello concordaría desde luego con la formidable presión que la prensa global está ejerciendo dentro y fuera de España a favor del mesías de la coleta y de su testaferro, la Doña Rogelia (como yo la llamo) Y una ilustración flagrante de lo que aquí afirmo lo es la edición española (en lengua española) del operador (no sé si así se dice) de Yahoo, con sede en California como otros gigantes del mundo de la comunicación digital (de lengua inglesa)

El servicio de prensa de Podemos es o lo parece la edición española de Yahoo, una impresión que habrá ido in crescendo además en los últimos tiempos. En eso pues los septuagenarios de Colón no se engañan ni nos engañan. ¿Pudientes, representantes de las clases medias? Si es así, quiero decir que son mayoritarios, al menos en potencia, quiere decir representativos de las clases o sectores sociales mayoritarios en la sociedad española actual que está sustancialmente constituida de una gran clase media la que nació y se gestó y formo bajo el régimen de Franco.

Lo más revelador no obstante de estas manifestaciones anti-Podemos (anti-comunistas) es el signo o señal que viene a lanzar del despertar o la movilización (a partir de ahora) de los que nunca se movilizan ni se manifiestan. Y otro dato revelador lo ofrecen –a tenor de las declaraciones y gritos y eslóganes y comentarios de algunos de los manifestantes que viene filtrando la prensa, lo es el precedente que a sus ojos les parece haber sentado –en estos últimos cuatro años- la protesta a base de acampadas y de sentadas y manifestaciones callejeras de los indignados, en la que todos ellos ven unánimemente un mismo hilo conductor, la que liga aquellos a Podemos y a sus distintas marcas en las recientes elecciones (en Madrid en Barcelona y en otras capitales)

Perroflautismo irresponsable e impresentable el de unos y otros, en Podemos y en el 15-M para esos jóvenes –dinámicos quiero decir y resueltos y desinhibidos (léase desacomplejados)- “septuagenarios” Los pueblos que no aprenden de la historia están condenados a repetirla. De la suya propia y de la de los otros pueblos, máxime si son los lazos de afinidad (del índole que sea) los que ligan a estos últimos, y me estoy aquí refiriendo a Chile a los chilenos y al movimiento de protesta cívico (y callejero) que llevo al glpe de estado militar del 11 de septiembre del 73 y al derrocamiento del presidente marxista Salvador Allende.

Caceroladas ruidosas en los barrios de clases medias, manifestaciones callejeras de mujeres de militares, y huelgas masivas del sector del transporte por carretera (de los camioneros) acabaron dando al traste con una de las más formidables armas de guerra de propagada del siglo XX y en particular de sus segunda mitad –doy fe de ello, de una trayectoria longeva de lector de periódicos- el mito de la vía chilena al socialismo o del socialismo de rostro humano.

Aquí a menudo ya me había manifestado en contra de la movida de protesta callejera de los indignados, en favor del orden, de la paz social y de la reconciliación entre españoles. ¡Hoy la anarquía, mañana el orden nuevo! (l’Ordre Noveau), gritaban en una manifestación nacionalista francesa a la que acudí hace tres semanas en París y de la que noticié en estas entradas. Un tema complejo de táctica y de estrategia.

¿Lo contrario de la revolución, la contrarrevolución (léase la revolución nacional, que otros llaman “conservadora”)? ¿Prohibido el copiarle a aquella sus métodos. Un juego de palabras, una discusión bizantina lo que esconde tal vez una cuestión que tanto habrá absorbido la atención de ciertas corrientes (anti-democráticas) particularmente importantes en la historia del pensamiento occidental los dos últimos siglos, en ciertos momentos o periodos durante todo ese tiempo por lo menos.

Porque es obvio que una protesta por muy violenta verbalmente (y gestualmente- y por mucho que arriesgue el degenerar en violencia física o en algarada callejera que sea puede ser perfectamente legítima y eficaz y estar a prueba de manipulaciones, deviaciones o contaminaciones o contagios cualesquiera con tal de no errar en sus objetivos, quero decir en sus blancos, o en otros términos, de no equivocarse de enemigos. Y eso a todas luces parecen vacunados los manifestantes anti-comunistas “septuagenarios” de Colón.

Tras cuatro años de experiencia de indignación callejera, o en otros términos, del discurrir de un nuevo capítulo de la guerra civil interminable, que a todas luces la mayor parte de ellos parecen haber sufrido en propia carne. ¿Una bola de nieve –la que han puesto en marcha esta manifestaciones callejeras anti-Podemos- que puede acabar en verdadero alud de protesta? ¡Vivir para ver fantasmas míos!

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