jueves, mayo 26, 2022

SOROS Y LA TERCERA GUERRA MUNDIAL

Una foto (sepia) de otra época -la de justo ayer- que nos da a muchos (melancólicamente) qué pensar, y nos adentra por las rutas movedizas de la ucronía, léase de lo que pudo ser -y de un tris no fue - en la Historia.  O dicen que no fue, me da igual (....) Complotistas? Los otros más bien, los que están urdiendo y fraguando ahora -en riguroso sigilo- la guerra nuclear

 Se cerró el círculo. El de mis intuiciones -u obsesiones, aqui alguno dirá-, de mis presagios y diagnósticos y suposiciones. De Soros y el 15-M y del Maidán, de los fórums de Davos y la guerra de Ucrania (u operacion militar especial) Judio antisemita (sic) el gurú húngaro de los negocios y de la alta/banca y de la alta politica y de los medios (en inglés "mogul", o en anglo/hebreo más bien) (...), aún a riesgo, expresándome así, de así hendir un tabú intocable o de infingir una linea roja a no sobrepasar. Un enigma insondable -el antisemitismo judío- de la Historia contemporánea y particularmente de la Segunda Guerra Mundial. Y el ministro ruso de Extranjeros Lavrov -a cuento de Hitler y de Zelenski- no parece que se engañara ni tenía por qué pedir disculpas, la verdad. 

Y así todo se explica, que el caso es, como sea, que Soros es de los que a todas luces se creen todo permitido, de dar consejos a grandes y chicos de la tierra con el sentimiento irrebatible de estar siempre en el secreto de los dioses: él, a hablar y amonestar y pontificar, y los demas ("béni oui, oui", en francés le dicen) a oír y callar. Y es lo que viene a la mente y salta a la vista oyendo su declaracion de guerra (por propia cuenta) a Vladimir Putin en Davos, sin que nadie ni dentro ni fuera se atreviese a rechistar. Como la declaración de guerra (comparaciones "odiosas"?) a la  Alemania nazi del presidente del  Congreso Mundial Judío, Chaim Weizmann (1938) Y paro el carro que me hundo, que aquí todos ven lo que estoy queriendo decir sobre el particular (....) 

Zona o túnel de (negras) turbulencias, la que enfila ahora de golpe el conjunto de la Humanidad, que como lo analiza un ruso mal-pensante con grande audiencia (doy fe) en la Europa occidental, Rusia y sus dirigentes no pueden -ni quieren- enfocar ni imaginar siquiera en Ucrania la perspectiva de la derrota. Como los líderes de la Alemania nazi, aquí alguno dirá. Con la salvedad no obstante que los soviéticos ahora tienen el dedo pulgar presto a apretar el boton del arma nuclear. Y es lo que los medios -sobre todo en la prensa anglosajona- están  cuidadosamnete tratando de guardar en silencio y de obviar. 

Y  como recordaba un analista belga y profesor de la escuela militar, un arma suprema (y recíproca) de disuasión lo es el guardar herméticamemente secretas las posibilidades armamentisticas -léase nucleares- de las potencias beligerantes. Justo lo que el presidente USA se está empleando (torpemente) en divulgar (....) Al contrario -catalogados como "secret-defense"- de lo que (rigurosamente) observó su precedecesor Donald Trump (...) Qué nos aguarda pues los dias y semanas a venir? Se cruzarán -en Finlandia o en Suecia(?)- las lineas rojas a no sobrepasar? El futuro a corto plazo lo dirá, no es óbice que todo -a mi juicio- estriba en cómo se resolverá la cuestión o el reto fundamental yacente por detrás (o detrás del todo)  

Y es el saber llegar a convencer al pueblo ruso y en especial a sus dirigentes, que Occidente no es su enemigo ni es una potencia -en terminologia teológica- "diabólica" o "infernal". Que somos muchos en Europa occidental, en Occidente,  los que apostamos -por nuestra cuenta y riesgo, sin doble juego ni cálculos falsos o cobardes- por la victoria de la postura rusa. Rusa o soviética, da igual. Llegaremos a hacernos oir, a que nuestra voz llegue o se extienda desde el Atlantico al Ural? Esa es nuestra última baza, la razón última de nuestra esperanza de librarnos de la amenaza nuclear. Nosotros y "pari passu", el conjunto de la Humanidad

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