EXCOMULGADO POR MI HONOR (Cuaderno de a bordo n°16)

1. ¿Preparación y anuncio de una visita papal a España el “río” de entrevista papal en el Pais del domingo pasado? Me curo en salud a la vista de lo que me sucedió va hacer ahora diecisiete años cuando la Interpol lanzó un mandato de caza y captura internacional (sic), cuando yo llegaba a la vista y a sabiendas de todo el mundo trece años residiendo legalmente en Bélgica e inscrito siempre y sin falta y con absoluta regularidad en los registros correspondientes

2. Secuelas de la sentencia del caso Blanquerna, el juicio de Jorge Verstrynge donde se pone a prueba la imparcialidad ideológica de la magistratura española, y el cuarenta aniversario de la muerte de los laboralistas de Atocha, de recordación iconográfica interminable de unos sucesos luctuosos, y de coartada inmejorable a seguir atizando -periódicamente- el odio (guerra civilista) entre españoles que la sentencia del caso Blanquerna proclama querer perseguir y castigar

3. Excomulgado por mi honor. Algo que tal vez hasta ahora no asumí tan plenamente como el reto se merecía. O felix culpa! El caso Blanquerna que me habré echo tomar plenamente conciencia de ello. Un objeto de excomunión “latae sententia” -de levantamiento, remisión o persona reservado exclusivamente al Soberano Pontífice (cc. 1370)- de resultas de mi gesto de Fátima. Lo asumo. No es óbice que eso no me priva en lo más mínimo de un derecho al honor mas elemental. Lo que algunos -pecando de ingenuidad tal vez- no supieron ver y por eso metieron la pata sin remedio.

Lo dicho. Que cada palo aguante su vela