Bashar al-Assad habrá celebrado la Navidad visitando en compañía de su esposa (en la foto) un importante monasterio cristiano, a las afueras de Damasco. Al mismo tiempo, se celebraban los oficios navideños en la catedral de Alepo -en la zona recientemente reconquistada- cerrada al culto desde hace cuatro años. ¿Qué saldrá de la España que sangra? Así rezaba el titulo de una obra de propaganda a favor de la España nacional en Argentina durante la guerra civil española. ¿Qué saldrá del desenlace de la larga y cruel guerra civil en Siria que parece encaminarse su desenlace, tras el anuncio de un nuevo alto el fuego (con patrocinio ruso y turco) en todo el país que dura ya cuarenta y ocho horas? ¿Un resurgir del catolicismo romano/vaticano en paralelo al resurgir de la ortodoxia, primero en Rusia y ahora en Siria? Como si no hubiera pasado nada en Siria y en la historia de la Humanidad en los ultimas décadas desde el final de la Segunda Guerra Mundial en el 45. Como si no hubiera habido guerra del Líbano, ni concilio vaticano segundo Todo puede suceder. Apostamos no obstante por que la derrota del islamismo fundamentalista y el triunfo de Bashar al-Assad y de su régimen traigan la catarsis redentora de la que precisaba el Occidente y en particular la Europa occidental y muy en particular los países católicos. Esa es mi apuesta: por una nueva laicidad, que respete las convicciones religiosas, y de la que el régimen sirio parece mostrarnos el camino. Y esa es mi felicitación de Fin de Año y de Año Nuevo. A todos los lectores de mi blog, amigas, amigos (y camaradas)
sábado, diciembre 31, 2016
POR UNA NUEVA LAICIDAD
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