Instantánea de la guerra civil austriaca (febrero del 34), que en España -al contrario de los demás países europeos- no llamamos así sin duda por culpa de querer conjurar a toda costa nuestro propio pasado (que no pasa) Duró unos días apenas, y el fantasma de su recuerdo habrá reaparecido en la campaña electoral austriaca de las elecciones presidenciales del pasado domingo por las advertencias del candidato del FPO (“extrema derecha”) a los peligros de guerra civil (sic) que trae consigo la inmigración en masa. Lo que habrá provocado el furor de una octogenaria judía (89 años) que “incendió” las redes sociales con puestas en guardia contra la extrema derecha” y a costa de un lapso revelador -y nada inocente como no lo son los lapsos (Freud díxit)- de su parte, entre la guerra civil austriaca y el Anschluss que sólo vino años mas tarde y que contaría a los vencedores de la guerra civil austriaca entre sus víctimasLas elecciones austriacas habrán consagrado -ante el alborozo de los medios de la prensa global- la derrota de la que se conviene en llamar extrema derecha, representada en el partido de la Libertad (FOP) a manos del candidato rival, figura destacada del movimiento ecologista. El a pesar de todo importante resultado en numero de votos de aquél no deja menos un país dividido grosso modo por la mitad al día siguiente de la cita electoral del pasado domingo;
La campaña habrùa estado animada -a nivel de los medios y de las redes sociales- por una octogenaria judía -superviviente/del/holocausto- que lanzó una campaña (incendiaria) -en las redes sociales- por su cuenta y riesgo en contra del candidato del FPO con el pretexto de que le había oído mencionar la amenaza de guerra civil (sic) y que eso nuca podía volver a ocurrir en Austria, y que ni siquiera se podía mencionar, evocando así un capitulo singularmente mal conocido de los españoles, que aprendimos en los libros de historia -del bachillerato- como unas simple algarada callejeras lo que los austriacos vivieron en cambio como un autentica guerra civil aunque solo durara cuatro días, y que vino a sentar un precedente inmediato y a ofrecer un nexo causal a la vez a la revolución de octubre en Asturias ocho meses mas tarde, que se vería desatada por la inclusión de ministros de la CEDA en el gobierno de centro derecha (durante el llamado el bienio negro), con el espantajo bien presente en la mente de los mandamases socialistas de lo sucedido en Austria a principios de aquel año de 1934;
Y es sintomático el lapso del que se ve ahora víctima a todas luces en sus declaraciones la señora judía a la que aludo mas arriba, que confundía la guerra civil (austriaca) con el Anschluss -la anexión el Reich- que solo vendría cuatro años mas tarde, y que contaría entre sus victimas (o perdedores) a los vencedores de la guerra civil del 34, léase la derecha populista y conservadora del canciller Dollfuss (mueto en un atentado de los nazis austriacos en octubre del 34) Decía Freud que los lapsos no eran nunca inocentes. Y el victimismo de la twittera octogenaria judía se delata por si solo. Porque no hay que ser un lince para ver que las advertencias del líder del FPO sobre los peligros que trae consigo una inmigración masiva en aluvión como la que están sufriendo los países del este de Europa, responden a una amenaza real y tangible, a corto plazo incluso. La guerra civil austriaca o los prolegómenos de la guerra civil española (como lo defiende Pío Mpa) O si se prefiere, el re-encenderse de la guerra civil europea interminable
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