martes, julio 26, 2016

¿TIEMPO DE CRUZADAS?

Marion Le Pen -diputada del Frente Nacional francés- acaba de anunciar, en respuesta al atentado islamista salvaje en una iglesia de las cercanías de Ruán que cuenta alistarse en la Reserva militar francesa. Un gesto -màs allá de las simples palabras- que se merece nuestro aplauso sin reservas y que da idea además de la gravedad de la situación en Francia que en modo alguno puede dejarnos indiferentes a los españoles. Una replica oportuna y contundente la de la joven político francesa -así se nos antoja- a las declaraciones del arzobispo de Ruán a raíz del atentado, de que los cristianos no tienen más armas (sic) que las de la oración y de la fraternidad entre los hombres. ¿Hasta cuando ese angelismo pacifista cobarde, catastrófico e irresponsable?
Pensaba dedicar la entrada de hoy a la crisis política (sin fin) por la que atravesamos los españoles, la noticia no obstante -fuerte por demás- del ultimo ataque islamista en Francia no se me va de la mente, sin duda por lo que tiene de inédito, de escalada en la agresión física y psicológica. Hasta ahora, si mi memoria no me falla, el terrorismo islamista no la había tomado directamente -en suelo europeo me refiero- con los símbolos del culto católico, antaño religión mayoritaria de no pocos países occidentales, y hoy batiéndose en retirada por todas partes entre iglesias vacías y comunidades desiertas a más de cincuenta años ya de la clausura del concilio vaticano segundo, y once años después de la muerte de ese ídolo de los medios, apóstol de muchedumbres y gran vaciador de iglesias que fue el papa polaco Juan Pablo II.

Y las circunstancias del salvaje ataque en esa iglesia de las afueras de Ruán durante la celebración de un acto culto, al que asistían por junto el oficiante, dos monjas y dos personas más entre la asistencia, amenazan con disipar la ilusiones de algunos -entre los que me encuentro (confiteor)- de que venga a consumarse apacible sin traumas, entre cuidados paliativos si es preciso, la muerte de la vieja fe y de la vieja iglesia de la que el acta de defunción lo vino a ser el concilio vaticano segundo. ¿Hacia nuevos escenarios en cambio de persecución religiosa en masa como los que surcaron el siglo pasado a manos de partidos y de regímenes marxistas, comunistas y oficialmente ateos, a manos esta vez de un fanatismo religioso que se viene colando o escurriendo tras el choque de culturas siempre latente entre el Oriente musulmán y un Occidente pos cristiano por definirlo de algún modo?

El ataque a la iglesia semi vacía en Francia me pilla además más cerca que a otros por tratarse de una región que conozco bien del tiempo que residí en Ruán -siempre un poco en tránsito- en los tiempos que precedieron a mi gesto de Fátima, y donde impartí ministerio en una capilla tradicionalista dentro del casco urbano de la ciudad, y por tratarse además de una localidad por la que transitaba yo a menudo entre Ruán y las afueras de Paris que se repartían mis sitios de estancia durante la semana. ¿Dato trivial la localización geográfica del atentado? No me lo parece. Es un dato histórico poco resaltado que la Normandía y en general todo el Norte de Francia (por encima de París) resistieron mas a la secularización y descristianización que el resto de la geografía francesa, lo que pueda ser visto como un vestigio de la mayor presencia española en esta zona de Francia durante las guerras de religión y la Guerra de los Treinta Años. Como sea, el arzobispo de Ruán -desde la ciudad polaca de Cracovia donde asiste a las jornadas mundiales de la juventud- acaba de declarar en reacción al ataque que los católicos no tenemos (sic) mas armas que la de la oración y la fraternidad entre los hombres. Punto.

¿Terminado y abolido (para siempre) el tiempos de la guerras de religión? Pase. El problema es que se nos viene declarando una guerra en el nombre de la religión, en el nombre del Dios del Corán que viene a ser el mismo que el del Talmud y el de la Biblia, algo en lo que concuerdan "las tres religiones del Libro" Las Cruzadas fracasaron en su designio geopolítico aparente que era el de extirpar la religión islámica de la faz de la tierra. Aparentemente ya digo porque tal vez no estuviera muy claro en la mente de los artífices y predicadores de la primera cruzada si la prioridad de las prioridades era liberar el santo/sepulcro, auxiliar al imperio de Bizancio en peligro o atacar en su raíz al enemigo por el que venia la amenaza. Y sin esa indefinición -por vía de consecuencia- no hubiera sido la causa última de su fracaso.

Es un hecho no obstante que la falla nacida de aquella fractura histórica humea aun de nuestros días como lo ilustran los conflictos en llamas en aquella región y en particular el conflicto en Siria y la nueva alianza que habrá venido a sellar entre un a Rusia heredera del viejo imperio de los zares y un régimen sirio que viene a encarnar una comunidad confesional -los alauíes (una confesión de signo chií)- que arrastran una tradición milenaria de santa alianza con los cruzados en contra de los poderes musulmanes hegemónico en los siglos de expansión islámica dentro del mundo musulmán (de signo suní), y los vestigios de mas de un siglo de presencia de los cruzados por tierras de oriente y de la cultura medio latina medio oriental que aquella traería consigo, como lo ilustran los rasgos fisonómicos europeos occidentales tan a menudo perceptibles en las confesiones minoritarias de Oriente Próximo -tanto de signo musulmán como cristiano- y de los que botón de muestra inmejorable lo sea sin duda el actual presidente sirio Bachar el Assad, de quien la efigie tan divulgada en los medios exime de mayores abundamientos.

¿Una reedición tantos siglos después – al que estaremos asistiendo al socaire del conflicto en Siria- de la santa alianza aquella de los caballeros cruzados con las poblaciones de Oriente lo que cabe discernir en la actual militar y política y estratégica entre Rusia y el régimen sirio? El diario francés Le Figaro en su edición de hoy da cuenta de que los medios rusos vienen atribuyendo unánimes el fracaso del golpe en Turquía de hace diez días a una intervención personal del presidente ruso Vladimir Putin que habría advertido al mandatario turco Erdogan de la inminencia del golpe poco antes de este producirse, lo que vendría a confirmar la american/conexión que algunos habrán atribuido a la intentona, y la orientación pro atlantista -favorable a la OTAN- de los mentores y ejecutores de aquel. Como se la vio atribuido el golpe de 1980 en Turquía y también la intentona del 23-F en España que habría tendido en aquel su fuente última de inspiración como no dejaría de hacerse publico en su momento.

El ataque de hoy en la iglesia de las cercanías de Ruán ha sido de nuevo reivindicado por el Estado Islámico. ¿Nuevo enemigo número uno de occidentales ese grupo del que muchos -entre ellos Donald Trump- endosan el nacimiento a la diplomacia americana y en concreto a la figura de Hillary Clinton? El escepticismo se impone en el tema desde luego. ¿Continuará la jerarquía eclesiástica como sea-en particular el vaticano y su titular, el papa Francisco- dando pruebas de su incapacidad manifiesta (como congénita) a asumir el desafío que nos plantea a europeos y occidentales el choque de culturas léase la invasión rampante y silenciosa agazapado en las corrientes migratorias de los ultimas décadas en suelo europeo y las recientes oleadas de refugiados, en un caso como en otro mayoritariamente de confesión musulmana?

Las Cruzadas fracasaron sustancialmente por la falla cultural -y de signo confesional- de separación entre el Occidente Latino y la Ortodoxia greco/oriental, y es un hecho innegable que hoy -ante esta nueva invasión de los bárbaros- nos vienen más señales de optimismo y esperanza del lado de Moscú (la Tercera Roma) que de la Roma vaticana. De la Rusia pos comunista más que del Occidente democrático. ¿Las Cruzadas de vuelta, mil años después? ¡Vivir para ver fantasmas míos!

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