Retrato decimonónico de Don Pedro I de Castilla, rey legítimo por muy cruel que le presente la leyenda. Su memoria se ve asociada a la primera guerra civil castellana (1351-1369), la madre de nuestras guerras civiles que dio al traste con su reinado y le llevaría a la muerte a manos de su hermano (bastardo) Enrique de Trastamara. La polémica -¿rojo o morado?- del color del pendón de Castilla viene de ahí en la óptica histórica de algunos autores republicanos. Como fuera, lo tricolor venía de fuera, de Amsterdam como lo señaló acertadamente José Antonio Primo de RiveraEn materia de patriotismo el más nimio de los detalles es todo menos trivial cuando se trata de fijar o de cambiar la simbología que aquél inspira. Y viene a cuento del recurso que acaba de interponer el presidente del Real Madrid, contra una firma que habrá lanzado camisetas de un Madrid/republicano con los colores en su escudo de la bandera tricolor republicana. Se trata de los responsables de un marca comercial (de venta por Internet) con sede nota bene en el barrio madrileño de Malasaña uno de los reductos -¿en vías de extinción?- de mentalidad “indignada” junto con el barrio de Lavapiés (en el distrito Centro) y los distritos del Puente y de la Villa de Vallecas convertidos de unos años a esta parte en caladeros de votos de Podemos (y comparsas)
E ilustración del desafío -no solo en un plano comercial sino también en el político- lo es el que la marca en cuestión no sea en realidad más que la tapadera de una asociación destinada a difundir los valores republicanos y cercana al partido de Pablo de Iglesias, el cual por si dudas aún cupieran, en la reciente campaña electoral posó para los fotógrafos jugando al fútbol -me imagino que en Vallecas- y luciendo una de esas camisetas.
El republicanismo, la reivindicación del ideal republicano y de la II República española fueron buque insignia del movimiento indignado, como lo ilustra el color morado que lucían (triunfalista) en sus acampadas, y los seguiría siendo también de Podemos en su primera época, y digo y digo bien lo de la primera época porque a raíz de la manifestación aquella de presentación del partido en sociedad que discurrió de la Cibeles a la Puerta del Sol (por la calle de Alcalá) -el 31 de enero del pasado año 2015- donde se vieron sin dudas mas banderas republicanas de la cuenta -léase de lo que tenían previsto o programado los patrocinadores de la operación de lanzamiento aquella (una pinza del poder, según algunos, a la izquierda de la izquierda)- con la lógica alarma que traerían consigo, el partido de Pablo Iglesias recogió a toda prisa velas y puso en un estricto segundo plano esa reivindicación tan emblemática y con tanta carga emotiva y tanta potencia de movilización entre sus partidarios, plano.
Que se trate de una medida mal asumida por sus propios responsables y peor aceptada por el conjunto de sus partidarios da idea el que la enseña tricolor o al menos su detalle mas representativo, el color morado, reaparezca de forma imprevista e imprevisible- como serpiente de mar- en cuanto que la ocasión se presenta. Como habrá ocurrido durante la reciente campaña electoral y la referida camiseta. Nada aprendieron y nada olvidaron, se decía de los monárquicos franceses emigrados con la Revolución y de vuelta en la Restauración con el regreso (efímero) de los Borbones. Y si hay alguna moraleja qu e quepa extraer de la metamorfosis del movimiento indignado (en su origen, el 15-M) que acabaría desembocando en la fundación de Podemos (y demás marcas asociadas) es que -al contrario que los monárquicos franceses aquellos y que los Borbones de la Restauración- la Zarzuela parece tenerse aprendida la lección del 14 de Abril y que no parece dispuesta a que se repita.
14 de abril del 31 en la Puerta del Sol. La memoria fotográfica de los vencidos de la guerra civil y de sus herederos y descendientes. Esa fue la principal fuente de inspiración del 15-M. ¿Le vieron las orejas al lobo en la Zarzuela? ¿Se las vio el entonces príncipe heredero en el encontronazo que tuvo -aventado en los medios- con una joven indignada por las calles de Pamplona? Es lo que cabe conjeturar a la vista de la evolución de los acontecimientos que parecen sugerir que se hayan aprendido bien aquella lección tan crucial de nuestra historia de una efemérides que marcaría el comienzo de la guerra civil española (que todavía dura)Sin duda que le vieron las orejas al lobo, y se las vio en concreto el entonces príncipe heredero en el incidente tan surcado de (malos) presagios que provocó una joven indignada -hoy político destacado de Podemos- a las pocas semanas de la eclosión del 15-M, que se cruzó con él en plena vía publica en Pamplona y le espeto a las claras a modo de despedida un estentóreo viva la república. Indignación dentro de un orden -el que estipula la actual constitución (monárquica)- fue sin duda la consigna que presidido la operación del lanzamiento de Podemos aventada de forma tan espectacular por los medios como no habrán dejado de señalarlo (y denunciar) algunos con notable estruendo.
Y que la operación se vería coronada por el éxito parece corroborarlo el resultado de las elecciones del pasado 26/J donde la coalición Podemos (Izquierda Unida) habrá mordido el polvo de la derrota. No tan rápido, dirá tal vez alguno de lo que lean estas lineas. ¿Acaso el partido no se terminó aún ? Es lo que cabe augurar, es cierto, ante la actitud de Pedro Sánchez -erigido en árbitro de una de las posibles soluciones a la crisis- y es que tras la experiencia de las elecciones del pasado mes de diciembre y de la sesión (fallida) de investidura que se seguiría que muchos españoles vivimos como un auténtico sicodrama) no hay que ser un lince para vaticinar –tal y como se está presentando las cosas,la vaivén de las sucesivas declaraciones y posicionamientos- que Zetapedro parce decidido a morir con las botas puestas, léase arrastrando con él a su partido en un fracaso y en una derrota que no dejarían de sellar una hipotética repetición de las elecciones.
¿El calculo último, la última carta, la baza suprema -en la jugada maestra y genial- del Don Tancredo de Pontevedra? Y a fe mía que no nos quede tal vez otra opción más que esa
1 comentario:
la fijacion o mania por el color morado, utilizado tambien por el partido de Pablemos y por las feministas radicales,
lo esta utilizando ahora y hasta el dia 24, en Oviedo, el Psoe, para hacer una exposicion y homenaje a INDALECIO PRIETO, con el eslogan de LA RAZON EN MARCHA...
Despues de haber ordenado celebrar el dia del orgullo marrijon adornando 28 arboles del paseo de los alamos con banderas del orgullo ese, ahora en las calles principales hay anuncios del homenaje al socialista que se llevo a Mejico el tesoro de la plata de las cajas de ahorro en el buque El Vita.
Lo peor de usar esa pretendida bandera republicana, pues la Primera Republica consevo la bandera Roja y Gualda, es que divide y enfrenta a los espanoles...
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