En la foto, Donald TRUMP con su esposa (Melanie) y su amigo, Jeffrey EPSTEIN -magnate y play-boy judío/norteamericano, por quien le viene el escándalo ahora-, y al lado de éste su novia británica, Ghislaine MAXWELL, en la picota de los medios también, y en prisión, a las ancas de aquél
Aquí ya escribí repetidamente -aunque hace mucho tiempo- sobre la obra y la figura del autor norteamericano James ELLROY, niño mimado y perro rabioso a la vez ("enragé") de la literatura "en negro" -género novela/negra ("hard-boiled", policiaca)- en los Estados Unidos. Y me parecen hoy tanto él como su obra -o una parte de ella más bien (su trilogía Underworld USA) (*)- el marco adecuado y a la vez imprescindible a la hora de abordar -sin haber vivido en los States- ese gran escandalo de la actualidad USA , que son las revelaciones anunciadas y a punto de caer de la (llamada) lista EPSTEIN -del nombre del célebre magnate norte/americano, condenado antes de su muerte, reo de delincuencia sexual, y muerto suicidado (?) en prisión- y de la amenaza que representan, la más grande quizás que habrá tenido que afrontar en su larga trayectoria y en particular en su (doble) mandato presidencial Donald TRUMP, tanto que están a punto -"si el tiempo no lo impide"- de dar cuenta de él y de su presidencia y toda su trayectoria.../...
Sam GIANCANA (24 mayo 1908-19 junio 1975, muerto asesinado) Jefe de la Mafia ítalo/americana de Chicago. Según ciertas fuentes y autores -James ELLROY entre ellos- fue responsable del magnicidio de DALLAS (discutible), después de haber contribuido decisivamente a la elección presidencial de John Fitzerald KENNEDY. En conversación con uno de sus ayudantes, James ELLROY le hace decir:" ¿Sabes? Lo que más me molesta de esos (cubanos o hispanoamericanos) es que se creen tan blancos como nosotros". Odisea dantesca en las novelas/negras de James Ellroy, la Historia de los Estados Unidos (en los dos últimos siglos). Como lo demuestra el escándalo EPSTEIN. Como (en ese mismo periodo) la Historia nuestra española
.../...En su trilogía mencionada -mitad Historia, mitad ficción- , acusa James Ellroy, de ser responsables y autores del magnicidio de Dallas, a la mafia ítalo/americana y en particular, al jefe mafioso de Chicago, Sam GIANCANA. A los que él atribuye un rol estelar y un protagonismo del primer orden en la historia y en la crónica de actualidad política -en los dos últimos siglos- de los States eludiendo u orillando así (¿ex professo?) el papel y la influencia de otros agentes mayores -en ese enfoque (de novela/negra policiaca)- a saber, de otros agentes mafiosos, léase de la Mafia irlandesa y, last but not least, de la Mafia judía -a las que también menciona (colateralmente) en sus novelas. Y a su vez, el magnicidio de Dallas (22 noviembre 1963) se ve recientemente esclarecido en artículos de la misma prensa israelí- y en flagrante contradicción del referido novelista norteamericano- que apuntan a una (plausible) propia responsabilidad en aquello, y en particular a la (misteriosa) coincidencia -en vísperas mismas del magnicidio (24 de julio 1963)- de un telegrama de felicitación de JFK al nuevo presidente israelí, Levi ESHKOL, a modo de advertencia -y en repetición de una primera, hecha (en persona) al predecesor de aquel, David BEN GURION-, de querer supervisar en la central de DAIMONA, el rearme nuclear israelí.
Ghislaine MAXWELL, hija del magnate de la Prensa en los States, Robert MAXWELL, amiga de Mélanie, mujer del presidente, y pareja -de nacionalidad británica- de Jeffrey EPSTEIN, en prisión, condenada tras los pasos de aquél ¿Mujer/araña o mujer fatal y providencial de la que depende el destino de Donald TRUMP?
Y en ese contexto emerge irresistiblemente ahora la figura del magnate judío/norteamericano, de una aura tragica y estelar al mismo tiempo. Delincuente sexual, así lo presentan los medios, léase (leyéndoles) pederasta -en español-, y en otras lenguas, pedófilo (sic), como una llamada a la prudencia y a la circunspección. Pederasta y pedófilo son en verdad palabras mayores, de un uso y un significado polisémico (sic) -según las lenguas y los países- y como tal, balas malolientes ("boules puantes", en francés), como armas arrojadizas de lo más temible o sea, que hay que manejar con cuidado, en consecuencia. Que el magnate por el que viene el escandalo ahora, y del pedigrí que vienen por su cuenta aireando los medios, resulta (ser) un gran seductor -hasta el punto de traspasar ciertas líneas rojas (del proxenetismo, de la delincuencia sexual)-, todo lo manipulador y abusador (sic) que se quiera, pero no (mucho) más que eso. A lo sumo, un conquistador de lolitas que pululan como enjambres de mariposas en el show business y en la vida de todos los días de los States.
Donald TRUMP y Jair BOLSONARO, anterior presidente del Brasil, perseguido encarnizadamente hoy por su rival, presidente LULA, y por su enemigo cerval, presidente del Supremo, Alexandre DE MORAES. Y la defensa de BOLSONARO por parte de Donald TRUMP, amenazando al gobierno de LULA -acusado de "caza de brujas"- con subida de aranceles, coloca fatalmente al presidente TRUMP del buen/lado de la guerra civil (sic) que sacude al subcontinente hispano/americano - y arrastra una componente innegablemente racial (sic) en el Brasil. NUESTRA GUERRA CIVIL
(*): En particular, de sus títulos "America" ("American tabloid") y "Seis de los grandes" ("Six thousands dollars")
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