Juan Pablo II (papa Wojtyla) padre en el Concilio Vaticano II. Portavoz del sector de países del Este, del ala "marchante" (progre) de aquella magna asablea en nombre de una "narrativa" del conflicto comunismo-anti-comunismo -como un simpe maletendido linguistico (tras el término de "humanismo"), objeto apenas de dialogo ("spotkania" en polaco)- en las antipodas de la que los polacos -en la prensa "mainstream", y con "su" papa al frente- nos quieren vender hoy, ferozmente anti-comunista, a la sombra de la guerra en Ucrania. Pero ya NO NOS LA DAN
Fue una de las impresiones que más me marcaron y más fuertemente grabadas en mi se quedaron en la larga travesúa en solitario que me impuso el fenomeno único en la historia del estrellato mediatico (Starpower) del papa/polaco. De lo que podriamos llamar el espejismo eslavo, especie de Fata Morgana del otro lado de la frontera entre la Europa del Este y la del Oeste, que les llevaba a proyectar en su propia óptica (eslavo/oriental) tanto el pasado histórico como la actualidad del presente más rabiosa y más candente de los paises occidentales. Y es lo que me ocurre al instante leyendo el reportaje en varias páginas del diario Le Figaro de hoy sobre la guerra de memorias subyacente en la guerra en Ucrania, un tema del que ya me ocupé largo y tendido en este blog en una de sus mas recientes entradas. Una guerra atroz sin piedad tal como la vivimos y padecimos décadas durante de este lado de la frontera aquella, en un corolario a penas -en el plano memoristico- de la lucha de clases a escala mundial, detonante último, decisivo, de las dos ultimas guerras mundiales.
Y en la optica eslavo/nacionalista, ya sea en clave polaca o polaco/ucraniana, ello viene a traducirse en cambio en una especie de vídeo/juego o un puro espejismo o ilusion -en francés "vue de l'esprit"- con todas las cartas en su mano, siempre de buenos de la pelicula en el cuento de buenos y malos que es para ellos la Historia y en particular la Historia contemporánea de la que ellos son únicos y exclusivos detentores, yendo asi mundo a través de donantes de lecciones (a occidentales de preferencia) de la mayor profusion.
En el Concilio Vaticano Segundo no obstante, donde se jugó el destino de los principales países occidentales (católicos por propia definicion) -ya me expliqué largo y tendido al respecto en este blog- la "narrativa" era muy otra. Un simple malentendido lingüístico más que otra cosa (tras el término de "humanismo"), lo que decían que se escondía en el conflicto irreductible comunismo -anti-comunismo, tal como lo logró imponer en la masa de padres conciliares el ala "marchante" (progre) -frente a la minoría tradicionalista- en la que destacó el protagonismo mayor y discreto a la vez (entre bastidores) de los padres aquellos procedentes de países de Europa del Este, polacos mayormente entre aquellos, y entre todos el que se haría (en la mente de todos mis lectores) con el santo y la peana (de premio ganador)
Y ahora que pintan bastos con la guerra patriótica, para todos aquellos paises mediadores entre nosotros y Rusia, la "narrativa" de reemplazo surge a la venta (en almoneda) inconteniblemente en los medios de la prensa "mainstream", y en forma avallasante (y feroz) Una lucha a vida o muerte, en choque de culturas, de civilizacion lo que fue -en el frente del Este al menos- la Segunda Guerra Mundial, en la que Polonia y Ucrania y en menor medida Lituania y los demás paises bálticos cumplieron el rol de héroes y de mártires (of course) Y todo suena hoy muy bien, muy persuasivo y muy elocuente, pero ya no nos la dan. Quién se acordaba de Katyn -del nombre y mucho menos aún de la version que de aquello se dio? Cuatro gatos, "diez y siete" (entre ellos yo)
Y ahora en cambio es plato fuerte de la guerra de propaganda anti-rusa, como lo ilustra el referido artículo de "Le Figaro", Katyn y otro episodio más espeluznante aún (o así al menos nos lo venden) de lo que nunca oímos hablar. Putin maestro ("en jefe") de una re-escritura de la Historia como así nos lo están queriendo vender? Cubriendo ese desguarnecido frente como buen estratega a penas. Y quién se lo podrá reprochar? Un poco de cordura por favor! Como la que muestra -oh sorpresa!- el papa Francisco en su lección de historia reciente sobre la Grande Rusia -y sus dos grandes figuras Pedro y Catalina- que habrá desatado un rechinar de dientes del lado de Ucrania y entre la bien-pensancia mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario