Un polvorín el Níger -en el Sahel- a punto de explotar? Bajo la amenaza de la intervención militar extranjera en nombre o por cuenta de la democracia, diosa de anchas espaldas-en los países circundantes, de Burkina Fasso o del Mali y paro de contar). Infringiendo así vieja tradiciones de putschs o golpes de estado -"coup de force" en francés (dixit Charles Maurras) vigentes y omnipresentes en Africa ("noire"). Y en el marco de la rivalidad geopolítica franco/rusa, en los estertores del orden/mundial democrático y al alba de un nuevo/mundo multi-polar
Níger y no Nigeria, aviso a los que se adentran a cuerpo limpio, como aquí lo estoy haciendo yo, en los problemas y conflictos del Africa subsahariana, Africa negra, con perdón de mis lectores, y a riesgo de herir susceptibilidades. Por lo de negro (sic) en español, que lo de "noir" o incluso ""nègre" está no tan bien visto (entre ellos) como lo de "black", pero no tan mal como nuestro adjetivo, convertido en sanbenito o etiqueta de predileccion sinónimo de esclavitud, de racismo, de xenofobia, de supremacismo y que sé yo. Y para más inri (y sé de lo que hablo) transcrito en español, o como les suena más bien a ellos (ne-gró). Tal como de ello me pude percatar en la larga cohabitación con un muchacho del Kassai -ex-Congo belga- trabajando codo a codo los dos en campos de labor, Lo que me reí yo de sus aspavientos y de sus mirada de (auto) desprecio y de verguenza ajena, de esos campos ("ces champs" decía con sonrojo y risas sofocadas él) que le parecía una grave deshonra, lo de escardar, de plantar y de colectar (y vuelta a escardar), a falta (nota bene) de pesticidas, atención, u otros productos químicos, en aquella explotacion biológica, durante dos temporadas (saisons) completas, en las vías de reinserción (sic) que el destino aqui en Bélgica me deparó. Y no fue sólo alli, que en la larga travesia de mis años de expatriación tuve otras ocasiones de contacto directo cara a cara sin intermediarios con esa parte de Africa y sus africanos, gran laguna u olvido en la memoria (siempre viva en mí) del Imperio español. Con emigrantes o inmigrantes (noirs) del Africa occidental -Senegal, Guinea-Conakry, Camerún) francófonos, y también de Sierra Leona (anglosagona) a modo de excepción. Y también de Mauritania como lo era aquel capataz de todos aquellos jornaleros con los que trabajé, y cohabité dia y noche -bajo la mismas tienda (grande) de lona y al ritmo de oraciones (ellos) y despertares (a media noche) (de todos) que nos imponía la ley islámica, sin nada de malo -ante mi profunda aprensión en los inicios lo confieso- qué señalar. Todos como por casualidad de la etnia peul, ahora en el primer plano de la actualidad) Casi azul (añil) de brillo a fuer de negro (con perdón) aquel simpático capataz, y más simpatico y amistoso y jovial y acogedor aún pronunciando de forma perfecta -a la hora de explicarme mientras cenábamos (de chuparse los dedos el guiso de arroz con carne aquél!) bajo aquella tienda- la geografia de su tierra natal. "Rio de Oro, Rio de Oro!", pronunciaba (perfectamente) él, con visible delectación, mirándome muy fijo a los ojos, en lo que se sentia una cierta e indisfrazable añoranza (de aquel pasado español) Otra vision distinta de la de Francia en resumidas cuentas, y era de aquella -propiamente "portuguesa"- que mis años de encarcelamiento me legaron, de una memoria ajena, o una vista "desde fuera" (du dehors"), no exenta de empatía, y a la vez de aversion y hostilidad a la descolonizacion/salvaje que echó tierra y más tierra ´-de oprobio y de olvido- sobre aquel pasado "ultramarino" colonizador en claro/oscuro, de luces y no sólo sombras (dicho sea de nuevo con perdón). Un preámbulo, de justicia obligado, a modo de descargo a la hora de poner las cartas sobre la mesa en el análisis que aqui vierto de esa grave crisis internacional que se anuncia, al borde como nos sitúa -y no hay que ser un lince para verlo- de una nueva (la tercera) guerra mundial. Que los ataques con los que arremete el jefe del grupo Wagner, Prygozhine (todos mis respetos otra vez) -contra "los antiguos colonizadores" y "el pasado colonzador"- me habrán movido a circunspeccion. No son Occidente (sic) los rusos, en su visión o mirada ruso/ortodoxa/oriental o eslava -historico/confesional-, pero no son menos blancos (sic), occidentales o sea, vistos desde "allà" y bajo ese prejuicio (en negro) descolonizador. Y es que el pretender ahora suplantar o reemplazar o sustituir la presencia francesa en el continente "noir" a estas alturas de la historia, hay que enfocarlo y enjuiciarlo sobre todo en clave geopolítica, ley de guerra, y más aún (si se me apura) como secuela fatal de la guerra en Ucrania y de sus riesgos de internacionalización.
Pero hay otro tema subyacente en esta crónica de actualidad rabiosa que nos ofrece la crisis en el Niger. Y es la del mercenariado (sic), y del rol de los mercenarios en el primer plano de la actualidad ahora, y en una vision historica o retrospectiva además. A riesgo -soy expresándome así plenamente consciente de ello- de infringir un espeso tabu, y es el que rodea a uno de los principales postulados en los que reposa desde el 45 el nuevo orden mundial. Cuando el empleo de la fuerza (sic) acabó convertido en reserva o monoplio en exclusiva (sic) del Estado, léase de los estados democráticos que para eso ganaron la guerra (elemental) * Una negacion -una de más- en el nombre o por cuenta de la democracia (y de su nueva religion)-, de la Historia con mayúsculas, del trancurso historico y del innegable protagonismo mayor de ejércitos privados o semi-privados en forma (o no) de milicias (sic) en los hitos históricos principales de los que guardamos memoria fiel (y por qué no?)
Y aquí entre de nuevo una óptica o memoria óptica o visual -como la de Umbral sobre la guerra civil- que es la mia propia. La de aquel (o sobre aquel) mercenario británico, veterano oficial de su Graciosa Majestad, y de su nombre de guerra -Max de KERMORVAN- que conoci hace años (como ya aqui repetidamente lo evoqué) en los estudios de la cadena de televisión francesa TF1 durante un programa de "reality show" en el que intervenimos los dos, que contó su dramática experiencia (entre otras) de cómo se salvó (por los pelos) tirándose de cabeza en la plataforma de aterrizaje de un avión, motores ya en marcha y a punto de despegar, en una tentativa de putsch (abortado) contra el gobierno (izquierdista) de entonces en el Benín, el espanto aún rememorand aquello en la mirada, que no olvidé, como no olvidé el apretón amistoso y cordial de manos que me brindó entre bastidores tras mi intervencion. Y de aquel otro mercenario jefe de mercenarios y "el último de los mercenarios" como asi habra entrado en la leyenda -y en el primer plano de los medios- y me refiero al francés Bob Denard, del que oi hablar mucho en la boca de alguien, un belga (ex paracomando) que estuvo y combatió a sus ordenes en algunas de las principales operaciones de su rutilante trayectoria, y del que leí poco días antes de su fallecimiento sus declaraciones a los medios con ocasión de la visita papal a Bélgica del papa (estrella) Juan Pablo II, discutido decía él ("contesté") a la izquierda y también, decía él en un testimonio inédito hasta entonces en el estrellato mdiático aquél (doy fé)- a la extrema derecha (sic), y a fe mia que me senti en el derecho de darme con aquello por aludido (quién me lo podra negar?)
Por todo eso y más observo y enjuicio con circunspección los acontecimientos de los que se está viendo teatro el Níger, país rico en uranio (atención), y blanco de las codicias de las grandes potencias, como analistas agudos africanos incluso no habrán dejado (fuera de toda sospecha) de observar. Respeto a la integridad territorial del Niger estado soberano (hasta prueba de lo contrario)! Y a las tradiciones -entre ellas la del putsch nota bene- de los países del Africa subsahariana! Al final del nuevo/orden mundial (democrático) y al alba de un nuevo mundo multi-polar
Bob Denard, "el último de los mercenarios". en Africa y en el Yemen. Ultimo testigo de la larga tradicion -de caballeros, de condottieri", de señores de la guerra- que surca (y honra) desde sus incios -antes y después de la Revolución francesa- la civilización occidental. Que gravitó no lejos de mi travesía y mi trayectoria, por qué será? (...)
(*): Con una (gran) excepción que confirma la regla, en el país (los States) por encima de todas las reglas (por propia definición) IIa Enmienda a la Constitución (15 diciembre 1791): "Siendo necesaria una milicia bien organizada a la seguridad en un Estado libre, el derecho a portar armas no se debe violar"
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