La cruzo -siempre esper(á)ndo(me)-,
"hablas muy fuerte, mujer!
Y de ojos como platos
siguió hablando fuerte igual (j....!)
Y sus ojos siempre en flor
y sus pendientes, brillantez!
y una risita inocente
que hace bramar (y "correr")
Que ellas, qué bien lo saben!
en su pulso a ganar o a perder
contra otras compañeras,
"clarín del miedo en Flandes", lo ves?
Del "miedo" al macho/cabrío
o a la mujeraza niña (y cruel):
del arte de la lidia alegre
que nos hace a todos renacer
de la tristeza y del desánimo
del "miedo" -oh sí!- a la Vejez
o a las jovenes y viejas
(con ganas aún de beber)(...)
que no estoy hablando en serio
es sólo un juego de ajedrez,
de damas blancas y negras
negras del mejor jaez
y blancas y rubio/azules,
qué inocencia y altivez!
de las de dejarte a ti mudo
de su belleza (y su desdén)
Y grito a la virgen "campestre"
"Estáte en lo que estás, pardiez!"
devorándome de sus ojos,
que así es, como debe ser
Que trotas de tus miradas
y tu voz se echa a correr
por los patios y pasillos
y el sol parece de pronto arder
Qué pedazazo de hembra!
de labios de hambre y sed!
que de ti todo lo llenas!
y te llenas de mí a la vez!
(que contigo mi amor, QUÉ HACER?)
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