Demmin, en Pomerania occidental, más de mil suicidios en la población civil (de un total de quince mil habitantes en la localidad) , de arranque de la ola que sacudió los territorios (alemanes) de la Prusia Oriental tras el derrumbe del frente deL Este y la embestida del Ejército Rojo al final de la Segunda Guerra Mundial. Holocausto alemán
Cuento cruel, como los de Villiers (Philippe Villiers de l'Islle-Adam, el ant-Goethe, francés e hispanista oh sorpresa! por demás) Y en tiempo -ay dolor!- de Navidad. Y es el relato del último libro -de los que compré hace unos dias en Madrid- que me quedaba aqui por reseñar. De la ola de suicidios que recorrió como un viento helado la Alemania vencida justo antes del final. Derrota total, y al pie de la letra, como solo parece capaz de hacerlo y de cumplirlo el genio (Geist) del pueblo alemán. Como una travesía del desierto o mejor como un cruce a solas del río del Tiempo, el que me empeñé con la laectura y tras la lectura de esta obra -idemne e inmune- de atravesar. Obligado a abrirme paso como entre matas de ortigas o zarzas espinosas que es lo que eran para un lector inadvertido e indefenso (servidor) los detalles espzluznantes a fuer de minuciosos e inagotables del relato, a años luz de la narrativa en curso (la del pensmiento único en el tema. Como un filmar -del tipo del de la nueva ola-, el de una espantosa tragedia y el de una cámara no como las otras, la de una memoria visual (...) Y en España, los españoles mientras tanto? celebrando la fiesta, de la victoria. Coágulos de sangre -insuperables- en la memoria de un español no (del todo) como los otros! éase de un hispano alemán, minoría étnica o como si lo fuera que es asi como decido asumirme tras esta lectura crucial (...) Del relato de la expulsión -un eufemismo apenas- de todos los ncúleos o conglomerados de población alemana al este de la frontrera (natural) del Oder-Neisse por el empuje del avance (imparable) del Ejercito Rojo y el hostigamiento y persecucion -implacables, sin piedad- de la población polaca de esas mismas zonas ajustando cuentas pendientes -de la noche de los tiempos, de la historia- en la hora del juicio ("final")Y que me perdonen los celadores de la memoria de su/santidad (...) De lo que ya había leído -como no lo dejé aqui de registrar- en historiadres (profesionales) de la "historiker streit", con igual de minucioso etalle, pero no con nombres y apellidos y rostros fotograficos (o igual casi) -como lo leo ahora el alma partida en dos y como aqui estoy tratando de explicar (...) Como una ópera wagneriana en actos de la que el bombardeo de Dresde -que evoqué en mi ultimo libro "Krohn el cura papicida"- viene a ser como el preludio ("a una noche total") Ola de suicidios en Alemania en guerra en el añop de 1945, nada, n pio en español en los años largos ya que llevo divagandp (inconsolable) spbre el tema. Por qué será? Adivina adivinador, como decaímos en los juegos de niño de mi memoria y de mi país natal (....) Pero que estas diciendo o insinunado -que parece que ya les estoy oyen,do- que holocausto no hay mas que uno y esos (otros) tuvieron que lo se merecian (que no hay mas que hablar!) Holocausto alemán, la fórmula (incantatoria) que nos fataba y que alguien tenía que escribir o pronunciar (...) Y si dudas o escrúpulos aún nos quedaban, no hay más que repasar el capîtulo que en esa obra se dedica al tema -léase el de la guerra de cifras o contabilidad de damnificados o de daños y perjuicios, en los que nos faltan rápido los dedos de la mano echando cuentas, como lo confiesa tímidamente el relato hablando de la barrera de los cinco digitos (sic) con precaución o cautela, como algo (una línea roj) a no sobprepasar (...) Cien mil víctimas (cien mil) en el primer episodio de suicidios colectivos que dio paso a la ola, en Demmin, importante ciudad cargada histpria y de arte y de arquitectura y rodeada (fatalmente) por tres rios - como una premonición- en la Pomerania alemana (o si se pefiere "alemana/oriental") Mas de mil suicidios -conforme al relato tan precavido y cauteloso en ese tema que aquí nos es dado el registrar, los que dejó de saldo humano la ruptura del puente -a manos de la Wehrmacht- de cara a la embestida del Ejército rojo y que hizo de la ciudad hanseática abarrotada de refugiados una trampa o ratonera fatal (...) Allí y en ciudqades de su entorno como Greifswald cuna (prmepniotoria) de Caspar David Friedsrich, el gran pintor roman;tico alemãn. Suma y sigue. Casi tres millones de civiles (p.132) se encontraban en la capital del Reich poco antes de la batalla de Berlin, de los que dos tercios eran mujeres y el otro tercio niños, adolescentes y hombres de más de sesenta años (...) , que llevó a miles de personas al suicidio, mientras un predicador evangélico (y a sus ancas, el autor de esta obra memorial) condenaba la epidemia (sic) -como conjurando así la otra epidemia, la de la compasión (díxit Niezsche, en el Anti-Cristo)- desde el púlpito de la Iglesia imperial -St Paul Kirche- en el centro de Berlin, destruda en un bombardeo y reconstruida después de la guerra, al final de la gran avenida que la recorre de una a la otra punta, la célebre (y antes tan prestigiosa) Kurfürstendam que yo me recorri -entre polvo y transeúntes, como una (gris) alameda de extrarradio-, como un turista más tras la caída del Muro de Berlín, a años luz de la realidad, dirá aquí alguno. De la atmósfera que se vivia entonces, eso desde luego, en mi España natal (...) "Nuestra visión del mundo (Weltanschaaung") es un asunto del corazón. Los sentimientos son más importantes para nosotros que la razón, del eslogan de las Juventudes Hitlerianas en 1934. Por donde algo puedan empezar a ser capaces de entender algunos, de todo lo que en este relato se vierte a través de las mallas del pesmiento único, del que parece preso y maniatado el conjunto del pueblo español. Y fácil para ellos pues de entender las razones del corazón -que la razón no entiende- que llevaban a mi compasión y a mi empatía en una sola direccion. Blanco y en botella como se dice en lenguaje castizo y actual. A la hora de fin de año (2022) en que el mundo cambió (sic) -como lo anuncia (en guisa de balance navideño) un mensaje circulando por la red- tras la guerra en Ucrania (u operación/especial).
En la que me esforcé -aqui todos son testigos- por ponerme del lado de la Historia como Vladimir Putin, sin renegar ni un ápice de mi Memoria, de la que doy tesimonio aqui, faltaría más. De la historia de un pueblo ruso que me niego y me resisto a identificar con la revolución de Octubre (bolchevique) ni con los vencidos de nuestra guerr civil en el 36. Errare humanum est, y si los rusos -o ruso/soviéticos- se equivocaron en España entonces, no es razón ninguna para desearles la misma suerte que se vio reservada el pueblo alemán -al que me unen lazos de sangre y de solidaridad cultural- al Este del Oder-Neisse sobre todo. Que ellos despues de todo no fueron los desencadenantes de la guerra, no más desde luego que el Congreso Mundial judio que declaró la guerra a Alemaia antes de que esta empezara y de la invasión de Polonia. Y en el nombre de José Antonio al que hicieron pagar caro -con el suplicio de una pasión y muerte inhumanas- su visita a Berlín, que ese fue el motivo o pretexto de su condena en tribunal. Y un mensaje de paz a todos -lo que quieren ser estas lineas- y de feliz Navidad!
Crónica de las violaciones colectivas del Ejército Rojo tras la batalla de Berlín (por la periodista alemana Martha Hillers). Ley de guerra -vae victis!, dura lex sed lex- o tradición nacional (rusa) de hacer -y sufrir- la guerra: ninguna necesidad pues de conjurar la compasión con las inevitables pamplinas culpabilizantes del Pensamiento Único -"lo merecieron", "se lo buscaron"- , que fueron el precio de peaje de la edición -y traduccion (al francés)- de esa obra esencial
(Como un regalo de Navidad) Obra cumbre de Caspar David Friedrich (1774, en Greifswald, junto a Demmin, -tierra natal de Toni Croos (...)- + 1840, en Dresde), el gran pintor romántico alemán. Romanticismo trágico en el genio (Geist) histórico aleman y en su más cruciales hitos históricos
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