lunes, agosto 20, 2018
Amaneceres que cantan
¡Amaneceres que cantan
En mi vida (y mi esperanza)!
Que se toma un tris de reposo
De respiro en la encrucijada
Que brinda el fin del trayecto
U otras tantas y tantas jornadas
¡Treinta años mi dulce amor
que dura ya esta cabalgata!
Como si fuera ayer o anteayer
a ojos de un alma asustada
Antes de la grande prueba
Y era de puro joven, desorientada
y antes de ir el mundo a través
De banderas desplegadas
Como voy ahora, mi amor
En la soledad más brava
De los amaneceres desiertos
De la noche dura y blanca
¡Soledades del héroe
Hasta la locura inhumana!
Que se destapan al gran día
Cuando nos vienen mal dadas
Cuando lo vi amor reflejado
En la soledad de mi alma
que me empujará hasta el cielo
Y mueve y tansporta montañas
Cuando te alejaste tú de mí
Mujer suelta, descastada,
Y lo vi todo de negro
Entre tormenta y bonanzas
Y ahora lo veo todo azul
Todo en paz y orden (y en calma)
Y mi corazón se enciende
Mientras la hoguera se apaga
La guerra que tú trajiste
Al cabo de las montañas
Que fijó mil plazos en mí
Y tiene su horas marcadas
¡Cuando suene mi hora por fin,
cuando se oirá por fin mi carcajada!
(después de tanto luchar y gemir)
Por mi y por ti y tu rival (...) Desesperada (...)
(¡Amaneceres que cantan
y ríen en lontananza!)
En mi vida (y mi esperanza)!
Que se toma un tris de reposo
De respiro en la encrucijada
Que brinda el fin del trayecto
U otras tantas y tantas jornadas
¡Treinta años mi dulce amor
que dura ya esta cabalgata!
Como si fuera ayer o anteayer
a ojos de un alma asustada
Antes de la grande prueba
Y era de puro joven, desorientada
y antes de ir el mundo a través
De banderas desplegadas
Como voy ahora, mi amor
En la soledad más brava
De los amaneceres desiertos
De la noche dura y blanca
¡Soledades del héroe
Hasta la locura inhumana!
Que se destapan al gran día
Cuando nos vienen mal dadas
Cuando lo vi amor reflejado
En la soledad de mi alma
que me empujará hasta el cielo
Y mueve y tansporta montañas
Cuando te alejaste tú de mí
Mujer suelta, descastada,
Y lo vi todo de negro
Entre tormenta y bonanzas
Y ahora lo veo todo azul
Todo en paz y orden (y en calma)
Y mi corazón se enciende
Mientras la hoguera se apaga
La guerra que tú trajiste
Al cabo de las montañas
Que fijó mil plazos en mí
Y tiene su horas marcadas
¡Cuando suene mi hora por fin,
cuando se oirá por fin mi carcajada!
(después de tanto luchar y gemir)
Por mi y por ti y tu rival (...) Desesperada (...)
(¡Amaneceres que cantan
y ríen en lontananza!)
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