jueves, marzo 24, 2016

TROPAS DE BACHAR, YA EN PALMIRA

Imagen difundida hace unas horas por una cadena de televisión alemana, del avance hacia Palmira de las tropas de Bachar el Assad. Un poco más tarde, la noticia de la toma de la ciudad milenaria se vio confirmada por la cadena de televisión francesa LCI (La Chaîne Info) Palmira es la llave del gran desierto de Siria y su toma abre acceso para las tropas del régimen al distrito de Deir ez-Zor controlado en gran parte por los yihadistas, y a Rakka, capital en Siria del Estado Islámico. La deterioración de la situación de EI en el plano mlitar tiene sin duda mucho que ver con la ofensiva del terrorismo islámico en suelo europeo, y concretamente en las atentados de Bruselas
La toma -o a punto de consumarse, cuando escribo estas lineas- de la ciudad milenaria de Palmira, famosa por sus ruinas antiguas, trae a la luz el cambio radical en el curso de la guerra en Siria. Tras el anuncio hace unos días de la retirada rusa, la liberación de Palmira de manos del Estado Islámico viene a disipar rumores de desavenencias entre el Kremlin y el régimen de Assad que especulaban con estrategias militares y diplomáticas divergentes de un lado y otro con vistas a la continuación del conflicto.

El ataque frontal contra el EI coincidente con la ofensiva del ejército iraní sobre la ciudad de Mosul (Norte del Irak) -convertida en capital (suní) del Estado Islámico desde su captura hace más de un año- permite presagiar el curso que tomarán las conversaciones de alto nivel en Ginebra bajo al auspicio conjunto de rusos y norteamericanos, a saber una solución diplomática para la rebelión anti-Assad de tendencia moderada, como lo ilustra la calma registrada desde el anuncio de la retirada rusa en las zonas del frente controladas por aquella, y es a costa del Estado islámico que vendría así a hacer de chivo expiatorio de la cooperación ruso norteamericana en un momento que la opinión publica de los países occidentales se encuentra fuertemente traumatizada por los últimos atentados marca EI, como los que tuvieron lugar el pasado martes en Bruselas.

Una pregunta inocente -llegados a este punto- se hará tal vez algún lector, como me la hago yo mismo. Y es en qué medida la evolución del conflicto sirio puede afectar a crisis en curso en la política española. De todos son sabidos los lazos que unen al partido emergente Podemos -de un papel e influencia determinantes de cara a a la eventualidad de un gobierno de izquierdas (presidido por Pedro Sanchez)- con el Irán, un país beligerante -en el bando pro Assad- de la guerra en Siria. No menos sabido lo es la postura intransigente de los socialistas franceses -y en particular del presidente socialista francés François Hollande- en contra de Assad en el que vieron siempre desde los inicios de la guerra en Siria un obstaculo insuperable con vistas a una solución del conflicto.

En la medida pues que la posición del régimen sirio y de su mandatario supremo se habrá ido reforzando en las últimas semanas, en esa misma medida el protagonismo iraní se habrá visto reforzado en el conflicto en un sentido inversamente proporcional al del del gobierno socialista francés, que se habrá visto simbólicamente relegado de las conversaciones de Ginebra Es fácil pues de prever que las presiones de fuera vayan a brillar por su ausencia en favor de un eventual acuerdo in extremis entre Podemos y el PSOE con vistas (eventualmente) a una nueva sesión de investidura.

Por culpa de la evolución del curso de la guerra en Siria, que refuerza así los pronósticos de una salida electoral de la crisis política española

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