lunes, septiembre 07, 2015
Secretos de la Aviación (poesía en domingo)
¿Elegir bien los amigos ?
Yo diria los enemigos
Ars magna, suerte suprema
y rara sabiduría
y apuesta de a vida o muerte
tuya y de tu « compañía »
Un juego de puntería
contra el blanco más difícil,
y de ahorro de energías
¿Me pierde acaso la tecla
o me salva la poesia?
Enigma y dilema imposible
de una Información sin bridas
que sólo acierto a zanjar
marcando un rumbo a mi vida
¡Canta poeta canta
mientras nazca el sol y ría,
que te hace volar y volar
y alcanzar metas y cimas !
Que es más recio el despegar
y azaroso y arriesgado
que el aterrizar al final
como lo probó Leon Degrelle
en aguas de San Sebastián
¡Secretos de la aviación
que los míos me transmitieron !
Saber despegar con poco,
poco espacio y poco tiempo,
arte de despegarse en suma
de correas y de aparejos
y de equipajes aciagos
¡Pobre Sanjurjo (un respeto) !
Saber despegar a tiempo
y aterrizar a tu antojo,
cuando lo manda el honor,
cuando la guerra lo exige
o así te lo pide el cuerpo
Vivir entre vuelo y vuelo,
siempre en el aire a caballo
entre una patria y el extranjero
Entre dos mundos cercanos
¡y tan lejos al mismo tiempo !
¿Handicap o ventaja?
¿Qué? Gran oportunidad (chance)
sólo para aventureros
que no es de desaprovechar
sino de agarrar al vuelo
y asi librarte de enemigos,
del más arrogante de ellos,
sorprendiéndole entre nubes
de un tiro pronto y certero
Como lo intentó Alpoim Galvao
(héroe del Estado Nuovo),
como tú sabes hacer, Juan,
diego/valor hecho y derecho,
pez volador, nato/aviador
¡Sin ni siquiera saberlo!
No lo dudes ni lo pienses
¡Al ataque Juan sin miedo !
¿Qué? ¿Miedo yo? ¡Jas jas jas jas!
¡Un poco de decencia y respeto!
Una chiquilla o lo pareces,
sí, no te rías, guasona,
¡Menuda chiquilla eres!
Que sabe jugar con hombres
entre risas y dobleces
presta a todo, a todo, sí,
por el hombre al que (más) quiere
que entró de golpe en su vida
una tarde, en aquel roce,
roce no, malentendido
¡Qué gracia! ¡Y tú qué corte !
¿Niña? ¡Una exhalación!
Que va buscando el (gran) choque
inolvidable, salvador
que la haga mujer de un trote,
que la devuelva su Tiempo,
suyo (el que le pertenece)
que se le iba escapando
¿por culpa de un mequetefre
o de hombres no más que a medias
que no se la merecen ?
Tierna, como no imaginas
Juan, y áspera cuando quiere,
precisamente por todo eso,
ese fondo de ternura
que la traiciona (¡ay!) a veces,
cuando el amor la hace torpe,
débil, niña e indefensa
(en el foso de los leones)
¡Qué pena das cenicienta!
Viéndote tanto esforzarte
en buscar lo que no existe,
en lograr lo que no puedes,
el hacerte un lugar al sol
en donde tú no lo tienes,
no por culpa tuya, reina,
sino porque no te « vendes »
y ese mundo hosco te ignora,
incapaz de conocerte
Tú, mujer, que eres tan dócil,
tan mansa y poco exigente
que no exiges más que te amen,
aceptando así tu suerte,
obediente, niña buena,
¡de « tragarte » lo que te echen!
Yo diria los enemigos
Ars magna, suerte suprema
y rara sabiduría
y apuesta de a vida o muerte
tuya y de tu « compañía »
Un juego de puntería
contra el blanco más difícil,
y de ahorro de energías
¿Me pierde acaso la tecla
o me salva la poesia?
Enigma y dilema imposible
de una Información sin bridas
que sólo acierto a zanjar
marcando un rumbo a mi vida
¡Canta poeta canta
mientras nazca el sol y ría,
que te hace volar y volar
y alcanzar metas y cimas !
Que es más recio el despegar
y azaroso y arriesgado
que el aterrizar al final
como lo probó Leon Degrelle
en aguas de San Sebastián
¡Secretos de la aviación
que los míos me transmitieron !
Saber despegar con poco,
poco espacio y poco tiempo,
arte de despegarse en suma
de correas y de aparejos
y de equipajes aciagos
¡Pobre Sanjurjo (un respeto) !
Saber despegar a tiempo
y aterrizar a tu antojo,
cuando lo manda el honor,
cuando la guerra lo exige
o así te lo pide el cuerpo
Vivir entre vuelo y vuelo,
siempre en el aire a caballo
entre una patria y el extranjero
Entre dos mundos cercanos
¡y tan lejos al mismo tiempo !
¿Handicap o ventaja?
¿Qué? Gran oportunidad (chance)
sólo para aventureros
que no es de desaprovechar
sino de agarrar al vuelo
y asi librarte de enemigos,
del más arrogante de ellos,
sorprendiéndole entre nubes
de un tiro pronto y certero
Como lo intentó Alpoim Galvao
(héroe del Estado Nuovo),
como tú sabes hacer, Juan,
diego/valor hecho y derecho,
pez volador, nato/aviador
¡Sin ni siquiera saberlo!
No lo dudes ni lo pienses
¡Al ataque Juan sin miedo !
¿Qué? ¿Miedo yo? ¡Jas jas jas jas!
¡Un poco de decencia y respeto!
Una chiquilla o lo pareces,
sí, no te rías, guasona,
¡Menuda chiquilla eres!
Que sabe jugar con hombres
entre risas y dobleces
presta a todo, a todo, sí,
por el hombre al que (más) quiere
que entró de golpe en su vida
una tarde, en aquel roce,
roce no, malentendido
¡Qué gracia! ¡Y tú qué corte !
¿Niña? ¡Una exhalación!
Que va buscando el (gran) choque
inolvidable, salvador
que la haga mujer de un trote,
que la devuelva su Tiempo,
suyo (el que le pertenece)
que se le iba escapando
¿por culpa de un mequetefre
o de hombres no más que a medias
que no se la merecen ?
Tierna, como no imaginas
Juan, y áspera cuando quiere,
precisamente por todo eso,
ese fondo de ternura
que la traiciona (¡ay!) a veces,
cuando el amor la hace torpe,
débil, niña e indefensa
(en el foso de los leones)
¡Qué pena das cenicienta!
Viéndote tanto esforzarte
en buscar lo que no existe,
en lograr lo que no puedes,
el hacerte un lugar al sol
en donde tú no lo tienes,
no por culpa tuya, reina,
sino porque no te « vendes »
y ese mundo hosco te ignora,
incapaz de conocerte
Tú, mujer, que eres tan dócil,
tan mansa y poco exigente
que no exiges más que te amen,
aceptando así tu suerte,
obediente, niña buena,
¡de « tragarte » lo que te echen!
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