indómita siempre altiva
entre sueños revuelta ¡Fiera
el alma más noble (herida)!
Que siente hervirle la sangre
-¡flores de pura poesía!-
en la tarde primaveral
de sol frío y melancolía
Sonámbulos en pie de guerra
añorando una paz profunda,
tu nombre siempre en los labios
...y el bofe adverso en la nuca
Paria, perseguido, maldito
en busca de mi redención,
apátrida en propia tierra,
perdido en tierra extranjera
y el ideal pegado a la piel
de la vieja Legión guerrera,
las lágrimas a flor de piel
escuchando a Jean Pax-Mefret
cantos de Argelia francesa
de aquella derrota lejana
que fue también española
¡Entendernos con ellos de urgencia
si queremos salvar lo que queda!
Todo lo lo que me viene a la mente amor
¿En vísperas de otra tormenta?
Un rayo de luz se cuela
a través de la ventana
cuando la historia se hace luz
de la gran potencia USA
Aunque sean rayos laser
del sol negro de la guerra
como el que brilla en las obras
del tipo “novela negra”
de “un perro rabioso” (Ellroy)
de ese subgénero (en prosa
Poesía trágica, “negra”
de diamantes en el cielo
irrumpiendo en sus novelas,
de perros, cerdos salvajes
discurriendo por su cuenta
por sus sendas, sus caminos
entre zarzas y entre cuestas
-sin cruzarse ni mezclarse
(en otro mundo, otro planeta)-
junto a personas normales
a la luz de las estrellas,
que me hizo ahondar, sondear,
los enigmas de la vida
y los misterios de la Historia
y me hizo palpar -¡ay dolor!
la soledad cósmica (astral)
del escritor compulsivo
“homérico”, vocacional,
del poeta, del profeta
solo en la tierra desierta.
¡Fuente magna de poesía
la revisión de la historia!
Que nos despeja horizontes
y echa abajo mil barreras
y echa a volar nuestras mentes
al cielo de la Memoria
Soldado, cruzado, mi amor,
a la conquista de un alma
–la tuya, noble y feroz-
Y de un cuerpo (el tuyo, mujer)
¡De todo lo que se me resistió!
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