2 de junio 2011. Dos dias antes -con un solo precedente en la Historia de la Iglesia (la del papa Celestino) de la dimisión del papa Benedicto XVI (en la foto) Más papista que el papa Joe Biden como le presentan ahora de urgencia los medios por necesidades de la causa (léase la guerra en Ucrania)? No de extrañaar desde luego que se agarre ahora como clavo ardiendo a la memoria del (santo) papa polaco (Karol Wojtyla). Un mito (funesto) a prueba de los archivos del Kremlin? Vladimir Putín -alabado sea su nombre!- no lo quiera!
Joe Biden, piedra de escándalo de Benedicto XVI, y el único presidente/católico a la vez -salvedad sea hecha con JFK- de los Estados Unidos. La operación de embrujamiento o encantamiento -"charme", los franceses le dicen- de nuevo a toda mecha con el telón de fondo del drama ruso/ucraniano de cara a la opinión pública, y es el de un sector puntero -el catolicismo, demográficamente hablando- de la población de nuestro planeta. Exagero? No hay más que leer o echar un somereo vistazo hoy a los titulares de los medios sobre el discurso de Joe Biden ayer en la capital polaca, Varsovia. "No tengáis miedo!", en cabeza o en primera linea del "agit prop" del presidente USA, la célebre frase de Juan Pablo II de cuando su primer viaje (pontificio) en Polonia, tan sibilina y tan celebrada que no resistí nunca la tentacion de dedicarle un comentario (crítico, desmitificador) una vez y otro también desde que me decidí a darle a la tecla -ya a inicios de este blog, hace diecisiete años!- de todo lo que tenia y tengo qe decir y que me atragantaba literalmente la garganta (y me aturdía la cabeza)
Y la gloso aqui de nuevo de urgencia porque la situacion lo exige, casi desesperada con los rumores volando en todas direcciones de amenaza de guerra nuclear, in crescendo a medida que se alarga la guerra en Ucrania. Con la esperanza de que mi mensaje traspase las puertas y fronteras y llegue hasta Moscú donde espero encontrar (y no miento) más comprension o al menos no el bofe de (muda) extrañeza? hostilidad (sorda) y (ciega) incomprension que me brindaron entre compatriotas mis amigos y camaradas. "No tengaias miedo!" -léase escrupulos- DE QUÉ? Del poder soviético o de firmar un compromiso con él?
Y cada uno de los oyentes de esa alocucion dentro y fuera de Polonia lo interpretó a su guiso y guisa y manera. Que era de lo que se trataba. Magia y misterios de la diplomacia vaticana, de la sabiduria de una Iglesia que como decia el personaje inquisidor del "Nombre de la Rosa", "tiene todo el tiempo por delante", como la historia reciente lo confirma por otra parte. Asi reza al menos la leyenda del papa (polaco) al que quiere o quería todo el mundo (sic), gran campeón de la lucha contra el comunismo y artifice primero y principal (sic) de la caída de la Union Sovietica: en la Vulgata que nos recitaron los medios al unísono -como obedeciendo una consigna o la batuta de un director de orquesta- desde la caída del Muro. Y que debe haber hecho reflexionar -léase tragar saliva- a Vladimir Putin de lo lindo? O no me irán a decir que era algo que dejara indiferente al mandatario ruso, que considera la caída de la URSS como la mayor tragedia (sic) de nuestra época (...)
Lo que nos hace casi rabiar de înterés en conocer su opinión o su glosa o interpretación del rol del papa polaco en toda esta historia. Y es que abrigamos la esperanza que la explotación política (anti-rusa) de las palabras y de la figura e imagen -de atleta y campeon de la fe y del anticomunismo también- del papa polaco -como la que se permite en Polonia Joe Biden- hagan despegar (por fin!) los labios al respecto y desatar las lenguas de unos cuantos.
Y oteando quizás el peligro, ese modelo de sabiduria y sagacidad -y oprtunismo y equilibrismo- en política/religiosa que son la Compañía de Jesús y su órgano superautorizado "La Civiltá Cattolica" se insurgen airadas contra las dclaraciones y elogios y alabanzas "ad majorem dei gloriam" del papa San Karol Wojtyla, en boca del presidente tan católico de los Estados Unidos., que no habrá dudado en su alocución "pontficia" de calificar de carnicero (sic) al mandatario ruso y de prometerle una suerte comparable o equiparable (horresco referens!)a la del coronel Gadafi y es cuando señala la caida del regimen (sic) como una de sus prioridades y de sus principales obetivos.
?Siempre del lado de los buenos, -los de la pelicula me refiero- y del viento de la Historia, los polacos y la Polonia, en tiempos de justo antes de la Revolución Francesa, de la primera y la segunda guerra mundiales y también ahora?
Esa es la vulgata -léase cantinela- que se está haciendo oír (y ver) otra vez en las redes sociales, con el eco y aplauso de los bien/pensantes e incluso de algunos de los otros, de los malos (mal pensantes), finos analistas y nulos -zoquetes peor que tarugos por lo que se ve- en materia de política religiosa. Siempre con su victimismo (eslavo/polaco) tan poverbial por delante, en nombre esta vez -y en espíritu de ajuste de cuentas- del contencioso histórico pendiente entre polacos y ucranianos ?
Y ante todo eso el mandatario ruso ex-coronel del KGB no tiene acaso trofeos en su saco, léase datos verídicos y tangibles de sus informes y sus archivos archisecretos de qué cerrar (para siempre) el pico de los turiferarios, y de demoler "in saecula saeculorum" el mito (en apariencia invencible) del papa/polaco ante el (ancho) mundo? Léase el mito de su papel o de su rol del lado de los buenos -los franceses le dicen "beau rôle"- en la caída de la URSS y del comunismo (ruso) Desvelando asi los misterios de la fase más en la sombra y misteriosa de aquél, del final de la Segunda Guerra Mundial: de su supervivencia cuasi milagrosa -escapando a la suerte desgraciada de unos seiscientos eclesiasticos polacos (600) -acusados de delito de colaboración, condenados a muerte y ejecutados- a manos del "comité de Lublin" (partido comunista). (?)
(?) Ingenuidad de mi parte el creer que el celo en defensa de la Historia de la que habrá dado muestras por cuenta de la Ucrania Vladimir Putin pueda llevarle al extremo de tirar piedras contra su propio tejado, no con ánimo esclarecer la verdad sino simplemente de airear evidencias que se podrían volverse en su contra (como en el triste y sombrío episodio al que hago alusión más arriba): como la del rol de resistente ar-ma-do impropio aquí alguno dirá de su estado eclesiástico, y que para más inri -así corrió siempre el rumor y así circula hoy en la red- de utilizar en esa resistencia armada como gran caucion o alibi sus propos habitos (?)
Concretamente, QUID de ese rumor -basado en un informe de la GESTAPO -(?) por que razón si no, un testigo invalido aquella o no creíble aquí, y todo lo contrario en cambio a la hora de sustanciar procesos de crímenes contra la Humanidad y de crímenes de guerra?)- que le pinta degollando (sic), vestido de sotana y ayudado de un largo cuchillo o puñal (lange mes), a soldados de uniforme de las tropas de ocupacion alemanas?
Dilema fatal e insoslayable en el antiguo coronel del KGB: correr un tupido velo sobre todo aquello o al contrario, tirar de la manta de una vez y que el mito que tanto daño les puede hacer dentro y fuera de Ucrania (y a las pruebas me remito) se vaya a los mil diablos de una vez. En aras de la Verdad histórica y del buen concierto entre las naciones. Y de conjuro a la amenaza de guerra nuclar que pesa sobre nuestras cabezas.
Luz y taquigrafos, léase luz verde a a la apertura de los archivos del Kremlin sobre las andanzas en la guerra y en la paz -de antes de la caida del Muro- del santo/papa/polaco!!! Y paz donde hubo guerra y gloria a la Madre Rusia!!! (Con la que queremos y debemos reconciliarnos, al precio o a costa -fatal- del mito del papa polaco) Que así sea
Monseñor Richard Williamson, mi (fiel) compañero y amigo en el Seminario de Ecône. Puesto en la picota de los medios por sus declaraciones negacionistas a la television sueca, inmediatamente después de que el papa Benedicto XI levantara la excomunión sobre él y los demás miembros -padres y semnaristas- de la FSSPX, y justo antes del encuentro de aquel papa con Joe Biden, y de su (fulgurante) dimisión. Inocente en todo ello el presidente/católico USA? Tanto como pedirnos un acto de fe. En la Iglesia del Concilio, y en Juan Pablo II
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