domingo, enero 11, 2015

Levantando la Voz (poesía en domingo)

Año Nuevo Vida Nueva
Suma y sigue (a la rueda rueda)

Ya ruja el viento por fuera,
por detrás de la escafandra
que llevas (por dentro) puesta
a prueba de mil sorpresas
en el cruce de caminos
mientras se te abren mil puertas
Y se te cierran otras (¡pocas!)

¡Y que te importa alma inquieta!
Si la vida no es más que eso,
un abrir y cerrar puertas
que te dan paso o te atrapan
¡Azares de la existencia
de una singladura incierta,
de la mía, de las vuestras,
almas hermanas, gemelas,
libres como el viento (Norte)
como yo! ¡Aventureras!
Que lleváis en la sangre
el gusto (y regusto) de aventuras
más allá de las derrotas,
y la Politica en las venas,
"la vida maravillosa"
que escribió el gran Charles Maurras
por cima del “Bien y del Mal,
de aquella moral vieja
que nos ató pies y manos
y (con perdón) nos quiso castrar
y poner un bozal (¿hay dios?)
de moralina e interdictos
a algunos -como tú y yo-
nacidos para ladrar,
para el grito y la exclamación
¡Vocación dura la nuestra!
De megáfonos de altavoz
hasta que la muerte nos hunda

¿Y por qué yo, sí, por qué yo,
de tecla y voz de los sin/voz
por la red, "por los tejados"?
¡Alguien con tan poca voz!

¿Voz la mía? ¡Pena de voz
que tanto aceptar me costó!
Hasta que al final asumí
mi voz en picos, de imprecación,
de centinela, de vigía
que en la noche en el silencio
hace oír bien alto la Voz,
la única que nunca se oyó!

Y así me quedé tranquilo
Y comprendí de un tirón,
Y se me fueron complejos
Y así “mi alma descansó”

…Recuperando así fuerzas
en la nueva singladura
que se anuncia ya a las puertas
justo ahí delante (a la vuelta,
como quien dice, tan incierta)

¿Que quien nos dice, profeta,
de qué está el mañana hecho?

Está hecho de promesas,
de derrotas y victorias,
de gestas y de proezas,
de desengaños y sueños
Que vivir es soñar ¡Despiertos!


¡Traumas de niño, queridos,
que más tarde o más temprano
acabáis todos volviendo
entre lágrimas y risas
entre el cielo y el infierno,
entre Alegría y Recelo
y entre la Memoria y el Olvido
La niñez, esa no vuelve,
sus traumas si, pero viejos,
que acogemos generosos
de una palmadita en la espalda
olvidando que sufrimos
y el mal que nos infligieron
¿O fue acaso más que mal bien?
Que si somos lo que somos
a ellos se lo debemos

Que hoy pueda amarte tanto,
mi amor, que hoy vuelque en ti
todo lo que nos faltó entonces
(por poner solo un ejemplo)

¿Amor de padre -o de madre-
el mío por tí, princesa,
o amor de hijo, al revés,
del retrato a medio borrar
que muchos llevamos dentro
de una infancia borrascosa?

No me preguntes, mi amor,
que decírtelo no sabría
lo único que te sé decir
es que tu foto/retrato
-la que me hiciste hacerte a ti
sin película (al natural)-
la llevo bien dentro de mí
de noche como de día,
y vuelve una vez y cien mil
como si estuviese pegada
en lo hondo de mi retina,

¡Cuando te encuentras más lejos
de mi vida, vida mía!

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