¿José Antonio Alter Christus? Lo siento pero nadie puede obligar a nadie a creérselo. Ni siquiera a los más esforzados y sinceros y abnegados (y sufridos) partidarios y defensores de su memoria. Es lo que acabo de dar a entender, de nuevo, esta vez al autor de un (dolido) comentario al artículo conmemorativo que dediqué hace dos semanas en este blog a Onésimo Redondo. Y me baso en lo que en ese artículo afirmo por cuenta del fundador de la Falange, no sólo en el consenso histórico sino en una memoria viva propia e intransferible al respectoVengo descubriendo con el tiempo y una caña poco a poco la realidad política española desde hace algunos años, el quien es quien de la política y del periodismo político españoles y a fe mía que me llevo sorpresas de vez en cuando. La última ha sido la que me propina un reciente artículo en el Manifiesto de uno de sus redactores que recoge una defensa cerrada del religioso español enfermo de Ébola y repatriado y un ataque inmisericorde contra todo ese sector (amplio) de la opinión publica española que habrá dado muestras de hostilidad o de incomprensión ante su repatriación por unas razones o por otras.
No suelo entrar en el portal del Manifiesto (periódico social y políticamente incorrecto) Y no sé la si la culpa (si se puede hablar así) de la indiferencia o del desinterés sea mía en exclusiva o de sus redactores y administradores en cambio, de no haber conseguido ganarse un lector tan avizor y tan al tanto –o eso pretendo- de la actualidad española e internacional más candente en todos estos años desde que oí hablar de ellos por vez primera. Me los dio a conocer un viejo amigo de la adolescencia crecido en Francia y de ascendencia española quien me los presentó (sic) como un grupo próximo en un principio del PP que se habían distanciado de aquel partido a raíz de la guerra del Irak, y de la postura intervencionista del entonces presidente del gobierno y miembro del PP, José María Aznar.
La guerra del Irak. ¡Aparte de mí ese cáliz! Han pasado ya doce años y a fe mía que todavía no sé qué pensar exactamente en el tema. Defendí entonces a José Mari Aznar víctima de una campaña en los medios belgas que me impresionó por los visos sobre todo de los que se revistió de un recrudecer y un resucitar de la leyenda negra con caricaturas de intencionalidad racista anti-española plagando las paredes por todas partes aquí en Bruselas en las que se veía a un José María Aznar caracterizado en Micky Mouse, más oscuro que nunca en esa óptica oscura que arrastran clisés (de leyenda negra) de piel dura y longeva por lo que se ve entre belgas.
Ray Allen, corrresponsal de guerra norteamericano y amigo de Hemingway, entrevistó a José Antonio en la cárcel de Alicante el 3 de octubre de 1936. La entrevista, publicada al día siguiente en el Chicago Tribune, nunca sería divulgada en España como lo recuerda Adriano Gómez Molina en su obra biográfica "Las gafas de José Antonio". Puede verse catalogada pues en lo que los lingüistas llaman textos perdidos o abandonados. Todos los indicios apuntan no obstante a que contenía una descalificación del Alzamiento aún mas denigratoria y ultrajante que la que se vertía en la versión (muy suavizada) de la misma aparecida tres semanas más tarde en el diario inglés "London News Chronicle" (del 24 de octubre) -y recogida más tarde en las Obras Completas- para consumo del lector medio inglés de una prensa de derechasY además, como ya lo volví a declarar en este blog no hace mucho en relación con el conflicto de Gaza no consigo hoy como hacer para posicionarme entre unos otros en ese conflicto árabe-israelí que nunca se acaba. Y sin duda fue su derecho el de ese grupo aglutinado en torno al Manifiesto de distanciarse de la política internacional del entonces presidente del gobierno español que llego a su máxima visibilidad o expresión mediática internacional en la célebre reunión de las Azores. De lo que ya no estoy tan seguro es que la decisión aquella fuera de su propia iniciativa en exclusiva y me explico.
Para nadie es un secreto que José María Aznar en el tema del Irak acabó topándose con la iglesia española y por encima de ella con el Vaticano y con el papa en persona reinante entonces, a saber Juan Pablo II (de su nombre polaco Karol Wojtyla) quien en el apogeo de su gloria mediática (terrenal) tuvo uno de esos gestos espectaculares tan proverbiales, tan suyos, que tanto le gustaban, con los que volvía patidifusos al mundo entero (un decir) anunciando a la faz del mundo que si los americanos bombardeaban Bagdad estaba dispuesto (sic) a arrojarse allí en paracaídas y así servir de escudo humano –¿por qué no dijo una cosa así cuando los bombardeos de Belgrado (contra un pueblo cristiano)?-, lo que los medios españoles no dejaron de jalear en artículos enardecidos de entusiasmo pontificio y democrático como el que Victoria Prego –un respeto- dedico al tema en el diario el Mundo (todavía me acuerdo)
Y para nadie es un secreto tampoco que las elecciones que siguieron al 11 de marzo y que dieron la victoria a Zapatero, y a los españoles ocho años de tener que soportarle, fueron decididas por ese sector del electorado del PP (minoritario pero significativo y decisorio como lo demostraron) que le dio la espalda in extremis por culpa del tema iraquí, siguiendo así a todas luces instrucciones más o menos declaradas o explícitas en proveniencia de los pulpitos –y los confesionarios-, y en última instancia a través de los hilos conductores obligados de la propia Roma (y del vaticano) Esa es la realidad de los hechos por mucho que siga gravitando un tabú espeso sobre los mismos.
Compasión judeo/cristiana contagiosa (...) Las declaraciones del misionero español contagiado de Ébola, Pajares, a los medios pidiendo (y rogando) a las autoridades españolas que le sacaran de allí a toda costa, me recuerdan "mutatis mutandis" (y con perdón) lo que leí una vez al escritor hindú de expresión inglesa, Naipaul, de la crucifixión que había presenciado en su tierra natal de la isla de Trinidad (Indias Británicas) Y fue que el individuo que se prestó a aquella exhibición, cuando estaba ya en lo alto de la cruz, en aquella tesitura, bien atado y crucificado, empezó a gritar que lo sacaran de allí como fuera, echando venablos encendidos por los ojos y espumarajos por la bocaEn el artículo del Manifiesto al que aquí hago alusión sobre el Ébola y el religioso repatriado, su autor exterioriza su asco (sic) por la actitud de los que de una manera u otra han censurado o criticado al misionero y a su repatriación (tan aparatosa) Y al final del artículo, como la guinda en el pastel, declara no ser creyente (sic) ni mucho menos católico (sic) tras lo cual se vuelca en una verdadera declaración de amor a la santa/madre que remata con un olé (sic) por los curas y las monjas. Punto. ¿Qué pensar? Lo que se quiera por supuesto.
No es óbice que la actitud que reflejan ese artículo y sus frases más emblemáticas es más que sintomática de un doble juego que no sé si llegan a captar en sus verdadero alcance y dimensión del otro lado de los Pirineos. Que a fe mía que a veces me da la impresión que en tratándose de ciertos mundillos de la política española, los franceses no pueden impedir que se las den con queso (se faire avoir, en francés) entre españoles, por muy afines ideológicamente que con ellos se sientan.
¿Exagero? El Manifiesto -secreto a voces- es la antena más o menos oficial u oficiosa de la Nueva Derecha francesa (Nouvelle Droite) en España, a la que dediqué un análisis in extenso por entregas en est blog hace dos semanas, como lo prueba en guisa de representación española (sic) –tal y como así lo anunciaron los organizadores- del director del Manifiesto, Javier Ruiz Portella –quien evocó en su intervención (sic) a los falangistas españoles- , en la ceremonia de homenaje, en París, en las dependen cias del cementerio muticonfesional-(y para ateos y librepensadores- de Père Lachaise, a Dominique Venner padre fundador de la Nouvelle Droite que se suicidó frente al altar mayor de Notre Dame en Paris el pasado año en un acto inequívoco de ruptura, en los planos religioso y eclesiástico entre otros. Verdad del otro lado de los Pirineos error del más acá, escribió Pascal y a fe mia que el aforismo se cumple en este asunto.
Un samurái de Occidente. Breviario de insumisos" Último libro de Dominique Venner considerado su testamento espiritual. Es cierto que hay un sector del catolicismo francés que se sintió de antiguo receptivo a las ideas (anti-cristianas) de la Nouvelle Droite. Verdad de lado de allá, error del lado de acá, decía Pascal. En Francia surgió el moviento tradicionalista hace treinta, cuarenta años y ahora se habra producido la Primavera Francesa hace un año en una toma de conciencia colectiva identitaria, contra la amenaza de la bastardizacion y del mestizaje cultural y de la suplantación (remplacement) de poblaciones -sobre el continente europeo- y de la invsion silenciosa. Todo eso habra sido prácticamente irrelevante o inexistente entre españoles, hasta ahora. Y lo mismo que el Nuevo Orden europeo no produjo más que comparsas brillantes en España (Serrano Suñer, Ridruejo) que dieron lo que dieron, algunos nos tememos que vuelva a ser el caso ahora con el acervo valiosísimo que nos lega la muerte/sacrificio de Dominique Venner, padre fundador de la Nouvelle Droite. Un brillante movimiento intelectual con corifeos españoles que no falten, que dan todas las muestras de saber bailar a dos aguas (y ojalá que me equivoque) Los pueblos que no aprenden de la Historia están condenados a repetirla, como dijo SpenglerLos amigos españoles de la Nouvelle Droite venden –desde hace ya un buen rato- neo/paganismo a espuertas entre españoles por cuenta de sus amigos anti-cristianos (sic) –y ateos (sic)- del otro lado de los Pirineos pero no dejan estar al mantenme de la santa madre (y con perdón) Sin duda por aquello de que “fuera hace frio”, como ya lo comenté en estas páginas. ¿Soy acaso injusto en poner en duda la libertad e independencia de criterios de las redactores de esa publicación tan emblemática. ¿Acaso no se confiesa el interesado apartado de la iglesia?
¿Y qué? También se declaraba –y se declara aun- protestante César Vidal en sus tiempos de la COPE hasta que llegó Paco con la factura (...) Y en el caso que nos ocupa como en el de César Vidal cabe suponer que se trata de periodismo asalariado, con sus límites y sus compromisos ineludibles e inevitables. Y así es como cabe interpretar, en mi opinión, ese salir al quite que se permite ahora esa publicación, del religioso español en un caso que ha suscitado tanta indignación (legitima) entre muchos españoles católicos practicantes o sin serlo.
¿Y yo qué me esperaba? Estoy oyendo ya (se diría) a un amigo que evocaba hace poco conmigo, como un imponderable o una fatalidad "typical spanish", esa idiosincrasia judeo/cristiana que arrastramos –sobre todo en medio rural- los españoles de la noche de los tiempos. La modernidad democrática se dio de bruces con ella en ciertos aspectos. ¿Cabe acaso ensayar otra (nueva) modernidad hoy, como la que ensayaron los nazi fascismos? ¡Vivir para ver fantasmas míos!
2 comentarios:
Hola, suelo leer El Manifiesto, donde podemos disfrutar de la lectura de articulistas laicos como J.V. Pascual o católicos como J.M. De Prada. Personalmente no soy católico ni judeo-cristiano, aunque sí tengo ese respeto a lo cristiano y católico que me ha dado mi cultura y tradición española. En el caso del cura Miguel Pajares (recientemente fallecido), entiendo que el Gobierno español hizo cuanto estuvo en su mano para salvarle la vida, como debe ser y eso da prestigio a nuestro país porque no se pedía rescate terrorista ni Liberia es una zona (de momento) peligrosa en cuanto a terroristas o yihaidistas y porque la Orden Hospitalaria San Juan de Dios se iba a hacer cargo de la repatriación. No es un caso de turismo "in-solidario", aunque tengo que reconocer que todos los españoles corremos con esos gastos sin quererlo ni beberlo, pero con una regulación legal sobre los oenegistas y ONG´s, sus obligaciones y responsabilidades, quedarían las cosas más claras tanto para los turitas "in-solidarios", como para los misioneros, tal como están las cosas, España hizo lo que tenía que hacer, y camarada Juan María sabes que yo tampoco soy católico, soy más bien de la religión de Fernando Sánchez Dragó (otro intelectual que forma parte de El Manifiesto): la conciencia personal y el respeto, y no por ello no cita en varias ocasiones a Dios y a las Santas Escrituras (será por su educación o tradición). Pero al pan, pan y al vino, vino, con la llegada masiva de inmigrantes en patera en estos días, muchos de ellos mahometanos o incluso podrían tener ébola, son salvados por nuestra Guardia Civil y por nuestra Cruz Roja, son hospitalizados, alimentados, alojados en centros de asistencia y puestos en libre circulación en territorio español, eso se llama humanidad, pero la humanidad también hay que regularla y establecer unos límites, pero antes hay que perseguir a las mafias (algunas europeas) y levantar más vallas y vigilar más las fronteras, mientras la Ley siga así los últimos que tienen la culpa son los inmigrantes. Un cordial saludo.
No me oponía yo, si leiste mi artículo, a la repatriación del cura, era más bien un tiro por elevacion contra las msisiones en general. El que busca el peligro, en él perece. No lo digo yo, lo dice la biblia, Adán. Jugó con el diablo y acabaron metiéndoselo en el cuerpo, como el propio interesado se quejaba amargamente después de contagiarse. Hay que practicar humanidad, pero sin sentimentalismos, quiere decir que habría que mandar señales claras que eviten situaciones como las que se han dado estas últimas horas en Ceuta y Melilla y en el Estrecho. Y por supuesto tomar todo tipo de precauciones en materia de prevención y de profilaxis. Estamos enfrentando una invasion, por muy pacífica que se presente. Al pan y al vino vino, Adán. Aunque el papa argentino vea el problema del revés completamente. Y aunque los del Manifiesto hagan como que no ven esa dinosancia (clerical y pontificia) tan ruidosa y tan escandalosa. Por lo demás me parece muy bien que les leas, mejor eso que seguir la Tuerka, eso desde luego. Un abrazo, camarada
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