viernes, septiembre 05, 2025

PEREZ-REVERTE, ¿PROFETA A SU PESAR?

"ZAPATERO DESENTERRÓ LA GUERRA CIVIL"

Capitan ALATRISTE, principal personaje de las novelas de Arturo Pérez-Reverte. Personaje improbable (sic) -como los franceses dicen-, no excesivamente convincente pues. Más por lo que calla que por lo que dice (...) De un pasado español por tierras de Flandes que así de entrada, me parece que conozco mucho mejor yo. De los largos años -38- que allí viví. Con España por montera, lo que allí no es fácil. ¡Por cierto que no! Pero parecen redimirlo las últimas declaraciones de su autor. "Un canalla con cinco minutos de grandeza", dice éste de aquél. Héroe y canalla a la vez. Autor de best-sellers y profeta (a pesar suyo) REVERTE a la vez?

Arturo PEREZ-REVERTE -vaya dicho de entrada- no fue nunca santo (literario) de mi devoción. No conseguí nunca -mi palabra- pasar de las primeras paginas de las novelas suyas que me puse a querer devorar, con más brío y empeño que ganas. Eso también es verdad. Que a fin de cuentas, tratándose del autor mas vendido (sic) -y con mucho (según lo que algunos me certificaron)- en aquella madrileña Feria del Libro por la que pasé- no podía yo a fe mía ningunearle o dejarle de lado, ni yo ni ningún escritor profesional o (simplemente) aficionado que se preciase -o "free-lance" como me veo yo, que no me veo en cambio en ninguno de los otros dos-, y eso fue al final lo que me decidió. O sea que la culpa no estribaba en él, en lo que escribía, sino en que no le leyera, yo, y ¿por qué no? La pregunta del millón. Con una excepción que quizás no viene más que a confirmar la regla. Y lo son las novelas de ALATRISTE que ciertamente se merece un apartado de excepción. Un personaje verosímil -y no improbable (sic) como los franceses dicen- pero sólo a medias, como yo así lo veo sin remedio después de tantos años pasados -treinta y ocho- viviendo -y sufriendo- por tierras de Flandes, uno de los últimos grandes florones del Imperio español. Que el triste capitán de los Tercios (gloriosos) convence poco en lo que piensa o en lo que dice, pero nos deja sin convencernos en modo alguno por lo que calla, porque no sabe o o porque no quiere (no lo sé). Que esa ultima aventura de los Españoles en Europa nos dejaría a sus descendientes -siglos a través- con un sin fin de preguntas sin respuesta en la boca a las que ni la Historia ni la Literatura han sabido qué responder. 

Y cito aquí con gusto otra excepción que confirma la regla, la de "En Flandes se ha puesto el sol" de Eduardo MARQUINA, la de su principal personaje,, un capitán -"señores, ¡qué capitán, el capitán de aquel día!"- que figura desde su primera página en la obra que aquí estamos citando, que me parece -sin animo de faltar, por favor-, infinitamente menos desdibujado que el triste y taciturno personaje del que aquí viene a ser cuestión. Pero dicho sea en su descargo -de REVERTE y de ALATRISTE- doy cuenta sin falta aquí de un encuentro que tuve viviendo allí, en uno de los muchos fregados administrativos que allí tuve, y en uno de los despachos -el último, como una trinchera (o covichuela) en retaguardia- por los que se me hizo aquella vez pasar, en el que me acogió o recibió desconfiado y de mala gana (genio y figura) (...), de uñas, como gato panza arriba, alguien de un rostro arquetípico, en nada belga, de un pelo y peinado en cambio, y de un bigote inconfundible, como una aparición, sin saberse qué hacía allí, ni por qué estaba allí. Como un español de los Tercios que allí se hubiera quedado regazado y allí hubiera dejado su siembra, sin saberse a ciencia cierta quién era él, ni él quien era yo, lo que  nos preguntamos mirándonos de ojos absortos, sin palabras los dos, que me hizo sin remedio pensar en el personaje de REVERTE, lo que algo querrá decir, ¿o no?.

Sucedió en OSTENDE, gran conquista española y cementerio (anónimo) de sus miles de caídos  Al cabo de un largo asedio victorioso del que no se dice ni pío en los programas de bachiller por los que tuve que pasar, y de los que ALATRISTE hubiera podido brindarnos un escueto a fuer de piadoso recuerdo, digo yo. En cuya rada grandiosa, allá al fondo, por la noche se divisan las luces del puerto francés de DUNKERKE, en la frontera o en el límite de los últimos confines -ya en el Mar del Norte, y en el zénith del Imperio español. Y valga todo eso por Alatriste, que si dejo mi articulo ahí, me dejaría mucho en el tintero de todo lo que del autor tan prolífico de ese personaje contaba aquí decir. 

De sus recientes -y acertadas y valientes declaraciones, sobre el ISLAM, o sobre RODRIGUEZ ZAPATERO entre todas ellas, al que acusa de haber desenterrado la guerra civil (sic) ¡Bendito seas por tus palabras! Como un bálsamo en las heridas ulceradas que me habrán dejado en prenda -por la crispación (sic) -o polarización (sic) con años de adelanto- consiguiente e in crescendo en la sociedad española- las campañas -como una calamidad bíblica a fe mía- de guerra civilismo que aquél solo y por su cuenta desató (...)  Y cierro aquí este artículo con unas breves líneas sobre ALASTRISTE en fin, y sobre la glosa que a su autor le habrá merecido, en su última declaración. Un héroe y a la vez, un canalla (sic) así le parece el personaje a su autor. 

Y lo remata: el héroe puede ser un canalla con cinco minutos de grandeza. Y esos cinco minutos justifican toda una vida. Te alabamos señor! ¿Profeta REVERTE a su pesar? Que eso, esas palabras te redimen (ante mí), sí señor! Pese a las sombras del personaje, pese a tu (pretendida) falta de estilo (sic) -dixit Francisco UMBRAL del que fuiste su íntimo rival- y pese a la sombra de la Academia -¡Augusta Señora!- que te rodea y en la que tú sí que conseguiste entrar


Arturo PÉREZ-REVERTE y Francisco UMBRAL. La gran rivalidad en la literatura española de hoy. Estilo (inimitable) contra facundia narrativa, novela de intriga (horresco referens!, que así reaccionaría UMBRAL) contra autoficción. Y un personaje universal -el de ALATRISTE-, como los que se echan en falta en la obra de UMBRAL. Salvo el de FRANCO quizás, figura histórica y personaje literario a la vez -de César Visionario-, menos "improbable" que el de ALATRISTE, eso es verdad. Una rivalidad que sobrepasa pues los límites de lo literario, desbordando en lo político, y en lo personal (...)

No hay comentarios: