FALANGE Y FASCISMO

 

"Me ne frego", divisa de las unidades de asalto del fascismo primero. En traducción directa en español -del título de la revista de Falange Española, "de los días de persecución"-, 'NO IMPORTA

El fascismo (italiano) y la Falange española, vuelta y dale. Sí o no, la Falange española de las JONS un movimiento fascista? Insoslayable enigma y dilema, todo menos trivial hasta el punto que fue -lo veo hoy claro como la luz- lo que me hizo (definitivamente) apartarme de mis amigos -y camaradas- puro/joseantonianos de la víspera.  Y la pregunta y su respuesta (fatal) regresan al debate político de la más rabiosa actualidad al hilo de mis lecturas recientes de la obra de Nolte sobre los movimientos fascistas -entre los que incluye (como se debe) a la Falange española-, y en particular, de su monografia (en este blog acabada de citar) sobre el fenómeno nazi/fascista -"El Fascismo y su época"- en la que se presenta al fascismo como una "re-accion" (sin la carga peyorativa de la expresión) a la crecida socialista (marxista) en la Italia de principios de los años 20. Como una versión históricamente autorizada del clisé en curso en el lenguaje política e históricamente correcto del pensamiento/único, conforme al cual el fascismo (y asimilados) no vendría a ser más que una reacción de complejo de inferioridad (sic) -frente a la clase obrera- de las clases medias (burguesas o pequeño/burguesas) 

Y si traducimos al román paladino -y a partir de esa formula tan críptica prestada del psicoanálisis- complejo/de/inferioridad por amenaza, léase respuesta (lógica) de un ser amenazado, acertamos a dar con la clave de la génesis del fascismo y del anti-fascismo, o en otros términos, de la forja del mundo actual en uno de sus episodios o fases de gestación mas emblemáticos. Y ese esquema de explicación se ve (fácilmente) objeto de confirmacion,  si se le encaja o se le aplica a la historia de la Falange española, y a sus episodios más cruciales y de mayor cargazón explicativa, como la muerte de Juanita Rico -21 de junio 1934, al inicio de la espiral de violencia callejera que nos llevó a la guerra civil-, en respuesta a la muerte (asesinado) del falangista Juan Cuéllar. 

O el último tramo de la espiral aquella en la primavera/verano del 36 como lo ilustra la muerte (asesinado -en represalia por otro asesinato, el del alférez Reyes, (falangista)- del teniente Castillo, y (justo antes) de las violencias que en las exequias de aquél -y a su recorrido por el paseo de la Castellana- se seguirían, que hicieron compararlo en clave fascista por un historiador de la época aquella -y cito de memoria, tanto aquello, como al agua fuerte, se quedó grabado en mi menoria, de la lectura aquella, en la trinchera, que es como vivi mis últimos años universitarios, al cabo de la interminable guerra civil (fase hibrida o asimétrica)-, "España vivía entonces -así lo leí- unos momentos comparables a los que inmediatamente precedieron en Italia al advenimiento del fascismo". O sea. 

Y comprendo -sin absolverla- la pulsión anti-facista de los falange/auténticos (de mis culpas y pecados) que les llevaba a distanciarse, léase a rehabilitarse o a redimirse a costa de la verdad historica. y a base de un trámite o expediente como una baratija marca España y para andar por casa, me refiero a la política española -y más concretamente universitaria o madrileño/universitaria de entonces, años de la Transición ("España y yo -rezan los clásicos- somos así," señora) 

Y ello a base de coartadas históricas e ideológicas como anillo al dedo que les permitían salir (airosamente) del paso ante un fenómeno global -a escala europea por lo menos-, y era el de la crecida de lo que en términos peyorativos de descalificación o peyoración se da en llamar extrema derecha (extrême-droite, en lengua francesa) Como lo fue la respuesta que le dio el entonces líder de Falange española, Diego Marquez (qu.e.p.d) a Jean Marie Le Pen en la visita -en el colmo de la ingenuidad, pero qué vino aquél a hacer ahí? (o como dicen ellos, "en esa galera"?)- a España y a los falangistas. "No somos ni de izquierdas ni derechas". Punto. 

Como una losa de las de pesar quintales, fúnebre o funeraria.  "Ni, ni", la consigna que abanderaron en la transicion y en el papel (comparsa) que fue el de ellos aquel entonces. Ni franquistan ni antifranquistas sino todo lo contrario, o antifranquistas (como antifascistas) pero dentro de un orden. Y no sigo todas esas elucubraciones, que se me pone mal cuerpo (como todos aquí estãn viendo) 

El fascismo -léase el nazifascismo- murió (en la Segunda Guerra Mundial-, realmente murio? (...) O será que no? Que no es que a su cadaver sigan (macabremente) creciéndoles el pelo y las uñas -conforme a uno de los símiles tan sorprendentes (y reveladores?-  del autor que aqui nos ocupa (como si supiese mucho de ess cosas, de muertes y enterramientos o sea), sino que no está muerto sino dormido o no muerto del todo (...) Como el cadáver de Stalin que la Glasnost y la Perestroika no acertaron definitivamente a dejar enterrado y bien enterrado, sino que siguió vivo y coleando como hoy lo estamos viendo. 

Y ese es el trasfondo o hilo conductor de estas lineas apresuradas a vuela pluma, sin ánimo (ninguno) de ajuste de cuentas o de pasar facturas - a los falange/auténticos (del FES), mis antiguos/camaradas- sino en  el empeño sagrado a fuer de legítimo de mantener encendida la llama de la esperanza, que el fascismo acertó a encender -en un aura de belleza y juventud (giovinezza)- dentro y fuera de Italia (como en España). Y que se piense de mí lo que se quiera. "Me ne frego", de uno de los eslógans o consignas de combate mas célebres del fascismo primero. En español: "No importa" (del título del boletín -clandestino- "de los días de persecución") (3) (Y a buen entendedor, pocas palabras sobran)

El anarquismo o socialismo libertario, de estilo de vida. En la foto, Errico MALATESTA, personaje del mayor colorido en la historia del anarquismo italiano y (probablemente) de toda la Historia de Italia (a secas) -que me hace pensar en los ácratas de mi primer año de universidad (y en particular, Jaime Pozas de Villena) Compañero de DANNUNZIO en la aventura de Fiume (junto a otros anarquistas), y autor de estas palabras, histórico-profeticas (fuera de toda sospecha): "Si no logramos llegar hasta el final, tendremos que acabar pagando con lágrimas de sangre el miedo que estamos metiendo a la burguesía" (1) ("No hay fascismo sin la provocación del bolchevismo ") (2), o sea

 

(1): "Le fascisme dans son époque" (vol. II), Paris, Julliard 1936 (p. 131)

(2): ""El pasado que no pasa" ("Vergangenheit die nicht vergehen  will") (Frankfürter Allgemeine Zeitung) (FAZ) 6 junio 1986, de Ernst NOLTE (segunda época) Detonante de la querella de los historiadores ("historikerstreit") en Alemania ('RFA) Y donde se establece una comparación -en relación de causa a efecto- entre la pulsión de exterminio (Vernichtingsdrohung) de los unos y de los otros. Entre "Klassenmord" de los Bolcheviques y "Rassenmord" de los nazifascistas

(3): O en una traducción más literal: "No (me) importa"