Vientos de otoño de pronto
tras el verano agotador
que me refrescan el alma
y se llevan polvo y sudor,
y es del trajín cotidiano
y el de un mundo en perdición
donde no recozco a nadie
aunque me reconozca yo
donde me veían del revés
-lo que "les cuesto" yo! o no?
no importa (aunque se les nota) (...)
que tiempo pide su comprensión-
y es que al cabo de la espera
cuando escuchen por fin mi voz
sonará la hora bruja
de la Gran Reconciliación
entre alegría de vivir
y en un optimismo feroz,
entre un baile de malditos,
y entre el Llanto y la Pasión
y entre vírgenes en danza
locas, prudentes, qué sé yo!
que se revuelven furiosas
implorando predilección
Como en un juego de cartas,
poker mentiroso ("menteur"),
de damas blancas o negras
Cual? (adivina adivinador)
Y así van cayendo las hojas,
las reinas (ni frio ni calor?)
en espera de tu encuentro
reyna de mi corazón!
tú que supiste engacharme
que supiste verme (en tu honor!)
a mí con mis mil fetiches (...)
Y poeta y "loco"! (por tu amor)
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