General Mohammed ben Mizziam, mariscal de las fuerzas armadas de Marruecos y ministro de Defensa con Hassan II. En su grado de comandante de un Tabor de Regulares se sumó en Melilla -en la base de hidroaviones del Atalayón- a la sublevacion en el Protectorado que desencadenó la guerra civil. Al mando de la División Navarra tomó parte en la batalla del Ebro en la que jugaron un papel decisivo las tropas del Cuerpo de Ejercito Marroquí al mando del general Yague, conquistando posiciones en combates cuerpo a cuerpo -sierras de Cavalls y de Pandols- una cota detras de otra. Posteriormente, durante la Segunda Guerra Mundial, Mizziam formo parte de la División Azul. Por qué los moros escogieron bando, tomaron partido en nuestra guerra civil? La pregunta del millón
La Historia es la que es. Cuestion histórica, léase científica (sic) y no de memoria (histórica). Y viene a cuento de la actualidad rabiosa y cadente de las últimas horas. Cambiar el fusil de hombro, lo que me propuse en una de mis entradas anteriores, ante la ley memorística -y guerra civilista- que amenazan con inlfigirnos por lo que nos anuncian. Y no entrar así al trapo de lo que fue o de lo que (de un tris) no fue, sino del por qué. Por qué fue lo que fue y por qué no fue lo que no podía ser? No lo de quién gano y quién perdió la guerra que esta casi tan claro como que Putin esta ganando la de ahora, sino de por qué la ganaron los que la ganaron y por qué la perdieron los que la perdieron, y no hay otra. Cuestion pues de táctica y estrategia (militar) en resumidas cuentas. Cuestión o discurso del metodo (sic), algo que a los españoles no nos entró nnca del todo en la cabeza. Léase, de analizar una por una la historia y desarrollo de las sucesivas batallas de la guerra civil, las más cruciales y decisivas en primer lugar, entre todas ellas (....) Y la batalla del Ebro, por derecho y méritos propios la primera y principal de todas. Le oi repetidas veces comentar a mi difunto padre (militar, oficial de Aviación) las pugnas tan desgarradoras en el estado mayor del bando nacional de los que no comprendían las directrices y prioridades tácticas y estratégicas que Franco quería imprimir en la batalla. "No ven que tengo aquí-decía él (si hay que creer a mi progenitor), en tono de suplica y lamento, con la cartofrafia en la mesa de operaciones bien desplegada- encerrado a lo mejor del ejercito rojo", léase la vanguardia rojo/republicana que habia conseguido atravesar el rio Ebro, formando una bolsa (en francés, boyau") -entre Mequinenza y Fayón- , y que acabaria viéndose estrangulada (....)
Mandos de la Mehala (Jalifiana), la guardia del Califa, de actuación decisiva en las principales batallas de la guerra civil. Por esa condicion politico religiosa que era la suya, su intervención planteaba -al contrario que los voluntarios marroquíes en unidades española (Regulares o la Legión)- un problema (hasta hoy) ante el Corán y en la ley islámica, el de su participación en una guerra entre no mmusulmanes como lo era la guerra civil española
Y el historiador aleman Ernst Nolte,viejo amigo y conocido, subrayaba en uno de sus escritos -en el capitulo reservado a Espana de su obra "Los movimientos fascistas"- el papel decisvo de la aviación y la artillería pesada germano/italiana entonces -de la Legión Cóndor y de la Aviación Legionaria-, que illustra una de las principales opciones tácticas de Franco, la de privilegiar los ataques (devastadores) de la artillería y de la aviación en preparación de asaltos y ataques frontales de la infantería, como estamos viendo ahora en Ucrania (....) Nolte exageraba tal vez un poco la ayuda alemana y es en la medida que con ello obviaba fatalmente el papel decisivo de la infantería, y en particular del Cuerpo de Ejercito marroquí (al mando del general Yagüe) -regulares, legionarios y tropas de la Mehala (ver fotos)- en los combates cuerpo a cuerpo, una cota detrás de otra, en una guerra de desgaste y de posiciones -Sierras de Cavalls y de Pandols- bajo el sol abrasador del verano aquel del 38, que fue donde y cuando realmente se decidio la suerte de la batalla y de la guerra civil en resumidas cuentas. Pero por qué, por qué los moros estuvieron en un bando y no en el otro. o en otros términos, por qué los mandos del bando nacional consigiuiero movilizarlos, ellos y no los otros?
La pregunta del millón. A la que le calza una respuesta compleja de natura política e ideológica, e histórica e incluso y religiosa o de política religiosa, sí. Pero también otra mucho más simple, de orden militar o de orden estratégico. Y era por el prestigio y reputación castrenses de sus compañeros de armas con los que habían luchado -codo a codo- en la guerra de Marruecos. Traidores, marrulleros, en tiempos de paz, en el clisé hondo arraigado (confiteor) entre nosotros? Quizás, fieles como perros en cambio en plena batalla. En la sierra de Pandols y de Cavalls durante la batalla del Ebro, como en los combates -siempre cuerpo a cuerpo- en los túneles y subterráneos del Clínico en la Ciudad Universitaria. "Maté a tantos que creí que me volvía loco", confesaba muchos años después uno de aquellos combatientes marroquíes, rodeado (apaciblemente) de los suyos, hijas y nietos, en su domicilio en Tetuán, registrado en la obra "Islam y guerra civil española", que fue una de mis lecturas favoritas hace ya mucho aqui en Bélgica.
Sidi Ahmed El Gamnia. Gran Visir a las ordenes del Califa de Tetuán (protectorado español y éste a su vez del Sultán de Rabat (protectorado francés) Autoridad político religiosa suprema en el Protectorado español del Majzén (estado marroquí, y nombre en designación del gobierno en la sombra hoy), al que se le concedió la Cuz Laureada de San Fernando por sus protagonismo decisivo los primeros dias del Alzamiento en Tetuán
Cobardes (sic) en cambio los rojo/republicanos, a los que se les iba todo el fuego matando -léase "asesinando"- personal (civil) "desafecto" en la retaguardia, en otro clisé generalizado en una de las dos Españas y hondo arraigado en la memoria colectiva de esa mitad, como lo están las fosas en la otra? Vivos (y coleando) contra muertos (por enterrar) dicho sea sin ánimo de faltar y de pasada ("en passant") (....)
Y a los que me acusen de generalizar (quizás) salgo raudo del paso con un ejemplo bien concreto, el de Valentín González "el Campesino", de proverbial ferocidad represora (nota bene) -montado en su caballo blanco- al que Líster retiró el mando durante la batalla tras sucumbir a un ataque de panico (sic) a la hora de lanzarse al cruce del Ebro, que fue el único que-no-lo-cruzó, pretextando el encontrarse enfermo (....) "Claro como no era millitar", habría glosado -si hay que creer a Umbral- Franco (Leyenda del César Visionario") Los ataques de pánico no se pemitían en el bando nacional -y en los mandos mucho menos-, aunque la psiquiatría y psicología clínica de hoy se lo "cojan con papel de fumar" a la hora de analizarlos y justificarlos y disculparlos por cuenta de una educacion democrática (...)
Ataques de pánico, habas contadas. Se aguantan o no se aguantan. En la guerra y en la paz, en la batalla del Ebro o en la prisión de alta/seguridad (y cinco/estrellas) en Portugal. Cuando sentí de golpe, a punto de mi liberación, con los focos y reflectores proyectados fijos en mí de los medios allí y mundo a través, que el mundo entero se desplomaba encima de mí (y no exagero) Pero reaccioné, y fue lo que me salvó. Que pedí inmediatamente permiso al vigilante en el comedor donde nos encontrábamos y salí fuera y me puse a correr yo solo -como un lo-co-, por pasillos y arcadas del patio aquél. Y se me pasó.
Moral de combate, factor clave, decisivo -y no hay que ser un Clausewitz para verlo- en el transcurso y el desenlace de la guerra civil española. "Sin novedad en el Alcázar, mi general" Sin obviar ni olvidar no obstante el contexto internacional, de la conferencia de Munich cuyo desenlace decidió a Hitler (nota bene) continuar con la ayuda alemana. Como en la cumbre de Madrid -comparaciones odiosas_ habrá gravitado la guerra de Ucrania
Los hidroaviones alemanes junto con los bombarderos Heinkel 111 y (sobre todo) los Junker 52, jugaron un papel crucial y decisivo en la guerra civil y en particular en la batalla del Ebro y en otras de sus principales batallas. Ilustrando la prioridad táctica y estratégica de Franco a los ataques combinados (devastadores) de la artillería y de la aviación en sitios reducidos, en preparación de ataques y asaltos frontales de la infantería, con objeto de eliminar la resistencia y de ocupar en el asalto final la posición. Como vemos hoy en el Donbas, en la guerra de Ucrania
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