jueves, abril 28, 2022

HITLER CORIFEO DE NIETZSCHE Y PÉSIMO ESTRATEGA


 Ni Nietzsche fue el precursor de Hitler, ni éste fue su profeta. Un corifeo (Hitler) que no supo estar a la altura del paradigma o arquetipo (sic) intelectual y filosofico -y espiritual- que el pensador del Eterno Retorno encarnó. Como lo reconoce Ernst Nolte -viejo amigo (q.e.p.d)- en una de sus obras, "El fascismo en su época"

Como se lo acabo de recordar a un periodista alemán que se ha interesado (de pronto) por mi suerte, y como lo podran confirmar aqui cada uno de mis lectores, no pierdo la ocasion de rendir homenaje y tributo intelectual a la figura y a la obra y el pensamiento del historiador y escritor aleman Ernst Nolte que me honró con su amistad a lo largo de la larga correspondencia que mantuvimos, interrumpida bruscamente -como un mal presagio o premonición- pocos días antes de su muerte. Viejo conocido e ídolo indiscutible -por un momento sólo- de toda mi generacion española de universitarios (la mía propia) y apuesto que se pueda decir lo mismo de otros países ccidentales (y europeos), es asi a primera vista, de extrañar el riguroso boicot del que fue y sigue él siendo objeto en los medios de la investigacion cientifica académica y universitaria ("Recherche", en lengua francesa) 

Como de ello puedo dar fe a tantos años ya de mi estancia aqui y al cabo de mi largo recorrido por las universidades belgas. Un maldito -"maudit"- Ernst Nolte que acabaría encontrando en sus últimos años de vida (doy fe también) camino o via de redencion en el éxito editorial y en el reconocimiento inegable por muy parcial o polemico que fuera que alcanzó -justo poco después (nota bene) de empezar a escribirme a mí- en la opinión francesa y en particular a través de la polémica resonante que mantuvo con un intelectual e historiador francés del mayor renombre, Francois Furet, fuera de toda sospecha por sus credenciales ideológicas de ex-marxista arrepentido de lo que levantó acta en su ultimo libro "El pasado de una ilusión"-, que rindió homenaje a la obra enciclopédica de su colega alemán en un ambiente del mayor respeto y de la mayor cordialidad que causó una gran impacto en la opinion y (cabe así suponer) en el foro interno de sus lectores y en lo mas hondo de las conciencias. 

Y releyendo ahora una y otra vez cada uno de los tomos o volúmenes de su obra magna y más emblemática entre todas las suyas, "El facismo y su época", y de ella su tercer volumen consagrado al nacionalsocialismo y en particular el apartado que  dedica en su parte final -"Nietzsche, el terreno pre-burgués de la cultura"- al pensamiento de aquél, comparado y puesto en relación con el fenómeno que encarnó Adolfo Hitler y con el conjunto de la ideologia nacionalsocialista, encallo (yo) por así decir una vez y otra (y otra) -como por efecto de hipnosis o de imantación- en el parrafo que reproduzco literalmente para examen y juicio de mis lectores, que reza así: Con varios decenios de adelanto, Nietzsche habrá suministrado al anti-marxismo radical del fascismo su arquetipo espiritual, y se puede decir que el mismo Hitler no estuvo nunca a la altura de ese arquetipo

O lo que es lo mismo decir, que el fascismo -léase el nazifascismo- encarnó historicamente toda una ideología, léase todo un pensamiento digno de respeto y consideracion (intelectual) y dignidad (sic) al nivel de los arquetipos y de los paradigmas (sic) en los que la filosofía clasica -a partir como mínimo de Platón- situaba la matriz o el origen del pensamiento o de la especulacion filosófica (o ideológica) O en otros términos, que el nazi/fascismo  no fue un simulacro o remedo o caricatura intelectual o ideológica (barata) apenas, ni la Historia que lo descartó registró tampoco con su caída y su derrota  una especie de ordalía o de juicio de Dios, como se estaria tentado de interpretar por la empresa guerrera en curso de Vladimir Putin, sino que como en la ultima entrada ya lo explicamos aqui -y como Nolte lo viene en el párrafo citado a reconocer- el protagonismo histórico que propiamente Hitler encarnó no estuvo a la altura (sic) del papel o del rol que la Historia le tenía reservado, que le juzgó y condenó o descartó a él y no a los paradigmas y arquetipos (sic) que con él en aquel momento historico se vieron confundidos. 

O en otros términos, que Salingrado, paradigma (sic) de la ciencia y de la historia militares, no fue la tumba del nazifascismo sino del mismo Hitler. Y que los crÍmenes y errores que se le achacan, se cuentan o deben contarse en su pasivo y no en el de su ideología ni en el del pueblo alemán. Como tampoco los errores y crimenes del comunismo son  a notar en el pasivo del pueblo ruso, tal como lo declaró Soltzenitsyn: lo que el propio Vladimir Putin no me desmentería. Cuestion de (simple) estrategia y no de ideología o de moral ideológica, el desenlace de la Segunda Guerra Mundial.  Hitler, charlatán ideológico, corifeo de Nietzsche y pésimo estratega. Y una fatalidad alemana en resumidas cuentas



Lou Andreas Salomé, amor desgraciado de Nietzsche, espiritu brillante, y mujer de gran realce en su tiempo, hija de un general del Ejército imperial ruso. Ilustró ese filoeslavismo que impregnó -como lo señala Nolte- la obra del pensador alemán. "Rusia del Pueblo Inferior", escribió admirativamente él, en las antipodas del racismo anti-eslavo y de la guerra de razas del hitlerismo. Y en todo ello, Vladimir Putin no me desmentiría

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