lunes, diciembre 20, 2021

ZEMMOUR Y OBLIGACIÓN VACUNATORIA (DESILUSIÓN!!!)


 

Doctor Raoult. A la hora de su declive y de su (aparente) derrota, acribillado desde todos los lados por los medios mainstream, contradicho (en apariencia) por las cifras que nos sirven a profusion esos mismos medios, de "la gripecita" (gripette) que él (sinceramente) nos anunció, y perseguido de la Orden  (francesa) de Médicos -un respeto- con el mayor encarnizamiento, que le quieren estigmatizar como un charlatan (sic) a todo precio, nuestro apoyo más firme y nuestro agradecimiento más declarado que nunca. Tan grande no fue su culpa: la de subestimar el apecto principal y dominante de la crisis sanitaria, no en el plano médico ni en el  científico, sino de guerra bacteriológica. Dicho en nombre de todos aquellos a los que infundió un mínimo de esperanza y de ganas de vivir (frente al miedo) y de todos aquellos cientos de pacientes a los que curó y salvó (in extremis) la vida (contra los protocolos, y la dictadura de los poderes farmaceuticos, mediáticos y tecnológicos)  

Como una bomba. En un sector de la población entre los que me incluyo. Y me refiero a dos informaciones de actualidad que surgen en primer plano en  los medios a la vez, como por causalidad. Y me refiero en prime lugar al aviso serio y urgente en la conferencia de prensa del Primer ministro francés, Jean Castex, contra los no vacunados y por el que venimos a saber que la cifra de no vacunados allí asciende a los seis millones (seis). Y la segunda información  como un electrochoque lo es la toma de posición -tan aplazada- de Eric Zemmour, en el tema que arde y en el que venía sigilosamente escurriéndose -o "escaqueándose"- desde que empezo su fulgurante campaña electoral. Qué o quién ("qui?") ha pbligado a un viraje de tal magnitud al candidato estrella de la actual campaña francesa? O qué o por qué se ha sentido obligado a pronunciarse así, despreciando olímpicamente, en el instante decisivo, ese trozo estadistico (y estratégico) de electores -seis millones (seis)-  que podría a ojos cerrados decidir casi a un grado del ciento por ciento de probabilidades el ultimo y definitivo tramo de la carrera electoral?  Y es que hasta ahora vivimos acostumbrados a que se  cumpliesen a rajatabla los (altos) designios del NOM -nuevo orden mundial- , con la ayuda ("providencial") de los medios mainstream, y el empujoncito -en caso de necesidad- del tribuno (pontificio) de la plebe, que eso son y no otra cosa en la iglesia del concilio y del posconcilio- el papa de Roma y sus lecciones de moral (sociopolitica) y sus sermones y sus filípicas en nombre no tanto de los evangelios como de la conciencia, léase de la democracia universal. Pero con la actual emergencia sanitaria todo parecía fallar (....) O felix culpa! Porque ante tamaño (y patético) impasse  en el que la nueva situación -que ilustran a las mil maravllas las dos informaciones que acabo de nombrar- nos coloca al puñado de estoicos e irreductibles como niños desamparados -en francés " enfants perdus"-, y no nos queda más camino ni más remedio que tomar la vía de los grandes principios, de las formulaciones categóricas, ideológicas que los otros por las razones -de estrategia o de táctica o de cálculo politico- que sean, deciden ahora de pronto desertar. Non possumus. No nos pueden obligar. Y lo proclamamos alto y fuerte en nombre de nuestro ser identitario -y nuestro ADN- colectivos, y de nuestro derecho a a libertad interior -o libre albedrio- que se ve seriamente bajo amenaza por esos llamamientos atronadores (de tanta sospecha) a la obediencia -en nombre de la Liberté (Rousseau dixit)- a la Voluntad General. Sea cual sea nuestra franja de edad y nuestra posición social. 

Y nos conforta en unestra posición (inquebrantable) el debate -de Grand Jury-, que seguimos ayer por la red del alcalde (RN) de Perpignan, Louis Alliot, al que aludimos en la ultima entrada de este blog. Y en el que le vimos literalmente acosado y echando balones fuera hacia esa clase de comisarios o inspectores sanitarios-televisivos-  que le acosaban sin cesar de ladrar. Y era en él a base de argumentos pertinente -como el de que los vacunados no dejan de ser contagiosos (....), o la injusticia flagrantre para con los sanitarios (no vacunados), que hasta ayer se merecían todos los aplausos, y hoy en cambio (en Francia) se ven condenados o amenazados de suspensión - pero claramente insuficientes, o incapaces de convencer y de cerrar el pico a sus interlocutores o acusadores (me da igual) Y extralimitándose o metiendo claramente la pata a la vez. Y era viéndose obligado a confesar -y a retractarse justo a seguir- su des-con-fian-za (la madre del cordero) en el estamento (o casta) médica actual. 

El nudo de la cuestión, como un dogma o tabú intocable que nadie -ni Zemmour tan siquiera- se atreve ya a vulnerar.  Mientras que ellos -en árbitros o señores de la Vida o de la Muerte- se atreven a  todo en cambio, hasta infringir (impunes) el juramento de Hipócrates y los criterios más elementales de la deontología sanitaria. Y no hablo de oidas, de verdad. En Bélgica, y me figuro que en Francia y en España todo por igual. Que por ahi, por esa falla o esas fallas estamentales -la de los médicos y la de los abogados (grandes privilegiados del orden democrático)- se me antoja que estalló la  Segunda Guerra Mundial (y no digo más) 

Alto a la dictadura sanitaria! Vacuna o no vacuna, Libertad! Y que me perdone Eric Zemmour (qué desilusión de verdad!)  Y a todos, FELIZ NAVIDAD!!!

    

  25.500 manifestantes ayer en toda Francia -5.500 de los cuales en Paris- contra el pasaporte sanitario convertido entretanto en certificado o salvoconducto vacunatorio. Gran parte de ellos,  de "Patriotes", el partido de Florian Philippot. Que habran hecho así oidos sordos a los llamamientos al orden (democrático) de Eric Zemmour. Desilusión!

No hay comentarios: