lunes, marzo 26, 2018
Musa de Bruselas
Paseando (de noche) por alto/lugar
donde se da cita el Tiempo
Me siento mejor, mi amor
Y la veo venir corriendo ¡la Aurora!
Cuando despierte del todo
En mi cuerpo y en mi alma
Tras la letargia (¡cruel invierno!)
Y la primavera ría ella sola
Y nos pongamos tú y yo
A reírnos sin miedo con ella
Y se disipe como por ensalmo
Esa faz de la Nada hedionda
Que me sigue y me persigue
Desde lo hondo de la foresta
A donde me fui a buscarte
Por mil senderos y veredas
(cuando le perdí el miedo
a la Oscuridad Tenebrosa)
Y me dormí y me desperté
Henchido de una moral nueva
sin tabúes ni interdictos
ni maldiciones ni advertencias
ni moralina (burguesa)
Una moral que me enseñe a ganar
Y no al buen/morir (¡qué vieja!)
Que me enseñe a buscarte a ti
El alma -¡pura!-bien llena
de sueños y de quimeras
Sin miedo a tu circunstancia
Ni miedo a ti ¡mujer en prosa!
Porque estoy cierto que acerté (¿a que si?)
Con tu nombre, uno entre mil
Y vi que sí que se puede (¡oh sí!)
Y se encendió tu mirada infantil
Y se iluminó tu rostro
Que me sonreía solo a mí
Y las barreras cayeron
Y el mundo se puso a reír
Y entonces lo vi todo al fin
Y se fueron las dudas: comprendí
que todo en giraba en torno a ti
Mientras se paraba el tiempo
En la Grand Place (belgo/francesa)
¿En torno a ti o en torno a mi?
Y que os importa eso a lo dos
¿Más perdida tu de lo que lo estoy yo?
¡Paz amor donde hubo guerra¡
Perdido en la maleza
Y al encuentro del Destino:
así vago hace ya tanto
bajo mil campos de estrellas
Pensando en ti, solo en ti,
aunque se ma vaya la música
que no nos vaya a ti y a mi
¡Mi amor, mi diosa, mi musa! (de Bruselas)
donde se da cita el Tiempo
Me siento mejor, mi amor
Y la veo venir corriendo ¡la Aurora!
Cuando despierte del todo
En mi cuerpo y en mi alma
Tras la letargia (¡cruel invierno!)
Y la primavera ría ella sola
Y nos pongamos tú y yo
A reírnos sin miedo con ella
Y se disipe como por ensalmo
Esa faz de la Nada hedionda
Que me sigue y me persigue
Desde lo hondo de la foresta
A donde me fui a buscarte
Por mil senderos y veredas
(cuando le perdí el miedo
a la Oscuridad Tenebrosa)
Y me dormí y me desperté
Henchido de una moral nueva
sin tabúes ni interdictos
ni maldiciones ni advertencias
ni moralina (burguesa)
Una moral que me enseñe a ganar
Y no al buen/morir (¡qué vieja!)
Que me enseñe a buscarte a ti
El alma -¡pura!-bien llena
de sueños y de quimeras
Sin miedo a tu circunstancia
Ni miedo a ti ¡mujer en prosa!
Porque estoy cierto que acerté (¿a que si?)
Con tu nombre, uno entre mil
Y vi que sí que se puede (¡oh sí!)
Y se encendió tu mirada infantil
Y se iluminó tu rostro
Que me sonreía solo a mí
Y las barreras cayeron
Y el mundo se puso a reír
Y entonces lo vi todo al fin
Y se fueron las dudas: comprendí
que todo en giraba en torno a ti
Mientras se paraba el tiempo
En la Grand Place (belgo/francesa)
¿En torno a ti o en torno a mi?
Y que os importa eso a lo dos
¿Más perdida tu de lo que lo estoy yo?
¡Paz amor donde hubo guerra¡
Perdido en la maleza
Y al encuentro del Destino:
así vago hace ya tanto
bajo mil campos de estrellas
Pensando en ti, solo en ti,
aunque se ma vaya la música
que no nos vaya a ti y a mi
¡Mi amor, mi diosa, mi musa! (de Bruselas)
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