viernes, abril 01, 2016

LIMPIEZA ÉTNICA ABSUELTA EN LA HAYA

Vojislav Seselj, líder nacionalista serbio, que acaba de ser absuelto por el Tribunal Penal Internacional de la Haya -tras mantenerle preso once años hasta que fue puesto en libertad condicional el pasado año por la enfermedad de cáncer que sufría-, de nueve cargos sobre él pesaban de limpieza étnica, de crímenes de guerra y contra la Humanidad (etcétera, etcétera) El tribunal -que Seselj nunca reconoció- habrá reconocido que se vivía una situación de guerra donde todas las partes estaban organizadas tanto militar como políticamente. No está lejos el tiempo cuando en foros de discusión en lengua española en los que intervenía yo con mi nombre y apellidos, me veía amenazado por un sí y un por no, de denuncia ante el tribunal penal internacional de La Haya (heredero del de Nüremberg por tantos conceptos) La hora llegada de echar el cierre ¿no? Fui pro serbio durante todas las guerras de los Balcanes y sigo pensando que los serbios son mediadores de predilección entre los países occidentales y el mundo de la Ortodoxia (eslava)
Vojislav Seselj (pronunciado en español, Sche-schel-je) el líder de los nacionalistas serbios inculpado en el Tribunal de la Haya que le mantuvo durante 11 años preso -hasta el años pasado que se vio en libertad condicional por sufrir de un cáncer) es en lo sucesivo un hombre libre después de que el Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya le absolviese ayer de nueve cargos que contra él pesaban de crímenes de guerra, contra la humanidad, etcétera, etcétera (….)

Al final el tribunal habrá declarado en sus sentencia que los discursos y declaraciones de los que se le acusaban al líder serbio no eran incitación al crimen (sic) sino para enardecer (sic) a las tropas.Uno de los de mítines por los que se le acusaban fue en el 91 cuando declaró que ningún ustacha (sic) debía salir vivo de Vucovar, durante el asedio por tropas serbias de aquella ciudad, en alusión a las milicias croatas del estado satélite del III Reich durante la ocupación alemana.

 Fui pro serbio entonces y lo seguí siendo durante todas las guerras de los Balcanes. Y lo fui abiertamente, a través de publicaciones confidenciales -léase de tiradas reducidas pero con depósito legal- que publiqué por aquellos años en Bélgica. Y en el 99 durante los bombardeos de Belgrado mi postura me valió una carta de agradecimiento en respuesta a una mía -y que conservé- del entonces embajador en Bélgica de Milosevic que fallecería años mas tarde preso en la Haya sin llegar a ser juzgado (ni condenado)

Por aquel entonces participé en una manifestación en Bruselas convocada por grupos ecologistas, pacifistas y de extrema izquierda contra los bombardeos de la OTAN, en la que conseguí hacerme un hueco yo solo junto con un joven francés de ascendencia serbia que se acabo juntando a mi y desfilamos los dos solos en el cortejo por delante y por detrás de dos grupos, enarbolando banderas rojas (comunistas) los unos y negras anarquistas -separados entre ellos por una distancia de varios metros- los otros.

Y desfilé, en señal de repulsa de la política y la diplomacia vaticana y de la propia persona del papa Juan Pablo II que me pareció arrastrar una pesada responsabilidad en las gerras balcánicas, y también en desagravio de mi honor nacional que me pareció puesto en entredicho por el protagonismo (triste) que le valió en aquello al español Javier Solana (del PSOE) desde su puesto de secretario general de la OTAN durante los bombardeos de Belgrado.

En solitario (prácticamente), en mi postura ya digo durante las guerras aquellas. Lo que sin duda me aisló aún más en la política española donde reino aquellos años un consenso anti-serbio -en la clase política sino en el conjunto de la opinión publica,y en particular en los llamados medios patriotas, que daban así muestra una vez mas de un servilismo -heredado del régimen de Franco- se vio reducido en política extranjera de resultas de la rendición de aquél a los aliados tras el 45

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