Hinchas del PRAVY SEKTOR ("Sector Derecha", del Dinamo de KIEV) de un protagonismo mayor en el Euromaidán, y en todo lo que se siguió, hasta la guerra en Ucrania
Derrota inesperada (1-2) del Real Madrid, ¡que me duele Dios! Algo querrá decir ¿o no? ¿Deporte sólo el fútbol y no mas que eso?, ¡a otro perro con ese hueso!. Fui siempre seguidor del conjunto merengue y la idea de cambiar de equipo me hubiera parecido tan absurda que no me vino la idea -ni en las duras ni en las maduras- nunca a la cabeza. ¿El equipo del régimen? Algo tan evidente que casi no merece aquí ni el comentarse siquiera. Hasta el punto que se dijo -cargados de razones- que el "Madrid" en su época dorada -el de mis años niños, de Amancio Di'Stefano, Puskas y Gento, los que yo más recuerdo-, era el único asunto/exterior en la España de entonces, un poco -mutatis mutandis- como el Bemfica (el de Eusebio, natural nota bene, como un estandarte del Portugal ultramarino de antes de Abril) lo fue al (llorado) Portugal del Estado Nuovo (y del Estadio da LUZ, que yo estuve allí) Y lo fui desde la tierna edad de los trece o catorce años de cuando Madrid era una balsa de aceite en la que un niño como yo podía andar y corretear como Pedro por su casa hasta las tantas, y pasando una vez por el Bernabeu camino de casa al anochecer, cambié súbito de idea a la vista del publico afluyendo en tromba en aquellos precisos momentos y me procuré una localidad de "general" en la zona de gradas más altas (y lógicamente de las más baratas) Y una vez dentro con aquel césped tan verde, llenos o casi llenos los graderíos, y toda la batería de reflectores iluminando el estadio, publico y jugadores, tuve una especie de iluminación yo también, que me produjo un impacto tan fuerte que me pasé días y días después jugando yo solo como un poseso en la gran terraza -de un octavo piso- que teníamos en casa.
O sea que el "Madrid", su camiseta y su escudo y su grito de ¡Hala Madrid! fueron para mí como una segunda natura, al lado de otras que vendrían justo después, una detrás de otra (...) Y al lado de eso, estaban los equipos rivales y sus hinchas y seguidores en la clase del colegio de curas en donde yo estudié, donde todos o casi todos dábamos muestra de una cultura futbolística -y de una afición hacia un deporte que practicábamos a todas horas-, sin parangón (apuesto) en otras mismas edades, ni antes ni después -años cincuenta. Primero entre los rivales, el más correoso, el más invasivo tal vez- lo era el Atleti -el de Madrid-, tal vez en mí porque era el equipo de un vecino del mismo piso y portal con el que jugaba yo a diario y con el que no faltaron -de lo que vagamente recuerdo- peleas de hasta llegar a las manos. Pero con los colchoneros -que estaban, antes de la mudanza al Vicente CALDERON, justo entonces, en el METROPOLITANO, muy cerca de mi casa- la cosa se limitaba a lo estrictamente deportivo, con los vecinos y con los compañeros de clase. Otra cosa muy distinta ocurría con el BARÇA, hasta el punto que contaban un único seguidor en mi clase (por cierto entre mis mejores amigos), de padre mallorquín (como por casualidad) Donde las afinidades y vecindades regionales jugaban a tope, antes que contenciosos como el identitario (por emplear un púdico eufemismo) -españoles/catalanes- hiciese irrupción (justo después)
El "Madrid" era (casi) el equipo del Régimen, y en consecuencia, sus directivos, su presidente eran eso y mucho más que eso, como lo fue Santiago BERNABEU, y como lo es hoy Florentino PEREZ, hombre de puño firme y de consenso a la vez -tal y como lo ilustra el hecho que fuera a la vez, en los años de la temprana Transición, miembro de UCD. Y ahora qué, cabe preguntarse ante los cambio de rumbo anunciados en la Presidencia, con el descontento in crescendo en las gradas y el ruido cada día más fuerte en los vestuarios con voces que (parecen) querer poner al entrenador Xabi ALONSO -vasco de Tolosa, antiguo estrella del club blanco y de la selección nacional- en la picota, y pidiendo incluso su dimisión.
Hombre de sangre fría, Xabi ALONSO lo menos que se puede decir, porque lo vimos (y apreciamos) todos en la pequeña pantalla, en el incidente que provocó VINICIUS y del que la marejada habrá durado hasta ayer o anteayer (...) Y aunque no soy muy dado a las apuestas, y no soy tertuliano ni habitual de ningún chiringuito (de jugones, ni de campeones ni figurones ni de lo que sean), apuesto, (léase) "veo" el órdago a la grande que se tienen echado en los medios y en la afición (y en los vestuarios), por cuenta de él Se entiende, en su favor
Y que conste que me hice mucho más serio, parafraseando (una vez más) a NIETZSCHE, "en las cosas del Espíritu", y por ende, mucho más en las cosas del fútbol también. Y a riesgo de que se me tilde (una vez más) de parano o de complotista, debo decir aquí que ya no veo ciertas cosas de color de rosa como así las solía ver. Y pienso en particular en pormenores, como las lesiones, -en particular de las estrellas-, las protestas y violencias en los estadios -como con los hinchas "Ultra Sur" del Real Madrid, el "Frente Atlético" (rojiblancos) o sin ir más lejos, con los del PRAVY SEKTOR (Sector Derecha)- del dinamo de KIEV- que darían lo que darían (tal y como todos lo pudimos ver) Y en general de todo (y es mucho) lo que ocurre fuera del mercado (mercatto) de los fichajes.
Y a riesgo de que una victoria del BARCA -en la Liga o en la Copa del Rey- frente al MADRID se viese fatalmente, como más o mucho más que (sólo) deporte, me decido a echar mi cuarto a espadas, y a apostar pues por el futuro del Madrid, y por los garantes del mismo, en el banquillo, como en la Dirección. Que entienda, quien sepa entender
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