viernes, marzo 08, 2024

NAZISMO, TRAGEDIA Y FILOSOFÍA GRIEGAS (EN CLARO)

 


Goebbels en el Palacio de Deportes de Berlin (18 febrero 1943) « Discurso de la guerra total » (a seguir a Stalingrado) Sólo  un golpe (maestro) de propaganda? Tras lectura (de un tirón) del « Nacimiento de la tragedia » de Nietzsche, nos hicimos más serios y se nos aclararon de golpe las ideas -narrativa (de vergüenza ajena), dicho sea entre parentesis, de la derecha espanola, BASTA YA! .Una reedición de la tragedia antigua con coro trágico (sic) incluso acompañando: el de los combatientes -rostros ensangrentados y cabezas vendadas-, en primera fila del público asistente, coreando entusiastica y trágicamente -« histéricamente » en la Doxa que del discurso/diálogo del Ministro de Propaganda se nos vende-, a base de preguntas al público asistente, que acabó aquel a modo de invocación y encantamiento: «  Pueblo alemán levántate y Sturm brichtlos! (Que se desate la tormenta!) Boton 
de muestra del innegable trasfondo filosófico y teatral -de la Antigüedad clasica- en el nazismo, y de la tragedia griega tal como muchos vivieron la II Guerra Mundial (vencedores y vencidos) Y de la influencia e inspiración directa de romanticismo alemán y de una más reciente tradición cultural (Sturm und Drang)  (CONTINÚA)

Intenté en vano hasta hoy hincarle el diente al « Nacimiento de la Tragedia » de NIETZSCHE, la más importante y crucial (ahora solo me doy cuenta) de todas sus obras, y a la enésima vez’, bingo! lo veo todo claro como la luz’ entre líneas o al trasluz de esta obra maestra. la más importante de las suyas y con mucho, del capítulo ( en el pasado siglo) de Historia de las Ideas, De importancia y trascendencia filosófica y más aún si cabe en el plano de las ideologías, como se deduce en otra de mis recientes lecturas en sincronía con la anterior, « Nietzsche, campo de batalla » de la que aquí repetidamente hable, del historiador alemán y (difunto) amigo mío Ernst Nolte. 

Porque si como este sostiene -caracterizando como el Anti-Marx (sic) al autor de Zaratustra y pensador del Eterno Retorno y del Superhombre-, todo se pasa como si el debate o querella entre uno y otro quedase al final de esta última filosóficamente zanjado (o casi), a la vez que esa guerra híbrida aún en ascuas hoy de memorias, colofón o secuela principal de lo que el mismo NOLTE denomina o califica de « guerra civil europea » Lo que sólo se logra (en mi modesta opinión) al precio de conceder u otorgar al movimiento nazi o más exactamente a la corriente o magma ideológico de los nazifascismos esas credenciales filosóficas e ideológicas que hasta hoy echaron en falta y tan sañudamente se les negaron por culpa de la guerra de memorias. Lo que el escritor y filósofo italiano de izquierdas y fuera pues de toda sospecha  Umberto ECO, llamó (de forma un tanto enigmática) la Tradición primordial (sic) delante mía en una charla a jóvenes universitarios que impartió recién llegado yo aqui -finales de los ochenta- en una sala de conferencias del centro de Bruselas. 

Y la clave o el hilo conductor de las conclusiones que estoy vertiendo aqui la habré encontrado indagando por cuenta del episodio todo menos trivial inseparablemente asociado a la obra de NIETZSCHE mencionada más arriba, « Nacimiento de la tragedia », subtitulada « del Espíritu de la Música »  Y fue la memorable querella que en los medios académicos y universitarios prusianos en el terreno de la filología y en torno a NIETZSCHE encendió la obra aquellà, en la que intervinieron destacadamente uno de los profesores amigo del autor’, junto con el mismo WAGNER (principal destinatario de la obra) que le envío en tono laudatorio de aprobación una carta abierta, y en contra de aquel, el que pasaria a la historia -WILAMOWIZ-MOELLENDORF (1)- como el sepulturero o enterrador de la reputación académica de nuestro filósofo, que acabó en suma dando cuenta de toda su carrera y obligándo à Nietzsche a seguir nuevos rumbos y a mandar al diablo la filología tal como glosa la fuente a la que hago referencia, y a ser el mismo (lui-même) en definitiva (…) Lo que ilustra o indica claramente a modo de broche final o de lápida mortuoria el reproche que Wilamovitz  lanza a aquel entre acusaciones de querer defender una pseudo filosofía religiosa (sic) o de fundar una pseudo religión pagana filosófica (2), por cuenta de la obra musical de su mentor y amigo Richard Wagner y de la empresa ciclopea en este de rescate de todo un mundo semienterrado de leyendas y tradiciones en lengua alemana. Padres del nazismo (sic) llama a los dos, demagógica o umbralianamente pero no sin motivo, Francisco Umbral en más de una de sus galerías literarias.

Y es cuando WILAMOWITZ al final de la reseña que se dedica a la querella referida alude al sacrificio del intellectum (sic) como un magno desafío en el marco de la querella, a lo que resueltamente se niega. Y a lo que NOLTE subrepticiamente pero de forma no menos manifiesta y declarada parece querer dar respuesta al final de la biografía mencionada -y en el marco de la teoría del conocimiento de la filosofía alemana- glosando los juicios de valor (despreciativos) que merece el intelecto a NIETZSCHE y dándole así pie a endosar a este en las filas de los escépticos (de la Historia de la Filosofía). 

Con lo que el crucial debate -entre NIETZSCHE y MARX en definitiva parece quedar en tablas o en pie. Si no fuera por una consideración final de NOLTE en referencia a una de sus observaciones en su primera obra « El fascismo en su época » sobre la trascendencia (sic), un concepto talismánico a fuer de críptico (e iniciático) en extremo, pero de innegable raigambre e importancia filosófica.

Y es cuando afirma -como lo observa el autor del prólogo a « Los movimientos fascistas » en su edición francesa que los nazismos (o nazifascismos) no fueron en suma más que una reacción contra la trascendencia (sic)  (práctica como teórica) (4)  Entendida ésta en un sentido de emancipación, la cual conllevaría una tal cargazón de angustia e incertidumbre, que no podía menos de ser vista como un flagelo, calamidad o maldición bíblica. y en ese sentido podía NOLTE definir el fascismo como « la más formidable tentativa de poner fin a la incertidumbre » (3) Como un deus ex machina (« providencial », crepuscular) o una última recapitulación (« recapitulatio » ) -estén factor trascendencia- de la Filosofía  de la Historia o de la Historia de las Ideas (,,,) 

Con lo que parece querer erigir el nazifascismo al nivel o categoría de un enigma (histórico y cosmogónico) irresuelto. De una aporía/filosófica o sea. Algo evidente y de una claridad apodíctica y meridiana, pero por qué -la pregunta del millón , o madre del cordero- no se habrá subrayado o hecho observar hasta ahora?


Obra cumbre de Nietzsche y primera de todas las suyas. Biblia (neo/pagana ) del nacionalsocialismo. Con la que todo se entiende y sin la que nada se explica, ni de verdadera historia de aquel ni de las narrativas correctas y piadosas por su cuenta (ya su costa), de vergüenza ajena, sobre todo en lengua española








Ricardo WAGNER, padre junto con NIETZSCHE del nacionalsocialismo, según Francisco UMBRAL. Anuncio. del festival de música de WAGNER en Bayreuth’ -julio del 36-, donde se decidió la (decisiva) ayuda alemana al bando nacional en la guerra civil española. Innegable raigambre artística (y musical) del nazifascismo, espeso tabú a prueba de todas las evidencias

( 1): Ulrich Von Wilamowitz-Moellendorf, filólogo brillante y una figura paradójica (y de la alta nobleza prusiana) (…) Pese a su oposición intransigente à NIETZSCHE en nombre del intelecto (sic) y de un riguroso respeto y observancia (estrictamente) apolítica de la ciencia (filológica), fue uno de los firmantes del Manifiesto de los 93 (intelectuales) a favor de la entrada de Alemania en la I Guerra Mundial. Al final de sus días reconoció no obstante que reposaba en un malentendido (sic) la famosa querella

(2): de signo panteísta: de disolución del individuo en la masa del pueblo alemán (volk) (del Todo o del Uno)

(3): op.cit (1963) p. 405 et ss. En « Les mouvements fascistes », préface, XXI (« une résistance pratique et violente contre la transcendance » )

(4): ibídem


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