martes, septiembre 24, 2019

Luna Llena

En lo hondo de la Historia,
la realidad pura y nuda
(o de la –honda- urdimbre social)
¡Cual la Nada nauseabunda!

El magno (y hondo) desafío
Que presidió toda mi vida
Sin darme siquiera cuenta
Entre estruendos y aventuras

Y no es culpa mia ninguna, ¡oh no!,
Si no lo sufro, ¡no me gusta!
por eso me puse en tu búsqueda
¡altos de la Memoria pura!

¿Pura? Así lo creía yo
¡Pura y limpia, sin mancilla!
Hasta que le vi, al fin,
mil tatuajes encima (...)

Y me puse a creer en mi
En otra Memoria ¡la mía!
De lo que soy, de lo que fui
lo que fue o pudo ser un día

Y como eso no me bastaba
Que no era lo mío, no me iba,
Me puse a creer en ti
En tu presencia, en tu Venida

Aunque te fuiste ha ya tanto,
te ausentaste de mi vida
un atardecer de estío
como una sombra o una bruma

Y volverás, cuando ya no espere,
al mismo sitio que solía
que poblaron mis recuerdos
de noche al claro de luna

Cuando (yo) aparezca en las nubes
en la luna llena (y bruja)
a los que de mi se acuerden,
a la misma hora día tras día

Como un lobo solitario
siempre en la Noche bendita
cual fantasma o duende (amigo)
Buscándote (esperándote) ¡Niña!

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