lunes, junio 11, 2018

FRANCO Y ASSAD, SUERTE IDÉNTICA

Franco ganó la guerra civil. Sin discusión alguna. Pero tardó mucho tiempo en vérselo reconocido. Y fue porque la guerra no se había terminado (del todo) aún en 1939, tras la Victoria, sino que se prosiguió "por otros medios" -Clausewitz díxit-, en la lucha contra el maquis, en la ONU, en la política española y en los medios. Y después de muerto, algunos no cejaron en poder llevarlo a la horca en efigie, hasta ahora. Franco, Bachar-el-Assad, la comparación se impone. Porque algunos no cejan en querer llevar al gobernante sirio a la horca después de que hubo ganado la guerra. Fútil empeño. Los tiempos y los vientos cambiaron, desde la guerra de los Balcanes. El-Assad, Milosevic: comparaciones odiosas (y tendenciosas)
La señora (Rodham) Clinton estalló en una carcajada (salvaje) de alegría –ahí están (en aluvión) las instantáneas graficas- cuando le llegaron la noticia y los videos y la fotos de la ejecución macabra y en extremo cruel del coronel Gadafi. Seguro que su reacción fuera igual o parecida cuando había visto en la horca un poco antes al otro dictador/sanguinario –por machista sanguinario y no por otra cosa (a falta de otras pruebas)- del Irak. Saddam, Gadafi, El-Assad, enemigos públicos declarados todos ellos de la secta (fanática, terrible y temible) de los Hermanos Musulmanes a la que pertenecía Huma Abedín, su secretaria personal y tal vez mucho más que eso, tal y como se desprendía del filtrado de papeles reservados que le costó la presidencia (nada menos) La Hilaria perdió, y El Assad ganó, lo uno por lo otro. Y se le fastidió a ella el invento. Y era ese nuevo espectáculo macabro y morboso en extremo que a todas luces tenían en vista –ella y su amiga o “hermana” (musulmana de nacionalidad saudí)- con el gobernante –o “dictador”- sirio de pato de la farsa (la soga al cuello)


No se resigna, no se resignaron, no, no aceptaron en modo alguno la derrota –como lo deja claramente traslucir- en su reciente libro de memorias, ni en las elecciones presidenciales USA ni tampoco en la guerra en Siria como no podía menos. Ni el que se les fuera tampoco la piel del oso de las manos que ya tenían más que vendida (o apalabrada) Enemigos número/unos personales, cervales, irreconciliables, los dictadores árabes, de la derrotada candidata demócrata USA, icono emblemático del movimiento feminista como lo fue y como lo sigue siendo. Por dictadores, y por machos o machistas como lo demuestra su talante, y también –a falta de otras pruebas o mayores abundamientos- el bigote (horresco referens!) que lucen o lucían casi todos ellos (…) Guerra de sexos y conflicto del Oriente Medio, que por ahí se nos aclara de pronto es conflicto tan opaco y tan interminable. A ojos de neófitos, me refiero. Me explico: ni árabes, ni judíos (estaría bueno)
Bachar-el-Assad de visita junto a sus tropas en el último baluarte rebelde de la Ghouta Oriental (18 de marzo 2018) Ultimo parte de guerra. El parte de la victoria. Que los medios de la prensa global –como el País- niegan o reconocen a regañadientes, porque es reconocer su propia derrota, o el final de su hegemonía. El final de toda una era
Y ahora la ecuación se pone clamorosamente de nuevo de manifiesto cuando el fantasma amenazador del TIP (Tribunal Penal Internacional) irrumpe y se pone a gravitar en Siria –la justicia alemana interpuesta- como lo hizo –por mano del jurista argentino (de izquierdas) Moreno Ocampo- en Libia justo antes, como el anuncio infalible –tal y como así se reveló- de la intervención aliada. Y el espectro de la horca –y del recuerdo de Milosevic-se erige más amenazadoramente todavía ahora. Tal y como se vislumbra –no cabe mas claramente- tras el artículo/reportaje que publica el diario el País* en su edición dominical con el gobernante sirio en la picota. Testimonios en aluvión muchos, y documentos gráficos por escrito (acompañando) mucho menos. Lo que presta el flanco –todos estarán aquí de acuerdo- a la revisión inevitable. Como en todas las guerras, como en la Segunda Guerra Mundial y como en la Primera, tal y como lo registran las polémicas sonadas que surcan la historiografía en la materia (la de ambas guerras) Aquí no obstante no se trata de historia ni de historiografía sino de una guerra que los que la perdieron quieren reencender todavía (…)

Como ocurre con la (interminable) guerra civil española: quieren llevar a Assad a la horca al natural como quieren llevar a Franco en efigie, en su defecto. Lo que seria para unos y otros ganar una guerra que perdieron en cierta forma (…) Les va a resultar no obstante difícil, les va a costar mucho más -¡imposible!- que les costó con el gobernante serbio, porque ahora no cuentan con los bombardeos/humanitarios de la OTAN, ni con un papa -plebiscitado por los medios del mundo entero- que rociaba aquellos sin complejos –en sus gestos y en sus discursos- de chorros de agua bendita. Aunque para ello remuevan Roma con Santiago y pongan en serio peligro la paz mundial y la integridad y la seguridad de Europa, amenazadas por el enfrentamiento entre bloques que esa campaña de guerra de propaganda propicia, me explico entre lo nuevos bloques del mundo multipolar, Rusia y China e Irán a un lado, y al otro, en solitario, Europa.

Y detrás de todo eso, detrás de esa estrategia diplomática de alta tensión como por detrás de las iniciativas en nombre de la justicia (penal) internacional se encuentra la señora Angela Merkel, otro icono –se diría que por razón de fuerza mayor- de la crecida feminista (o marxista/feminista) Angela Merkel contra Bachar-el-Assad, como Hillary Clinton contra Muamar el Gadafi, así se perfilan las cosas. Y el gobernante sirio tiene y no tiene a fe mía motivo que temer. Como no temió mucho Franco en el 45. La ONU, un tigre de papel. Entonces como ahora (…) Esa es mi apuesta

*: Bajo un título a fe mía sorprendente: "Así se construye el caso contra el régimen de Bachar-el-Assad". A confesión de parte, eximición de prueba

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicitaciones sobre tu análisis sobre la campaña difamadora contra el Gobierno de Siria que hace "El Pais". Hoy, dia 12, en su página 7, ese diario de Madrid, (después de haberse "feminizado" con el nombramiento de una mujer--no sé de qué "orientación" sexual- en la Dirección, prosigue tarea desinformadora o informadora, según se mire:
"Siria registra el mayor número de desplazados en siete años de guerra" y añade: "Durante los cuatro primeros meses de 2018 hubo más de 920.000 desplazados internos en Siria".
Es de esperar que el nuevo "gobierno" (es un decir) ofrezca que España acoja a todos los refugiados de Siria.., al igual que ha hecho, ofreciendo acoger a los 629 AFRICANOS DEL BARCO "AQUARIUS".
Mientras tanto, la chuleria del presidente turco, entrometiendose en la política interior de paises como Alemania y Austria... no es explicable dentro de las normas de derecho internacional:
“Hago un llamamiento al canciller austríaco. Eres joven y necesitas experiencia. Comportamientos inexpertos como este te pueden costar caro”, advirtió Erdogan durante un acto público anoche, en referencia a Sebastian Kurz, que, con 31 años, es uno de los jefes de Gobierno más jóvenes del mundo. ESto ha dicho, el turco, segín gaceta.es:
El presidente turco volvió a insistir en que la decisión del Gobierno austríaco puede provocar un conflicto “entre la cruz y la media luna” y pidió a los países occidentales que intervengan.
https://gaceta.es/europa/erdogan-amenaza-a-austria-tras-el-cierre-de-mezquitas-puede-salir-muy-caro-20180611-1110/
¿Alguien se imagina a Angela Merkel pidiendo cuentas a Arabia Saudita por no permitir la celebración del culto cristiano?

Juan Fernandez Krohn dijo...

La situación es grave como lo ilustra el caso del Aquarius –negro/africanos del África Occidental en parte y (más de la mitad, lo que silencian los medios), libios y magrebíes(---)-, y como lo muestran también las declaraciones provocadoras del mandatario turco que mencionas, que se me antoja que hay que relativizar un poco., como un guiño de demagogia islámica o islamista de cara a la galería (al mercado interior quiero decir)

Y es que Erdogan está (un poco) -yo desde luego lo veo así- entre la espalda y la pared, después del putsch fallido en el que salvó el puesto -y el pellejo- gracias a la Rusia de Putin a la que quiso contentar justo después en Siria, lo que tiene que hacerse perdonar (no sé cómo la verdad) haciendo a todo pasto concesiones aunque sean meramente verbales a los islamistas y al nacionalismo turco anti-occidental que tienen en Austria su enemigo natural, histórico. Pero eso es un asunto interno, quiero decir fronterizo, donde los países fronterizos tienen primero la palabra. Aquí en Bélgica la comunidad turca que son mayoría pro-Erdogan, debo decir (comparativamente hablando al menos) que no son mucho problema (y toco madera).

Es un tono desde luego inadmisible en el plano de las relaciones internacionales, como tú bien dices, y la prensa belga ni lo toca. Si hubieran sido declaraciones de un mandatario español, para con Marruecos por ejemplo o la misma Turquía, la marimorena (…) (¡Oh manes de la Leyenda Negra!)