domingo, noviembre 01, 2015
Oda a la Diosa Venus (poesía en domingo)
¡Testa al viento por la vida,
soñando (alto) bajo el cielo
a riesgo de dejarme al pasar
en una tarde de perros
y en la escalera de un bar
los sesos en el empeño!
Lo que me ocurrió ¿o no?
-¡Dios que trance aquél tremendo!-
cuando le vi las orejas
al Absurdo lirondo y feo,
y a la Nada ¡diosa fea!
al marchar, todo derecho
-yo que veía todo azul-
y recto ¡Como me parieron!
Y salí (casi) ileso del trance
y a fe mía que por los pelos,
protegido en la distancia
del manto de la diosa Venus
que me guiaba materna
de sus luces y destellos
y velaba en aquel trance
por mí, de sus ojos tiernos
¡Santa Guardia de mujeres!
en sueños o en carne y hueso,
de musas, diosas y amazonas
que llevo pegado al cuerpo
sin sentirlas ni notarlas
a orillas de mis senderos
y a la alba luz de la Estrella
que me nació en el infierno,
y en las señales de pista
de Europa y de sus desiertos,
acudiendo a mí solícitas
al verme en atolladeros
testigos de mi defensa
cuando me vi en serio aprieto
jueces (juezas) tan benévolas,
tiernas, sin mirar en riesgos
cuando vi mi honra en peligro
y blanco de linchamiento,
cuando me rondó la Muerte
de cerca y yo sin saberlo
y me sirvieron de escudo
y me amaron y protegieron,
¡Que otras mujeres (araña)
me habrían llevado al huerto!
¡Rebelión de las mujere,
signo del Tiempo Nuevo!
Como la rebelión de las masas
del tiempo de los abuelos
que hay que saber conjurar
estudiándolas en serio,
minuciosos, en detalle
y dándole tiempo al tiempo
igual que almas consagradas
fieles devotos, posesos
escrutándolas al pasar
¡Y amándolas como al vuelo!
La parte de fuego, amor,
que soporta el sabio (cuerdo),
reza el pensamiento chino,
y qué quiere decir eso,
me pregunté y me pregunto
qué tiene que ver conmigo,
mientras te observo contrito
cociéndome al fuego lento
la noche de gatos pardos,
cientos, miles (¡en aumento!)
de brujas y de fantasmas
ennegreciéndome el alma,
taladrándome el cerebro
llenando de ideas negras
mi corazón tan inmenso
que pretendían encoger
y yo, claro, no me dejo,
y los fantasmas atacan
el alma en pleno desconcierto
pero no me rindo ¡Fuego!
En mi alma y en mis sienes,
disparándote estos versos
y me aguanto yo este órdago
solo entre tierra y cielo,
seguro que voy a ganar
el envite tan tremendo,
me lo dices con tus ojos
mientras te observo sereno,
las piernas un poco abiertas:
no más que un viejo reflejo
de cuando me vi encerrado
en el foso, entre extranjeros
de donde salí vertical
como decía aquél (preso)
a un tris no obstante que estuve
que se me hundieran los cielos
y fue porque tú no estabas
aún en mis pensamientos
si no, no hubiera sentido
aquellos años de encierro
que hoy no me pesan ¡Nada!
¡No! ¡Magia de los recuerdos!
que mi amor por ti idealiza
y les da color ¡Tan negros!
Que sin aquella prueba al rojo
no sabría amarte yo (en seco)
¡Cierra bares por tu amor,
lo que de mi tienes hecho!
soñando (alto) bajo el cielo
a riesgo de dejarme al pasar
en una tarde de perros
y en la escalera de un bar
los sesos en el empeño!
Lo que me ocurrió ¿o no?
-¡Dios que trance aquél tremendo!-
cuando le vi las orejas
al Absurdo lirondo y feo,
y a la Nada ¡diosa fea!
al marchar, todo derecho
-yo que veía todo azul-
y recto ¡Como me parieron!
Y salí (casi) ileso del trance
y a fe mía que por los pelos,
protegido en la distancia
del manto de la diosa Venus
que me guiaba materna
de sus luces y destellos
y velaba en aquel trance
por mí, de sus ojos tiernos
¡Santa Guardia de mujeres!
en sueños o en carne y hueso,
de musas, diosas y amazonas
que llevo pegado al cuerpo
sin sentirlas ni notarlas
a orillas de mis senderos
y a la alba luz de la Estrella
que me nació en el infierno,
y en las señales de pista
de Europa y de sus desiertos,
acudiendo a mí solícitas
al verme en atolladeros
testigos de mi defensa
cuando me vi en serio aprieto
jueces (juezas) tan benévolas,
tiernas, sin mirar en riesgos
cuando vi mi honra en peligro
y blanco de linchamiento,
cuando me rondó la Muerte
de cerca y yo sin saberlo
y me sirvieron de escudo
y me amaron y protegieron,
¡Que otras mujeres (araña)
me habrían llevado al huerto!
¡Rebelión de las mujere,
signo del Tiempo Nuevo!
Como la rebelión de las masas
del tiempo de los abuelos
que hay que saber conjurar
estudiándolas en serio,
minuciosos, en detalle
y dándole tiempo al tiempo
igual que almas consagradas
fieles devotos, posesos
escrutándolas al pasar
¡Y amándolas como al vuelo!
La parte de fuego, amor,
que soporta el sabio (cuerdo),
reza el pensamiento chino,
y qué quiere decir eso,
me pregunté y me pregunto
qué tiene que ver conmigo,
mientras te observo contrito
cociéndome al fuego lento
la noche de gatos pardos,
cientos, miles (¡en aumento!)
de brujas y de fantasmas
ennegreciéndome el alma,
taladrándome el cerebro
llenando de ideas negras
mi corazón tan inmenso
que pretendían encoger
y yo, claro, no me dejo,
y los fantasmas atacan
el alma en pleno desconcierto
pero no me rindo ¡Fuego!
En mi alma y en mis sienes,
disparándote estos versos
y me aguanto yo este órdago
solo entre tierra y cielo,
seguro que voy a ganar
el envite tan tremendo,
me lo dices con tus ojos
mientras te observo sereno,
las piernas un poco abiertas:
no más que un viejo reflejo
de cuando me vi encerrado
en el foso, entre extranjeros
de donde salí vertical
como decía aquél (preso)
a un tris no obstante que estuve
que se me hundieran los cielos
y fue porque tú no estabas
aún en mis pensamientos
si no, no hubiera sentido
aquellos años de encierro
que hoy no me pesan ¡Nada!
¡No! ¡Magia de los recuerdos!
que mi amor por ti idealiza
y les da color ¡Tan negros!
Que sin aquella prueba al rojo
no sabría amarte yo (en seco)
¡Cierra bares por tu amor,
lo que de mi tienes hecho!
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1 comentario:
http://lta.reuters.com/article/worldNews/idLTAKCN0SR1BX20151102
GINEBRA (Reuters) - Un nuevo récord mensual de 218.394 refugiados y emigrantes llegaron a Europa en octubre por mar, frente a los 172.843 que alcanzaron las costas europeas en septiembre, dijo el lunes Adrian Edwards, portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR).
"Este dato es el más alto alcanzado en un mes hasta la fecha y equivale a casi el mismo número registrado en todo el 2014", dijo Edwards. ACNUR calculó que en 2014 llegaron por mar a Europa alrededor de 219.000 refugiados.
(Reporte Tom Miles. Editado en español por Marion Giraldo y Ana Vicario)
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