martes, noviembre 03, 2015

JUANMA RODRÍGUEZ, LA COPE Y EL BARCA

Juanma Rodríguez, el “penúltimo raulista vivo”, no es sólo periodista con garra (y humor), sino además de eso, un escritor con estilo que eleva al subgénero (literario) que practica de categoría. Un indicio más que la pugna Barça Real Madrid no se limita a una mera cuestión futbolística. Más aún las horas que corren. Como no es una humorada más sino una provocación a tomarse muy en serio el número que montaron Piqué y otros jugadores del Barça en Getafe, que el célebre periodista –sin perder el sentido del humor- ataca muy acertadamente
El futbol no sólo es futbol: una convicción intima que anidó siempre en muchos incluso en los más forofos del deporte rey (o que lo fue, que no sé si lo sigue siendo) Dejé de interesarme en la actualidad futbolística aun adolescente cuando entré en la universidad y una fiebre (juvenil) sucedió en mi a un sarampión de niño y de púber semi adolescente, la fiebre de la política, a la pasión (infantil) futbolística de seguidor (forofo) del Real Madrid, o como decíamos castizamente, del Madriz (y se sigue diciendo) Y de aquellos sarampiones futbolísticos infantiles y pueriles algo sin duda queda, en el plano de las filias y las fobias que van mas allá a menudo de lo futbolístico.

No tengo nada contra el Barça metafísicamente considerado, léase visto como lo que debía ser, el equipo de fútbol representativo de la afición mayoritaria de la Ciudad Condal y de muchos aficionados de Cataluña. Pero el Barça como el Madrid era ya más que un equipo de futbol en tiempos de régimen anterior, y en la España de hoy, se diría que el Barça lo es todo en ese Cataluña enferma -tal vez no más que el resto de España- que algunos quieren tirar a toda cosa por el precipicio de la secesión y de la independencia.

Y si sigo sin tener propiamente nada contra el Barça per se ni contra sus jugadores, si lo tengo contra los que apuestan por el Barça sin tener razones o motivos más que el desapego o el resentimiento, y no estoy apuntando a nadie en concreto. A mí que me registren. Porque de Vicente del Bosque, no hablo yo sino que lo hace casi a diario un comentarista de la prensa digital que a fe mía consigue –prácticamente él solo- interesarme en la actualidad deportiva y futbolística cada vez (de pascuas a ramos) que lo leo, y ahora también que acabo de visionarme el último de sus videos digitales y con el que me he vuelto a reír, como me esperaba.

Y estoy hablando -y que conste que no es intención mía hacerle propaganda ni a él ni al Real Madrid (ni a su directiva)– del “penúltimo raulista vivo”, seudónimo periodístico de Juanma Rodríguez, periodista deportivo, madridista…y escritor de estilo -lo que es ya raro en el universo de las letras españolas y más aún tras la muerte de Francisco Umbral y más aun en un subgénero literario, el periodismo deportivo que él consigue elevar de categoría- y además de eso, dueño de una prosa ágil y de un humor bien genuino y castizo, propio e intransferible.

Mis respetos. Sin duda por el madridista que llevo dentro, y que le habré transmitido –sin proponérmelo, ni influenciándole, mi palabra- a mi propio hijo, seguidor por partes iguales del Real Madrid y del Brujas (Club) a no confundir –muy importante por tierras flamencas- con su rival el Brujas Circulo. En sus última entrega Juanma Rodríguez arremete contra la Cope, Pablo Iglesias interpuesto, por prestar su tribuna al líder podemista (y no podemita) al que el periodista "merengue” llama anticatólico. No entro mucho al trapo de esa acusación y de esas polémicas, aquí ya todos se lo imaginan fácilmente, lo que sí me interesa en cambio es subrayar el hecho en sí de la presencia del líder “transversal” en la cadena oficia de la iglesia, léase propiedad de la Conferencia episcopal española.

¿En qué es trasversal Pablo Iglesias? (estoy hablando de política que conste) No en su anticlericalismo sectario ni en su guerra civilismo irreconciliable desde luego, ni tampoco, se me antoja, en sus guiños –tan poco creíbles- a un sector de la extrema derecha (expresándome así nota bene solo para entendernos) y en particular al sector azul de la misma, que no prodiga por lo que sea ya hace algún tiempo.

No. La (pretendida) trasversalidad de Pablo Iglesias como la del movimiento indignado en general se las da el nihil obstat y los buenos auspicios de la iglesia y del Vaticano y del papa de Roma. Que siguen apostando por él  a ojos vista (y por ellos) a pesar de la repetición (en serie) de fracasos. Y a pesar de sus desplantes innúmeros, como el último que se acaba de permitir al presidente del gobierno y por encima y por detrás de él, al conjunto de la opinión pública desmarcándose del pacto anti-secesionista en relación con Cataluña.Y es curioso que el que lo denuncie sea un periodista oficialmente madridista.

El Madrid algo más, mucho más que un club de futbol. Como el Barça. Por eso, y a pesar de que alguna vez le critiqué en el pasado, he acabado perdonando al que sigue siendo a no dudar –no me duelen prendas- ídolo de un sector considerable de la afición madridista, el portugués Mourinho que atacaba al Barça sin complejos lo que acabó haciéndole para mi simpático, más aún viniendo de un portugués, un tema –todos aquí me lo reconocerán- en el que me siento fuera de toda sospecha (como el césar y la mujer del césar)

1 comentario:

julio sanz dijo...

http://klypeus89.blogspot.com.es/2015/11/conferencia-sobre-los-planes-del.html