sábado, noviembre 14, 2015

ATENTADOS DE PARÍS ¡TODOS SOMOS FRANCESES!

Vista del estadio del Saint Germain en París, hace unas horas, con las gradas desiertas tras los atentados que acaban de producirse. El número de victimas mientras escribo estas líneas (de urgencia a altas horas de la madrugada) asciende ya los ciento cuarenta muertos. Y por la amplitud de los escenarios y la onda de pánico que habrán a todas luces desatado en la capital francesa y en la nación vecina los atentados de hoy, son perfectamente comparables a los atentados del 11 de marzo en Atocha. ¿Otro movimiento de opinión pública como el de entonces en España, echándole los muertos encima al gobierno francés y al presidente de la Nación por la política de Francia –el viraje drástico en la misma, que me diga- en el Oriente próximo (en el Irak y en Siria) Obvio es que no. Como tampoco en Rusia por el derribo del avión en el Sinaí. Spain is different. El único país de Europa –y del mundo- con una guerra civil interminable (desde hace ochenta y tantos años)
Escribo estas líneas mientras las instantáneas graficas no dejan de afluir de la carnicería perpetrada en Paris en las últimas horas, y de la toma de rehenes en una discoteca y del asalto conforme a noticias de último minuto por las fuerzas de orden que habría culminado con la muerte de los autores del ataque (concertado) terrorista.

La serie de atentados de estas últimas horas –de evidente factura islamista- se producen nota bene mientras la batalla de Alepo alcanza niveles de paroxismo tras avances decisivos del ejército sirio (de Bachar el Assad) en las últimas cuarenta y ocho horas. ¿Por qué ahora Francia y los franceses en la línea de mira de esta ofensiva del terrorismo islamista?

La pregunta que se impone, y la respuesta esté tal vez directamente ligada a las noticias desde hace cuarenta y ocho horas del frente sirio –e iraquí en menor medida- donde las tropas del régimen y de sus aliados iraníes en el primer avance terrestre significativo desde el inicio de los ataques aéreos rusos en territorio sirio hace ya más de un mes, consiguieron romper el cerco –de más de dos años a cargo del Ejercito islámico EI- a un aeropuerto de gran importancia estratégica en la región de Alepo.

La operación habría sido coronada con éxito gracias nota bene a informaciones decisivas suministradas por grupos rebeldes “moderados” sostenidos mayormente por Francia y los Estados Unidos lo que testimoniaría de un viraje espectacular en la estrategia mantenida hsta ahora por las dos grandes potencias mencionadas en el conflicto sirio.

El ataque de hoy en París aunque en menor magnitud no obstante –por el numero de víctimas- es perfectamente comparable a los atentados del 11 de marzo (del 2004) por razón sobre todo de la mucha mayor amplitud de los escenarios que habrían sido teatro del ataque, un estadio del futbol –del Paris Saint Germain- y el mismo centro de la capital francesa y por la onda de pánico que ello habrá a todas luces desatada en la capital y en el conjunto del territorio del Hexágono que habrá llevado al presidente Hollande a declarar el estado de urgencia.

¿Veremos ahora reproducirse en Francia un movimiento de opinión pública como el que (desgraciadamente) se produjo en España tras los atentados de Atocha? ¿Se pondrán ahora ciertos medios y ciertos sectores de la clase política francesa a gritar come energúmenos y a tratar de asesino (sic) al presidente de la república y a echarle en cara la sangre (aún fresca) a de los muertos en estos atentados terroristas por su intervención en Siria (y en el Irak)?

Obvio es que no. Como tampoco se espera una reacción análoga en Rusia tras irse viendo confirmado lo que cobra cada vez más visos de tratarse de un ataque terrorista, a saber el derrumbe del avión de pasajeros sobre el desierto del Sinaí de inicios de la semana pasada. Al contrario, cabe más bien pronosticar un refuerzo de la ayuda rusa al régimen sirio en apuros, como parece que se esté comprobando en las últimas horas.

Spain is different. El único país de Europa –del mundo- que sigue siendo teatro de una guerra civil interminable, la guerra de los Ochenta y Tantos Años como la bauticé, y de la que los atentados del 11 de marzo como lo dejé sentado en mi libro Guerra del 36 e Indignación Callejera” fueron -como la acción de guerra que en realidad serían- un episodio más (y no el último tampoco)

Nuestra solidaridad sin reserva –lo que le faltó al gobierno español entonces-, excusado el tener que precisarlo, al presidente (socialista francés y también a su primer ministro -el oriundo y muy guerra civilista Valls- en estos momentos de prueba por los que atraviesa la capital francesa y toda la nación vecina.

Todos somos franceses –afrancesados y no afrancesados- las horas que corren, los españoles. ¿O acaso sólo tenían derecho a una solidaridad sin reserva –entre los universitarios de todos los países europeos- los judíos alemanes, como se corearía por todas partes –que todavía lo llevo en mis tímpanos (…)- en mayo del 68?

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://klypeus89.blogspot.com.es/2015/11/la-invasion-de-europa-por-tercera-vez.html