Meteora (poesía en domingo)

Cataclismos, meteoros
en el Libro de la Historia
y en la noche de los tiempos
(del cielo de mi memoria)

¡”Meteora”! –los monasterios-,
refugio de héroes indómitos
y de Bizancio (“Espejo de Dios”)
y sus mil años de agonía
¡Ciudad colgante del cielo!

¡Idealizar el pasado!
Hoja de ruta –vía sacra-
de verse libres y dueños
del pasado que no pasa

Prodigios, luces, señales
-como meteoros divinos
o diamantes en cielo raso-
de la caída de Constantinopla,
la Ciudad de Dios que murió
¿Y que ahora resucita?

Compréndeme un poco mujer,
que por no querer sucumbir,
léase vivir de rodillas,
de tanto penar (y sufrir)
acabé viendo luceros
verdes, entre la sinrazón
-¿”border line”?- y la cordura,
y horizontes de futuro
para tí también junto a mí
en medio de las ruinas,
y se me abrieron las puertas
y vi los cielos abiertos
de una vida contigo ¡Amor!
(palabra de profecía)

Cuando irrumpiste radiante
celosa de tu secreto,
el que brillaba en tus ojos
y el que latía en tus senos
y el que bailaba en tu risa
y susurraban tus labios
rojos (del carmín), carnosos

Flor abierta -¡oh sorpresa!-
así de pronto, antes de tiempo,
cuando pasaste a mi lado
como un arcángel azul,
todo en suspenso y yo al verte
bella y fragante en rubio y tul,
tierna -¡mujer esponjosa!-
y envuelta en un halo de luz
como una diosa Meteora
entre meteoros en alud
que se hicieron altas cumbres,
(¡Qué misterio!) ¡Esa eres tú!

¡Mi “gran meteoro”, amor, mi cielo!


Poesía gratis para tí,
princesita de mis sueños
y para mí, para vivir
porque me lo pide el cuerpo

¿Poesía oficio de escribir?
Oficio de vivir soñando
y de poder reírme de mí,
y para seguir viviendo
creyendo en su poder sin fin
-como un devoto o un poseso-
de hacer maravillas (mil),
de resucitar a muertos
de hacerte soñar y reír,
ya estés cerca o ya estés lejos
Y de hacerte feliz muy feliz
haciéndote bailar por dentro,
y como tu cuerpo sabe, sí.

Que bailas andando sola
con tu pelo y talle y tus pies
y te vuelves y te estiras
del derecho y del revés

Y todo en redor tuyo en danza
y yo también me decidí
soñando un baile contigo
de día y de noche sin fin.

Que bailando me olvido de mí
y me vienen los recuerdos
y me aclaro las ideas
de hombre cabal (y cuerdo)
que da su palabra y cumple
de amarte sin fin (lo prometo)
a tí solo mi amor, ¡A tí!
Que me hiciste tanto soñar
Y nacer como de nuevo
(“born again”)¡Te juro que sí!

Y vivir una nueva vida
Siempre color de azul (cool, cool)
donde no cuentan los días
sino las veces que te vi
que te tuve, que te amé
que me enseñaste a reír
contigo, con tu risa infantil
y con tus gestos de niña
de rosa flor, blanca y gentil
y tu encanto femenino
Tú la reina y yo el alfil

Pero no te amé por eso
(¡Fue porque me miraste así!)