jueves, mayo 22, 2008
UNA MEMORIA (HISPANICA) EN LA PICOTA (y 4): risas y lagrimas de la farsa flamenca (con la sombra de la ETA)
La derrota de Alemania y la li-be-racion fueron en la historia oficial belga, en la memoria politicamente/correcta de sus habitantes, grandes fiestas, "kermesses heroicas" alargandose dias y dias (tardes y noches), a imagen y semejanza de lo que ocurrio o dicen que ocurrio en la Francia vecina. Tal y como lo cuenta Hugo Claus en su novela en cambio -al menos en lo que se refiere a la zona flamenca- pareceria haber sido en cambio la madre de todas las calamidades y de todas las desgracias, para el protagonista Luis al menos y para todos los suyos, su familia sus intimos y conocidos....Un relato, el suyo, plagado de silencios o de lagunas de lo que ocurria en resto de la ciudad y del pais entero, mas elocuente que todas las palabras y todas las paginas escritas....
Y es un reflejo literario en la novela de Hugo Claus, lo que enseguida se nota, de las cuatro estaciones de Vivaldi -primavera, verano, otoño e invierno-, porque con el desembarco de Normandia, hacia la mitad de la novela, se puede decir que empieza el otoño en el relato y en la vida del protagonista (y de los suyos) Al poco, es cierto, comienza el repliegue aleman, imperturbable, por caminos y carreteras y la resistencia comienza a su vez a salir de la sombra, mientras la madre de Luis se presenta con el hijo, aquel final de verano (tan caliente) del 44 en un convento de frailes je-ro-ni-mos (como suena....) que regentaban una especie de centro de formacion profesional para tipografos, tres semanas antes del comienzo de las clases....
La estancia dura unas horas tan solo, ante la llegada imprevista de un grupo armado hasta los dientes de la resistencia que confraternizan con los frailes pero que no se fian de ellos del todo...tras lo que Luis el protagonista acaba dandose las de villadiego (con ayuda de un bicicleta) para ir a enccontrar refugio unos cien kilomentros mas lejos en casa de unas tias suyas. Y se diria que en los inicios, transcurso, y desenlace de la segunda guerra mundial en Belgica, en la ocupacion como en la liberacion -muy al contrario "nota bene" de lo que ocurrio en la guerra civil española....- todo quedase en familia, entre paisanos, y es desde luego la impresion que prevalece desde el pricippio hasta el fin, de esa ristra interminable de testimonios mitad autobograficos mitad roamnescos, mitad ficticios mitad historicos, de la derrota (mundial) del nacional/socialismo aleman y del triunfo de la democracia (en su capitulos belgas)
Todo en casa, o para andar/por/casa, como digo, entre belgas y entre flamencos: el cura de la parroquia que se conoce a todos sus parroquianos como la palma de la mano, y que hace pensar a los curas de pueblo gallegos -y sin duda en otra regiones españolas- jefes/locales/del/movimiento en los anos ya tardios del regimen de Franco (que yo mismo conoci y vi incluso en funciones de mis propios ojos, a uno de ellos, lo prometo...), o el guarda campestre que llego a vestir el uniforme de los ocupantes pero que goza de complicidades por todas partes, y que puede contarlo, en casa ademas, con la despensa y el sotano bien llenos; o el jefe (y heroe) local de la resistencia que se ha pasado toda la guerra "escondido" o mas bien retirado o recluido -o metido debajo de la mesa camilla- en el taller del carpintero del lugar, y que se dedica despues a dar avales a todos los de su pueblo hasta que se acaba dando a la fuga, el policia (cojitranco) comprometido a fondo en la colaboracion que se destapa heroe/de/la/primera/hora (contra todas las evidencias...); o incluso el militar norteamericano respnsable del servicio de intelgencia de la lunidad que ocupa el sector y que trafica sin problemas con la familia del protagonista
Una sola nota discordante (o casi): la escena -de lo mas cruda- del linchamiento en publico de Pepe el sucio (Vuile Sef) -aludido ya mas arriba- por colaboracion (estrecha) con la Gestapo, que pierde un ojo -de forma cruel, macabra casi- en el empeño pero que salva la vda en cambio....Y justo al lado, una serie de mitos de piel dura flotando y danzando por dentro y por fuera de la novela, de lo que realmente acontecio o estuvo a punto a penas: de los magistrados y funcionarios de la justicia militar que se hacian pagar "en specie" unos pedidos de indulto de las mujeres de fachas ("zwarten", negros en version flamenca) que iban a verlos entre llantos y suplicas; o de las mujeres (francofonas) de los vencidos -como se lo oi de mis propios oidos a un joven belga que lo crea a pie juntillas- "vendidas" a los sodados senegaleses de las tropas aliadas (liberadoras) en la region de Charleroi, "por un paquete de Marlboro" a penas...
Y entre medias una notas españolas, castizas, inconfundibles, esparcidas aqui alla, en esta ultima parte como en el resto de la novela: en la evocacion de "las campanas" del titulo de la novela celebre de Hemingway -sobvre la guerra civil española) precisamente por aquel agente yankee del servicio secreto, o en la musica de pasodoble taurino y de Carmen (sic...) que acompana las manifestaciones de los "blancos" (democratas) delante de las casas de los "negros" (nazi/fascistas)...Como si la guerra civil española y sus ajustes de cuentas -justos o injustos, justificados o sin serlos- hubieron estado bien presente en todas las mentes, en todas las conciencias, para quitarle hierro, o lo mas posible, a la cosa...Que pague uno -un pueblo, un individuo, segun los casos, pero uno por todos tan solo- por todos, si, por "ellos" y por "nosotros": principio o dogma fundamental de una filosofia de la historia de mi cosecha, que me diga de mi propia expereincia....
Lo que se ve corroborado o como rubricado en los relatos del padre de Luis, de vuelta a casa, libre ya, de la vida que llevaban en la carcel el y sus camaradas. Una carcel de juguete o de mentirijillas (en comparacion con otras...) todos juntos y en reunion...con la amenaza de muerte rondando (vagamente) sobre sus cabezas cierto, por previa sentencia, pero no con el espectro terrible, amedentrador e inminente de las sacas nocturnas como en la carcel Modelo madrileña (en zona roja).....Porque es cierto que los expedientes de represion -como se habra cacareado a menudo- alcanzaron en Belgica, en proporcion a lo modesto de su extension territorial y de su poblacion, unas cifras fabulosas en el 45, pero el porcentaje de aquellos por los que se llevo delante del peloton de ejecucion a sus encartados pertenece igualmente -en mi modesta opinion- al universo de los mitos (en parte al menos)
COLOFON Lo que me lleva a la reflexion final con la que pretendo concluir y a la vez glosar este ultimo articulo/mesaje sobre la novela belga de la Segunda guerra mundial por ex celencia. Y de paso a una comparacion para uso de mis lectores españoles sobre todo. La guerra civil española del 36 ya se sabe quienes la ganaron. Vencieron en la guerra, es cierto, pero acabaron perdiendo en la paz (sobre todo en las dos ultimas decadas)
Con el desenlace de la Segunda guerra Mundial habra ocurrido "mutatis mutandis" algo parecido en Belgica. Los perdedores del 45 salieron del paso -por regla general- mucho mejor de los que ellos mismos se esperaban, y hoy son precisamente ellos, y sus descendeintes, los miembros de su famlia o familias politicas, sus herederos ideologicos, los que se manejan el cotarro y cortan el bacalao desde ya hace un buen rato en Belgica, a la manera belga, a base de compromisos desde luego. Como yo habre podido verficarlo "in situ" e incluso vivido y experimentado a veces en los (casi)ventidos años que aqui ya llevo residiendo...
Y es asi como se pueden resumir inemejorablemente en mi modesta opinion las ultimas decadas de la historia politica de Belgica y en particular de sus conflictos llinguisticos o mejor dicho de los mil episodios y peripecias de un folletin linguistico endemico e interminable (en donde -al contrario que en las Vascongadas espanolas- la sangre no habra llegado nunca o casi nunca al rio) Porque se puede decir que el chantage linguistico de la mayoria flamenca habra funcionado a las mil maravillas en la posguerra, cada vez que la crisis se preesenta y amenza estallar y con ella el pais entero....
Y fue asi efectivamente en las marchas flamencas en Bruselas a principios de los sesenta, en la version flamenco/neerlandofona de mayo del sesenta y ocho, en la Universidad Catolica de Lovaina, que se vivio alli (extranamente) -en la mas pristina tradicion no obstante de los paises de lengua alemana, en todas las revoluciones liberales desde el siglo XIX...- como una revuelta de tipo etnico (racista), y que acabo con la expulsion de los estudiantes francfonos y la creacion en plena region valona de una universidad de Lovaina (bis) para francofonos (¡Wallen ratten, rol uw matten! les gritaban: que aqui le sonara a mis lectores in mucha necesidad de traduccion o de interpretes...)
Y asi en fin, en la complicidad de la clase politica flamenca (casi unanime , salvo excepciones honrosas como la del ex-primer ministro Wilfried Martens) con la agresions separatista perpretada en el pais vasco por la banda ETA: un victimismo que aqui les sonara (tristemente) familliar a mas de uno por no decir a todos o casi todos, y del que se rie a su manera literaria, esperpentica o mas bien "esperpentisch" (al modo y manera de la tradicion "farsante" -o de "farsantes"- de antigua prosapia y solera por estas tierras...) Hugo Claus en su novela.
"Con los españoles", le oi yo hace ya mucho -con los ojos bien fijos en mi...- a un profesor belga de historia, "se dejo de reir en Flandes"...Con sus marcha no dejarian no obstante (estos ultimos) de llorar a veces a lagrima viva...Pero la farsa (anti-española) -del sombrero de tres picos...- se reanuda de nuevo aqui en seguida, se diria....
Y tras cuarenta años de agresion terrorista y de indiferencia (relativa) aqui de la opinion publica, -y veintidos de residente (y de testigo fiel de todo ello) en lo que me afecta- dan todas las ganas a veces de aguarles (a algunos) la fiesta...
Y es un reflejo literario en la novela de Hugo Claus, lo que enseguida se nota, de las cuatro estaciones de Vivaldi -primavera, verano, otoño e invierno-, porque con el desembarco de Normandia, hacia la mitad de la novela, se puede decir que empieza el otoño en el relato y en la vida del protagonista (y de los suyos) Al poco, es cierto, comienza el repliegue aleman, imperturbable, por caminos y carreteras y la resistencia comienza a su vez a salir de la sombra, mientras la madre de Luis se presenta con el hijo, aquel final de verano (tan caliente) del 44 en un convento de frailes je-ro-ni-mos (como suena....) que regentaban una especie de centro de formacion profesional para tipografos, tres semanas antes del comienzo de las clases....
La estancia dura unas horas tan solo, ante la llegada imprevista de un grupo armado hasta los dientes de la resistencia que confraternizan con los frailes pero que no se fian de ellos del todo...tras lo que Luis el protagonista acaba dandose las de villadiego (con ayuda de un bicicleta) para ir a enccontrar refugio unos cien kilomentros mas lejos en casa de unas tias suyas. Y se diria que en los inicios, transcurso, y desenlace de la segunda guerra mundial en Belgica, en la ocupacion como en la liberacion -muy al contrario "nota bene" de lo que ocurrio en la guerra civil española....- todo quedase en familia, entre paisanos, y es desde luego la impresion que prevalece desde el pricippio hasta el fin, de esa ristra interminable de testimonios mitad autobograficos mitad roamnescos, mitad ficticios mitad historicos, de la derrota (mundial) del nacional/socialismo aleman y del triunfo de la democracia (en su capitulos belgas)
Todo en casa, o para andar/por/casa, como digo, entre belgas y entre flamencos: el cura de la parroquia que se conoce a todos sus parroquianos como la palma de la mano, y que hace pensar a los curas de pueblo gallegos -y sin duda en otra regiones españolas- jefes/locales/del/movimiento en los anos ya tardios del regimen de Franco (que yo mismo conoci y vi incluso en funciones de mis propios ojos, a uno de ellos, lo prometo...), o el guarda campestre que llego a vestir el uniforme de los ocupantes pero que goza de complicidades por todas partes, y que puede contarlo, en casa ademas, con la despensa y el sotano bien llenos; o el jefe (y heroe) local de la resistencia que se ha pasado toda la guerra "escondido" o mas bien retirado o recluido -o metido debajo de la mesa camilla- en el taller del carpintero del lugar, y que se dedica despues a dar avales a todos los de su pueblo hasta que se acaba dando a la fuga, el policia (cojitranco) comprometido a fondo en la colaboracion que se destapa heroe/de/la/primera/hora (contra todas las evidencias...); o incluso el militar norteamericano respnsable del servicio de intelgencia de la lunidad que ocupa el sector y que trafica sin problemas con la familia del protagonista
Una sola nota discordante (o casi): la escena -de lo mas cruda- del linchamiento en publico de Pepe el sucio (Vuile Sef) -aludido ya mas arriba- por colaboracion (estrecha) con la Gestapo, que pierde un ojo -de forma cruel, macabra casi- en el empeño pero que salva la vda en cambio....Y justo al lado, una serie de mitos de piel dura flotando y danzando por dentro y por fuera de la novela, de lo que realmente acontecio o estuvo a punto a penas: de los magistrados y funcionarios de la justicia militar que se hacian pagar "en specie" unos pedidos de indulto de las mujeres de fachas ("zwarten", negros en version flamenca) que iban a verlos entre llantos y suplicas; o de las mujeres (francofonas) de los vencidos -como se lo oi de mis propios oidos a un joven belga que lo crea a pie juntillas- "vendidas" a los sodados senegaleses de las tropas aliadas (liberadoras) en la region de Charleroi, "por un paquete de Marlboro" a penas...
Y entre medias una notas españolas, castizas, inconfundibles, esparcidas aqui alla, en esta ultima parte como en el resto de la novela: en la evocacion de "las campanas" del titulo de la novela celebre de Hemingway -sobvre la guerra civil española) precisamente por aquel agente yankee del servicio secreto, o en la musica de pasodoble taurino y de Carmen (sic...) que acompana las manifestaciones de los "blancos" (democratas) delante de las casas de los "negros" (nazi/fascistas)...Como si la guerra civil española y sus ajustes de cuentas -justos o injustos, justificados o sin serlos- hubieron estado bien presente en todas las mentes, en todas las conciencias, para quitarle hierro, o lo mas posible, a la cosa...Que pague uno -un pueblo, un individuo, segun los casos, pero uno por todos tan solo- por todos, si, por "ellos" y por "nosotros": principio o dogma fundamental de una filosofia de la historia de mi cosecha, que me diga de mi propia expereincia....
Lo que se ve corroborado o como rubricado en los relatos del padre de Luis, de vuelta a casa, libre ya, de la vida que llevaban en la carcel el y sus camaradas. Una carcel de juguete o de mentirijillas (en comparacion con otras...) todos juntos y en reunion...con la amenaza de muerte rondando (vagamente) sobre sus cabezas cierto, por previa sentencia, pero no con el espectro terrible, amedentrador e inminente de las sacas nocturnas como en la carcel Modelo madrileña (en zona roja).....Porque es cierto que los expedientes de represion -como se habra cacareado a menudo- alcanzaron en Belgica, en proporcion a lo modesto de su extension territorial y de su poblacion, unas cifras fabulosas en el 45, pero el porcentaje de aquellos por los que se llevo delante del peloton de ejecucion a sus encartados pertenece igualmente -en mi modesta opinion- al universo de los mitos (en parte al menos)
COLOFON Lo que me lleva a la reflexion final con la que pretendo concluir y a la vez glosar este ultimo articulo/mesaje sobre la novela belga de la Segunda guerra mundial por ex celencia. Y de paso a una comparacion para uso de mis lectores españoles sobre todo. La guerra civil española del 36 ya se sabe quienes la ganaron. Vencieron en la guerra, es cierto, pero acabaron perdiendo en la paz (sobre todo en las dos ultimas decadas)
Con el desenlace de la Segunda guerra Mundial habra ocurrido "mutatis mutandis" algo parecido en Belgica. Los perdedores del 45 salieron del paso -por regla general- mucho mejor de los que ellos mismos se esperaban, y hoy son precisamente ellos, y sus descendeintes, los miembros de su famlia o familias politicas, sus herederos ideologicos, los que se manejan el cotarro y cortan el bacalao desde ya hace un buen rato en Belgica, a la manera belga, a base de compromisos desde luego. Como yo habre podido verficarlo "in situ" e incluso vivido y experimentado a veces en los (casi)ventidos años que aqui ya llevo residiendo...
Y es asi como se pueden resumir inemejorablemente en mi modesta opinion las ultimas decadas de la historia politica de Belgica y en particular de sus conflictos llinguisticos o mejor dicho de los mil episodios y peripecias de un folletin linguistico endemico e interminable (en donde -al contrario que en las Vascongadas espanolas- la sangre no habra llegado nunca o casi nunca al rio) Porque se puede decir que el chantage linguistico de la mayoria flamenca habra funcionado a las mil maravillas en la posguerra, cada vez que la crisis se preesenta y amenza estallar y con ella el pais entero....
Y fue asi efectivamente en las marchas flamencas en Bruselas a principios de los sesenta, en la version flamenco/neerlandofona de mayo del sesenta y ocho, en la Universidad Catolica de Lovaina, que se vivio alli (extranamente) -en la mas pristina tradicion no obstante de los paises de lengua alemana, en todas las revoluciones liberales desde el siglo XIX...- como una revuelta de tipo etnico (racista), y que acabo con la expulsion de los estudiantes francfonos y la creacion en plena region valona de una universidad de Lovaina (bis) para francofonos (¡Wallen ratten, rol uw matten! les gritaban: que aqui le sonara a mis lectores in mucha necesidad de traduccion o de interpretes...)
Y asi en fin, en la complicidad de la clase politica flamenca (casi unanime , salvo excepciones honrosas como la del ex-primer ministro Wilfried Martens) con la agresions separatista perpretada en el pais vasco por la banda ETA: un victimismo que aqui les sonara (tristemente) familliar a mas de uno por no decir a todos o casi todos, y del que se rie a su manera literaria, esperpentica o mas bien "esperpentisch" (al modo y manera de la tradicion "farsante" -o de "farsantes"- de antigua prosapia y solera por estas tierras...) Hugo Claus en su novela.
"Con los españoles", le oi yo hace ya mucho -con los ojos bien fijos en mi...- a un profesor belga de historia, "se dejo de reir en Flandes"...Con sus marcha no dejarian no obstante (estos ultimos) de llorar a veces a lagrima viva...Pero la farsa (anti-española) -del sombrero de tres picos...- se reanuda de nuevo aqui en seguida, se diria....
Y tras cuarenta años de agresion terrorista y de indiferencia (relativa) aqui de la opinion publica, -y veintidos de residente (y de testigo fiel de todo ello) en lo que me afecta- dan todas las ganas a veces de aguarles (a algunos) la fiesta...
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1 comentario:
Ce n'est pas un commentaire que j'écris, c'est juste une amicale salutation au passage.
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