VIKTOR ORBAN Y LA INVASION DE HUNGRIA (1956)

 

 

 

Janos KADAR -Giovanni (Janos) Czermanik, de su nombre primero, nacido (nota bene) en Fiume (en el seno de la minoría hungara allí) (...)-, ogro de la memoria occidental y en vias en cambio hoy de rehabilitación entre sus compatriotas. Marioneta o juguete de la guerra fria en suma, ante el (trágico) dilema fatal que coloca a militares y patriotas la ocupación de su país por una potencia/extranjera afín (a ellos) por razones ideológicas.  Kadar-Petain, comparaciones odiosas  Gajes de "la guerra civil universal" (Ernst NOLTE díxit) Y su memoria se muestra viva y operante hoy en el reto que lanza Viktor Orban en la palestra de la política internacional, en  particular a la Unión Europea

 La política internacional en las trampas de la Historia. Esa es la reflexión dominante del veto del premier húngaro Viktor ORBAN a la ayuda militar -de 50 billones (50) de euros- a Ucrania en el último consejo de la UE, que los medios habran hecho cuidadosamente objeto de black-out (apagón) por cuenta del acuerdo (de labios para afuera) del mencionado premier a la entrada oficial de Hungría en la UE. Milongas que los argentinos le dicen. Un duro golpe como sea a la estrategia político militar de Vlodimir ZELENSKI, que saldrá a la luz del dia en la próximos dias (o en las próximas horas) Paradójico en extremo así a primera vista en un mandatario húngaro tachado en los medios, "de derechas" (derecha/extrema) -a la derecha de la derecha como sea-, en los de un país escaldado -de los que del agua fría huyen- por el recuerdo de la invasión rusa (de 1956) Una efemérides marcada al rojo de mi memoria infantil por lo que lo cacarearon los medios de la prensa oficial en la España de entonces, y por la circunstancia todo menos trivial que el tema me inspiraría un cuento (infantil) que me mereció un premio y el figurar en las estanterias y escaparates del madrileño Corte Inglés. Cuento (victimista) de buenos y malos -de protagonista infantil (...)- , lleno de fragancia y de candor a lo que recuerdo hoy (no sin rubor), y no exento a la vez de su genio e inspiración como lo ilustraría el premio del que fue objeto. Tan fijo y vivo en mi memoria como fugaz y evanescente -por lo que leo- en la memoria colectiva de los húngaros que parecen haberse decidido a pasar página y optar por el olvido, señal que aquello no consiguió  con el paso del tiempo concitar el consenso unánime de sus compatriotas. Olvidando asi, lanzan los húngaros un guiño a los españoles? (...) Escribo lo que se me ocurre a toda prisa (...) 

Y así Viktor ORBAN se puede permitir hoy el cubrirse o referirse implicitamente y sin nombrarlo aunque solo sea, a la figura ferozmente denostada y en vías de rehabilitación los dias que corren, de Janos KADAR, que dio abiertamente su caución a la invasion y su cordial bienvenida a las tropas de ocupación (del pacto de Varsovia) Gajes del olvido, de vacuna o purgativo de la Memoria. Que le permiten a su vez hoy a Viktor ORBAN erigirse en precioso aliado de la postura pro/rusa y en no menos precioso peón o "jóker" o triunfo de Vladimir PUTIN en la palestra de la política internacional donde se esté quizas jugando el destino o el desenlace de la guerra, en fase indecisa o estancada así a primera vista en los frentes de los campos de batalla. Sin obviar con ello la razón de fuerza mayor y de naturaleza geopolítica: la (estrecha) dependencia del gas/ruso, que le ofrece al mandatario húngaro una preciosa y no menos oportuna coartada. Peso/pesado de la política internacional y electrón libre, Viktor ORBAN, que obliga a la clase política europea a posicionarse en torno a él, lo quieran o no lo quieran. 

 

Invasión de Hungria (Octubre de 1956) por las tropas del pacto de Varsovia. El busto de Stalin rodando por las calles de Budapest. Una efemérides que los húngaros optan hoy por cubrir de un púdico velo, en aras de la amistad con el pueblo ruso, de lo que se vale Viktor Orban, con su actitud en solitario valiente e independiente en la guerra de Ucrania. Al precio o a costa de una memoria infantil (la mía) desdichada (sic) y al mismo tiempo "feliz" (Paul RICOEUR  díxit) La que guardé de aquello hasta hoy (hasta hace sólo unos dias) (....) Memoria irredenta la de los húngaros: de víctimas de las dos guerras mundiales. Privados en el tratado de Trianon (4 de junio de 1920) de sus territorios de 1918, por el que 3 millones de húngaros -más del 30%  de su población- pasaron bajo dominación extranjera (...)

 

ADDENDA (de última hora)

 

 

Cardenal Mindszenty, aparte de mí ese cáliz! Simbolo magno -y testigo en ptimera fila- el entonces primado de Hungría, del drama espiritual, religioso (y de política religiosa) que viví -solo en el mundo?- yo. Figura emblemática de la Iglesia del Silencio y piedra de escándalo a la vez por su resistencia (tenaz) a la Ostpolitik -politica de la Iglesia hacia los paises del Este ("de la cortina de hierro")- a seguir al Concilio Vaticano II. Y por su abierto enfrentamiento con "los curas de la Paz" representados en el cardenal arzobispo que le sucedió con el beneplácito y la aprobacion de Pablo VI. Detalle (este último) nada trivial si se tiene en cuenta la figura del entonces Cardenal Wojtyla, Juan Pablo II tras su nombramiento -,"bah! un pretre de la Paix.../..." le oí yo de mis propios oídos a Monseñor Lefebvre comentando (en grupo aparte) la designación de aquél, durante uno de los almuerzos en el seminario de Ecône. Y si se tiene en cuenta sobre todo el protagonismo del primer plano y la influencia de aquel -y tras él de todos los padres conciliares de la Iglesia polaca- en el exito de las maniobras de obstrucción opuestas a la renovacion de la condena pontificia ("Divini Redemptoris", de Pío XI, 19 de marzo de 1937), contra el comunismo/ateo. Como me lo confirmaron testigos de primer plano (de la minoría tradicional del Coetus Internationalis Patrum, y de la TFP) En la cuerda floja (entonces como ahora) yo -perdido o naufragando en los laberinos sin salida y los arcanos (sin fondo) de la política religiosa vaticana-? Y antes que yo, toda la Iglesia en los paises del Este? No menos digno como sea, o meritorio de olvido que Janos KADAR, el papa Wojtyla, que encumbró -con visos de traicion- al reemplazante de Mindszenty en la sede primada, acusado de traicion (sic) por el cardenal (polaco) Wyzsinski y al que el papa Wojtyla acabó por desautorizar? La pregunta del millón. "Al que escandalizare a uno de mis pequeños -como sea-, más le valiera arrojarse con una cuerda al cuello al fondo del mar" (En defensa propia)