CÁRITAS CABALLO DE TROYA DE LA INVASIÓN SILENCIOSA (IGLESIA CATÓLICA Y PARTIDOS PATRIOTAS)

Ni siquiera los grupos de tendencia "ramirista" (léase anti-clerical) -dentro de la galaxia de partidos "patriotas"- escapan a la tutela eclesiástica mas o menos descarada. Como lo ilustra el rumor piadoso (igual que tantos) -provisto por supuesto del correspondiente "nihil obstat"- que circuló siempre en esos medios, que Ramiro habria terminado confesando "sus pecadillos de juventud" en vísperas de su muerte y que murió confesado y comulgado (y con todas las bendiciones de su/santidad, como/dios/manda)

Un partido anti-inmigración ha convocado una manifestación en Valencia para pasado mañana 11 de julio en un barrio de fuerte concentración de inmigrantes y tasa elevada de paro para protestar contra los guetos y la inmunidad reinante en ciertos barrios feudo de la extrema izquierda anti-sistema. En ese mismo barrio organizaron hace dos meses un reparto de comida para españoles que hizo rasgarse las vestiduras a muchos y no los que menos (apostaría) a los representantes y responsables de Cáritas diocesana que es hoy por hoy uno de los arietes de penetración en España de la invasión silenciosa y aliado principalísimo del desafío que nos plantea el globalismo en el plano cultural a todos los que asumimos y defendemos una identidad nacional -española y europea- y una memoria histórica tanto individual como colectiva.

El principio en sí del reparto de comidas preferentemente a compatriotas me parece meritorio de elogio por partida doble por lo justo y legítimo per se y también por los tabúes e interdictos y prejuicios que iniciativas como esa viene hacer añicos de un golpe. En todos los países católicos dentro del continente europeo se puede dejar sentado como regla de conducta que las organizaciones caritativas diocesanas o dependientes de la galaxia de ONG eclesiásticas o dependientes de ordenes, congregaciones y asociaciones religiosas de todo tipo (y de toda laya) son la membrana esencial por la que la presión inmigratoria de confesión musulmana se va instalando en nuestras sociedades minándolas así por dentro;

Se va consumando así el crimen de suplantación colectiva (remplacement) que denunció el escritor francés Dominique Venner en la carta que dejo como testamento (espiritual e ideológico) encima del altar mayor de la catedral de Notre Dame en Paris antes de suicidarse el pasado año.

Los caminos –del regreso- en pos de un nuevo orden (europeo) pasan pues forzosamente por el desmantelamiento de la Iglesia de la Anarquía, del Mestizaje de la Amnesia (culpable) y del Desorden. Y los partidos y grupos que militan en esas posiciones tendrán que acabar leyéndose bien a cartilla, y entrando en vereda de esa línea fundamental en una estrategia mínimamente eficaz e inteligente en el tema (in) migratorio, y de cara a la invasión silenciosa

Las organizaciones caritativas y humanitarias de signo eclesiastico arrastran una pesada responsabilidad en la amenaza de desaparición que hace pesar sobre nuestra civilización europea la inmigracion no europea de confesion musulmana, caso de acabar consumándose el crimen de suplantacion colectiva ("remplacement") que denunció Dominique Venner en el momento de suicidarse el pasado año ante el altar mayor de Notre Dame

“Con la Iglesia hemos topado, querido Sancho”, era así entonces –en la realidad sin duda como en la alegoría literaria- y tres siglos después lo que estamos prestos a partir una lanza y las que sean en defensa de la civilización amenazada de desaparición y de nuestra propia nación en vías de desmembramiento volvemos a encontrarnos en la misma tesitura en la que se encontraron el hidalgo ilustre y su escudero.

Todos o casi todos (que como reza el célebre adagio, la excepción confirma (o confirmaría) la regla)- los llamados partidos patriotas –azules de forma explícita o sin serlo- gozan de aval y protección y nihil obstat eclesiástico, más o menos abiertamente reconocido o al contrario, de forma oficiosa o discreto. Y sin ella tendrían que cerrar la tienda ya hoy mismo. Tan claro como eso.

Señal o síntoma mas que infalible que algunos no saben dónde están sentados o que, como decía con la retranca proverbial siciliana un periodista veterano a un antiguo arzobispo de Palermo (en los tiempos del papa Wotjyla) que se hizo célebre, en un incidente por cuednta de la mafia, “tendrían que ponerse primero a mirar bien en redor y por debajo suyo y acabar así dándose cabal cuenta de quienes son sus amigos y los amigos de sus amigos" (...)

"Fuera hace frío", escribió mordaz (y sagaz) un periodista belga flamenco (hoy ya fallecido) –en los primeros tiempos de mi estancia en Bélgica- exponente típico de una línea (en parámetros y coordenadas típicamente belgas) de laicidad digámosle conservadora, que arremetía contra muchos católicos críticos –de posiciones izquierdistas o izquierdosas- que gustaban mucho del deporte de arremeter (verbalmente) contra la iglesia y sus ministros pero que a la hora de la verdad pasaban (y como) por las horcas caudinas que les imponía su pertenencia –de nacimiento- a la Iglesia institución, porque si eran tan críticos y tan inconformistas el camino lo tenían bien claro, la ruptura total sin compromisos con esa iglesia y esas intacta eclesiásticas con las que tanta befa y escarnio se permitían.

Y con los partidos patriotas en España -o en otros países católicos también como es el caso en Bélgica (salvo excepciones ya digo)- se puede decir tres cuartos (tres) de lo mismo. Son anticlericales de boquilla muchos de ellos, partidarios de la separación (punto/veinticinco obliga) de la iglesia y del estado –lo dijo Blas punto redondo-, paganos libertinos (o pasan por ellos al menos) gibelinos, imperiales y que se yo cuantas otras cosas, pero se cuidan muy mucho llegado el momento y la hora de la verdad de traspasar ciertas líneas rojas casi tan terminantes y draconianas -y peligrosas (…)- como las que marcaba aun no hace mucho en el País Vasco la ETA. Como por ejemplo en el tema del aborto, o de la malformación del feto.

¿Exagero? Que se me cite un ejemplo de partido patriota –o de extrema derecha (para entendernos)- que ose disentir, en sus posturas públicas, oficiales u oficiosas, de la posición oficial del Vaticano y de la iglesia española en el tema de la interrupción del embarazo (léase del aborto) que tan hondamente divide a la opinión pública y al conjunto de la sociedad española. Y lo mismo cabría decir de otros temas de lejos o de cerca relacionados con la bioética.

¿"Ni de izquierdas ni de derechas"? Secundum quid, porque en materia de indignación social y callejera a algunos de ellos se les ve bien el plumero (de lo que les pide el cuerpo), en materia de bioética en cambio y en general de debates de sociedad (como los franceses dicen) no pueden estar más a la derecha (de la derecha)