jueves, julio 31, 2014

ANTI-CRISTIANOS, ANTI-CATÓLICOS Y ANTI-DEMÓCRATAS (A JOSÉ JAVIER ESPARZA) (y 3)

Ajusticiamento del coronel Gadafi. Visión de Espanto ("Erschrekkend Bild) para el hombre de nuestro tiempo


Una instantánea casi inédita en los medios de la Gran Prensa Global. El coronel Gadafi, pagó por todos. Por los demás gobernantes del Oriente Próximo puestos en la cuerda floja por la primaveras árabes. Pagó incluso también por los españoles. Por el monarca que acaba de abdicar y por la lluvia de dólares que los Sabios (¿de Sion?) que nos gobiernan -desde fuera- echaron a fondo perdido en "la Spanish Revolution" (del 15-M y los indignados)
En ese discurrir a golpe de martillazos (que hubiera dicho Nietzsche) –léase los que nos inflige la actualidad más candente a los que hicimos voto de seguirla día a día, minuto a minuto hace ya un rato, como mis lectores pueden fehacientemente testimoniarlo en este lo mismo que en mi blog anterior (de la blogósfera de periodista Digital) –, se nos cruzó un suceso -en el marco de las llamadas primaveras árabes (hace ya casi tres años)- que se me antoja uno de los hitos mayores del mundo de la posguerra desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial –y al lado del cual, dicho sea de pasada, el 15-M y sus secuelas no pasaría de un epifenómeno más o menos insignificante- y me estoy refiriendo al asesinato salvaje, en directo, a la faz del mundo –como nunca antes había sucedido- del coronel libio Muammar Gadafi, que dejo atónitos, mudos, perplejos (apuesto) a una gran mayoría de comentaristas y analistas de la actualidad en el mundo entero y en España más en concreto, de lo que podría citar ejemplos con nombres y apellidos incluso, de compañeros míos entonces, de la blogósfera de Periodista Digital, por poner un ejemplo. Y a fe mía que me hicieron falta varios días con sus noches (blancas) para acabar mínimamente digiriéndolo. Y no porque sintiera o hubiera sentido afinidad alguna (hasta entonces) con el infortunado dirigente árabe sino porque en verdad el mundo se encontró entonces delante de un suceso magno sin precedentes conocidos, en la era contemporánea me refiero. ¡Visión de Espanto (Erschrekkend Bild) la muerte del coronel Gadafi para el hombre de nuestro tiempo! Como al decir de Nolte (en su obra “La guerra Civil Europea”) lo fueron las instantáneas e imágenes más divulgadas de la Revolución de Octubre para amplios sectores de la opinión pública mundial, en particular en los países europeos. Eso fue y sigue siendo la instantánea gráfica, inmortalizada en la retina de millones y millones de habitantes del planeta, de la ejecución (pública) –a cámara lenta- del coronel libio, brutalmente zarandeado –y ultrajado (hasta la muerte)-, el rostro demudado y descompuesto, y deshecho y sanguinolento, y sin duda gritando y bramando -animalmente- de dolor y desespero. ¿Por cuanto tiempo? (...) Ni siquiera la ejecución más o menos en directo de Saddam Hussein ni mucho antes, la de Mussolini y su amante, Claretta Petacci, tuvieron la virtud de llamar a algunos (como el que esto escribe) a circunspección y recipiscencia (un decir, como rezaban los escolásticos) Sin arrepentirme o renegar o desdecirme o renunciar a lo que sea, por supuesto.


Una resurgencia -"terrible", "extraordinaria"- de los sacrificios (cruentos y sangrientos) del Mundo Antiguo


Resurgencia de los sacrificios del mundo antiguo en los nazi fascismos y en la Segunda Guerra Mundial. La División Azul pagó en Krasni Bor -donde vio diezmado sus efectivos- por todos nosotros. Y la tesis histórica es defendible segun la cual el sacrificio y el ejemplo de los españoles en el frente del Este -y el buen trato que dieron a la poblacion civil que muchos divisionarios evocarian después como un descubrimento del (auténtico) pueblo ruso-, disuadió a los grandes de Yalta de invadir militarmente la Peninsula en el 45. En particular a Stalin
Y el De Profundis que me acabo mereciendo ese suceso (infausto) terminó por inspirármelo en aquellos días tan aciagos y azarosos –en el mundo y en mi foro interno al mismo tiempo- una viejísima lectura de mis años del seminario de Ecône, de un autor sometido al ostracismo implacable que hace pesar sobre él como sobre tantísimos autores incorrectos (o "anti-modernos") el llamado pensamiento único (democrático) Y me estoy refiriendo a De Maistre y a uno de los títulos menos difundidos de él (y menos reeditado, si es que haya alguna reedición moderna del mismo, lo que ignoro)-, su Tratado de los Sacrificios (…) Que me ayudó a explicarme a mí mismo y a poder explicárselo a los demás el sacrificio cruento –como del de los Antiguos- del coronel libio y su valor expiatorio (por no decir eucarístico y propiciatorio, y de alabanza) “Sine sanguine non fit redemptio”, leímos y aprendimos en nuestras lecturas piadosas muchos católicos bautizados a través de una educación inspirada y rígidamente sujeta a los principios y normas (y dogmas) de la doctrina católica. Un principio ancestral que como tantos otros se vería recogido en el nuevo/testamento (canónico) No hay redención sin efusión de sangre. Y esa idea –junto con la cita (bíblica) que reaparecen a menudo a lo largo del texto (que Pablo de Tarso se apropió como tantas otras)- es la que resalta, gravitando de cerca en sus páginas, sobre el tratado de De Maistre en el que pasa en revista las tradiciones más rancias, y de más antigua raigambre, de la humanidad en materia de sacrificios, de Oriente (mayormente hindú) como de Occidente. Una lección de cinismo filosófico la que retuve de su lectura un tanto febril y como si fuera de encargo por lo urgente y lo imperiosa: el coronel Gadafi pagó por todos. Por los demás gobernantes árabes de cuño nasseriano que las primaveras árabes pondrían en la cuerda floja. Pagó por Mubarak de Egipto, pagó por Saleh del Yemen y pagó sobre todo por Bachar-el-Assad de Siria al que sus enemigos le tenían jurada –hasta hoy- una suerte análoga a la del coronel Gadafi. Y yo iría aun más lejos. Pagó también por nosotros, los españoles. Pagó por el monarca que acaba de abdicar que era a todas luces el objetivo último y supremo de "la Spanish Revolution" que los Sabios (¿de Sión?) que nos dirigen se cocieron del otro lado del Atlántico, y por la lluvia de dólares –a fondo perdido- que invirtieron aquellos en la aventura del 15-M y de los indignados. Una resurgencia de los sacrificios del Mundo Antiguo, "terrible" y extraordinaria", el espectáculo de la muerte del coronel libio, como "la noticia" -de "la Muerte de Dios"- que dio Federico Nietzsche al mundo y al hombre de su tiempo.


El Reino de Maria de la TFP, una alternativa fallida (milenarista, judeo/cristiana) a la sacralización innegable de la Política que trajeron consigo los nazi fascismos




¿Que quedó de la TFP, de sus sueños milenaristas cristianos (y anti-fascistas y democráticos)? Campos de soledad, mustio collado, dan ganas de exclamar con el poeta. Sus supervivients andan todos o casi todos hoy vistiendo sotana o hábito. "Los españoles sois un pueblo de difícil convivencia", me dijo amable y cordial y un tanto enigmáticamente uno de sus militantes (brasileños) con el que me encontré en su sede de Roma poco antes de mi gesto de Fátima. Una alusión sin duda -en guisa de reconocimiento (implícito aunque fuera)- a lo "bien" que se portaron conmigo sus correligionarios españoles (...) No les guardo rencor, que conste, simplemente evoco y recuerdo. Porque se iban a comer el mundo y el mundo al final les dijo que no (lo reconozcan hoy o no lo reconozcan)
“Los tiempos se cumplieron y no fuimos salvos” Así reza un versículo del nuevo/testamento, a menudo en la boca (y en la pluma) de los profesores racionalistas (y ateos) con los que me crucé en los estudios que cursé de Historia del cristianismo y de la laicidad –una variedad de la historia de las religiones típicamente belga- en la Universidad Libre de Bruselas nada más llegar a Bélgica, y era por lo arquetípico que les parecía de los que ellos llamaban “los desencantados de la Parusía” –como lo serían mucho en España “mutatis mutandis” de la revolución/pendiente en la guerra y en inmediata posguerra (Dionisio Ridruejo sin duda el desencantado más emblemático de todos ellos)-, a saber los primeros cristianos, que habían esperado –aun en la primera generación como se los aseguraban sus evangelistas- en vano la segunda venida ("en gloria y majesad") de cristo/a /la/tierra. Y sin duda que esa frustración profunda de orden escatológico subyacía –como lo hacía notar en su trabajo José Javier Esperanza- de resorte intimo o de fuelle atizador en el soplo milenarista que recorrió todas y cada una de las sectas que pulularon –como una erupción cutánea maligna y contagiosa- entre los primeros cristianos. Y esos accesos de fiebre milenarista (y escatológica) se sucederían a rachas también después a lo largo de la era cristiana. Hasta nuestros días. José Javier Esparza en el trabajo que aquí vengo comentando confesaba -lo que le honra- haber transitado en la órbita de la Nouvelle Droite (sin duda hace muchísimo) El que esto escribe gravitó en cambio en la órbita de un movimiento que sin duda –en la mente de sus fundador- pretendió ser una alternativa o una respuesta a su manera a los sueños y esperanzas que supo infundir en muchos la Nouvelle Droite. Y me estoy refiriendo a la TFP (brasileña) que conocí de cerca –en Brasil (a principios de los setenta)- y que me impactaron por esa mezcla desconcertante de rancio y anacronismo beaterío, y de modernidad (democrática) en su estilo y en su impronta, en sus estandartes al viento y sus leones rampantes y en el sello inconfundible de sus militantes –siempre de chaqueta y corbata aunque se hundiera el mundo, a cuarenta o cuarenta y cinco grados a la sombra incluso (…)- y en los eslóganes rancios y trasnochados que voceaban por altavoz desde lo alto del viaducto de Cha, en el centro de Sao Paulo (nombre de lo más simbólico), uno de los puntos de geografía urbana más transitados –de peatones y automovilistas- del planeta (en el hemisferio occidental por lo menos) Me impactaron si, y canté con ellos ardoroso, en plena vía pública –en portugués (…)- aquello de "O Roma eterna, dos mártires, dos santos, O Roma eterna, acolhe os nossos cantos! hasta que tiempo después acabé rindiéndome a la evidencia que a la Roma/eterna le traía al fresco la suerte de aquellos hijos pródigos (en francés, enfants perdus) y de sus pontificios entusiasmos. Y hoy ya bien adentrados los años dos mil hace ya mucho que la TFP hizo implosión –justo a la muerte de su fundador- y con ella el sueño milenarista que acariciaba su fundador y al que rendían culto individual y colectivo “sus socios amigos y militantes” (en la coletilla o cantinela que siempre usaban en sus folletos) del advenimiento -al alba del Tercer Milenio del Siglo Veintiuno- del Reino de María, una nueva era de la Humanidad que haría realidad el ideal decimonónico de la Contrarrevolución en versión brasileña, bajo la egida de los nuevos cruzados (marianos) de la TFP, anti-comunistas…y anti-fascistas ante el Altísimo. Y acabaron como tenían que acabar, rindiendo homenaje y pleitesía –y juramento de obediencia (de rodillas)- a San Wojtyla (en vida), el papa eslavo de la tradición nacionalista y milenarista polaca -y anti-alemana- del siglo XIX) que supo bien metérselos en el bolsillo, sin duda porque se conocía el paño (judeo/cristiano y milenarista) Y vestidos por supuesto, sus principales dirigentes y responsables de hábito y de sotana (como dios manda), de la que tanto se reían, dicho sea de pasada, viéndome a mí así vestido por ejemplo, como un distintivo del estamento clerical que no tendría cabida en la nueva era mariana (del siglo XXI) Y hay que apostillar que si es cierto que las utopías a lo largo de la historia serian a menudo el fruto o el subproducto de la secularización de esperanzas escatológicas –como bien lo apuntaba José Javier Esparza- no es menos cierto que esas esperanzas escatológicas se vieron ya ellas mismas secularizadas –en un sentido mesiánico judío o judeo/cristiano- por los propios cristianos primitivos (...)


El nacional socialismo, una religión de la Guerra, y de la Fe (ciega) en la Victoria


Eva Braun era una mujer alemana normal, como otra cualquiera. El nacional socialismo supo infundirle -a ella como a tantos otros- una fe ciega en la Victoria -y en una Amemania eterna- hasta el sacrificio. Libremente consentido. Y en el momento oportuno (antes de que fuera demasiado tarde) (...)
Hubo otro himno que les oí a los de la TFP y que me conmovía particularmente y que llevaba por título “Los esplendores sacrales del Padre Eterno” Y era sin duda la idea de eternidad lo que más emoción me producía de aquel himno tan sacral y tan solemne. Una impresión sin duda un tanto engañosa. Porque lo mismo que la idea sacrificial, o la de la esperanza histórica –dentro de la Historia- no son panacea exclusiva ninguna de ellas del judeo cristianismo (como aquí lo vengo defendiendo), tampoco la eternidad es un atributo del cristianismo propio e intransferible. Más bien al contrario porque se puede dejar sentado sin riesgo a verme contradicho que la idea cíclica de la eternidad fue la regla a través de la historia del pensamiento, y la idea lineal, escatológica y judeo-cristiana la excepción en cambio, aunque a nivel de las creencias y de su arraigo en las masas de creyentes fuera sin duda a la inversa. Y la excepción a la excepción la encarnaron sin duda los nazi fascismos o si se prefiere los totalitarismo contemporáneos incluido el comunismo soviético, en su fase sobre todo estaliniana. Aunque cabe sin duda decir que de todos ellos el que más y mejor encarnó la sacralización de la Política y una fe en la eternidad -en la Alemania eterna (...)- colectiva, de masas, lo fuera –como ya lo he dejado aquí sentado- el régimen nazi. El nacional socialismo encarnó sin lugar a dudas unos aspectos de sacralidad innegable que se veían al mismo tiempo emancipados de una conexión cualquiera con el judeocristianismo: su culto sacrificial a los mártires, y a la guerra como forma suprema de sacrificio, la llama de esperanza histórica -intra-terrena, inmanente- que supo insuflar de forma tan unánime a todos los niveles de la Nación y esa fe inquebrantable en la Victoria que moriría con ellos, porque el nacionalsocialismo no conoció la rendición. Todo ello murió con ellos, y en cierto sentido pues cabe decir que sólo cabe abordar esos temas –en un plano histórico me refiero- por la vía de la suposición o de la especulación teórica o de la simple conjetura. Y la Nouvelle Droite fue –y a fe mía que no sé si lo sigue siendo- una tentativa original de reabrir de nuevo esas vías en la posguerra, tras la derrota. Esa fue su gloria sin duda, y su grandeza


ADDENDA


La TFP y mi gesto de Fátima


Esta obra que contenia un condena del Novus Ordo Missae por modernista y luteranizante, de una de las principales figuras (entonces) de la TFP braslieña, contaba con una segunda parte que la TFP distribuía bajo cuerda a sus amigos y simpatizantes (como así fue en mi caso) donde se examinaba la hipótesis teológica (sic) de un papa hereje y donde se concluia en favor de la tesis teológica -"papa hereticum depositum est"- por la que se rechazaba y descalificaba como hereje y falso papa al creador del "novus ordo", Pablo VI, predecesor de Juan Pablo II. Así se interpetaba unanimentmente en los medios que yo frecuentaba entonces, diga ahora su autor tantos años depués lo que quiera. En su misma línea yo también llegué a ver en los papas del concilio encarnaciones del Anti-Cristo. Así lo pensaba en mi foro interno cuando mi gesto de Fátima. Me equivocaba: el papa Wotjyla no era una personificación del Anti-Cristo que reinvidicó Nietzsche en su obra célébre (¡qué más hubiera él querido!) , sino una caricatura falaz (y judeo/cristiana) del mismo (...) Si no, si realmente lo hubiera sido, estoy seguro que yo le hubiera reconocido
La TFP no tuvo nada que ver con mi gesto de Fátima. Me apresuro a dejarlo bien claro, curándome en salud por cierto. No es óbice que mentiría si dijese que de una manera u otra no estuviese aun entonces –cuando cogí el tren en la “gare” Saint-Lazare en París con destino a Fátima- en la órbita mental de aquel movimiento integrista brasileño con aspiraciones universalistas como lo probaba su fulgurante extensión por aquellos tiempos en un buen número de países de ambos lados del Atlántico, especialmente en los países hispanos pero sin excluir otros como los Estados Unidos, el Canada, o la misma Francia. Yo compartía grosso modo la visión histórica pesimista de la TFP que veía el mundo al borde de una hecatombe que daría paso al Reino de María, un nuevo Orden (judeo/cristiano) donde se verían cumplidos los sueños y aspiraciones de su utopía milenarista. Y compartía además (y yo diría que sobre todo) el juicio negativo de raíz, que les merecía la institución eclesiástica y todos los pontífices (todos) –lo recalco porque es importante- que se habían sucedido en la iglesia católica a partir del concilio vaticano segundo. Cuando el papa polaco Juan Pablo II ascendió al trono pontificio –en el 78, estando yo en Argentina en el marco de la FSSPX- hacia mucho que no mantenía yo ya contactos regulares con ellos. No había que ser un lince no obstante para darse cuenta que, en la lógica de las posturas que habían defendido hasta entonces bajo el anterior pontífice Pablo VI, el anatema que les merecía a los de la TFP –de puertas adentro (es cierto)- el papa Montini podía hacerse extensivo sin necesidad de malabarismos mentales a su sucesor el papa polaco. Como quiera que sea, es cierto que en mi gesto de protesta actué movido de un convencimiento interno de hallarme delante del Anti-Cristo –o de una de sus encarnaciones- que había tomado posesión de la sede del catolicismo romano. Trágico error, del que sólo con el tiempo acabaría cayendo en la cuenta. “No eran malos, reza el texto bíblico-...sino muchos peores de lo que nos pensábamos” Y es cierto que como la paloma de la canción pogre hispanoamericana de finales de los sesenta, yo también me equivocaba, tan trágicamente como la paloma aquella que creía que el cielo era el mar, y la noche la mañana. El papa polaco San Wotjyla hoy elevado a los altares por su sucesor el papa argentino –"papa Pancho", le llaman sus compatriotas- no era el Anti-Cristo que rehabilitaba y revindicaba Nietzsche en su obra célebre, es cierto -¡ni mucho menos!- sino una caricatura falaz (y judeo/cristiana) del mismo. Que judaizó todavía mas el catolicismo romano y acentuó aún más el sello judeocristiano del cristianismo primitivo que entendió rehabilitar –a costa de la Iglesia del Orden- el concilio vaticano segundo, como así lo entendían todos aquellos que se encontraban o se encontraron –como José Javier Esparza- en la órbita de la Nouvelle Droite. Errare humanum est. Erré en mi apreciación, lo confieso, y asumiendo mi error acabé por dar con la repuesta. Lo que vengo explicando (pacientemente) en la red –en este blog y en otros sitios digitales- desde hace ya una década. Entiéndase bien: erré en mis postulados, pero no en la intuición. Y es que a mí –y sin duda a un puñado de otros estoicos (entre ellos Francisco Umbral hay que reconocérselo)- no me engañó nunca con sus encantaciones y sus exhibicionismos, ni me intimidó con sus antemas y sus interdictos y la apoteosis que le brindó la Prensa Global durante su interminable pontificado, ni el poder tan omnímodo –como ningún pontífice anterior- que llegó a ejercer sobre las conciencias, el flautista mágico eslavo, rapsoda y artista teatral en su juventud, San Wojtyla de Polonia,


miércoles, julio 30, 2014

JUAN MANUEL DE PRADA O LA DOCTRINA PONTIFICIA DEL CAPITALISMO INTRINSECAMENTE PERVERSO

La traducción francesa de "las Máscaras del héroe", tuvo un éxito innegable, de lo que fui testigo directo aquí en Bruselas. ¿José Antonio Primo de Rivera, el héroe o el anti-heroe de esa novela? No se saca muy en claro a fe mía de la lectura, como tampoco se saca mucho en claro de las otras obras que lei de él. Y se diria que en su columnas periodísticas sale a relucir un De Prada predicador y propagandista (fide) que es propiamente irreconocible en algunas de sus novelas mas difundidas (...) ¿El sello (o el estigma) acaso de una duplicidad moral que viene de los tiempos antiguos (del cristianismo primitivo)? Que vuestro sí, sea sí y vuestro no, sea no (¿pero qué dices Juan, qué rollos nos cuentas?) (...)
Moralizar la vida pública, el debate de actualidad, la vida política en su día a día es tarea ingrata sobre todo cuando se detesta tanto un falso moralismo –como lo detesta y siempre lo detestó el autor de estas líneas- que generaciones más jóvenes que la mía descalifican de nuestros días – a ellos al menos fue a los únicos que se lo oí hasta hoy- por su cuenta y riesgo con el término (peyorativo) de “moralina” del que no sé si sabrán que su inventor en las lenguas occidentales y en la época contemporánea lo fue Nietzsche en el Anti Cristo en las diatribas que en esa obra vierte contra el moralismo evangélico del medio (cerrado) protestante del que procedía.

Por supuesto que la moralina -léase el falso moralismo o una moralidad hipócrita o inauténtica- no es obligatoriamente algo de extracción protestante, no es una panacea exclusiva de esa confesión sino que es algo que se puede dar y de hecho se da en mayores o menores dosis en otras confesiones, entre católicos también por supuesto. Y me viene todo ello a la mente al calor de una polémica que acaba de estallar en los medios por cuenta de los artículos de un colaborador de ABC que hoy por hoy pasa por ser –por méritos propios sin duda alguna- por uno de los columnistas más moralizantes de la prensa española. Y me refiero –ya todos aquí lo han adivinado- a Juan Manuel de Prada.

ANTI-CRISTIANOS, ANTI-CATÓLICOS Y ANTI-DEMÓCRATAS (A JOSÉ JAVIER ESPARZA) (2)

José Javier Esparza en su trabajo sobre la Nouvelle Droite francesa que abordaba en mi entrada de ayer pedía disculpas llegado a uno de los párrafos –en el que trataba de la presencia de la idea de Dios en la obra y en el pensamiento de Heidegger- por despachar sumariamente (sic) un asunto tan discutido, y aunque me siento dispensado de ir al fondo del debate que su trabajo plantea, de una forma exhaustiva escolástica punto por punto, agotando todas sus ramificaciones y todas las objeciones posibles tanto de propios como extraños si pienso que tanto el destinatario de mi comentario de ayer como los lectores de mi blog tienen derecho a algol más de lo que les puse ayer “sobre la mesa” de urgencia como si me quemaran las ideas en el cerebro y las palabras en los labios que es un poco lo que me sucedía, es cierto. Despachar todo un sistema de pensamiento prácticamente ignorado durante décadas entre españoles –por las razones que fuera- como lo fue la Nouvelle Droite es tarea ciclópea y personalmente pienso que el autor de una tentativa de esas se merece ya de entrada el elogio de haberse hecho entender con claridad diáfana aunque lo hiciera por razón de fuerza mayor de forma más o menos sumaria o expeditiva.

Heidegger y la idea de dios (con mayúscula)



Heidegger -hijo de un sacristán de pueblo en la Selva Negra- tuvo una formacion primera filosófica -rara avis en la historia de la filosofia moderna alemana- de signo católico...integrista en una época -el pontificado de Pio X (primeros años del siglo XX)- en la que el magisterio católico se vio sometido (férreamente) a las directrices de la encíclica Pascendi y del juramento anti-modernista, de imposicion obligatoria entre etudiantes como entre profesores, a todos los niveles de la enseñaza y del magisterio. Lo que abunda a favor de la hipótesis que en su tarea filosófica investigadora y de reflexión, Heidegger fuera -más o menos conscientemente- buscando a lo largo de su trayectoria una forma de compromiso entre la escolastica de la que procedia y la filosofía moderna, radicalmente emancipada de una tutela eclesiastica cualquiera, en la órbita de la cual se moveria siempre después, desde muy joven, hasta el final de su vida. De ahí a querer ver en su idea (griega, clásica) del Ser un disfraz a penas de la idea del Dios (único, personal, judío) de la teología católica va un tramo no obstante. Lo que cabe en cambio tal vez ver más bien en esa "obsesion" de Heidegger por el Ser -como así lo vieron muchos, además de esa laguna flagrante que la Memoria (como "fenomeno") se ve reservada en su obra-, lo fuera tal vez una especie de incapacidad a pensar el Tiempo (también con mayúsculas) Como lo ilustran, además de su desinterés notorio por la Historia y los temas historicos, el que su obra más célebre fuese en realidad una obra incompleta, por contar en su plan original con una segunda parte de título inverso ("Zeit und Sein") que no se vería nunca concretada, tal y como lo revela Nolte en su monografía

Intentar obrar de ese modo con las posturas religiosas de Martin Heidegger en base a la frase que habría pronunciado sus últimos años en una entrevista al semanario alemán Der Spiegel –“sólo un Dios nos puede salvar”- se me antoja si cabe más arriesgada todavía (y peligrosa) Porque en aquella entrevista célebre Heidegger dijo también otras cosas que fue las que retuvo el autor de estas líneas y que levantaron polvareda y revuelo grandes en sus momento, sobre la relación del hombre y la técnica en la civilización técnica actual (como la llaman los ideólogos de la Nouvelle Droite) Y fue un elogio a penas velado al nacionalsocialismo que se habría embarcado por la vía –el único movimiento contemporáneo al que Heidegger parecía conceder ese merito- de poner la Técnica al servicio del Hombre. ¿Heidegger acabó acaso como todos los grandes pensadores de extracción católica y más o menos heterodoxos –como Unamuno, como Ortega, como el propio Ramiro Ledesma- confesados y comulgados y reconciliados (canónicamente en vida o post mortem) con la iglesia/madre como José Javier Esparza parece darlo a entender en el trabajo que aquí seguimos comentando? Las cosas no parecen así a primera vista tan simples, no me lo parecen a mí mismo desde luego, que en ciertos momentos de mi vida entré en contacto serio con la obra del gran filósofo germano (existencialista) Del que me lo leí por ejemplo en alemán y luego posteriormente en una tradición “canónica” –como se la considera en el ámbito académico universitario- al francés, su célebre “Sein und Zeit” y del que me leí también la interesante y apasionante monografía (biográfica en gran parte) que le dedicó mi amigo el profesor Ernst Nolte, -Martin Heidegger. Politik und Geschichte im Leben und Denken (Martin Heidegger. Política e Historia en su vida y en sus ideas)- que fue discípulo suyo de adolescente, y del que le traduce al francés ciertos capítulos incluso, y en el que aborda las últimos días de la vida del filósofo y las circunstancias que rodearon su muerte. La circunstancia nada trivial por ejemplo que Martin Heidegger –a petición propia- no tuviera sepultura eclesiástica y que en su tumba no figurase cruz ninguna o signo religioso alguno (de signo cristiano o católico) sino una estrella (o un lucero si se prefiere) de cuatro puntas (…) ¿De la critica de Heidegger al paganismo (germano) se puede deducir acaso que acabara abrazando la fe en un Dios de existencia real por expresarlo en la fórmula que utiliza Esparza? Como sea, las frases tan lapidarias que vierte en las páginas cumbres de su obra (de juventud) más celebre y divulgada siguen pesando hoy más que nunca a la hora de evocar su figura y de analizar o de abordar tímidamente tan siquiera el conjunto de su obra ingente. Un dato comúnmente ignorado entre españoles lo es el predicamento que esa páginas –sobre la Muerte y la Nada, la resolución irrevocable de querer-ser, o la pro-vocación del ser a ser él mismo- tan radicales del autor de Sein und Zeit que acabaron encontrando entre los comunistas españoles durante la guerra civil, por la vía de Antonio Machado (fuera de toda sospecha) que “fusilaba” esos párrafos heideggeriano en alguno de los artículos que escribió durante la guerra civil en el periódico comunista “Hora de España” destinado levantar la moral de los combatientes del frente, como me fue dado a mi gran sorpresa descubrirlo en un estudio que me tocó en suerte sobre el poeta español (republicano) en estudios de traducción literaria que cursé aquí en Bélgica. ¿Un Dios persona y trascendente conforme al de la teología (católica) tradicional en el pensamiento de Martin Heidegger, en el hilo conductor del mismo en la última fase de su vida? Que me sea permitido el ponerlo en duda. Digan lo que digan alguno o piensen lo que piensen.

El paganismo como religión, una memoria reconstruida de un pasado de hace más de veinte siglos, muerto (y enterrado)


La sacralizacion (de la política, de la res pública) -que iría de par por paradójico que parezca con una secularizacion no menos acusada y generalizada en el plano de la liberación de las costumbres y de los comportamientos individuales y colectivos-  fue innegablemente un aspecto inseparable e indisociable del fenómeno de los nazi fascismos y llegaría a su apogeo tetral y ceremonial -litúrgico incluso y paralitúrgico (y sacrificial) (...)- bajo el III Reich. Los demás -en los demas paises en la órbita de la Alemania nazi, fascistas o fascistizados- se limitaron muy a menudo a imitarlos (como fue el caso en España bajo el régimen anterior, especialmente en zona nacional durante la guerra y en la inmediata posguerra, hasta el 42) ¿El nazismo, el fascismo, una nueva religion? En un sentido biblico o evangélico desde luego que no. Ni siquiera se les puede identificar con una forma de paganismo resucitado. No desde luego en el caso de la Alemania nazi. Fueron algo propio a su época, y murieron con el régimen o los regímenes que los alumbrarían. Querer ahondar más que eso no rebasa a menudo la esfera de las especulaciones históricas o de las simples conjeturas
Lo del paganismo o neo paganismo es algo que personalmente nunca me tomé muy en serio, o digamos que no me tomé en serio a los paganos o neopaganos que me encontré en mi vida, en los casos que me fue dado conocer o tratar personalmente por ejemplo aquí en Bélgica se trataba por lo general de subterfugios o tapaderas de la pertenencia de los interesados a uno de los compartimentos estancos por razón del lazo confesional –católico o libre pensador- en que se encuentra cuadriculada la sociedad belga a uno y otro lado de la frontera lingüística (entre valones francófonos y neerlandófonos flamencos), y de tratarse en particular de uno de ellos el de los católico francófonos- que se encuentra en flagrante situación de debilidad e inferioridad desde hace ya más de un siglo en Bélgica. “No, a mí lo del papa (y tú) me lo trae el fresco, yo soy pagano”, cuantas veces me sonó en los odios ese latiguillo mis primeros años de estancia aquí en ambientes que frecuentaba yo (tímidamente) entonces, cuando empezaron a soltar la liebre de mi gesto de Fátima en los medios. Por supuesto que les importaba y mucho como me lo acaban dando a entender de una manera u otra, sin decirme nada a la cara  (…) “Fuera hace frío”, escribió en un artículo dedicado a lo católicos belgas flamencos de la tendencia progre –que se pasaban toda la vída criticando a sus obispos sin atreverse nunca a dar el paso de la ruptura- un periodista neerlandófono de la tendencia librepensadora (hoy ya fallecido) Frio, sí, un frío de c…como decía Francisco Umbral, y hablo por experiencia. Tiene razón José Javier Esparza, el neo paganismo o el paganismo contemporáneo no es más que una construcción intelectual o una memoria re construida de un pasado que murió. Y por eso sin duda la iglesia madre –madre de sabiduría- no equivocó sus dardos más envenenados desde los tiempos del (larguísimo) pontificado de Juan Pablo II que iban dirigidos especialmente al hedonismo en el plano de las costumbres, y al agnosticismo –mucho más que al ateísmo franco y declarado- en el campo de las creencias.

Hedonismo capitalista y agnosticismo contemporáneo, molinos de viento preferidos de San Wojtyla de Polonia


Retrato imaginario del marqués de Sade (obra del pintor surrealista Man Ray) El marqués de Sade fue -a pesar de él (malgré lui)- uno de los detonantes de la Revolución Fancesa. Era libertino, hijo de libertino, -perseguidos implacablemente por la Monarquía absoluta- y ateo declarado, pero al cabo de la tormenta revolucionaria se vería situado del lado de la realeza y de la aristocracia derrocadas. Sus enemigos declarados en cambio, Robespierre o Napoleón no eran ateos, deista el primero y reonciliado canonicamente con la iglesia el segundo que se hizo coronar emperador por el propio papa al que habia atacado, y al que mantendría scuestrado (...) El libertinaje filosofico fue una reaccion comprensible frente a la pudibundez y a la mojigateria y la misoginia y la culpabilizacion de la sexualidad indisociables del magisterio eclesiástico (en mayor o en menor medida según las épocas), de raíces bíblicas y evangélicas -y sobre todo paulinas- innegables. De "peste sexual" habló Gobbels, ministro de Propaganda del III Reich, en respuesta a los ataques del Vaticano contra el régimen nazi
¿Alegato pro domo el que estoy aquí vertiendo? Lo consultaré con mi director espiritual (como los franceses dicen), lo que aquí tendría que decir o confesar en ese punto, de si soy creyente, angostico o ateo, de si creo en un dios personal existente –y presente- realmente, en un dios inmanente que se confunde con el mundo (visible) en los dioses en sus vestimentas antiguas, en los que creía el emperador Juliano nuestro señor –que el III Reich rehabilitó-, o vestidos de paisano, tras el concilio; en el Dios de los iberos o en el de los pueblos de Norte –Odín o Wotan - germanos o escandinavos, o en el dios de los arrianos –el dios del emperador Constantino el grande-, o ateo como lo fue el marqués de Sade- como lo era (así lo proclamo en su testamento) Dominique Venner, como lo fue a todas luces Ramiro Ledesma ramos o simplemente agnóstico como lo era Maurras, o como lo fue Unamuno (antes de que la iglesia les reconciliase canónicamente post mortem a unos y a otros en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo) ¡Hedonismo contemporáneo! El demonio encarando en la catequesis planetaria del papa poalco globetrotter. ¡Qué forma de sacar los pues fuera del tiesto! El hedonismo fue antes de nada una postura filosófica, en la Antigüedad Clásica que volvería a resucitar en los tiempos modernos, en el siglo de la Luces con el llamado libertinaje, del que la figura estelar, emblemática en extremo lo sea sin duda la del marqués de Sade, libertino ante el altísimo e hijo de libertino (furiosamente perseguidos por la monarquía absoluta en Francia) Botón de muestra de los orígenes aristócratas de la idea atea en los tiempos modernos y un mentís rotundo a la vez a uno de los postulados que proclama en su trabajo –como ya la comenté ayer- José Javier Esparza, a saber que el igualitarismo moderno se traducía fatalmente en anti-cristianismo. Sade era ateo, solo creía en la Mujer, y las mujeres -en justa contrapartida- le salvaron no pocas veces la vida (…) Su ateísmo en él no fue en cambio germen de exaltación revolucionario o iconoclasta sino un factor de moderación, que le hizo atravesar la tormenta revolucionaria sin cambiar de forma de pensar, y sin mancharse tampoco las manos de sangre (…)

“Espirituales” franciscanos, perro flautas e indignados del Medioevo y sepultureros del ideal de Cruzada


Jorge de Burgos, personaje del film el Nombre de la Rosa basado en la novela del mismo título del autor italiano (de izquierdas) Umberto Eco. Del decir de algunos, el personaje se lo inspiró el escritor argentino Jorge Luis Borges -que por confesión propia habría mandado quemar la biblioteca publica de la que era responsable en la época peronista, en un gesto de protesta contra el régimen-, pero de toda evidencia, es la España medieval de la Reconquista la que le inspiraban a su autor el personaje y la diabolizacion innegable a la que le somete en su obra. La España medieval, de los siglos de Reconquista, al contrario que Francia e Italia en la misma época (la Baja Edad media)- salvo en ciertas regiones fronterizas de Aragón (y Cataluña) (...)- se vio inmune del fenómeno de los "espirituales" franciscanos, que propagaban -como una peste negra- un pauperismo bíblico radical, cristiano y bolchevique al mismo tiempo. Jorge de Burgos (un monje medieval con sentido común) tenía razon, los simples no tienen derecho a la palabra, a tomarla en publico, o no en igualdad de derechos con los que no lo son (...) Desmentía así al propio Aristóteles que esgrimían los "simpliciores", celadores fanáticos del ideal de pobreza franciscana
Hay tal vez una concesión a hacer en este alegato anticristiano sobre el plano histórico y es que el igualitarismo no reaparece solo tras trece siglos de hibernación en los tiempos modernos, en los hondo de la Edad Media estaba ya presente y operante y no solo en los movimientos heréticos más o menos disidente so marginales en la historia de la iglesia que estudiamos en el seminario de Ecône. También aparece en las ordenes mendicantes llamadas a renovar la iglesia (y la faz de la tierra) Concretamente en la orden franciscana que se partió en dos al nacer como quien dice, a la muerte del fundador, el poverello de Asís que besaba a los lobos, y a los leprosos (en la boca) y a los infieles y vino a enterrar (las cosas claras y el chocolate espeso) el ideal de Cruzada. Los espirituales franciscanos –los lectores de mi blog son sin duda testigos, por haberlo leído evocar en sus páginas a menudo- fueron un fantasma no poco amedrentador que me acompañó a sol y a sombra antes y después de mi gesto de Fátima, hasta que le arranqué la careta y se desvaneció para siempre de mi espíritu y casi casi también de mi memoria. Jorge de Burgos el ciego (monástico) del Nombre de la Rosa –trasunto si hay que creer a algunos críticos cinematográficos de Jorge Luis Borges-, tenían razón, los simples no tienen derecho al habla- y trasunto también sin duda de aquellos monjes españoles medievales con sentido común, hijos de la Reconquista, que de una manera u otra hicieron frente o escaparon a la epidemia de peste de aquellos franciscanos mendigos y zarrapastrosos que predicaban la pobreza absoluta, sin límites, en el nombre del evangelio y del cristianismo primitivo. Como unos indignados o perro flautas con nueve siglos de adelanto, que preconizaban la transgresión de todas las normas y reglas de conducta –en todas los ámbitos y esferas, en el terreno de las costumbres (de la sexualidad) como en de las formas y comportamientos y convenciones sociales-, sin más norma o principio que aquel pauperismo enfermo y contagioso (y miserable) Fueron ellos los que le dieron la puntilla al ideal de Cruzada. ¿La iglesia les condeno? no digo que no, pero nueve siglos después, resucitan espectralmente (se diría) en la figura de este papa de los pobres, que si de él dependiera ya tendría consumado el crimen colectivo de reemplazo (remplacement) –de unos pueblos europeos por toda la legión de pobres y desheredados -e intocables- del planeta tierra, contra lo que se insurgió Dominique Venner con su gesto trágico.

Los textos “blasfemos” del joven Maurras, Carta Magna de la Nouvelle Droite


Ilustración llamativa y elocuente de una edicion antigua del cuento de "los Servidores", que Maurras incluyó en su obra célebre "Chemin du Paradis" y que le valió su condena pontificia y la puesta de esa y otra de sus obras -"Antinea"- en el Indice de libros prohibidos. Agnostico y hedonista epicúreo (y pagano) incorregible, Maurras ¡El summum del mal en la catequesis que impuso urbi et orbe a los católicos el papa San Wojtyla de Polonia! Entre ellos (¡ay dolor!) los católicos españoles. Según José Javier Esparza -en una idea muy extendida, es cierto- el padre fundador de la Nouvelle Droite lo fue Nietzsche. En una de las ediciones de ese cuento que menciono -escrito en 1891 y publicado por primera vez el año siguiente (aun en vida del filosofo del Superhombre)-, se defendia en cambio Maurras de haber querido imitar a Nietzsche del que que afirmaba no haber leido nada hasta entonces, lo que es perfectamente plausible, si se tiene en cuenta que la difusión universal de la obra del filosofo alemãn lo fue mayormente a titulo póstumo, tras su muerte pues (en el año de 1900) Y cabe honestamente decir en cambio que el francés no le va a la zaga al germano ni en profundidad conceptual ni en la innegable poesía que rezuman esos textos, ni en su brillantez de exposición y en su calidad literaria

¿Somos todos iguales, portadores de valores eternos, de un alma capaz de salvarse y de condenarse? Así lo pensé (confiteor)…hasta no hace mucho. Pero ahí un vez más, el blasfemo Maurras tenía razón, en su célebre Dialogo de Mercurio y Critón en los infiernos, de su obra de juventud Camino del Paraíso (que la iglesia acabo metiendo en el índice de libros prohibidos y que le valieron a su autor la condenación pontificia, suya y de su movimiento, la Acción francesa) Un texto con credenciales o cartas de nobleza literaria, lo menos que se puede decir, por muy blasfemo que fuera. Porque los propios adeptos y devotos franceses del líder monárquico y nacionalista ocultaron algo cuidadosamente siempre, acorde sin duda a una voluntad clara y distinta en ellos de minimizar unos textos maurrasianos (“de juventud”) que habían traído tanto problema (…), y fue que el célebre dialogo maurrasiano de "los servidores" le tomo el título de prestado nada menos que al diálogo de Maquiavelo y Montesquieu en los infernos, en el que muchos –sobre todo en la posguerra- vieron el modelo de inspiración nada menos que de los Protocolos de los Sabios de Sion (vade retro!) Critón el discípulo de Sócrates encuentra a Mercurio, su dueño y señor en el fondo de los infiernos y evocan juntos “aquel cristo hebrero que hacia trescientas setenta y tres olimpiadas había gritado desde lo alto de la cruz que todo estaba consumado y desde entonces los esclavos habían recibido el gobierno de sus almas y hacían lo que se les antojaba. La servidumbre para siempre abolida! Exclamaba Mercurio mientras Critón suspiraba. “¡Todo llega fantasmas míos!” (“chers ombres!”), sentenciaba Mercurio, entre lamentos.

Y en el otro texto “blasfemo” de Maurras que la iglesia puso en el Índice, el propio autor, en la visita al museo británico de Atenas –en su obra “Antinea”- se topa de pronto con una imagen de un cristo/hebreo (sic) entre todas aquellas estatuas del más exquisito arte helénico lo que le produce un sofoco indescriptible .como un ataque de pánico (...)- y saliendo a respirar al jardín y tirado cuan largo era, en el cielo de anochecer cuajado de estrellas se figuró ver el nombre de Choros –del dios de la danza-, como un símbolo del mito del eterno/retorno, impreso en el firmamento, ante lo que su espíritu se sosegó, acertando a conjurar por la vía del desahogo poético el retorno imprevisto “de aquel cristo hebreo, de aquel "dios enfermo que vino a traer la noche al mundo antiguo”

Y los he citado (de memoria) porque no creo que haya unos textos más ilustrativos –por lo profético- de ese helenismo estético de Maurras que tanto le inspiraba y que no creo que le llevasen a creer en los dioses muertos que figuraban las estatuas aquellas tan bellas y tan excelsas. Ni creo que haya denuncia más elocuente tampoco en todo la historia del pensamiento contemporáneo de la rebelión de esclavos –en sanscrito “chandalá”, léase la hez de la sociedad (en el plano moral)- que vino a anunciar el triunfo del cristianismo primitivo. Y el grupo de la Nouvelle Droite reivindicó valientemente a ese Maurras irredento, nunca del todo rehabilitado.

Y en eso no creo que pecasen de debilidad filosófica (sic), sino que hicieron gala al contrario de visión histórica (o profética, tanto monta monta tanto) y de una memoria fuerte y despierta. Al dios lo que es de dios y al césar lo que es del césar

lunes, julio 28, 2014

ANTI-CRISTIANOS, ANTI-CATÓLICOS Y ANTI-DEMÓCRATAS (A JOSÉ JAVIER ESPARZA)

En el trabajo de José Javier Esparza que aquí comento, un silencio ensordecedor se hace oir y es el que aquel guarda, de lo más estricto, sobre el fundador de ese movimiento (intlectual) francés, Dominqiue Venner que se suicidó de un tiro en la sien -con el revólver reglamentario del que disponía- el pasado año delante del altar mayor de Notre Dame, en protesta por lo que el llamba el crimen colectivo de suplantacion o reemplazo (remplacement) -en trance de consumarse- de la poblacion europea por corrientes emigrantes no europeas de origen y de confesion musulmana de preferencia, en el suelo de nuestro congt inente El acto de homenaje organizado por los suyos tras su muerte contó con un eclelsiastico lefebvrista amigo del fallecido del que vino a decir que su gesto era un acto fallido (manqué) -en jerga psicoanalítica- por el que su autor habia querido en el fondo reconciliarse (canónicamente) con la iglesia. Durante su intervencion, una parte considerable del público asistente abandonó ostensiblemente la sala l oir aquello en señal de discrepancia. ¿Forma parte acaso el texto de Esparza que aquí se comenta de una clara maniobra de recuperación eclesiástica de Dominique Venner y de su gesto y de su mensaje y de sus posturas?
Me llega de mano amiga -y a fe mía que no sabría decir si con una intención de proselitismo cualquiera- un trabajo relativamente reciente, de principios de este año, sobre el fenómeno ideológico y cultural de la Nueva Derecha (Nouvelle Droite) -que tiene ya una cuantas décadas a sus espaldas- de la pluma de José Javier Esparza. Conocí a Esparza en la reciente Feria del Libreo en Madrid, de forma totalmente inopinada discurriendo con mi libro sobre Umbral -en busca de un editor- debajo del brazo por el certamen, cuando me topé con la fisonomía conocida, por lo mediático, del célebre escritor y polemista y tertuliano (y no sé cuantas otras cosas) que se encontraba firmando libros en una de las casetas. Esparza, se lo dije a él por cierto, me pareció mucho más joven que la imagen que de él se desprende en los medios, y debo decir que estuvo conmigo amble y atento (y afable) y no sólo eso sino que se puso a rebuscar entre su listín de direcciones (digitales) -desatendiendo sendos minutos al público que le abordaba - hasta que me brindó una que parecía ofrecerme un pista o abrirme una vía en lo que yo andaba buscando. Craso error, y no se le achaco a Esparza, en modo alguno, aunque tampoco deja de parecerme sintomático en extremo, lo confieso, de algo que llego experimentando (¡ay dolor!) desde hace décadas en propia carne, y es de unos caminos e itinerarios -de los más seguros (sic), de los más “nuestros”- que no llevan, o que no me llevaron nunca (a mí) ninguna parte. ¿Por culpa mía de mi caso o de mi circunstancia en concreto? no lo excluyo, pero fue así de nuevo esta vez, a pesar de lo mucho que apuré la vía que parecía abrirme ese contacto que Esparza generosamente me brindaba, y si me lee aquí eso le daría tal vez una idea de la sobre dosis de frustración que me produjo ese nuevo intento (fallido) (...) No importa, sirva de preámbulo no obstante de lo que aquí abordar pretendo y es de la cuestión más candente sin duda de todas las cuestiones de fondo que aquel plantea en su (breves) apuntes sobre el movimiento francés al que hice mención más arriba y se trata por supuesto de la crítica al cristianismo, o para dejarnos de eufemismos de su arraigado y acerado anti-cristianismo.


Unas confesiones íntimas



El padrino intelectual de la Nouvelle Droite francesa es una figura atípica y significativa en extremo ademas de toda una corriente de extracción burguesa -intelectuales con frecuencia- de impronta liberal y de obediencia a menudo masónica (de derechas) que abrazaron sin reservas el Nuevo Orden (nazi) El profesor Rougier fue durante los años de la Segunda Guerra Mundial enviado especial del Mariscal Petain en Londres, donde se entrevistó personalmente con Winston Churchille (entre el 21 y el 24 de octubre de 1940) Esa obrita suya (densísima) -que Esparza no menciona- era y sin duda lo sigue siendo una especie de biblia de bolsillo de la Nouvelle Droite, que me devoré mis primeros tiempos de estancia en Bélgica. En lo esencial sigo estimándola certera tanto en su intuición -del carácter subversivo, y enemigo (irreconciliable) de la civilizacion, del cristianismo primitivo- como en la mayor parte de sus postulados
El trabajo de Esparza sobre la Nouvelle Droite me apresuro a precisarlo no es un simple trabajo de crítica o comentario en material ideológica filosófica o religiosa o de historia de las ideas (o de las religiones) sino que tiene no poco, en parte o en gran parte yo diría -como el su propio autor en un momento dado lo reconoce abiertamente-de unas confesiones del ámbito de lo más íntimo, de las convicciones intimas me refiero, ya sean de natura ideológica, filosófica o religiosa. Y para no irle a la zaga en punto a sinceridad, también se me antoja aclarar aquí que la Nueva Derecha no es para mí una novedad tampoco, y que si es cierto que nunca anduve en su órbita, ni de forma ni indirecta, como a tenor de lo que él mismo admite sí fue en cambio el caso de José Javier Esparza, les seguí siempre la pista de cerca o de lejos, desde hace ya mucho grosso modo desde la misma época que aquel entró en contacto con ellos, a principios de los ochenta residiendo yo entonces en Francia -en París- en el marco de la Fraternidad San Pio X, cuando rendí visita a su sede, en el centro de París -del "Groupe de recherches et d'études pour la civilisation européenne" (GRECE) que era su denominación oficial entonces y sin duda lo sigue siendo- vestido de rigurosa sotana de la FSSPX y a fe mía que si mi incursión allí así vestido produjo estupor o sorpresa u otro tipo de sentimientos análogos, no se me hizo notar, salvedad hecha de una cierta frialdad (comparado por los medios a los medios católicos tradicionalistas franceses que eran mi habitáculo de preferencia por así decir entonces) y si se exceptúa no obstante también la personalidad (cordial) de uno de los responsables del movimiento que me recibió, Philippe Gibelin (no se me olvidó hasta hoy ese nombre real o de prestado a fe mía que no lo sabría decir ) grosso modo de mi misma edad que estuvo conmigo, amable, cordial y deferente incluso. Y para no irle tampoco a la zaga a José Javier Esparza debo aclarar que lo aquí sigue tiene también mucho del orden de lo personal e intransferible de las convicciones íntimas, y de las posturas asumida (y como tales más o menos irreductibles)

Nietzsche, convidado de piedra del Concilio Vaticano Segundo. El cristianismo, “bolchevismo de los Tiempos Antiguos”


Nietzsche fue el gran convidado de piedra del Concilio Vaticano Segundo. Mucho más que el Capital o el Manifiesto Comunista de Marx o que las tesis principales del psicoanálisis de Freud -a los que la iglesia dio explicacion asaz (y en bandeja de rosas)- su Anti-Cristo (hasta entonces en el Índice), que Esparza no menciona, se hubiera merecido una explicación que la iglesia en cambio -como lo afirmó Gabriel Marcel- le dejó en deuda
En lo esencial de la crítica al cristianismo o por emplear la terminología de rigor o canónica por llamarla así en vigor en los medios de la Nouvelle Droite, al judeo cristianismo me parece fundada y correcta. La modernidad democrática, la religión de los Derechos del Hombre tienen su basamento innegable en el cristianismo bíblico y evangélico. “Ese veneno (subversivo) oculto” en los evangelios que denunció Joseph De Maistre y tras sus huellas una variedad de autores representativos de la otra modernidad o si se prefiere anti-modernos en el lenguaje políticamente correcto. Nietzsche entre ellos por supuesto, sin duda el más profundo y el más irrefutable de todos ellos. Curioso, dicho sea de paso que entre los títulos que cit Esparza del pensador del Superhombre brille por su ausencia su obra capital en materia de critica religiosa, a saber el Anti-Cristo. ¿Por qué? A riego de resultar temerario en mis afirmaciones y en mis suposiciones, me pregunto sinceramente si no tendrá algo que ver con ese pesado tabú que reino siempre en España desde que la obra y el pensamiento de aquel empezaron a hacerse divulgados por culpa de la censura que el magisterio eclesiástico hizo pesar sobre él, prácticamente hasta hoy. Porque como escribió agudamente el filósofo existencialista (católico) Gabriel Marcel, Nietzsche -al contrario que Marx o que Freud- fue el gran olvidado, el autor con el que la iglesia se quedó en deuda de una explicación en el concilio vaticano segundo. ¿Culpable solo la iglesia? Por supuesto que no. El tribunal de Nuremberg sobre todo, que le hizo responsable de autoría intelectual (sic) en el holocausto/judío. Y ese -me lo reconocerá Esparza- es sin duda el mayor "impasse" que enfrenta la figura y la obra de Nietzsche aún de nuestros días. Mucho mayor que sus pretendidas o fundadas contradicciones. “Campo de batalla” así lo definió Nolte, su biografía como su obra escrita.

Joseph Gobbels, evangelista de Nietzsche y propagandista del “Anti-Cristo”


El “impasse” que sufre Nietzsche no es el que le acarrea su obra escrita sino el destino que se le vería reservado, su recepción por emplear lenguaje de lingüistas- en las décadas que siguieron desde su muerte cuando el grueso de su obra empezó a verse difundida, y la segunda guerra mundial y su desenlace en el 45. El problema Nietzsche no se limita al autor simplemente, a su figura o a su obra sino a la legión incontable de sus adeptos, y el eco y éxito que alcanzaron sus escritos y sus ideas más emblemáticas o paradigmáticas a favor del auge de los movimientos nazi fascistas europeos en la década de los treinta, y en particular en el nacionalsocialismo alemán y en el marco del III Reich, de su mensaje ideológico y del ordenamiento institucional que iría de par con el Nuevo Orden nazi. Nietzsche y los nietzscheanos, como lo gloso certeramente el historiador Nolte. A izquierdas como a derechas. Y entre los más emblemáticos y representativos de estos últimos, todas las principales figuras del régimen nazi y entre ellos –last but not least- el ministro de Propaganda Goebbels quien su prédica y en sus escritos y en su actuación pública se revelaría un propagandista de Nietzsche sin igual, su evangelista incluso, asumiendo toda la carga de crítica al cristianismo contenida en los escritos de aquel y en particular en el Anti-Cristo. El problema o la dificultad que plantea Nietzsche en el mundo de hoy residen fundamentalmente ahí, en su asociación innegable e indisociable o con los nazis fascismos vencidos en el 45. Una objeción de orden histórico e ideológico insoslayable e irrefutable, como lo es el anti-cristianismo más o menos explícito o latente de todos los movimientos fascistas (sin excepción) del periodo de entreguerras. Perdieron la guerra por totalitarios (anti-demócratas) y por anti-cristianos, ese el mensaje subliminal que sigue propagando aun hoy el pensamiento único (o “normalizado) y políticamente correcto, heredero de la guerra de propaganda aliada -del lado anglosajón- de los años de guerra y pretender camuflarlo de “debilidad filosófica” como parece que lo pretende José Javier Esparza, suena a prejuicio, a un a priori de raíz religiosa confesional ideológica o la que sea, pero no propiamente filosófica.


El Concilio rehabilitó el cristianismo primitivo a costa del cristianismo “constantiniano”, y de la Iglesia del Orden



Maurras rehabilitó -frente al cristianismo primitivo- la Iglesia del Orden y el papel bienhechor y civilizador del catolicismo romano desde el edicto de Milan hasta la Revolucion Francesa. Eso, mas que sus escritos prtendidamente inmorales o sus "blafemias" fue lo que le valió la condena pontificia, de una iglesia que habia abrazado la democracia moderna. Se adelanto a su tiempo, porque el concilio confirmó sus peores aprensiones, tras su muerte. Una figura irredenta Maurras, como tantas otras
¿Nietzsche y sus émulos o discípulos de la Nueva Derecha hicieron acaso del cristianismo una simple caricatura, como Esparza así lo afirma? Ese es el reproche, es cierto, que se le hizo en los países católicos fundado en el argumento “ad hominem” innegable que las críticas y los ataques al cristianismo de Nietzsche se dirigían principalmente al cristianismo evangélico del que el autor del Anti-Cristo –hijo, nieto biznieto y tataranieto (y que sé yo) de pastores protestantes- procedía y en el que se había visto inmerso en su infancia y en su adolescencia. Pero el cristianismo primitivo el de los primeros cristianos, blanco principal de la crítica y de los ataques del “Anti-Cristo”, no se vería menos rehabilitado en toda pompa y majestad –en paralelo a una caída en desgracia oprobiosa y denigrante en extremo del llamado cristianismo constantiniano- con ocasión del concilio vaticano segundo, en los propios textos conciliares, y no sólo en las reformas que aquellos inspirarían. Las dos objeciones no obstante principales –como el grueso de la artillería que Esparza descarga contra el anti-cristianismo anti-democrático (por así llamarlo)- pertenecen al orden de la filosofía de la historia, o a la relación en el plano histórico del cristianismo y de la modernidad, entendida en el sentido de modernidad democrática, que tuvo su nacimiento en la Revolución Francesa y un largo proceso de gestación desde el estallido de las guerras e religión y la eclosión del conflicto entre el cristianismo evangélico protestante –mayormente alemán en su origen- y el catolicismo (renacentista) romano. Y lo son, primo, el jalón histórico de primera magnitud la Cristiandad medieval –que plantaría sus raíces en Bizancio- y secundo, el anticristianismo de algunos movimientos ideológicos contemporáneos. Dos aporías de orden histórico si así se las puede llamar pero que no rivalidad el postulado anticristiano (y anti-democrático) Los reaccionarios franceses ya dieron cuenta del enigma, en particular Maurras a quien se debe la noción de Iglesia del Orden, léase la iglesia católica del antiguo régimen y de siglos de cristiandad europea que habría acertado a conjurar a través de los siglos el "veneno" (De Maistre díxit) o las "miasmas" (Maurras) subversivas -o democráticas- que el mensaje evangélico transmitía o escondía (a rachas) en su seno.


La persecución religiosa en la guerra civil española, un accidente histórico


La segunda objeción, la del anticristianismo de algunos movimientos ideológicos modernos o contemporáneos, no parece mucho más pertinente y exacta así a primera vista. La Revolución bolchevique proclamo el ateísmo de masas, es cierto, pero Stalin pondría fin a esa fase (primera) del régimen soviético por el compromiso histórico innegable que sellaría con la iglesia ortodoxa rusa durante la segunda guerra mundial que serviría de leitmotiv y de ingrediente ideológico movilizador del primer orden en la llamada guerra patriótica contra los nazis. Por lo que a la Revolución francesa se refiere, si es cierto que hubo una componente atea, de extracción aristocrática en las corrientes representadas en la Asamblea Nacional no es menos cierto que el ala más extremista y por ende más revolucionaria(y sanguinaria)  –que triunfaría durante el periodo llamado del Terror- se proclamaban deístas y anticlericales –léase contrarios a la alianza del Trono y del Altar del Antiguo régimen- pero no propiamente anti-cristianos como lo prueba la protagonismo innegable de la secta jansenistas –lo que de ella quedaba- entre el magma de fuerzas y corrientes revolucionarias. Y por lo que al protestantismo se refiere, jalón innegable en el proceso histórico de gestación de la modernidad (democrática) –José Antonio por ejemplo veía en el protestantismo alemán (trasplantado al nuevo Mundo) el padre verdadero de la democracia moderna-, hay que decir que tanto Lutero que reivindicó abiertamente el cristianismo medieval alemán en su enfrentamiento con Roma, como las corrientes extremistas revolucionarias –la de los anabaptistas (de innegable impronta judía en sus dirigentes)- que reivindicaban abiertamente el cristianismo primitivo, se pude hablar de anti-cristianismo en ningún sentido del término. La persecución religiosa en España la seria la objeción mayor, lo admito. Pero el catolicismo español de la guerra civil –y del franquismo- no fue menos condenado o descalificado (sin anatemas explícitos) en el concilio vaticano segundo.


El hedonismo, chivo expiatorio en el mensaje (rigorista) del papa polaco



Juan Pablo II (en un foto de antes de la caída de la Union Sovéitca con Gorbachov con el que decía sentirse "epiritualmente muy compenetrado" El hedonismo (léase, su forma contemporánea propia e indisociable de la sociedad capitalista) se convirtió en el chivo espitorio del mensaje doctrinal (urbi et orbe) de San Wojtyla en sus viajes a los paises del Este tras la caída del Muro, como una maniobra (oportunista) de desviacion de las lecciones (urgentes) que se merecian -la opinion publica mundial y sobre todo la de los paises de detras de la cortina de hierro- la caída del régimen soviético, y también del complejo de culpa que la Iglesia del Este -particularmente la iglesia en Polonia- guardaba de ese capítulo tan importante de la historia de la posguerra europea. E igualmente ese fue el tema central de las Jornadas de la Juventud que se sucedieron durante el reino de aquel pontifice (de un rigorismo moral extremo) Mientras, la plaga (biblica) de la pedofilia eclesiastica se extendía de forma fulgurante y silenciosa al interior de la iglesia, y a las cuatro esquinas del planeta
¿Por qué esa defensa cerrada de Esparza al cristianismo ahora? ¿Puramente intelectual o filosófica o siquiera religiosa en el sentido puramente trascendente y sobre/natural del termino? Es posible. El escrito que aquí comento no escapa no obstante a la hipótesis fatal que en su postura el autor nombrado pueda haberse visto sometido a presiones de orden eclesiástico más o menos explícitas o al contrario implícitas o subliminales o haberse visto víctima de interdictos o de tabúes como él cree reconocerlos en el anticristianismo anti-democrático. La prueba, esa andanada contra la libertad de costumbres (sic) que parece confundir con el hedonismo contemporáneo tema favorito –fetiche se diría- de la prédica (incasable) del papa globetrotter Juan Pablo II que mientras ensordecía las oídos de sus auditorios más jóvenes en la serie de jornadas de la juventud que surco su pontificado con mensajes anti-hedonistas de un rigorismo extremo y de lo más simplista y sumario al mismo tiempo –no a la píldora, no al aborto, no al divorcio, no al preservativo, no a las relaciones prematrimoniales, no al bebé probeta (etcétera, etcétera)- , dejo propagarse en cambio como la pólvora la plaga (bíblica) de la pedofilia -léase abuso sexual de menores- eclesiásticvca, los años de su pontificado.

El 15-M, un nuevo Pentecostés, cristiano y "bolchevique"


Esta foto (¡pesadilla cruel!) de la manifestacion de los indignados en Sol (el sábado 20 de mayo del 2011) y las reacciones que produjo -en Religión Digital por ejemplo-, comparados a un nuevo Pentecostés, me confirmó en mi anti-cristianismo y anti-catolicismo. Irreductibles e inquebrantables en lo sucesivo
La historia pisó el acelerador a fondo los ultimas décadas, y estará de acuerdo José Javier Esparza que hoy ya no se puede razonar históricamente sobre temas de religión haciendo abstracción metódica o sistemáticamente de la actualidad más candente (y más reciente) los tiempos que corren. Y hubo sobre todo en el curso frenético de los acontecimientos de actualidad en España y en el extranjero de estos últimos años un fenómeno que me parece de mención y análisis inexcusable en este debate y lo es la eclosión –en el marco de las llamadas "primaveras árabes"- del movimiento del 15-M, de los indignados españoles.

No leí hasta hoy –doy fe de ello- un análisis crítico mínimamente convincente de un fenómeno de tanta gravedad y de tanta trascendencia, ni en los medios españoles ni mucho menos en aquellos sectores de los que hubiera cabido esperar una respuesta a la vez esclarecedora y contundente, si se exceptúan elogios incesantes de todo tipo y desde todos los cuadrantes, alguno de ellos nota bene con un olor penetrante e inconfundible a incienso (eclesiástico) Uno sobre todo me voy a permitir a mencionar aquí por lo sintomático que me pareció y por la honda impresión que me causó también para qué negarlo. Y fue el que mereció la célebre foto de la primera reunión masiva del 15-M en la Puerta del Sol –el sábado (por la noche) que siguió a su irrupción- que daría la vuelta al mundo y se merecería no sé cuántos galardones internacionales, en la sección de Religión de Periodista Digital en cuya blogosfera colaboraba yo entonces (a diario) José Manuel Vidal no es un cualquiera en la iglesia española, su ayudante y colaborador (en Religión Digital) Jesús Bastante tampoco, y a fe mía que no tengo nada de personal contra ningunos de los dos, sino más bien motivos de elogio y agradecimiento, pero la cobertura –gráfica y textual- de tintes propiamente mesiánicos o apocalípticos, y que les mereció aquello se me caía de las manos desde el primer momento.

Como un nuevo pentecostés, lo que aquella eclosión de subversión callejera –con un tufo (carcelario) a patio de prisión inconfundible, y con la carga innegable –pesada y abrumadora- de (grave) conmoción social que traería consigo, les pareció a ellos, que estaban llamados más sin duda que muchos otros a formular un juicio claro y ecuánime, justo y certero sobre aquello. Y allí se me cayeron –confitero- las (últimas) escamas de los ojos, porque sin duda que tenían razón ellos como también la tenían (y la tiene) los que vieron “un bolchevismo de los tiempos antiguos” en el cristianismo primitivo. De ahí data creo yo –de esa fecha infausta del 15-M- mi anti-catolicismo (y anticristianismo) irreconciliable en los sucesivo.

Una ausencia ensordecedora en el texto de Esparza, el gesto (sacrificial) de Dominique Venner, padre fundador de la Nouvelle Droite


Hay no obstante, un ausencia clamorosa un silencio ensordecedor en el texto que aquí comento de José Javier esparza sobre la Nueva Derecha y lo es el que a todas luces le merece, el verdadero padre fundador del movimiento francés aquél, compañero de fatigas de Alain Benoist, pero más antiguo y veterano que él en las lides políticas e ideológicas partidarias –desde los tiempos de la guerra de Argelia- y me stoy refiriendo a Dominique Venner qu puso fin a su vida el pasado año de un tiro en las sien delante del alta mayor de la catedral de Notre Dame, entendiendo así rubricar las posturas que había indefectiblemente mantenido al cabo de los años –de un anticristianismo nota bene irreductible- en el marco de la Nueva Derecha o fuera de aquella.

En concreto Dominique Venner puso fin a su vida en un acto de protesta contra lo que él llamaba el crimen –colectivo- de suplantación o reemplazo (remplacement) que estaría en trance de consumarse en suelo europeo, por culpa de la invasión silenciosa de inmigrantes no europeos (de confesión musulmana en su abrumadora mayoría) y de lo que veía cómplice a la iglesia católica y al universalismo evangélico inherente a su doctrina que coloca a la institución eclesiástica en la imposibilidad moral de responder a tamaña amenaza de una forma eficaz por mínima que sea. Verba volant, exempla trahunt, rezan los clásicos. Y el gesto (primordial) de Dominque Venner es más elocuente que todos los argumentos filosóficos de esa responsabilidad (y culpabilidad) del cristianismo en la génesis de la modernidad democrática como en la eclosión de algunas de sus peores secuelas tal que lo es sin duda esta de la invasión silenciosa (de nuestra tierra madre Europa) Soy consciente no obstante que su gesto se prestó también a otro tipo de interpretaciones y de maniobras de recuperación de todo tipo, como la de un eclesiástico de la FSSP, amigo del fallecido que en el acto homenaje póstumo explicó su gesto –yo asi lo comprendí e interpreté por lo menos- como un “acto fallido” en sentido freudiano del término, en otros términos que lo que según él Dominique Venner pretendió con su gesto fue el reconciliarse con la iglesia (madre), en el plano canónio se entiende. Rizar el rizo ("couper les cheveux en quatre") se llama a eso en romámn paladino (en francés o en castellano)  Y a tenor del texto que aquí comentamos y del silencio ‘ensordecedor) que sobre él gravita se diría que sea esa también la interpretación (o la apuesta) que su autor asume o hace suya de forma más o menos declarada.

La Nouvelle Droite, una historia de adeptos...y de arrepentidos

¿Aventurado o gratuito de mi parte lo que precede? Si así es dése por no escrito, pero José Javier Esparza que se conoce bien el paño estará de acuerdo conmigo que la Nueva Derecha (francesa) se ganó muchos adeptos, y también dejo tras suya no pocos arrepentidos a lo largo de su trayectoria. De ellos me viene así de golpe a la mente dos casos emblemáticos en extremo. El de Louis Pauwels, director del “Figaro Magazine” suplemento (lujoso de presentación) del fin de semana del diario Le Figaro los años que me pilló en Francia (con la FSSPX) del que se comentaba que se había “convertido” (al catolicismo) “Como se convierten, así lo oí comentar, las gentes de mundo” (…) Y el otro, el de un destacado colaborador (entonces) de aquella publicación, Patrick de Plunkett, que había escrito unos años antes (bajo seudónimo) una obrita propiamente incendiaria –por el escándalo que produciría en ciertos medios- donde reexhumaba los textos más anti-cristianos (y “blasfemos”) del Maurras joven que le valieron la condena pontificia. ¿Un converso José Javier de Esparza, como los dos otros, botones de muestra de la fuerza de irradiación de la fe sobre/natural, léase de la garantía (infalible) de éxito que brinda sobre todo a sus creyentes en las empresas terrenas? (...)


Mi profesión de Fe

¿Resentido yo? Digamos que sea esa, sí, una de las formas de mi religión personal en lo sucesivo: una religión de “noble resentimiento” (como lo adjetivó Umbral) Anticristiano, y en lo sucesivo anti-católico. Y anti-demócrata. Y Semper ídem, por supuesto

domingo, julio 27, 2014

Oda a nuestros héroes, y a nuestros muertos (poesía en domingo)

Figuras en claro oscuro
de genios de media/tarde
Unos héroes destronados
del cielo de la Memoria
siempre vivos ¡Misterio!

De una historia ya en declive
de miseria y de grandeza,
de victorias…y derrotas,
Bajados de sus peanas
-como aquellos santos de iglesia
que vistieron de paisano
de golpe, de un soplo sólo-
sin renegarse no obstante
y sin cambiar de chaqueta
mientras el mundo se hundía
encima de sus cabezas

Como aquel que ahora recuerdo
palabrón, ágrafo, gordo
que escribió otro de él
(¡que sí que lo conoció bien!)
Que en cambio sabía hablar
como un ángel al Obrero,
de estrellas y de luceros
Que en la playa al caer el sol
-en la playa y en su vida-,
tendido cuan largo era
y semi-desnudo en la arena,
sin perder fé en la Victoria
-¡la bella diosa con alas
sin reproche…y sin cabeza!-,
llamaba a voces, a gritos
(llorando) a los dioses muertos.

A tí te canto, mascarón
de proa de un buque insignia
que quedó varado de pronto
y sin hundirse ¡Voto a Dios!

Oh viejo fantasma! ¡Jirón,
de luz y de aire fresco,
de lo que el viento se llevó!
Cual voz (honda) de falsete
perdiéndose por los cielos

Te canto a tí porque quiero,
porque me sale del alma
y así me lo pide el cuerpo.
Porque si otros en cambio
en su estrategia guerrera
mezclaban verdad y ficción
y se inventaban soldados
por la Causa -¡qué remedio!-
y confundían los de plomo
con otros, de carne y hueso,
a otros en cambio -¿por qué no?-
nos es bueno evocar también
nuestros héroes, nuestros muertos,
aunque lo fueran a medias:
figuras de cartón/piedra
y hombres de pelo en pecho.
¡A falta de héroes perfectos!

Porque fuiste todo eso
Y supiste además honrar
a tu rival (Onésimo)
Por eso te canto, fantasma

¡Héroe y fantasmón (por tiempos)!


En la encrucijada fatal
te cruzaste de improviso
¿Por qué lo hiciste (o fue el destino)?
¿O acaso presagio feliz,
sobresalto espabilador
en esta modorra de estío?

Juego de lunas y espejos
en mi vida (tuyo y mío)
en la tarde de domingo,
del film del Festival de Cannes
que se asoma en mi camino

¿Se puede amar tanto, reyna,
hasta perder el juicio?
El mío aun no lo perdí,
eso me susurra al menos
el duende suave al oído

¿Me oculta la verdad de mí
(mismo) que me haría daño
hasta llorar (como un niño)?
¿Cuerdo o loco por ti, mujer?
No sé ¡Qué importa amor mío!

¿Se puede amar tanto, diosa,
hasta perder el sonrojo
que me prohibe –¿quien me vio?-
confesarme por escrito?

¿Se puede amar tanto, dueña,
de mi alma (y mi libre arbitrio),
tanto que no me importe
que me mandes y esclavices,
que me hagas ver lo blanco
negro, o como del revés?:
“la obediencia de un cadáver”
(¿quién me lo hubiera dicho?)

De momento no obstante,
Yo, cuando pasas, te veo
…y no te veo, de miedo
que no seas tú, sólo un sueño
Y me froto y froto los ojos
-¿estoy soñando o despierto?-
mientras “aterrizo” de prisa
a cada vez que nos vemos,
cada vez que “te apareces”,
como espíritu sin cuerpo
y te metes sigilosa
en mi espacio o jardín interior
sin mancharlo ni romperlo

¿Estoy loco o estoy cuerdo?
Piénsalo, mujer experta,
y me lo dices (de un beso)

sábado, julio 26, 2014

GAZA. PAZ CON ISRAEL. MI APUESTA

Bachir Gemayel, fundador y jefe de las Fuerzas Libanesas (herederas de las Falanges - Kataeb) Jugó la carta israelí de circunstancias frente al reto de la OLP, lo que pagó con la vida. En 1990 en cambio, cuando estalló la primera guerra del Golfo, mientras Saddam Husein se veía obligado a retirar su apoyo a los cristianos libaneses, Israel le dio la puñalada por la espalda al heredero de Bachir a la cabeza de las Fuerzas Libanesas, retirándole su cobertura aérea. Lo que selló su derrota, la suya y la del conjunto del campo maronita. Moraleja: preconizar una paz con Israel no significa que se les tenga que considerar aliados fiables, ni para occidentales ni para sus aliados. Y mucho menos tal vez para españoles. Por un deber inexcusable de memoria (histórica)

Es posible que me equivoque. “Matarlos a todos –dijo o dicen que dijo Simon de Monfort en el cerco de la plaza fuerte de Bézier contra los cátaros del Sur de Francia-, Dios reconocerá a los suyos” Un botón de muestra   omnipresente en el pensamiento históricamente correcto contemporáneo de la crueldad del Medioevo (del cinismo del "Mal") occidental y cristiano.

Y al que esto escribe que no le desmerecen en cinismo los antagonistas que hoy se enfrentan en la franja de Gaza, ni los unos ni los otros.

Ni el ejército israelí que no se anda con melindres a a la hora de aplastarlo o de bombardearlo todo a su paso, como lo están denunciando aparatosamente un sector de los medios occidentales y manifestaciones –mayormente de inmigraciones musulmanes- en varias capitales occidentales como las que se habrán producido hace unas horas en Londres, pacíficamente, y en París a pesar de haberse visto prohibida por el ministerio del Interior y que se habrá visto salpicada por serios disturbios en respuesta a la intervención de las fuerzas del orden. Ni los israelíes pues, ya digo, ni los palestinos o pro/palestinos tampoco.

Porque qué mayor desprecio de su propia población -como la que se reprocha al jefe cruzado contra la población sitiada que (dicen) hizo pasar a cuchillo-, que romper hostilidades en una situación de inferioridad tan flagrante y tan manifiesta, siriviéndose (una vez más) de escudos humanos, de nniños, mujeres y ancianos, como lo habrá hecho en los inicios de esta crisis en curso el movimiento islamista Hamas, ahijados nota bene de los Hermanos Musulmanes.

viernes, julio 25, 2014

CRISTIANOS DE ORIENTE Y PESTE BÍBLICA

¿Un flautista magico, un mercader de sueños y de ilusiones, el ministro de Propaganda del III Reich como lo presenta el pensamiento históricamente correcto? Después de él hubo otros -San Wojtyla de Polonia entre ellos- lo menos que cabe decir en su descargo. Y su acusación (imparable) contra el estamenteo clerical y contra la institución eclesiastica -en particular contra la iglesia romana y contra el Vaticano- de "peste sexual" se reviste de una actualidad trágica los dias que corren. Evangelista de Nietzsche, Joseph Goebbels, y en particular de su obra el Anti-Cristo de la que se inspiraria sin la menor duda la propaganda nazi. ¿Genio del mal (Esperanza Aguirre dixit)? ¿Por qué? ¿Por anti-cristiano o por anti-semita? ¿En qué quedamos?
El papa Francisco acaba de recibir en audiencia a una joven musulmana sudanesa convertida al cristianismo y condenada a muerte en su país e indultada después a seguir a la presión internacional. La audiencia tiene lugar en medio de una ola de persecución en países del oriente próximo contra las minorías cristianas como acaba de ocurrir en Irak en las zonas conquistadas por la insurrección islamista (suní) -del ejército islámico del Levante (o algo así)- que habrá dado lugar a una nueva campaña en favor del cristianismo perseguido en esos países.

El victimismo cristiano como el judío son armas secretas de guerra de propaganda del que ciertas grandes potencias son duchos en saber esgrimir y explotar como ocurre con los Estados Unidos. No es un detalle anodino en esa óptica desde luego que la joven sudanesa ahora recibida por el papa hubiera encontrado refugio en la embajada de estados Unidos en su país. El Oriente Medio -y aledaños- es como lo fue siempre laberinto inextricable y polvorín (casi siempre en ascuas) para occidentales y más en particular yo diría para españoles. A fuerza de prestarle atención -años, décadas durante- no obstante se acaba aprendiendo algo.

jueves, julio 24, 2014

"LIBRES E IGUALES" Y LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA (SIN COMPLEJOS)

Cayetana Álvarez de Toledo (descendiente del gran duque de Alba) leyendo el manifiesto "Libres e Iguales" delante del congreso de diputados ¿Nunca es tarde si la dicha es buena? ¿Demasiado tarde para que la Academia de la Lengua -uno de cuyos ilustres/miembros figura de firmante del manifiesto- se pronuncie de una vez sobre el problema catalán, esencialmente lingüistico en su origen -en su version contemporánea al menos- y de la amenaza que representa para la lengua española y para su buena imagen y brillo y prestigio -y honor- tanto dentro de España como en el extranjero, dentro y fuera de Cataluña?
La tiranía planetaria de la prensa global se da en todos los campos y a todos los niveles, en prensa escrita como en internet, en los operadores punteros, "Yahoo", "Google" como en las redes sociales, y de todas sus diferentes variantes lingüísticas, donde más flagrante y ruidosamente se presente el fenómeno lo sea tal vez en lengua española.

Una sensación asfixiante de manipulación y adoctrinamiento -y de voluntad (indignante y escandalosa) de ingerencia y de intromisión- la que infunden al calor de las ultimas crisis internacionales todos esos tentáculos del poder mundial (sin nombre y sin cabeza, por lo menos en apariencia)

El último botón de muestra lo ofrece el avión que según las ultimas noticias acaba de estrellarse en el Malí que hacia el vuelo entre Burkina Fasso y el aeropuerto de Argel. He estado cotejando despachos diferentes sobre la noticia de la (presumible) catástrofe aparecida en internet y cabe decir que Yahoo en español da la nota en la presentación de la misma. Se trata (sic) de un avión español. Y lo es, pero contratado por la compañía estatal argelina. Y el por qué de que Yahoo en español precisamente lo da como español y silencio el otro detalle (todo menos anodino) y en otros medios en cambio lo dan como argelino, no es detalle nimio ni trivial tampoco.

miércoles, julio 23, 2014

"OKUPACIÓN" EN ARGANZUELA

La historia es la que es. Y si va acompañada de testimonios gráficos a profusión, más dificil de borrar todavia de la memoria colectiva. Y esa foto -como un sinfin de otras- da cuenta de loa alegria colectiva que se apoderó de Madrid aquellos dias de la Liberacion y de la Victoria. De un extremo a otro. De la Ciudad Universitaria a los barrios bajos junto al Manzanares, de clase obrera
La tentativa judicial (frustrada) de desalojo de un edificio desocupado, “okupado” a seguir y reconvertido en centro social -como el de Can Vies de Barcelona- en el madrileño barrio de Arganzuela trae una vez más de actualidad ese Madrid de barrios bajos -como oí siempre decir desde niño- que me habrán dado siempre un poco a la impresión (a mí y a otros muchos madrileños) de serlo por partida doble, en sentido literal como figurado.

Barrios con Embajadores, Lavapiés, las Rondas, la Latina el Rastro, que van bajando hacia el rio como alejándose y extrañándose (progresivamente, conforme se va bajando- del resto de Madrid situado en otras alturas o a otros niveles, y bajos también no diría en un sentido peyorativo, sino social simplemente en el sentido de barrios humildes de clase obrera, lo que fueron y que tal vez dejaron de serlo pero de lo que guardaron el sello como una marca de origen o un estigma según como o de qué lado se miren.

En el libro que dediqué a Francisco Umbral dediqué no pocos párrafos a la orilla derecha del Manzanares alto lugar de la memoria umbraliana sobre la Guerra civil española.

Curioso entre paréntesis el mutismo que les merece a los organizadores del coloquio que acaba de celebrarse en el Escorial en recuerdo del escritor no solo el libro que publiqué hace poco sobre el escrito sino también los temas que abordo relacionados con su vida y con su obra, en ellos igual que en otros promotores de la memoria umbraliana en certámenes , en coloquios celebrados hasta la fecha en España o fuera de ella.