viernes, abril 15, 2016

"FRENTE NACIONAL" CONTRA EL 15-M FRANCÉS

ACLARACIÓN SOBRE JEAN MARIE LE PEN

En el momento de la publicación de este artículo desconocía yo la ultima edición semanal del diario de a bordo (n° 432) de Jean Marie Le Pen, publicado un su sitio digital en simultáneo con la redacción de estas líneas. Nobleza obliga el reconocer que mis dudas eran infundadas. Jean Marie Le Pen se pronuncia en ese programa sin la menor ambigüedad en contra del 15-M francés, léase el movimiento indignado “Nuit Débout” Un extremo, además, en las declaraciones de Jean Marie Le Pen sobre ese tema nos parece de la mayor pertinencia y de actualidad rabiosa incluso para españoles en la perspectiva de la crisis política que padecemos y de de los desbordamientos en los que pudiera degenerar de un momento a otro (que la primavera la sangre altera) Y es en respuesta a la pregunta del por qué del laxismo del poder de cara a estas manifestaciones de protesta (de un movimiento que el fundador del Frente Nacional califica “de izquierdas”) Jean Marie Le Pen evoca un fantasma (sic) de la república (francesa)” que gravita de antiguo en la política francesa, “desde los tiempos del general De Gaulle” incluso -léase de mayo del 68 (y desde la Revolucion Francesa, cabría apostillar también)-, y es el de un miedo (cerval) a un incidente dramático que pudiera sublevar toda la juventud en contra el poder y de las instituciones. Y en esa perspectiva, continua Le Pen, la consigna de los poderes públicos es -hoy como ayer- la de evitar incidentes a toda costa que pudieran degenerar en un error policial de consecuencias dramáticas, y de alcance imprevisible Como el que se produjo -apostillo de inmediato- en el tardo franquismo con la muerte de Enrique Ruano. El régimen de entonces -hay que reconocerlo- no se arredró sin embargo, como sí sería el caso en cambio, durante meses, con las autoridades responsables del orden publico en España -primero con el PP, luego con el PSOE- tras la eclosión de la agitación y la violencia insidiosa callejera del 15-M. Lo que en el caso que acabo de evocar hizo posible una transición pacífica pocos años más tarde apenas. Gracias Jean Marie le Pen, no es profeta solo el que quiere. Y sepa que sus palabras son como bálsamo en una vieja cicatriz y para una vieja aprensión que siguen incordiándonos tantos años después (con la llegada de la primavera)


El seminario de Ecône -en el cantón suizo del Valais-, tal y como yo lo conocí al llegar allí por primera vez y en el estado en el que estaba los cuatro años que allí pasé (1974-1978) Sin la basílica enorme (y horrible) que le añadieron después. Sorprendentemente moderno y funcional y tradicional al mismo tiempo. “De tanto mirar las estrellas -dice el refrán- el rey perdió su corona” Y era un poco -y que me se perdone la impertinencia- lo que me pasó a mí aquellos años que fueron precisamente los de la Transición, cuando España tanto cambió y también los españoles. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. ¡Un paraje tan singular, de unas vistas y paisajes tan grandiosos! Ecône no fue un fenómeno meramente religioso o eclesiástico, o un seminario (católico) como otro cualquiera como los que renqueaban medio vacíos ya entonces en España y por todas partes. Sino que fue una reacción directa al mayo del 68 y al clima de desconcierto y de agresión psicológica (y no sólo) que aquél traería consigo. Los jóvenes que afluyeron entonces -por centenas- a Ecône, mayormente franceses, se habían visto de una manera u otra confrontados al mayo francés (en Francia o en otras partes) y a sus secuelas y habían asumido el reto -en todos los planos- que aquel les planteaba a través de un repliegue o enroque interior en búsqueda de si mismos, y de lo que les rodeaba, por los caminos que les marcaba la tradición católica de la que eran fatalmente hereditarios. Un viaje al arcano de la memoria (díxit Agustín de Hipona) en respuesta y alternativa al descenso “ad inferos” al que el movimiento marxista o neo marxista estudiantil les invitaba. Un poco como ahora
Una auténtica sorpresa. A fe mía que no me lo esperaba. El comunicado del Frente Nacional sobre los acontecimientos que vienen produciéndose en Paris y en otras ciudades francesas de gran analogía con la protesta de los indignados españoles del 15-M -de una claridad diáfana, y de una contundencia perfectamente a la altura de la gravedad de los acontecimientos- se merece el aplauso sin reservas del autor de estas líneas.

Y contrasta a fe mía con la atonía que viene mostrando hasta ahora el fundador del partido y patriarca en jubilación o pre jubilación casi forzosa que no dice ni pío sobre el tema en su último diario de abordo, fechado el pasado día 8 cuando el movimiento Nuit Débout se veia ya lanzado y navegando o volando de alas desplegadas.

Ya lo recordé fugazmente en algunas de las entradas recientes que vengo dedicando a esta eclosión de indignación callejera en versión francesa, y es la atonía de Jean Marie le Pen y de muchos de sus seguidores y partidarios con ocasión de las jornada insurreccionales de mayo del 68, que le mereció a uno de sus biógrafos una glosa elocuente y a la vez cargada de interrogantes.

“En Mayo haz lo que te plazca” (en mai fais ce qu'il te plaît) una alusión mordaz a la actitud absolutamente pasiva de esperar a ver -siguiendo los acontecimientos por la tele con su esposa y sus hijos- que fue la de Jean Marie Le Pen y junto con él de no pocos líderes y militantes de la corriente de “extrema derecha” nacionalista en Francia en aquel entonces.

Algo que me pesó quintales aquellos años que fueron los de mi paso por la Universidad, y que influyo no poco en el enroque psicológico e ideológico al mismo tiempo que fue el mío a partir de entonces. Y del estado de espíritu, de soledad, de sentirme impotente ante hechos consumados, de una indefension de raíz ideológica en definitiva daba cuenta un párrafo de un artículo que caería en mis manos algunos años después -cuando ya me encontraba en la órbita del seminario de Ecône y del movimiento sacerdotal de Monseñor Lefebvre que glosaba la situación de incertidumbre y crisis de valores y de ausencia de horizontes del mundo de entonces, en el que me sentí no poco retratado.
El Frente Nacional francés de Marine Le Pen, rompiendo con la atonía que se venía observando en ese cuadrante ideológico acaba de publicar un comunicado de gran claridad y contundencia exigiendo de los poderes públicos (complacientes) la disolución del 15-M francés -movimiento “Nuit Débout”-, convertido en un foco de violencia y de degradación del espacio publico, la detención y puesta a disposición de la justicia de lo elementos causantes de disturbios y el restablecimiento del orden en la Plaza de la República y su devolución al conjunto los habitantes de la capital francesa. Nuestro aplauso sin reservas
“En ese crepúsculo del anti-comunismo -escribía el Profesor Plinio en alguno de sus artículos que debió llegarme a través de alguna de las publicaciones de la TFP- enmudecieron las cigarras y empezaron a cantar los búhos, contentos porque todo se hacía tinieblas” Una anochecida oscura (y siniestra). Eso fueron para mi Mayo del 68 y los cambios profundos que traerían en las universidades y en conjunto de las sociedades occidentales.

¿Jean Marie le Pen de electrón por libre en relación con este 15-M francés, comparado la postura adoptada por el partido por él fundado? Es lo que parece insinuar ese movimiento 22 de marzo -de un nombre copiado de de los indignados de mayo del 68 (de Cohn-Bendith) que acaba de fundar para convocar una nueva manifestación en honor a Juana de Arco (suprimida por su hija)

La hipótesis, de confirmarse, seria de lamentar, y se vería surcada de presagios funestos, aunque el respeto que nos mereció de antiguo len este blog la figura de Jean Marie Le Pen hace que prefiera no creérmelo en absoluto. De momento

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