viernes, noviembre 15, 2013

MI DISTANCIAMIENTO DEL FRENTE NACIONAL DE MARINE LE PEN

En la foto, luciendo (discretamente) la "calota" judia delante del Muro de las Lamentaciones en Jerusalén, Luis Aliot, actual compañero de Marie le Pen al que se atribuye el recentramiento (políticamente correcto) de su partido y las medidas represivas también en contra de los que no se ajustan y adaptan como es debido a la nueva línea. Confiesa ser de ascendencia judía y de un pasado familiar incluso de militancia comunista. Reafincada su familia (pied noirs de Argelia) en la región de Perpiñán, donde nació y creció, hizo una vez referencia en público a la eventualidad de un conflicto fronterizo franco/español, lo que su compañera se apresuró (todo confusa) a rectificar a toda prisa. "La gente no comprendería que nos pongamos de pronto a hablar de guerra con España", dijo Marine Le Pen de lo más caústica, que acostumbra a pasar en Benidorm sus vacaciones veraniegas (donde se conoce a todo el mundo allí y todos la aprecian, por lo que cuentan)
En una conferencia de prensa celebrada ayer en la Haya, Marine Le Pen y el político holandés y líder del partido de la Libertad, Geert Wilders -rubio platino como no hay tres, aunque hay algunos que ponen en duda que no lo sea sino del "frasco" (como se dijo en España siempre)- y del que son proverbiales las posturas pro-israelíes (tanto como sus frecuentes viajes a Israel) en política extranjera, anunciaron al unísono la creación de una "alianza europea de la libertad", un eufemismo llamado sin duda a clasificar y catalogar a todo lo que en el hemiciclo del parlamento europeo se encuentra a la derecha de la derecha, "ma non troppo", porque el político holandés mencionado se habrá apresurado a excluir de la alianza en ciernes a todos los grupos de consonancia o connotación anti-semita (sic), que en lenguaje políticamente correcto como aquí todos ya saben quiere decirlo todo y al mismo tiempo tres veces nada.

En claro y en crudo, se trata de un veto de lo más explícito -el que encierran sus palabras de advertencia- a ciertas formaciones que habrán conocido un éxito innegable en distintos países europeos los últimos tiempos como el Jobbik húngaro, el NPD alemán y sobre todo -horresco referens!- los griegos de "Amanecer Dorado"

Entre paréntesis, Marine Le Pen -detalle todo menos trivial del que supe no hace mucho- es por su rama materna de ascendencia griega, su abuelo materno concretamente lo era, y eso tal vez influya -por los circuitos laberínticos de la memoria/procelosa, y cuanto más íntimos o domésticos mas procelosos (o celosos a secas)- en su postura tan tajante (y un tanto sorprendente) en contra de una formación que defiende tantos puntos y posturas comunes con el Front national francés, que ella lidera.
El abrazo de dos proscritos, así se podría titular esa foto. El más joven de los dos, Alexandre Gabriac, diputado regional más joven en toda Francia, fue expulso del Frente Nacional por publicar en su cuenta de internet una foto donde se le veía saludando brazo en alto. El de más edad, Ernst Zundel, alemán de nacimiento y de nacionalidad y librero y editor de profesión, es un poco el diablo en persona para toda la bienpensancia a escala mundial por sus posturas negacionistas sobre la Segunda Guerra Mundial -y en concreto las cámaras de gas- que le habrán valido largos años de cárcel tanto en Canadá y en los Estados Unidos como en su país natal donde fue condenado -exclusivamente por sus ideas- a una pena de siete años (de los que cumplió cinco) (...), en medio de las declamaciones anti-hitlerianas y en un tono de exaltación exarcerbado (muy poco judicial) del presidente del tribunal en el momento de la lectura de la sentencia. Los panegiristas de Angela Merkel se sirven de su caso para alabar la intransigencia de la canciller con la extrema/derecha y el negacionismo. Esgrimiéndolo de paso de escarmiento de posibles émulos por supuesto. Zundel, nota bene, empezó su actuación publica denunciando la discriminación de los alemanes de origen en Canadá -donde había emigrado- y en los Estados Unidos
En consecuencia, la nueva alianza que ahora se anuncia viene a quedarse digamos que "en familia", me explico entre partidos conocidos ya de antiguo, con representación parlamentaria de antiguo también -como los dos mencionados y además, la Liga Norte italiana (y separatista), el partido de la Libertad austriaco y el Vlaams Blok rebautizado Vlaams Belang belga/flamenco, no menos separatista (y de postguras filo/etarras incluso, en algunos de sus miembros), todos ellos huyendo como de la peste de nuevas formaciones emergentes que por la mayor radicalidad en su posturas -que no suelen traducir (entre paréntesis) mas que una mayor claridad de planteamiento- amenazan (seriamente) con hacerles la competencia.

¿Una posición pro/israelí igualmente entre los comunes denominadores de estas formaciones que suenan (y huelen, ya de lejos) un poco a vino nuevo en odres viejos? Del lado de la formación holandesa y de la otra belga/flamenca es algo obvio (de antiguo) se me antoja. En el caso del Front National francés, la respuesta no sea tan evidente tal vez, si se tiene en cuenta la posición, meritoria, de ese partido -habida cuenta del estado de la cuestión entre la opinion pulbica y clase política en Francia- de rechazo de la insurreción islamista y del apoyo al régimen (acosado en el exterior como en el interior) de Bachar -el-Assad en la guerra civil siria.

Todo menos trivial no obstante lo es -¿por qué lo debería aquí ocultar?- la personalidad de Luis Aliot, compañero en la actualidad de Marine Le Pen (divorciada y madre dez tres hijas) y originario de una familia de "pied noirs" repatriados de Argelia tras la independencia y que confiesa sin tapujos arrastrar por una de sus ramas una ascendencia familiar judía lo que explica tal vez sus viajes a Israel y los buenos contactos con los que allí parece contar, tanto como ese otro dato biográfico, que su propia abuela (por confesión propia) fuera uno de los puntales de la organización del partido comunista francés en Argelia antes de la guerra (...)
Cartel de propaganda del partido separatista (y nacionalista) flamenco, Vlaams Belang, antiguo Vlaams Blok, uno de los socios de la nueva alianza que promueve Marine Le Pen. En él aparece Filip De Winter, una de las figuras más emblemáticas del partido, que figuró de muy joven en actuaciones publicas del entorno etarra y de Herri Batasuna en Bélgica flamenca. En lo más álgido de la crisis en las relaciones hispano/belgas (febrero del 96) por el rechazo de la demanda de extradición de una pareja de etarras refugiados en Bélgica, le increpé públicamente en la vía pública -ante la entrada al Parlamento regional flamenco donde se sacaba una foto con los demás diputados- por la postura más que ambigua de su partido en el tema, lo que me valió doce horas de detención administrativa
Y no son detalles nada triviales, es cierto, en la medida que el compañero de Marine Le Pen pasa "vox populi" por principal artífice e instigador de la maniobra de "recentramiento" -como "el viaje al centro" tan caro al PP en la época de José María Aznar- del Frente Nacional huyendo como de la peste en lo sucesivo -tal y como su presidenta lo acaba de recalcar- de extremismos y de actitudes o posturas que puedan ser considerados políticamente incorrectas...o en exceso (por lo menos)

Lo que les llevó a tomar distancias de las revueltas callejeras contra el matrimonio homosexual de la primavera pasada -bautizadas "Primavera francesa"- y a no dudar incluso de expulsar de su seno a uno de sus jóvenes representantes parlamentarios (a nivel regional) por el detalle todo menos trivial también de mostrarse en su cuenta FB saludando brazo en alto.

Admiré a Marine Le Pen a la que conocí personalmente -como ya lo consigné en este blog y en el otro (ya fallecido) con anterioridad- en una conferencia de prensa internacional a la que fui invitado (en mi calidad de periodista "free lance") en la sede del Frente nacional, de Nanterre (afueras de París) hace año y medio con ocasión de la última campaña por las presidenciales francesas-, y confieso que la sigo admirando, como persona, como mujer y como político incluso -a ella como a su progenitor, Jean Marie Le Pen (que también tuve ocasión de conocer personalmente y de entrevistar brevemente entonces)


No es óbice que aprovecho de este articulo para tomar -prudentemente y en total circunspección- mis distancias de su nueva andadura y en particular del recentramiento políticamente correcto que a todas luces la maniobra en curso que protagoniza el Frente Nacional traduce o lleva consigo

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