¿Un rey y un trono desahuciados a lo más altos niveles del poder mundial? La movida de los indignados de claro signo republicano y directamente orquestada por la Casa Blanca -y Barack Obama en persona- habrá sido un toque serio de advertencia para el monarca, como sea. Asumir con todas las consecuencias su legitimidad de origen (el 18 de Julio) rompiendo con cuarenta años de compromiso histórico con las fuerzas vencidas en la guerra civil y abrogando (solemnemente) en consecuencia la ley de la Memoria, o exponerse a que los más fieles -hasta hoy- acaben derrocándole como sucedió en Grecia: a medida que el viaje sin billete de vuelta del proceso secesionígeno en Cataluña va entrando en una fase irreversible: no le queda otra alternativa y tampoco mucho tiempo para decidirseNos desayunamos en la prensa de hoy con la noticia de la inculpación por la Fiscalía -nada menos que bajo la acusación de "terrorismo"- de un grupo de nomenclatura a la vez falangista y tradicionalista -bonito nombre, no me digan- por una serie de actos (más que nada iconoclastas) y daños exclusivamente materiales -que no deberían traducirse a lo sumo más que por un simple juicio de faltas- cometidos en el 2009 (en tiempos del gobierno anterior de José Luis Zapatero) en la provincia de Navarra contra personas o enseres de clara adscripción ideológica -comprendidos en el entorno etarra o de la extrema izquierda (comunista)- y por los que se piden ahora penas yendo hasta lo siete años de prisión (siete)
Y dudaba a dedicar mi articulo de hoy al tema, lo confieso, lo ruidoso y lo escandaloso incluso del caso -en, un momento en el que se está procediendo a la liberación de etarras de lo más sanguinarios incluso- me empuja irresistiblemente a darle no obstante a la tecla en el tema. La noticia se vio (extrañamente) precedida ayer además -con ocasion de la festividad/onomástica (y democrática) de la Noche de los Cristales Rotos- por un artículo extenso por demás del ex-fiscal anti-corrupción Jiménez Villarejo (¡válgame un santo de palo!) que por lo que leo en la noticia biográfica que le dedica la red está especializado en la defensa y la aplicación de la ley de la memoria histórica, hoy (aparentemente al menos) en fase de congelamiento, sin duda provisional o temporal en espera de tiempos mejores para la causa de los desenterramientos y de la reescritura de la historia.
Escena de la Noche de Cristal en Alemania (11 de noviembre de 1938) que acaba de recordar en un articulo el ex-fiscal anti-corrupciones Jiménez Villarejo -una requisitoria (fiscal) o un llamamiento a la represión (de los fachas) su artículo más que otra cosa (...)-, a las ancas del papa Francisco que se había pronunciado anteriormente en el tema (y en el mismo sentido) La foto -del incendio de una sinagoga en Berlín- ofrece un extraño parecido con otras estampas (tristes) de nuestra historia, y me refiero a la quema de conventos del 31 bajo la II República española. ¿Más recordables -una pregunta inocente- aquellos incendios que éstos, para el jefe de la iglesia católica (y sus acólitos demócratas)?¿Un tema secundario en relación con otros mas apremiantes así a primera vista como lo es el proceso de desmembramiento territorial desencadenado en Cataluña? No sabría decirlo pero lo que si sé decir es que en razón de mi trayectoria de mi back ground familiar de mi formación académica o intelectual -en gran parte de tipo histórico- y por un deber elemental de memoria aunque solo sea me siento llamado a la primera linea de frente en la batalla que se viene rindiendo en España en torno a la aplicación de la ley de la memoria. La ley de la memoria deslegitima al Rey Juan Carlos en persona.
La frase -sin duda lapidaria pero no menos certera- no es mía sino de Pío Moa, y es suficientemente grave en su formulación y en su alcance como para no dejarla en letra mojada. La disyuntiva no puede ser más clara pues: o el monarca acaba abrogando -por propia voluntad o obligado a ello- la ley (funesta) de la memoria o ella misma acabara dando cuenta de su trono y de su reinado sin que muchos -entre los que me encuentro por supuesto- derramemos ni una lágrima ni movamos por supuesto ni un dedo en defenderlo como no lo hicieron tantos españoles (que no eran particularmente monárquicos ni republicanos) por defender a Alfonso XIII, su abuelo.
Y al paso que vamos no lleva traza de que este gobierno (del PP) cobije la más mínima intención de derogarla sino que se diría en cambio que prepara toda una arsenal jurídico a reforzarla y acelerarla posiblitando y facilitando el que se prosiga en su aplicación...cuando llegue la hora como lo es el proyecto en curso de reforma del código penal (en sentido represivo) -que el ex-fiscal anti-crrupicon evocaba ayer en su articulo- a la medida de otras análogas existentes en otros paises europeos fuente -en tantos casos- de persecución injusta y de intolerancia y de discriminación y de violación de la libertad de expresión que vendría a encajar pefectamente en la esfera de aplicación de la ley de la memoria como así parecen presagiarlo la inculpación de ahora -escandalosamente injusta y discriminatoria ("por razón de ideología")- por los ataques que se atribuyen al grupo navarro al que aludo mas arriba, antes "nota bene" de que la banda ETA anunciase el fin ("definitivo") de su acción armada.
Requetés alzados en armas contra la Repúublica en la Plaza del Castillo de Pamplona (el 19 de julio del 36) Del Alzamiento salvador al olvido y a la alta/traición a la Memoria heroica. Navarra es hoy -desde hace décadas ya- un feudo del Opus Dei donde proliferan las placas conmemorativas a los vencidos de la guerra civil en los cementerios, como lo ponen de relieve las acusaciones (ridículas) de terrorismo a cargo de la Fiscalía publicadas hoy en la prensa. Por motivos exclusivamente políticos e ideológicos. Y por culpa de la estrategia -de alta/traición- de "un palo a la derecha y otro a la izquierda" en materia de lucha contra el terrorismoBasta de chivos expiatorios, siempre los mismos del mismo pelaje ideológico o de las misma "raza" o familia (política o ideológica) La noticia de la inculpación que comentamos -por motivos claramente ideoogicos- es además reveladora por partida doble. Por ella nos enteramos que en los cementerios navarros proliferan las lapidas en recordación de la memoria de los vencidos, en prueba suplementaria si necesidad hubiera de la alta/traición de la iglesia española a la memoria a colectiva de lo que cayeron por defenderla y por protegerla.
Navarra, coto cerrado del Opus Dei: una imagen tenaz de piel dura y longeva y anclada fuertemente en las mentes desde antes de la muerte de Franco. El tradicionalismo combativo fiel a la memoria del Alzamiento -y a la memoria de los miles de caídos en las filas del Requeté- acabó dando paso al compromiso histórico sin honra y sin principios con la memoria de unos vencidos en la guerra civil española que acabaron siendo los auténticos ganadores o vencedores tras el desenlace de la guerra mundial en el 45.
Paso (urgente) a una nueva Fe pos/cristiana y anti/cristiana a la vez, combativa, noble y heroica, sin traciones ni rendiciones o concesiones indignas, abjectas y vergonzosas. ¡Sieg Heil! ¡Paso ya a una nueva Fe! ¡En la Victoria...Total!
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